Yelmo de Sutton Hoo (Armadura antigua).

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Yelmo de Sutton Hoo (Armadura antigua)
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Armadura antigua de origen anglosajón, encontrado en Sutton Hoo, Suffolk, Inglaterra, 600-650 d. n.e.

Yelmo de Sutton Hoo. Armadura antigua de origen anglosajón, encontrado en Sutton Hoo, Suffolk, Inglaterra, 600-650 d. n. e. El descubrimiento de este objeto, se enmarca en uno de los grandes hallazgos arqueológicos de los tiempos modernos, y habla, a través de los siglos, de poesía y guerra de un mundo que giraba en torno al mar del Norte.

Descripción

Desde el calor de Arabia, el auge del Imperio islámico y la reconfiguración de la política de Oriente Próximo tras la muerte del profeta Mahoma, este objeto te devuelve al frío de Anglia Oriental y a un lugar donde, hace poco más de setenta años, la poesía y la arqueología vinieron a interactuar inesperadamente para transformar nuestra concepción de la identidad nacional británica.

Hallazgos Yelmo de Sutton Hoo

El descubrimiento de este objeto se enmarca en uno de los grandes descubrimientos arqueológicos de los tiempos modernos, que habla, a través de los siglos, de poesía y guerra de un mundo que giraba en torno al mar del Norte. En Sutton Hoo, a unos pocos kilómetros de la costa de Suffolk, se realizó en el verano de 1939 uno de los descubrimientos más apasionantes de la arqueología británica. El hallazgo de la tumba de un anglosajón que había sido enterrado allí a comienzos de la década del 600 vino a cambiar profundamente lo que los ingleses pensaban de la Alta Edad Media, es decir, de los siglos que siguieron al fin del dominio romano en Gran Bretaña, un período tradicionalmente considerado una Edad oscura.

Fue en este barco funerario donde se halló el célebre yelmo de Sutton Hoo, junto con una asombrosa gama de objetos de valor traídos de toda Europa: armas y armaduras, elaboradas joyas de oro, recipientes de plata para banquetes y numerosas monedas. Nunca antes se había encontrado un yacimiento parecido de la Inglaterra anglosajona. El gran enigma que surgió al realizar la excavación fue que en la tumba no había ningún cuerpo.

El descubrimiento de este barco funerario cautivó la imaginación de la opinión pública inglesa y fue aclamado como el Tutankamón británico. Pero los acontecimientos políticos de 1939 vinieron a conferir una inquietante dimensión al hallazgo, no sólo hubo que apresurar la excavación debido a la guerra inminente, sino que el propio enterramiento era indicativo del éxito de una anterior invasión de Inglaterra por parte de un pueblo de habla germana.

Todavía no sabemos quién era el dueño del barco, pero el yelmo de Sutton Hoo le pone rostro a un pasado esquivo, un rostro que desde entonces nos mira fijamente desde las páginas de libros, revistas y periódicos, convertido en uno de los objetos más simbólicos de la historia de Inglaterra. Se trata del yelmo de un héroe, y, al ser encontrado, los ingleses recordaron de inmediato el gran poema épico anglosajón Beowulf.

Hasta 1939 se había dado por sentado que el Beowulf era esencialmente una fantasía, ambientada en un mundo imaginario de esplendor guerrero y grandes banquetes. El barco funerario de Sutton Hoo, con sus calderos, sus cuernos para beber, sus instrumentos musicales, sus armas sumamente trabajadas, sus suntuosos objetos de cuero y pieles, y por último, aunque no menos importante, su tesoro de oro y plata, era una prueba de que el Beowulf, lejos de ser una mera invención poética, era un relato sorprendentemente veraz de un espléndido mundo perdido, anterior a la escritura. El yelmo, decorado con motivos animales hechos de alambre de bronce y de plata dorado, lleva las marcas de la batalla.

El yelmo de Sutton Hoo, obviamente, no perteneció a un imaginario héroe poético, sino a un gobernante histórico real. El problema es que no se sabe cuál. Generalmente se supone que el hombre enterrado con tales fastos debía de ser un gran jefe guerrero. Dado que a todos vinculan los hallazgos bajo tierra con nombres escritos en textos, durante mucho tiempo el candidato favorito fue Redvaldo, rey de los anglos orientales, mencionado por Beda el Venerable en su Historia ecclesiastica gentis Anglorum y, probablemente, el rey más poderoso de toda Inglaterra en torno al año 620. Pero no se está seguros de ello, y es bastante probable que se trate de uno de los sucesores de Redvaldo, o, de hecho, de un dirigente del que no haya quedado ninguna constancia por escrito. Así que el yelmo sigue flotando de manera intrigante en un reino incierto en la frontera entre la historia y la imaginación.

Aportes a la Historia de la Humanidad

El barco funerario de Sutton Hoo vino a aproximar en una medida inesperada el poema de Beowulf a los hechos históricos. Y, de paso, transformó profundamente la comprensión concreta de la historia británica. Este período, el de los siglos posteriores a la retirada romana de Gran Bretaña, desdeñado durante mucho tiempo como una mera Edad oscura, hoy podría pasar a considerarse una época de gran sofisticación y amplios contactos internacionales que habrían vinculado Anglia Oriental no sólo con Escandinavia y el Atlántico, sino, en última instancia, incluso con el Mediterráneo oriental y aún más allá.

Véase También

Fuente