| − | '''Presencia de Ernesto Guevara de la Serna en el municipio Ciro Redondo'''<br>Ernesto Guevara de la Serna (médico, guerrillero, internacionalista y líder político latinoamericano) nace el 14 de junio de 1928 en Argentina y muere el 9 de octubre de 1967 en Bolivia. <br>Ernesto Guevara es de esos hombres que nacieron para quedarse, es un hombre de talla universal que por feliz coincidencia convivió del 3 al 17 de febrero de 1963 con trabajadores del municipio Ciro Redondo.<br>Su estancia en el municipio esta relacionada con la inversión de una fábrica de Levadura Torula Forrajera y la mecanización del corte y alza de caña. Estos días pasaron a formar un pasaje intenso e inolvidable para la historia de la localidad. <br>Quince días de estancia del Che en el municipio Ciro Redondo<br>El che desde los primeros años del triunfo de la Revolución, orienta iniciar con rapidez los trabajos de mecanización de la agricultura cañera. Precisamente en el municipio Ciro Redondo, sede del coloso azucarero que da nombre al territorio, a principios de febrero de 1963 se da inicio a la mecanización de la agricultura cañera, teniendo como principal protagonista al Comandante Ernesto Guevara.<br>Como antecedentes a la permanencia en el municipio se encuentra la primera visita realizada por el Che el primero de enero de 1963, recorrió los talleres del central “Ciro Redondo”, donde se realizaba el ensamblaje de las máquinas cortadoras de caña que trabajarían en la zafra, analizando la necesidad de cumplir con el tiempo programado para la construcción de estos equipos. Luego observó como trabajaban estos en el campo, como funcionaban y las innovaciones a realizar para su mejor aprovechamiento. El 3 de febrero de ese propio año visita las áreas cañeras del “Ciro Redondo” y otros centrales de la antigua provincia de Camagüey, sostuvo encuentros fraternales con los operadores mas destacados de estas zonas azucareras. Además presidió distintas reuniones de la Comisión Local Azucarera (CLA) de los diferentes ingenios visitados, analizando críticamente la marcha de la zafra, hizo un llamado a brindar un apoyo entusiasta a los cortes mecanizados de la caña. A su regreso se alojó en el batey del central y esa noche presidio el Consejillo, trasladándose posteriormente al central “1ro. de Enero”. En los campos cañeros de Pina, especialmente en los alrededores del batey ”La Norma”, se registra la jornada más larga de trabajo voluntario permanente realizada Por el Guerrillero Heróico en nuestra patria en los primeros días de febrero de 1963 durante la III zafra del puebl, operando una de las primeras máquinas cubanas de cortar caña que funcionaron en el país, las que tripuló durante una quincena. <br>El 4 de febrero realiza su primera jornada como operador de máquinas cortadoras de caña, derribando 6800@ en 9 horas, 25 minutos y 24 segundos, cortando 109 surcos, empleando como tiempo efectivo de corte de 5 horas, 59 minutos y 29 segundos. El Guerrillero Heroico permaneció hasta el 17 de febrero de 1963 en la localidad, pero el 14 de febrero del propio año cortó 22,000@ derribadas, para un sobre cumplimiento de 250 % de la norma de 4 000 @ diarias, que tenía programada la máquina, todo esto a pesar del asma constante que lo azotaba. Esto no impedía que conociera en realidad el comportamiento de los equipos fabricados en Cuba, analizara críticamente sus deficiencias sobre el terreno y las causas de las roturas más frecuentes, pero además colabora en su reparación en el menor tiempo posible y estimula partiendo del ejemplo personal el espíritu emulativo entre los operadores.<br>Carlos Coello (Tuma) lo acompaño durante su estancia en “La Norma” y en otras actividades desarrolladas. El Che durante su estancia en las áreas cañeras de la localidad hacía mención de sus “hacheros” (los famosos repasadores), entre los que se destacaron: Juan Peralta (F), Matías Vargas, Bernabé Noa, Candelario Leonard, Manuel Pérez, Pedro Jiménez (F), José Ramón Hernández, Crecencio Pol Canek y Cecilio Calvo. Constantemente se relacionó con vecinos, trabajadores agrícolas e industriales, los obreros de la finca “La Norma” y pueblo en general de Ciro Redondo. Según testimonios el Che realizó un trabajo voluntario en el central donde carretilló sacos de azúcar. También se alojó en el Palacio de Pioneros (hoy Circulo Infantil “Sueños de Mi Infancia) donde durmió en un butacón o sofá. Además visito el Centro de Orientación Infantil, entrevistándose con varios de sus alumnos y con la entonces maestra Leonor Somonte Fernández. Por otra parte, Gerónimo Álvarez Batista (corresponsal de los periódicos “Hoy” y “Adelante” en Morón en aquellos momentos) propuso que mediante contribución voluntaria por adquirir el libro, se construyera un monumento al Comandante Ernesto Che Guevara, proposición cumplida al existir éste actualmente en “La Norma”. El año 1965, quinta zafra del pueblo, se utilizó a nivel nacional 10 combinadas donadas por la URSS, que fueron operadas por Jóvenes Konsomoles (Juventud Comunista) de ese hermano país; aunque no tuvo incidencia en la localidad influyó en el despegue tecnológico de las zafras venideras. En este año se instalan los centros de acopio y el primero de su tipo se ubicó en “Guindadillo”, que comenzó su primera zafra en 1966. Además por iniciativa de Ernesto Ché Guevara, se instaló una fábrica comprada en Francia en 1962 a la compañía Speichim por un costo de 2.5 millones de pesos. El 28 de septiembre se encuentra montada y puesta en marcha; pero su inauguración se realizó el 25 de octubre de 1965, con una producción de 16 333 TM. Esta nueva industria recibió el nombre de Fábrica de Levadura Torula “Alfredo R. Pérez”.
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| − | Memorias testimoniales sobre la estancia del Che en Ciro Redondo<br>Testimonios sobre la estancia del Che en el municipio redactados a partir de entrevistas tal y como lo cuentan los que trabajaron con él durante estos quince días.<br>José Serrate:<br>1. Visita previa y estancia del Che en Ciro Redondo<br>- Yo era en aquellos momentos administrador del Central Ciro Redondo, y por iniciativa del Comandante Guevara, Ministro de la Industria, se comenzaron los experimentos de la mecanización cañera en este municipio.<br>El primero de enero de 1963 hizo su primera visita para crear condiciones en los talleres donde se iban a fabricar las piezas para las máquinas, en ese mismo año pero en el mes de febrero del 3 al 17, vino a probar personalmente la efectividad de los equipos.<br>2. El alma del soldado habla por él: <br>- El leía mucho, por la noche se ponía a leer en su cuarto, pero una de las noches yo llegue tarde y cuando pasé frente a su puerta para ir a la cocina estaba leyendo, cuando regresé me llamó y me dijo, mirando la pistola que yo tenía en la cintura y que estaba llena de polvo de los caminos.<br>“Ahora ya sé porque el Central está tan sucio, lo primero que tiene que hacer un soldado es tener su arma limpia.”<br>- Estos ingenios grandes tenían muchos trastes, nunca él me lo había expresado, pero al ver el arma sucia me soltó la indirecta que me hizo ver que no se le escapaba una, ni leyendo.<br>3. Los planes deben ser tensos:<br>- Después de haber trabajado más de 12 horas en el día y siendo como las nueve de la noche el Che nos invitó a hacer trabajo voluntario en el empaque de bagazo que existía en el propio central, allí trabajamos hasta la una y media de la madrugada, cuando nos marchamos del lugar, me preguntó cuál era el plan de empaque. Le respondí que alrededor de cinco mil toneladas para el año y me dijo “ Ustedes son unos bichos, un plan bajo para sobrecumplirlo y después salir en los periódicos como los más destacados cuando en realidad ese propósito no ocasionaba un verdadero esfuerzo para cumplir el compromiso establecido, por ser muy pequeño”.<br>Más adelante le dije que por ser ya tarde en la madrugada debemos atrasar la salida para el campo ese día, a lo que me respondió negativamente, afirmando que si salíamos tarde no podríamos cumplir la norma. <br>4. Nos asombra su resistencia:<br>- Si podemos decir que algo nos asombra del Che, era su resistencia, cansado como venía y cuando iba a almorzar, siempre leía la prensa y libros. Jugaba ajedrez y estudiaba las jugadas. No sabemos de donde sacaba tiempo y energía para todo. Eso lo comentábamos muchas veces.<br>- La otra vez que vino al municipio y no se albergó en mi casa sino en el Círculo de Orientación de Pioneros, venía por la noche a ver el boxeo a la casa. Era integral, para todo sacaba un tiempo.<br>Gustavo Collazo:<br>1. Trabajo intensivo del Che:<br>- Una mañana la cortadora había sufrido varias roturas, lo que ocasionó una notable disminución a los promedios acumulados por el Comandante Guevara en las jornadas anteriores. Al producírsele un nuevo atoro al equipo, el Che, un poco molesto se baja y me pregunta: ¿Normador, como anda la productividad hoy? ,- En otras ocasiones, cuando existieron situaciones similares, el che decía: ”Hoy no se ha ganado ni para el desayuno” <br>Aquello fue una bomba de tiempo. Escuchar mi ocurrencia y montarse en la cortadora con todo el rigor que lo caracterizaba fue una misma cosa, y desde ese instante la máquina a toda velocidad iba y venía derribando surco tras surcos y no se detenía ni para coger un diez. Así las cosas, sobre la una de la tarde, le hicimos señas con las manos para que detuviera la marcha y les explicamos que sus compañeros estaban extenuados y necesitaban recuperar energías. El Comandante respondió:<br>“Está bien, haremos una pequeña pausa para almorzar y después de un breve descanso nos incorporamos al corte, pues tenemos que ganarnos el desayuno”, dijo con mucho acento mientras me miraba sonriente.<br>2. Lo primero el trabajo:<br>- En uno de esos días de mucho apuro, llegó un periodista a hacerle una entrevista vestido de guayabera blanca y le dijo que primero lo ayudara recogiendo caña. Cuando terminaron entonces lo llamó para contestarles las preguntas.<br>- Todo el que venía a verlo al campo tenía que dar su aporte a la zafra.<br>Clara Opizo:<br>1. Si no hay para todos:<br>- En una ocasión llegó por la mañana con una crisis de asma muy fuerte y mi papá preocuparlo al verlo así le brindó un vaso de leche, pero como no había para todos, a pesar de que insistieron los compañeros que la tomara por su estado de salud, no lo quiso aceptar.<br>- Muchas veces pasaba esa crisis recostado e una Ceiba grande, ahí también jugaba ajedrez. De la palma a la mata de mango ponía su hamaca muchas veces y ahí leía.<br>- En la norma se quedaba a dormir en un garaje que se había caído y el techo quedó como a una bara en tierra, ahí todos ponían sus hamacas para dormir, no quiso el albergue porque había que sacar los obreros. Nos sentíamos admirados de su forma de ser. <br>2. Proyección internacionalista:<br>- Los repasadores que estaban con él, como el compañero Noño, nos contaron que un día les preguntó que cuál sería la actitud de ellos si se les pidiera cumplir una misión internacionalista.<br>- Ellos dijeron que estaban dispuestos.<br>3. El estímulo del Che al trabajo de la mujer:<br>- Mis hermanos que eran mecánicos, me enseñaron a manejar la máquina y me fui quedando como operadora en dos zafras consecutivas. Fui la primera mujer en el país que operó ese tipo de máquinas y los periodistas me decían la muchachita de La Norma. Pasé trabajo porque en el batey se reían de mi, me sentía cohibida y acomplejada, hasta que el vino y nos señaló la importancia de este trabajo para nuestro país y me sentí estimulada. <br>Miguel Iparraguirre<br>1. 20 mil arrobas y una pata:<br>- Todos los que estaban con él, por su seguridad personal tenían que estar disimulando porque no le gustaba que estuvieran detrás de él para cuidarlo. A escondidas hacíamos la programación de corte y se la dábamos a esos compañeros.<br>- Una vez Alfonsito, Jefe de la Seguridad Personal, se pone a trabajar cerca tratando de no alejarse de donde operaba el Che la cortadora y la máquina al virar, le hizo una herida en una pierna. El Che pidió que lo llevara enseguida en mi Jeep para Morón y después fui con él a verlo al hospital.<br>- Ese incidente trajo otro, pues el periodista destacado aquí por el periódico Revolución, mandó a la prensa un escrito informando que el Comandante Guevara había cortado ese día 20 mil arrobas y una pata, era el accidente de Alfonsito. El periodista expresó que no que solo quería decir más de 20 mil arrobas, pero él, muy serio, le recalcó la importancia de su trabajo y como había que analizar lo que se mandaba a la prensa.<br>2. No entendía que lo cuidaran:<br>- Muchas veces me repetía que si de verdad yo estaba para analizar el trabajo o si yo estaba en la técnica de vigilancia.<br>- El no entendía que lo cuidaran y el único que montaba en la máquina era Cuello (Tuma), que tenían mucha afinidad.<br>- No aceptaba que estuvieran sin trabajar y discutía con los compañeros para que trabajaran y no lo cuidaran a él.<br>3. El querías ser como un trabajador más.<br>- El quería ir a cortar en un campito que estaba a la orilla de la carretera, siempre me lo decía, pero cuando se lo comunique a sus compañeros de su seguridad personal, se me dijo que no podía permitirlo, que había que buscar la forma de hacerlo desistir de su idea, yo programaba uno u otro campo pero nunca era el que él quería, por lo que ya estaba molesto y me decía que iba ir para allá. <br>- Un día por la tarde cuando terminó de contar donde estaba programado que se iba acortar el dichoso campito, trato de disuadirlo pero de nada me valió me dio que si yo era técnico o estaba en otra función. El caso es que fuimos para allá y empezó a cortar, Alfonsito había salido en esos momentos, no estaba en el campo, Cuando llegó y vió al Che cortando y la carretera repletas de carros mirando me dijo una cuantas cosa, pero yo les explique que el Che no era fácil persuadirlo y que se lo llevaba todo, ya que yo se lo había advertido. El quería ser como un trabajador más.<br>4. No nos quedó más remedio<br>- El quería cortar caña quemada. Decía que le buscara algún lugar para probar la máquina. Yo limitado de nuevo, pues me habían que tratara de convencerlo para que no lo hiciera, por su asma. El insistía y me presionaba. Hubo una candela en la colonia La Ramona y había crisis y él pidió que lo lleváramos y no nos quedó más remedio porque decirle la verdad era buscarse un problema pues él no lo permitía. Ese día la máquina efectivamente tuvo mayo productividad. <br>- Después se quemaron unos campos en la Manzana y en una jornada hizo 22 mil arrobas que lo puso muy contento.<br>Antonio Leonard:<br>1. Pagar como uno más:<br>- Una mañana, a las 5,00, estabamos tomando café en el Kiosco de Sosa y este no le cobró el café al Che. El nos preguntó a todos si alguno había pagado el café. Entonces le contestaron que no, ( Ya ibamos conociendo su forma de ser). Le dio el dinero aSosa y le preguntó – ¿Usted no paga intereses?<br>2. El Che comparte hasta sus puros.<br>- Yo estaba en la comisión nombrada por el municipio para cuidar de su seguridad, nuestra tarea era estar con él en todas partes para prever cualquier problema, estabamos con Aldo Carmona, Manuel Pérez, Rigo González, y Lorenzo Franco.<br>- Una vez cuando veníamos de almorzar le pedimos a Manuel que fuera a buscarnos cigarros y el lo oyó y no lo dejó ir, le dijo a su ordenanza que de los tabacos que le habían regalado en Chamba nos diera a los que fumabamos. Fue el primer tabaco que me fume. <br>3. Yo sabía que lo primero era el trabajo.<br>- Recuerdo la vez que vinieron unos periodistas a verlo y sin decir nada, parece que ya sabía como eran las cosas allí, estuvieron trabajando duro con el Che, al tercer día de trabajo el Che los llamó y les dijo que podían preguntarle lo que quisieran.<br>Irma Ponce <br>- El paraba en casa de Serrate y yo era vecina más cercana, saludaba muy atento y como yo estaba embarazada me preguntaba que cuando nacía el crío y que iba a ser boxeador. <br> Yo tenía hilo verde olivo y él mismo un vez me lo pidió para que algunos compañeros pusieran botones, y cosieran las ropas y después me lo mandó. Cuando llegaba aquí la calle estaba llena de gente que por curiosidad y admiración lo esperaban, pero a esos él no les hacía caso y entraba directamente. Sin embargo, si había niños en el grupo entonces se detenía y hablaba con ellos.
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