Virgen de Regla

Virgen de Regla
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Santo
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Religión o MitologíaCatólica
SincretismoYemayá
Día celebración7 de septiembre
Patrón(a) o Dios(a) dePatrona del pueblo que lleva su nombre frente a la Bahía de La Habana
País o región de origenÁfrica
Venerado enCuba, México, España, República Dominicana, Filipinas, Países Bajos

La Virgen de Regla es la patrona del pueblo que lleva su nombre frente a la Bahía de La Habana y que viste toda de azul, se identifica con Yemayá, la dueña del mar. Con su veneración se funde casi todo el panteón Yoruba con la cristiandad en el sincretismo y la transculturación de lo africano y lo español, dando forma al mestizaje criollo en el que se basa la nacionalidad cubana.

Surgimiento

En la época de la colonización española en Cuba, cuando los amos esclavistas trataron de imponer el catolicismo a sus esclavos como dictaba el mandato evangelizador, se inició el proceso de sincretismo y transculturación que aún continúa. Una vez en la iglesia, el yoruba identificó el aspecto de las imágenes que se le obligaba a adorar con las deidades de su propio culto. Los testimonios transmitidos durante generaciones aseguran que la bahía de Nipe, en el oriente de Cuba, encontró en la Virgen de la Caridad (Ochún) a su reina celestial, mientras la Bahía de La Habana halló a su protectora en la Virgen de Regla. Hasta los años están cercanos: 1628, para la aparición de la Virgen de la Caridad y 1696 para la llegada de la Virgen de Regla a su pequeño templo, tres años después del derrumbe del santuario por el paso del ciclón de San Rafael.

Historia

La Virgen de Regla fue el símbolo mandado a tallar en España por un feligrés que quiso que en el reconstruido santuario se venerara aquella misma virgen que en el siglo V ordenara esculpir San Agustín el Africano, Obispo de Hipona, inspirado por una revelación. El Obispo nació en Tagaste, África, y vivió por los años 360 al 436. Él fue un padre cultísimo, hasta considerarse uno de los más prolíferos en el campo de las letras. Él había tenido una revelación: un ángel le había vaticinado que debía ser tallada en madera la esfinge que luego debía colocarse bien adornada en su oratorio, por ello lo que el padre hizo fue seguir al pie de la letra las instrucciones. Este ordenó tallar la figura de la virgen con el color negro, de acuerdo a la tez de los africanos.

Se dice que el obispo utilizó la mejor madera de cedro que pudo encontrar. Al parecer los siglos le han borrado el nombre puesto por San Agustín, que parece probable fuera el actual de la santa imagen. Después del saqueo de Tagaste, el diácono llamado Cipriano, salvó a la virgen, pasando con esta por una tormenta a través del Estrecho de Gibraltar, el hecho se considera el primer milagro de la Virgen de Regla. Las invasiones de los bárbaros no pudieron contra ella y fue conducida a Cádiz, España, donde encontró su santuario.

La tradición se encargó de hacer a la virgen Patrona de los marinos, como consecuencia de haber traído a la embarcación salva a pesar de la tempestad. El tal Cipriano llegó luego a Cádiz, España, villa de Chipiona, donde está el santuario de la Virgen de esta villa y entregó su carga al prior del convento de Ermitaños de San Agustín, los árabes estuvieron varios siglos en esa parte de España y el prior no pudo jamás ver a la sagrada figura en su altar, murió y llevó a la tumba su secreto.

En el año 711, una invasión amenazó a la santa, debido a la presencia árabe en Andalucía, pero la esfinge había sido escondida hábilmente en un pozo cercano. En 1330, un canónigo del Convento de Santa María de Regla, la encontró, durante un paseo que realizaba en compañía de unos labriegos. El encuentro se produjo porque el canónigo había soñado que una gran señora de rostro negro, le mandaba ir a orillas del mar gitano a rescatarla: “Debajo del árbol, en que reposas, está lo que afanosamente buscas” decía la revelación. Don Joaquín Ponce de león, señor feudal de Chipiona, cedió su castillo como monasterio de culto a la imagen. De esta virgen solamente quedaron cabeza y tronco. En 1590 toda la esfinge fue cubierta por una chapa gruesa de plata a modo de armadura, en que sólo la cabeza quedó descubierta.

A partir de 1687, y hasta 1696, en Regla se adoró una imagen representada por un cuadro pintado al óleo, pero ese último año el castellano Don Pedro de Aranda y Evellaneda, donó al santuario la escultura que había traído en su primer viaje a España.

Desde el momento en que la ermita de la Virgen de Regla estuvo al pie, se ramificó el espíritu público de su devoción se convirtió en foco de piedad, y venía personas desde los más apartados lugares a rendirle homenaje. La devoción crecía más y más. En 1708 se agregó a la iglesia dos altares, por no dar abasto el que había para las misas.

El 14 de diciembre del propio 1708, se juró la Virgen de Regla por Patrona de la Bahía, se depositó la llave que tuvo en sus pies, que simboliza San Cristóbal de La Habana, por el Regidor Decano de ese Cabildo.

Sin dudas fue una época de gran triunfo para el santuario, aunque nada existía en Regla: ni los almacenes, ni las murallas, todo estaba desierto en los terrenos de Guaicanamar donde hoy se lavanta el ultramarino pueblo reglano, sólo algunos cuartos para hospedar a los devotos a continuación de la iglesia.

La Virgen como signo de la localidad. Fundación de Regla

En 1717 el Sacramento se hizo con tal solemnidad, que se adicionó 8 días consecutivos de fiesta y regocijo, y en 1734, se fundó la hermandad de la Concordia de Nuestra Señora de Regla concediéndosele a los devotos inscritos en ella, gracias e indulgencias.

El origen de Regla está ligado a la virgen: Zeferina, la tuerta, de 70 años, pidió en 1737 licencia a los dueños del terreno para construir un bohío cerca del santuario, y vender cazuelas y carnes a los que venían de romería para su culto. Fue esta acción la que atrajo a un buen número de vendedores e hizo fundar el pueblo, luego marítimo y comerciante.

La actual iglesia se construyó en 1811, en septiembre, Gonzalo Herrera fue el padrino, aunque en 1818 se terminaron de construir la torre y el frontis, gracias a la obra del matemático Pedro Abad Villarreal, y el alarife Don Pedro Justiniani.

Queda así demostrado que alrededor del santuario se improvisó un pueblo: se veían negras confeccionando dulces y otros alimentos para expender a los que venían a la feria, se mataban animales como ofrendas, y se distribuían, todos participaban en comunidad, el capellán hospedaba a los podóa, se ponían mesas para los devotos de Nuestra Señora de Regla, y ella tomaban parte altas notabilidades de la ciudad, y los habitantes circunvecinos de la bahía.

Se sabe que en 1762, con motivo del ataque de los ingleses, el capellán tuvo que trasladar la imagen de Nuestra señora de Regla y sus alhajas a la iglesia del Calvario, llevándolas personalmente en su cabalgadura. Dos días después volvió a trasladarla al ingenio de San Diego Marrero en Managüa, allí estuvo doce días. Al decir de José Rafael Garrucho Ambrón “los ingleses ocuparon la iglesia con sus fuerzas.

Mitos

En las creencias afrocubanas las abluciones en homenaje a Yemayá tienen algo del rito de la virgen de las barcas. Yemayá fue la que apartó las aguas por encargo de Dios (Olofi). Ambas vírgenes, tanto la de la Caridad como la de Regla son símbolos ante las tempestades. Los navegantes las invocan y las han fijado como refugios en las tormentas. En la historias de los navegantes cubanos hay no pocas historias que hablan de personas salvadas gracias a algún milagro de la Caridad o de la Virgen de Regla.

El Santuario de Regla

Santuario

Cuando se llega a Regla, uno de los 15 municipios de La Habana, lo primero que se observa es la ermita que, mirando al mar, se construyó por primera vez en ese sitio en 1690 gracias a las limosnas y un donativo que consiguió un peregrino peruano llamado Manuel Antonio. Una tormenta destruyó la primera edificación, construida con tablas y yaguas de guano. En 1792, un asturiano llamado Juan de Coyedo Martín levantó una ermita de tapia y tejas, que también servía de vivienda a los limosneros que a ella se acercaban. La virgen está desde entonces en el altar mayor, desde donde protege a la Bahía de La Habana.

La ermita, levantada en una colina, es humilde. Sus altares no están, como en otras de algunos países de América Latina donde abundó el oro, revestido del precioso metal. Tampoco la virgen es ostentosa. Apenas se vislumbra su rostro entre la vestimenta azul con encajes blancos. El color azul de su vestido, que es el del mar, identifica a la capital cubana. El canal de televisión capitalino, e Industriales, el equipo de béisbol del territorio, ostentan como identidad el venerado tono marino de ese mar hermoso y sagrado, custodiado por la Virgen de Regla.

Fiesta de Nuestra Señora de Regla

Fiesta Regla

Es una tradición patronal, que se realiza anualmente desde el 8 de septiembre de 1696, cuando se ubicó en el Santuario la imagen actual de la Virgen de Regla. Surgió con un carácter ritual, pero el pueblo le incorporó gradualmente elementos laicos entre los Siglos XVIII y XX. Desde 1961 ha conservado su autenticidad como fiesta religiosa, circunscrita al templo católico y al espacio público donde se verifica la procesión de la Virgen.

En particular se ha mantenido la antigua costumbre de visitar la Iglesia el dia 8, pero dejó de celebrarse el domingo siguiente a este dia la procesión mencionada, imponiéndose sin salida el mismo día de la Natividad de la Virgen. Participa en este festejo la Imagen de la Virgen de Regla y sus ornamentos, el Conjunto de culto y rituales utilizados en la misa, procesión y otras acciones: vestiduras de sacerdotes y otros ministros de la Iglesia Católica, vasos sagrados, estandartes, etc. Y se realiza en el Santuario Nacional de nuestra señora de Regla. Así, se ponen de manifiesto las creencias relativas a la Patrona de la Bahía de La Habana y de Regla (relacionadas con el sistema religioso católico y el sincretismo, así como los cantos para la procesión.

Fuentes