Vacuna

(Redirigido desde «Vacunación»)
Vacuna
Información sobre la plantilla
Vacuna nino.jpg
Concepto:Preparación de antígenos que se inyectan en el cuerpo y generan una respuesta de ataque por medio de los anticuerpos.

Vacuna. Es una sustancia o compuesto que se usa para provocar o inducir inmunidad, es decir, proteger contra un agente dañino para la salud. Consiste en ciertas partes de los gérmenes, inactivos o atenuados, o bien sustancias presentes en estos, que han sido purificadas o sintetizadas de forma artificial por el hombre; al ser introducidas en el organismo, o sea, inoculadas, hacen que este produzca otras sustancias a modo de defensa, qué le permiten ser inmune o resistente ante una enfermedad determinada. Gracias a las vacunas se salvan miles de vida en todo el mundo, lo cual demuestra cómo el hombre lucha constantemente contra los microorganismos patógenos o perjudiciales.

Origen

La viruela fue la primera enfermedad que el ser humano intentó prevenir inoculándose a sí mismo con otro tipo de enfermedad. Se cree que la inoculación nació en la India o en China alrededor del 200 a.n.e. En China, a los pacientes que sufrían tipos leves de viruela se les recogían fragmentos de pústulas secas para molerlas hasta conseguir una mezcla con aspecto de polvo que luego se le introducía por la nariz, esperando que esto les inmunizara. En 1718, Lady Mary Wortley Montague informó que los turcos tenían la costumbre de inocularse con pus tomado de la viruela vacuna. Lady Montague inoculó a sus propios hijos de esta manera.

The Cow-Pock—or—the Wonderful Effects of the New Inoculation!” (1802), viñeta satírica de James Gillray, de las “Publications of ye Anti-Vaccine Society” que muestra a Edward Jenner administrando vacunas contra el virus de la viruela bovina en el hospital de San Pancracio. El temor popular era que la vacuna provocaría el crecimieto de “apéndices vacunos” en los pacientes. En 1796, durante el momento de mayor extensión del virus de la viruela en Europa, un médico rural de Inglaterra, Edward Jenner, observó que las recolectoras de leche adquirían ocasionalmente una especie de «viruela de vaca» o «viruela vacuna» (cowpox) por el contacto continuado con estos animales, y que luego quedaban a salvo de enfermar de viruela común. Efectivamente se ha comprobado que esta viruela vacuna es una variante leve de la mortífera viruela «humana».

Trabajando sobre este caso de inoculación, Jenner tomó viruela vacuna de la mano de la granjera Sarah Nelmes. Insertó este fluido a través de inyección en el brazo de un niño de ocho años, James Phipps. El pequeño mostró síntomas de la infección de viruela vacuna. Cuarenta y ocho días más tarde, después de que Phipps se hubiera recuperado completamente de tal enfermedad, el doctor Jenner le inyectó al niño infección de viruela humana, pero esta vez no mostró ningún síntoma o signo de enfermedad. En 1881 Louis Pasteur lleva el 5 de mayo inyecta 24 carneros, 1 chivo y 6 vacas con 58 gotas de un cultivo atenuado de Bacillus anthracis.

El 17 de mayo, estos mismos animales fueron inoculados nuevamente con la misma cantidad de un cultivo menos atenuado, o sea más virulento. El 31 de mayo se realizó la prueba suprema. Se inyectaron con cultivos muy virulentos, todos los animales ya vacunados, y además, 24 carneros, 1 chivo y 4 vacas no vacunados, que sirvieron como grupo testigo a la prueba. El 2 de junio, una selecta y nutrida concurrencia apreció los resultados, que fueron los siguientes: Todos los carneros vacunados estaban bien. De los no vacunados, 21 habían muerto ya, 2 más murieron durante la exhibición ante la propia concurrencia y el último al caer de la tarde de ese día. De las vacas, las 6 vacunadas se encontraban bien, mientras que las 4 no vacunadas mostraban todos los síntomas de la enfermedad y una intensa reacción febril.

Las vacunas pueden estar compuestas de bacterias o virus, ya sean vivos o debilitados, que han sido criados con tal fin. Las vacunas también pueden contener organismos inactivos o productos purificados provenientes de aquellos primeros. Hay cuatro tipos tradicionales de vacunas:

  • Inactivadas: microorganismos dañinos que han sido tratados con productos químicos o calor y han perdido su peligro. Ejemplos de este tipo son: la gripe, cólera, peste bubónica y la hepatitis A. La mayoría de estas vacunas suelen ser incompletas o de duración limitada, por lo que es necesario más de una toma.
  • Vivas atenuadas: microorganismos que han sido cultivados expresamente bajo condiciones en las cuales pierden sus propiedades nocivas. Suelen provocar una respuesta inmunológica más duradera, y son las más usuales en los adultos. Por ejemplo: la fiebre amarilla, sarampión o rubéola (también llamada sarampión alemán) y paperas.
  • Toxoides: son componentes tóxicos inactivados procedentes de microorganismos, en casos donde esos componentes son los que de verdad provocan la enfermedad, en lugar del propio microorganismo. En este grupo se pueden encontrar el tétanos y la difteria.
  • Subunitarias: introduce un microorganismo atenuado o inactivo, dentro del sistema inmunitario, para crear una respuesta inmunitaria. Un ejemplo característico es la vacuna subunitaria contra la hepatitis B, que está compuesta solamente por la superficie del virus (superficie formada por proteínas).

Clasificación

Las vacunas se clasifican en dos grandes grupos:

  • Vacunas vivas o atenuadas.
  • Vacunas muertas o inactivadas.

Existen varios métodos de obtención:

  1. Vacunas avirulentas preparadas a partir de formas no peligrosas del microorganismo patógeno.
  2. Vacunas posificadas a partir de organismos muertos o inactivos.
  3. Antígenos purificados.
  4. Vacunas genéticas. Las vacunas se administran por medio de una Inyección, o por vía oral (tanto con líquidos como con pastillas).

Microorganismos patógenos o perjudiciales

Existen vacunas contra el sarampión, la difteria, la rubéola, la poliomielitis, la gripe, el tétanos, la meningitis, la hepatitis, la leptospirosis, la fiebre tifoidea, las paperas, el cólera, la neumonía bacteriana, la varicela, la influenza y otras enfermedades producidas tanto por virus como por bacterias.

La inmunización con una vacuna estimula el mecanismo inmune propio del organismo -(auto inmunidad), el cual produce los anticuerpos que lo protegerán cuando vuelva a ponerse en contacto con el mismo germen. Las vacunas que contienen gérmenes siempre los tienen muertos o modificados para que no puedan causar la enfermedad. Existen vacunas simples o combinadas, como la DPT, que inmuniza contra la difteria, la pertussis y el tétanos.

Fuentes