Vicente Quesada

Vicente Quesada O´Conor
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Mártir revolucionario cubano
NombreVicente Quesada O´Conor
Nacimiento5 de abril de 1916
Jiguaní, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento21 de octubre de 1957
Bayamo, Granma, Bandera de Cuba
Causa de la muerteAsesinato
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
CónyugeMaria del Rosario Estrada
PadresJosé Tomás Quesada y Dionisia O´Conor Mendoza

Vicente Quesada O´Conor. Víctima de los Sucesos del 21 de octubre en Bayamo, día en que se cometió uno de los tantos horrendos crímenes de la dictadura que imperaba, que marcó muy hondo en la historia del pueblo de esa ciudad.

Síntesis biográfica

Inicios

Nació en la histórica Villa de Jiguaní, el 5 de abril de 1916. Provenía de una familia humilde y numerosa. Contaba con nueve hermanos, y sus progenitores fueron José Tomás Quesada y Dionisia O´Conor Mendoza.

Poseedor de suficiente preparación cultural se destacaba en el medio ambiente de su pueblo. En el año 1939 toma parte de la notaria del Dr. Víctor Rodríguez, transcurridos algunos años y en busca de más amplio horizonte, en 1943 trabaja en Bayamo con el Dr. Luis Escalona Cañete, donde ambicioso de superación alterna sus labores con los estudios y logra con su alarde de capacidad los títulos de procurador público y notario comercial.

El 23 de octubre de 1943, llegaron meses después a la cuna de la patria central el matrimonio con su prometida María del Rosario Estrada.

Labor revolucionaria

Vicente tenía la costumbre de al atardecer salir en unión de uno de sus hombres a visitar algunas casas escogidas de antemano, donde pudieran localizar armas y recabar ayuda económica para la lucha.

Cuando Fidel arriba a la Sierra Maestra él se incorpora a los grupos clandestinos que operaban en Bayamo. Siempre se mantenía dentro de la ciudad realizando todos los trabajos que la revolución ponía en sus manos, por lo que llegó a tener la responsabilidad de jefe del Movimiento 26 de julio en Bayamo.

Acerca de su muerte

  • Testimonio de José Luis Pacheco Báez
    El día 20 de octubre, entre las seis y seis y media de la tarde, yo iba para mi trabajo y cuando doblé por la calle Dolores y tomé Eligia Estrada, observé un jeep del ejército estacionado frente a la casa de Vicente Quesada, y que su mujer estaba conversando con un militar. Parece que Vicente en ese momento no estaba en su casa y que lo andaban buscando. Esto fue antes del atentado a Campeón y Pompa. Yo seguí y cuando iba llegando a la esquina de la calle José Joaquín Palma me encontré con Cárdenas, que estaba parado en la acera de la casilla. Una vez que llegué a la Delegación de Veteranos, donde trabajaba, serían sobre las siete y media escuché un tiroteo lejos. Al día siguiente Vicente Quesada apareció asesinado y su cadáver lo trajeron para la casa. La gente dijo que Batista era un asesino. Se comentaba que algunos revolucionarios como William Portuondo y Walter Vives Vázquez, querían ponerle la bandera del 26 de julio
  • Testimonio de Eloina Guerra García
    La noche del 20 de octubre de 1957, Vicente se vistió de blanco para ir al cine con su esposa María. En eso llegó el policía Arturo Cárdenas y se lo llevó preso para el cuartel. Un rato después vino también a la casa el capitán Pedro Morejón diciéndole a María que no se preocupara porque a Vicente no le pasaría nada. No obstante, el alcalde Blas Elías fue al cuartel en su búsqueda. Morejón, con desvergüenza, le dijo que ya a Vicente lo habían puesto en libertad. Sin embargo, al día siguiente se reveló la horrorosa entraña de los militares batistianos causando el asesinato de varios jóvenes de la ciudad, entre ellos, el entrañable Vicente Quesada. Su cadáver apareció en la carretera de Manzanillo, por la fábrica La Hacienda. Tenía señales de disparos en la frente y la espalda. Cuando lo trajeron a la casa estaba cubierto de hormigas. A pesar del terror vivido, de los miles de disparos y explosiones efectuadas en la noche anterior, decenas de personas acudían al velorio de Vicente, que por ser procurador público y muy servicial tenía muchas amistades. Poco después llegó la policía planteando que el cuerpo no podía ser velado. La familia y los amigos quisieron conducirlo hasta el cementerio, pero al llegar a la esquina los militares le quitaron el ataúd a la fuerza.

Fuente