Vicente López Portaña

Vicente López Portaña
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200px-Vicente Lopez Selfportrait 1772-1850.jpg
Pintor español del Neoclasicismo.
NombreVicente López Portaña
Nacimiento19 de septiembre de 1772
Valencia, Bandera de España España
Fallecimiento22 de julio de 1850
Madrid, Bandera de España España
NacionalidadEspañola
CiudadaníaEspañola
OcupaciónPintor

Vicente López Portaña. Pintor español. Nace en Valencia el 19 de septiembre de 1772 y muere en Madrid el 22 de julio de 1850. El conjunto de su obra se compone de pinturas de tema de religioso tratadas con un estilo deudor del Barroco tardío y del Neoclasicismo, cuadros y frescos de carácter alegórico y un numeroso grupo de retratos.

Biografía

Hijo y nieto de pintores, desde su infancia su futuro se orientó hacia el arte de la pintura. Inició su formación artística en 1785, como discípulo del franciscano Antonio de Villanueva, en la Academia de San Carlos de Valencia, institución en la que obtuvo en 1789 el premio de primera clase con el lienzo El rey Ezequías haciendo ostentación de sus riquezas (Museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V), dotado con 40 pesos y una pensión para estudiar en Madrid, en la Academia de San Fernando.

Ya en la corte, recibió influencias del estilo de Mengs, Francisco Bayeau, Maella, Gregorio Ferro y Paret, que supo aunar con la formación tardobarroca que había recibido en Valencia, con un extraordinario dominio del dibujo y una notable capacidad para la composición.

Vicente López consigue en 1790 el primer puesto en el concurso de la Academia de San Fernando con el cuadro Los Reyes Católicos recibiendo una embajada del rey de Fez , y allí asimila con extraordinaria fidelidad las enseñanzas académicas heredadas de Mengs a través fundamentalmente de Mariano Salvador Maella, de quien Vicente López recoge el sentido barroco y colorista de sus composiciones y el gusto por el dibujo, preciso y analítico, como método de estudio previo de sus pinturas, quedando igualmente deslumbrado por la fastuosidad barroca de los frescos de Luca Giordano y ­Corrado Giaquinto, que contempla en los sitios reales, y que influirán de manera decisiva en el lenguaje estético de sus composiciones.

Legado artístico

Vuelto en 1793 a su ciudad natal como pintor de prestigio, Vicente López realiza en esos años numerosos encargos, sobre todo cuadros religiosos y conjuntos murales para iglesias valencianas, además de retratos, proyectos de monumentos y gran cantidad de dibujos para grabar, permaneciendo en Valencia durante la Guerra de la Independencia, época en la que, además de realizar el retrato de cuerpo entero de Fernando VII con el hábito de la orden de Carlos III (Ayuntamiento de Valencia y Museo Municipal de Játiva, Valencia), retratará en varias ocasiones al mariscal Soult y a otros militares franceses.

Durante la visita de Carlos IV a la ciudad en 1802, López le hizo un retrato alegórico cuya calidad animó al rey a nombrarle pintor de cámara. El artista permaneció unos años más en Valencia, dedicado a la copia, por encargo real, de originales de la escuela local del siglo XVI y XVII que iban a ser enviados a las colecciones de palacio.

El estilo retratístico de Vicente López, respetuoso y objetivo con sus personajes, captados con un personal sentido realista -heredado de la tradición naturalista valenciana, a través de los lienzos de Ribalta y Ribera-, junto a su extraordinaria maestría en la reproducción de las calidades de los tejidos y en la suntuosidad de las joyas y oropeles, hicieron que el 26 de julio de 1814 Fernando VII reclamara al artista valenciano a la corte, y confirmara su nombramiento el 1 de marzo del año siguiente como primer pintor de cámara. Desde entonces se convertirá en el pintor más solicitado de la aristocracia y burguesía adinerada madrileñas, alternando su trabajo en Palacio con su actividad docente, los puestos oficiales y sus encargos particulares. Fue nombrado director de pintura de la Academia de San Fernando en 1819, se encargó de la recuperación de obras de arte dispersas por la guerra de la independencia, dirigió la Escuela Real de Pintura y jugó un papel fundamental en la formación y organización del Museo del Prado, del que fue su primer director artístico.

Vicente López pinta en 1818 la espectacular Alegoría de la donación del casino a la reina Isabel de Braganza por el Ayuntamiento de Madrid (Prado), contribuyendo decisivamente en esos años al proyecto del Real Museo de Pinturas, designado por la Corona para seleccionar y restaurar los cuadros que habían de constituirlo, y cuya dirección artística asumirá desde 1823. Tres años después realiza su soberbio retrato El pintor Francisco de Goya y Lucientes (Prado), sin duda, su obra más conocida y la efigie más emblemática del pintor aragonés, con destino a la galería de artistas contemporáneos del Museo.

Director del programa decorativo del Palacio Real de Madrid, Vicente López pinta en 1828 para uno de sus techos la Alegoría de la institución de la orden de Carlos III, multiplicándose en esos años su actividad retratística. En 1831 termina el retrato de Fernando VII con el hábito de la orden del Toisón de Oro para la Embajada de España ante la Santa Sede, quizá la efigie más imponente y sobrecogedora de este monarca, mientras que su personalismo estilo se va acomodando al lenguaje formal, que no al espíritu, del pujante romanticismo de la época isabelina.

Vicente López fiel a su estética y formación, y como primer pintor de cámara de la joven Isabel II, inicia en esos años por encargo real una monumental pintura de la historia clásica con el tema de Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea, obra ambiciosa y singular, hoy desaparecida, que dejó inconclusa. Hasta su vejez, conserva inalterables sus excepcionales dotes técnicas, que le permiten continuar su incansable actividad de pintor y dibujante hasta pocos días antes de su muerte, en que concluye el retrato del General Narváez (Museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V), y fallece en Madrid el 22 de julio de 1850, cuando era Primer Pintor de Cámara de Isabel II.

Obras

  • Adoración de la Eucaristía. Óleo sobre lienzo-1600
  • La señora de Carballo, niña, óleo sobre lienzo, 104 x 84 cm, h. 1838-1840.
  • La Huida a Egipto, óleo sobre lienzo, 14 x 21 cm, h. 1794-1796.
  • Fray Tomás Gasco, óleo sobre lienzo, 64 x 44 cm, h. 1800.
  • Carlos IV y su familia homenajeados por la Universidad de Valencia, óleo sobre lienzo, 348 x 249 cm, 1802.
  • El pintor Francisco de Goya y Lucientes, óleo sobre lienzo, 95,5 x 80,5 cm, firmado, 1826.
  • Doña María Cristina de Borbón, reina de España (cuarta esposa de Fernando VII), óleo sobre lienzo, 96 x 74 cm, 1830.
  • El infante Antonio Pascual de Borbón, óleo sobre lienzo, 70 x 59 cm, h. 1815-1816.
  • María Josefa Amalia de Sajonia, reina de España, 70 x 59 cm, h. 1828.
  • María Antonia de Borbón, princesa de Asturias, óleo sobre lienzo, 70 x 59 cm, h. 1815-1816.
  • María Isabel de Braganza, reina de España, óleo sobre lienzo, 70 x 59 cm, h. 1816.
  • Retrato del teniente coronel Juan de ­Zengotita Bengoa, óleo sobre lienzo, 107 x 88 cm, firmado, 1842.
  • El obispo Pedro González Vallejo, óleo sobre lienzo, 76 x 62 cm (en dep. en el Museo de Belas Artes da Coruña).
  • Antonio Ugarte y su esposa, María Antonia Larrazábal, óleo sobre lienzo, 146 x 196 cm, 1833.
  • Doña Salvadora Torra, viuda de Camarón, pastel sobre papel, 58 x 45 cm.
  • José Gutiérrez de los Ríos, óleo sobre lienzo, 128 x 93 cm, firmado, 1849.
  • Retrato de la señora Delicado de Imaz, 109 x 86 cm, h. 1836.
  • El sueño de san José, óleo sobre papel pegado a cartón, 27 x 19 cm, h. 1791-1792.
  • La liberación de san Pedro, óleo sobre papel pegado a cartón, 27 x 19 cm, h. 1791-1792.
  • María Pilar de La Cerda y Marín de Resende, duquesa de Nájera, óleo sobre lienzo, 114 x 91 cm, h. 1795.
  • La miniaturista Teresa Nicolau Parody, óleo sobre lienzo, 65 x 65 cm, h. 1832-1835.
  • Francisco Tadeo Calomarde, óleo sobre lienzo, 85 x 68 cm, h. 1831-1832 (en dep. en la Real Academia de la Historia, Madrid), Copia.
  • Alegoría de la institución de la orden de Carlos III, óleo sobre lienzo, 117 x 109 cm, 1827-1828.
  • Alegoría de la donación del Casino a la reina Isabel de Braganza por el Ayuntamiento de Madrid, temple sobre lienzo, 950 x 620 cm, firmado, 1818.
  • El arzobispo Juan José Bonel y Orbe, óleo sobre lienzo, 126 x 98 cm [P4402], Copia.
  • Retrato de Alejandro Mon, óleo sobre lienzo, 217 x 146,5 cm, 1850.
  • El infante Carlos María Isidro, óleo sobre lienzo, 58 x 44,5 cm, h. 1823.
  • Adoración de la Sagrada Forma, óleo sobre lienzo sobre tabla, 70 x 36 cm, h. 1791-1792 (en dep. en el Museo de Jaén).
  • Pedro Caro Sureda, marqués de la Romana, óleo sobre lienzo, 25 x 18 cm (en dep. en el Museo de Bellas Artes de Granada), Copia.
  • Ignacio Gutiérrez Solana, veedor de las rea­les caballerizas, óleo sobre lienzo, 99,5 x 76 cm, firmado, h. 1823.
  • Félix Antonio Máximo López, primer organista de la real capilla, óleo sobre lienzo, 101 x 75 cm, 1820.
  • Don Pedro Alcántara de Toledo y Salm Salm, XIII duque del Infantado, óleo sobre lienzo, 230 x 165 cm, firmado, 1827.
  • Luis Veldrof, aposentador mayor y conserje del Real Palacio, óleo sobre lienzo, 100 x 80 cm, h. 1823-1825.
  • Henry O'Shea, óleo sobre lienzo, 93 x 75 cm, posterior a 1828-1830
  • Retrato de caballero, óleo sobre lienzo, 64 x 45 cm, h. 1816-1818.
  • Fernando VII, con uniforme de capitán general, óleo sobre lienzo, 107,5 x 82,5 cm, h. 1814-1815.
  • Alegoría de las Ciencias, aguada sepia amarillenta y preparado a lápiz sobre papel verjurado amarillento, 173 x 148 mm, h. 1794-1795.
  • Bautismo de san Hermenegildo por san Leonardo, aguada sepia, albayalde, clarión, lápiz negro y sanguina marrón oscura so­bre papel agarbanzado verjurado, 445 x 392 mm, h. 1816.
  • Fernando VII, con uniforme de capitán general, lápiz negro sobre papel amarillento, 276 x 218 mm, h. 1816-1818.
  • María Isabel de Braganza, reina de España, lápiz negro sobre papel amarillento, 325 x 270 mm, h. 1816-1818.
  • San Frutos, aguada parda y preparado a lápiz sobre papel verjurado amarillento, 260 x 180 mm, h. 1805.
  • La beata Josefa María de santa Inés de Beniganim, aguada parda y lápiz sobre papel verjurado amarillento, 212 x 175 mm, h. 1805.
  • María Francisca de la Gándara y Cardona, condesa viuda de Calderón, óleo sobre lienzo, 128 x 98 cm, firmado, 1846.
  • Fernando VII, con uniforme de capitán general, óleo sobre lienzo, 102 x 76 cm, 1814.
  • María Cristina de Borbón, con el hábito del Carmen, óleo sobre lienzo, 78 x 63 cm.
  • El Buen Pastor, óleo sobre tabla, 22,8 x 16,8 cm, h. 1800 (en dep. en el Museo Municipal de Málaga).
  • Isabel II niña, en pie, óleo sobre lienzo, 156 x 108 cm, h. 1835-1836 (en dep. en el Tribunal Supremo de Justicia, Madrid).
  • El sueño de san José, óleo sobre lienzo, 187 x 118 cm, firmado, 1805.
  • Medallón decorativo, aguada sepia amarillenta y tinta sobre papel verjurado amarillento, 152 x 220 mm.
  • Imagen de la Virgen de la Fuencisla en su altar, aguada parda y lápiz sobre papel verjurado amarillento, 285 x 190 cm, h. 1815-1816.
  • Santa con angelitos en un paisaje, aguada sobre papel, 190 x 135 mm.
  • Aparición del Niño Jesús a san Antonio de Padua, aguada sepia y lápiz sobre papel verjurado amarillento, 214 x 160 mm, h. 1816-1818.
  • Descanso en la Huida a Egipto / Fragmento de carta, aguada y pluma sobre papel verjurado amarillento, 85 x 70 mm, h. 1821.
  • Jesús con la cruz a cuestas, camino del Calvario, aguada parda y violácea y lápiz sobre papel verjurado amarillento, 180 x 135 mm, h. 1842-1846.
  • Dos rodelas de escudos coronadas, con genios y famas, aguada parda y lápiz sobre papel verjurado amarillento, 183 x 292 mm.
  • Fernando VII con el hábito de la orden del Toisón de Oro, aguada sepia y lápiz negro sobre papel amarillento, 195 x 124 mm, h. 1829-1830.
  • Isabel de Mayrand y el conde de Salmony, junto a su castillo, aguada parda y lápiz sobre papel verjurado, 172 x 122 mm, h. 1791-1792.
  • Encuentro del rey Etelredo y Etelgiva, aguada parda y lápiz sobre papel amarillento, 172 x 122 mm, h. 1791-1792.
  • San Francisco y santa Clara adorando la Santa Faz de Alicante (encabezamiento de una cédula), aguada y lápiz sobre papel, 165 x 225 mm, h. 1800-1805.
  • La basílica de San Francisco el Grande de Madrid, aguada parda y lápiz sobre papel amarillento, 50 x 75 mm.
  • Amorcillo jugando con un perro (modelo para tarjeta de visita de Vicente López y señora), aguada parda sobre papel amarillento, 47 x 68 mm, h. 1805-1810.
  • Amorcillo cabalgando sobre un perro ­(modelo para la tarjeta de visita de la vizcondesa de Biota), aguada parda sobre papel amarillento, 50 x 75 mm, h. 1805-1810.
  • San Francisco Javier bautizando indios, aguada parda y preparado a lápiz sobre papel verjurado amarillento, 200 x 140 mm. Copia.
  • Orla decorativa con la aparición de la Virgen a san Simón Stock y varios santos carmelitas, aguada parda y pluma sobre papel amarillento, 362 x 530 mm, h. 1816.
  • Virgen de la Merced, entronizada sobre nubes, aguada sepia y lápiz sobre papel verjurado amarillento, 215 x 150 mm, h. 1794-1797.
  • Predicación de san Juan Bautista, aguada sepia, pluma y preparado a lápiz sobre papel amarillento, 205 x 152 mm, firmado, h. 1832-1835.
  • Pedro Cano, canónigo de la catedral de Valencia, clarión, lápiz negro y sanguina sobre papel, 200 x 155 mm, firmado, 1843.
  • Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea, clarión y lápiz negro sobre papel gris amarillento, 556 x 870 mm, h. 1826.
  • El milagro (la reina María Cristina de Borbón encomienda a la Virgen... la salud de Fernando VII), aguada y pluma sobre papel, 312 x 216 mm, 1833

Descripción de una de sus obras

El pintor Francisco de Goya y Lucientes. 1826. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado. Madrid. Obra de de Vicente López Portaña. Vicente López fue el pintor más retardatario y convencional de toda la corte de Fernando VII. En los inicios de su carrera se reveló como un excepcional alumno de la academia valenciana, y durante su juventud, llamado a la corte madrileña, demostró una singular maestría en la ejecución minuciosa de los retratos de nobles que le encargaban continuamente. Sin embargo, según avanzaba la época, Vicente López seguía sin avanzar y cultivaba un estilo dieciochesco, cuando ya Goya había realizado tremendas innovaciones en el terreno pictórico. Fernando VII, monarca reaccionario como pocos, recelaba de Goya y contempló con agrado su exilio. Su puesto como pintor del rey se lo adjudicó a López, que sólo realizó dos cuadros de interés. Uno fue el retrato de un organista ciego, profundamente conmovedor. El otro gran cuadro fue este retrato de Goya. Tal vez fue la personalidad del retratado lo que traspasó de fuerza y vigor la pintura conformista de López, pero no hay duda, de que como en el cuadro del organista, nos encontramos ante un prodigioso retrato, ambos expuestos en el Museo del Prado. La fidelidad al modelo no se desequilibra hacia lo físico y la captación de las materias, las texturas o el color, sino que se encuentra compensada con una perfecta penetración psicológica del sujeto, que parece hablarnos directamente desde esos ojos profundos y ese gesto imperioso. Goya aparece, como era frecuente en la época, con sus atributos de pintor, la paleta, los pigmentos extendidos y los pinceles en la mano. Se trata de un maravilloso homenaje de López al gran genio que desbordó la vida de su época.

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Fuentes