Usuario:TripleS/Zona 5

TripleS/Zona 5
Información   sobre la plantilla
Particulas de Ebola virus.jpg
Micrografía electrónica empleando técnica de realce de color en partículas de´l Virus del Ébola.
Taxonomía
OrdenMononegavirales
FamiliaFiloviridae
GéneroMarburgvirus, Ebolavirus
Características morfológicas
GenomaCadena negativa de ARN no segmentada de 60 a 80 nm.
Filovirus. Los filovirus son partículas víricas pleomórficas que aparecen como hebras filamentosas, son envueltos y están constituidos por una cadena negativa de ARN no segmentada de 60 a 80 nm. Son sumamente virulentos por lo cual son considerados altamente patógenos. Los filovirus conocidos son los virus Marburg y Ebola y tienen características serológicas, bioquímicas y genéticas distintas. Los cuatro subtipos del virus Ebola (Zaire, Sudán, Reston y Costa de Marfil) comparten algunos epítopos iguales. Su transmisión puede ocurrir a través de la orina, secreciones respiratorias y sangre.

La enfermedad se caracteriza por fiebre, artralgias, mialgias, náuseas, vómitos, diarreas, hemorragias, choque y muerte. El diagnóstico puede realizarse mediante ensayos inmunoenzimáticos (ELISA), radioinmunoensayos, inmunofluorescencia, y cultivo de tejidos. No existe tratamiento específico para los virus Marburg y Ebola. La ayuda de soporte intensivo es más importante en la prevención del choque, edema cerebral, fallo renal, superinfección bacteriana, etc., que puedan ayudar a la sobrevivencia.

La aparición de un brote de fiebre hemorrágica en tres ciudades europeas, Marburg, Franckfurt y Belgrado, en 1967, provocó la muerte de 7 de 31 personas quienes habían estado relacionadas al procesamiento de riñones de monos verdes africanos Cercopithecus aethropos para la producción de cultivo de células y a personal médico vinculado al tratamiento de estos pacientes. El virus, aislado a partir de sangre y tejidos de pacientes infectados fue nombrado Marburg como la ciudad donde fue caracterizado. Hasta 1975 el virus había desaparecido de circulación sin haber podido ser determinada su fuente de origen. En esta fecha se reportan tres casos de Fiebre Hemorrágica por Marburg (FHM) en Johannesburg, Sudáfrica, uno de ellos fatal. El próximo episodio ocurrió en 1980, en Kenya donde se repite, en 1987. En 1976 ocurre al unísono una epidemia severa en Zaire, y en Sudán, con más de 550 casos y 430 muertes.

El aislamiento del virus de estos brotes epidémicos permitió nombrar al virus con Ebola por el afluente del río Congo del mismo nombre, surgiendo así los subtipos Ebola Zaire y Ebola Sudán, ambos sumamente virulentos. Estos dramáticos episodios son seguidos por un nuevo silencio del virus hasta 1989 donde se aísla de nuevo en Reston, Estados Unidos. En esta ocasión causó la muerte en monos importados por un centro veterinario de cuarentena.

En 1994, se presentaron tres brotes independientes en Gabón, el cual causó al menos 40 muertes. Este brote fue atribuido al subtipo Zaire ligeramente diferente. En este año, un científico enfermó cuando trabajaba muestras de necropsias en Costa de Marfil y se aisló un nuevo subtipo del virus, el Ebola Costa de Marfil. En 1995, se presenta un nuevo brote epidémico en esta ocasión en Kikwit República Popular del Congo con una elevada mortalidad (80 %). El agente causal resultó ser el Ebola Zaire.

Características del virus

Los filovirus son partículas pleomórficas que aparecen como hebras filamentosas, algunas veces con ramas, en forma de U o configuraciones circulares. Los filovirus conocidos son los virus Marburg y Ebola, constituyen especies serológicas, bioquímicas y genéticamente diferentes. Los cuatro subtipos del virus Ebola (Zaire, Sudán, Reston y Costa de Marfil) comparten algunos epítopos iguales. Ambos virus (Ebola y Marburg) son envueltos constituidos de una cadena negativa de ARN no segmentada y sumamente virulentos por lo cual son considerados patógenos de un nivel de bioseguridad cuatro por lo que sólo pueden ser manipulados en laboratorios de alta contención. La infectividad de los filovirus puede suprimirse por exposición al calor (60 oC durante 30 min) y con el uso de radiaciones gamma y ultravioletas además de solventes lipídicos y desinfectantes, clorados y fenólicos.

Patogenia y patología

Ambos agentes virales son capaces de producir lesiones en bazo, ganglios linfáticos, riñones y, especialmente, el cerebro. Los cambios vasculares producen hemorragia y trombosis, esplenomegalia y hepatomegalia. Se observan focos de necrosis en el hígado, órganos linfáticos, riñones, testis y ovarios y es más evidente en el parénquima del hígado, el cual junto con el estómago se inunda de sangre. Los tejidos muestran inclusiones citoplasmáticas al examen histopatológico. Hay hemorragias diseminadas en todo el organismo e indicios de neumonía intersticial y algunas veces pancreáticas. Ocurren edemas generalizados, choque hipovolémico y muerte.

Manifestaciones clínicas

Los virus Marburg y Ebola producen una sintomalología similar. El período de incubación oscila entre 2 y 21 días. La enfermedad se caracteriza por fiebre, cefalea, mialgias, artralgias, náuseas, faringitis, dolor abdominal y vómitos que progresan hasta ser hemorrágicas. Posterior al quinto día de comienzo de los síntomas aparecen exantema y rash maculopapular. Puede ocurrir trombocitopenia, leucopenia, neutrofilia, elevación de las transaminasas con niveles de fosfatasa y bilirrubinas normales. La muerte por choque ocurre usualmente de 6 a 9 días después del comienzo de los síntomas clínicos con fallo multiórgano.

Diagnóstico de laboratorio

Las infecciones por filovirus deben estar incluidas en el diagnóstico diferencial de enfermedades febriles agudas en personas que han viajado por zonas rurales del África Subsahariana.

El aislamiento primario del virus se logra por inoculación de muestras infectadas en cobayos y cultivo de células. En los cobayos pueden encontrarse grandes cantidades de virus en sangre y se han observado alteraciones en hígado, bazo y ganglios linfáticos. Se han utilizado más de 20 líneas celulares; se han usado como sustrato para los virus Marburg y Ebola, pero las más ampliamente utilizadas son las células Vero (riñón de mono verde) especialmente el clono E-6.

En la detección de anticuerpos contra los filovirus se utilizan ensayos como la prueba de inmunofluorescencia (IF), los ensayos inmunoenzimáticos (EIA) y radioinmunoensayos (RIE), estos últimos permiten también la cuantificación de anticuerpos específicos.

Se han desarrollado ensayos inmunoenzimáticos (EIE) tipo ELISA para la detección de anticuerpos al virus Ebola. Se han detectado anticuerpos IgM en el suero de humanos infectados con el virus Ebola subtipo Reston. También han sido evaluados ELISAs para la detección de anticuerpos IgG utilizando sueros de animales y humanos sobrevivientes a la infección por virus Ebola, sugiriendo esta prueba como herramienta útil en investigaciónes de campo. La detección directa del virus en muestras clínicas puede realizarse mediante IF, ELISA de detección de Ag inmunohistoquímica y la reacción en cadena de la polimerasa. En la misma medida la microscopia electrónica ha sido de gran utilidad en el diagnóstico de estos agentes.

Inmunidad

Las infecciones por filovirus parecen ser inmunosupresoras. No hay evidencias, habitualmente, de respuesta inmunitaria en los casos mortales. La función de los anticuerpos contra los filovirus es pobremente comprendida, pero tiene consecuencias importantes para el diseño de vacunas y la profilaxis pasiva.

Tratamiento, prevención y control

No existe tratamiento específico para los virus Marburg y Ebola. Drogas antivirales como la rivabirina, empleada en el tratamiento de otras fiebres hemorrágicas no han tenido valor clínico.

Un tratamiento empleado en pacientes con FH por Ebola ha sido la utilización de sangre de donantes convalecientes durante la epidemia de Kikwit, 1995: la sangre de estos contenía anticuerpos IgG al virus y no fue detectada la presencia de antígenos en ninguna donación antes de transfundir a los pacientes, de estos uno solo falleció y se obtuvo una tasa de mortalidad significativamente menor. Estos estudios sugieren una mayor evaluación de la terapia inmune pasiva durante nuevos brotes de la enfermedad.

También ha sido utilizado el interferón y aunque se han logrado algunos resultados alentadores no ha sido probada su eficacia. Es por ello, que la ayuda de soporte intensivo es más importante en la prevención del choque, edema cerebral, fallo renal, superinfección bacteriana, etc., que puedan ayudar a la sobrevivencia. Por otra parte, la obtención de anticuerpos monoclonales recombinantes humanos al virus Ebola utilizando la tecnología de librerías de fagos ha permitido trazar nuevas estrategias para la neutralización del virus y la protección en animales.

Epidemiología

El reservorio natural de los filovirus todavía permanece en el misterio, aunque es conocido que las rutas principales de transmisión es de persona a persona a través de la sangre, líquidos corporales y posiblemente orina y secreciones respiratorias. En algunos casos los virus Ebola y Marburg han sido aislados de semen y existen reportes de transmisión sexual. Se supone o parece ser que los virus son zoonóticos transmitidos a humanos a partir de ciclos de vida progresivos en animales o artrópodos.

El ciclo de vida del virus Ebola permanece en el enigma. Estudios recientes utilizando técnicas moleculares como la RCP inversa han demostrado la presencia de proteínas virales en órganos de roedores. Estos estudios evidencian que pequeños mamíferos terrestres que habitan en zonas periféricas de la selva han estado en contacto con el virus y demuestra la persistencia del mismo en estos animales.

Fuentes

  • Alina Llop Hernández, Ma. Margarita Valdés-Dapena Vivanco, Jorge Luis Zuazo Silva. Microbiología y Parasitología Médicas, Tomo II (en línea). Consultado: 7 de junio de 2013. Disponible en: gsdl.bvs.sld.cu
  • El virus del ébola. Consultado: 7 de junio de 2013. Disponible en: www.nlm.nih.gov
  • Fiebre hemorrágica del Ébola. Consultado: 7 de junio de 2013. Disponible en: www.nlm.nih.gov