Historia del municipio Guantánamo (provincia Guantánamo)

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Historia del municipio Guantánamo (provincia Guantánamo)
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Cronología
Etapa precolombina
Sitios arqueológicos y sus hallazgos
Etapa colonial
Génesis del movimiento obrero
Vida sociocultural
Guerra de los Diez Años en Guantánamo
Tregua Fecunda (1878–1895)
Guerra Necesaria
Ocupación militar de Estados Unidos en Guantánamo
Rendición española al ejército de los Estados Unidos
República neocolonial
Manifestaciones políticas
Organizaciones obreras
Situación económica
Cultura
Etapa de 1952 a 1958
Revolución en el poder
Principales medidas revolucionarias
Ofensiva Revolucionaria
Estrategia Económica
Educación
Salud Pública
Viviendas
Cultura
Deporte

Historia del municipio Guantánamo (provincia Guantánamo). La historia del actual municipio de Guantánamo está comprendida entre la etapa precolombina —con los asentamientos aborígenes establecidos en este territorio, evidenciado por hallazgos arqueológicos— y la revolución en el poder.

El nombre de Guantánamo significa "el río de la tierra" o "tierra entre ríos", y aparece por primera vez en un documento oficial en junio de 1524, cuando se redacta el testamento de Diego Velásquez, conquistador y primer Gobernador de la Isla.

Entre los hechos históricos más relevantes durante la etapa colonial están: la lucha de los primeros pobladores contra el colonialismo español y la participación de sus mambises en la guerra por la independencia, destacándose el ejemplo de Pedro Agustín Pérez con el Alzamiento de La Confianza el 24 de febrero de 1895 junto a patriotas como: Prudencio Martínez, Alfonso Toledano y los Hermanos Tudela, reconocido como el hecho más significativo del terrorismo yankee en Guantánamo.

Se destacan aquí el Combate de Arroyo Hondo donde muere el veterano de las 3 guerras de independencia Arcid Duvergel, el 25 de abril de 1895, para proteger el paso de José Martí por este territorio.

En el decursar del siglo XIX, Guantánamo, logró el desarrollo económico y cultural que influye no sólo en el incremento de la población, sino también en su propia infraestructura como ciudad, a finales del siglo XIX es reconocida como Villa.

La denominación actual del municipio surge al producirse la división político–administrativa de la antigua provincia de Oriente, donde la región con este nombre se convirtió en provincia y se conformó el municipio, actual capital de la provincia del mismo nombre, con una población de 215 691 habitantes.

Limita al Norte con la provincia de Holguín, al Sur con el municipio Caimanera, al Este con Manuel Tames y Yateras y al Oeste con El salvador y Niceto Pérez. El 45 % del territorio es montañoso y el 55 % es llano quedando bien definidas dos unidades paisajísticas, al norte la montaña, con un clima húmedo y al sur que incluye el Valle de Guantánamo con un clima seco.

Etapa precolombina

Los diferentes grupos culturales aborígenes en Guantánamo se clasifican en preagroalfareros, comúnmente conocidos por Siboney; los protoagrícolas, etapa de transición entre el período preagroalfarero y el agroalfarero; y el grupo taíno o estadío tardío de la etapa agroalfarera.

Sitios arqueológicos y sus hallazgos

Sitios preagroalfareros

  • Jaibo I: Situado en la margen izquierda de este río, a un kilómetro al suroeste del puente cercano a la cafetería El Redondel, en la carretera que conduce a Santiago de Cuba, a unos dos kilómetros del centro de la ciudad de Guantánamo.
    • Hallazgos: Alimentarios de fauna malacológica terrestre (gallitos, polizontes y Polymita muscarum) y marina (fragmentos de cobo, melógenas, siguas y almejas), crustáceos (pinzas de cangrejos de río), huesos de jutía y vértebras de pescado; todo mezclado con abundante ceniza de los fogones (brasas). También aparece abundante sílex laqueado y variado.
  • Reparto 28 de Septiembre: Ubicado en una llanura a 100 metros al oeste del mercado agrícola y 300 metros al noroeste, en la Escuela Primaria 24 de Febrero.
    • Hallazgos: percutores líticos, sílex laqueado, y varios fragmentos de gubias y de vasijas de concha de cobo; y abundantes restos alimentarios (fauna malacológica terrestre, polizontes, gallitos y Polymita muscarum).
  • Margen derecha del río Guaso: A 100 metros del Poligráfico Juan Marinello.
    • Hallazgos: piezas de sílex laqueado y variado, gubias de concha, fragmentos de vasijas de concha y restos alimenticios de fauna malacológica terrestre (gallitos y polizontes) y marítima (almejas y melógenas).
  • Monona: Posicionado a la margen izquierda del río Guaso, en la finca de Reynaldo Fernández, a 800 metros del puente Aguilera, en la carretera que conduce a Yateras:
    • Hallazgos: percutores líticos, gubias de concha, piezas de sílex laqueado y variado, abundantes restos alimenticios de fauna malacológica terrestre y marina (gallitos, polizontes, almejas y melógenas, pinzas de cangrejo, huesos de jutías y de aves, vértebras de pescados y carapachos de jicoteas); todo mezclado con abundante ceniza.
  • Bano I: Localizado en Montesano, en la margen izquierda de este río, a dos kilómetros del Reparto Caribe
    • Hallazgos: macana de piedra verde, una piedra perforada (posiblemente ritual), piezas de sílex laqueado y variado, gubias de concha, percutores de doble hoyuelo, morteros y manos de mortero; y abundantes restos de fauna malacológica terrestre y marina.
  • Bano II: Ubicado cercano a la Estación Hidrométrica de Santa Rosa, a 3 kilómetros de San Idelfonso.
    • Hallazgos: numerosas piezas de sílex laqueado y variado, fragmentos de gubias, percutores, y abundantes restos de fauna malacológica terrestre y marina.
  • Bano III: Localizado cerca del sitio Bono II.
    • Hallazgos: muchas piezas de sílex laqueado y variado, percutores, fragmentos de gubia y restos alimenticios de fauna malacológica terrestre y marina.
  • Guaso I: Posicionado en la margen derecha del río Guaso, a 4 kilómetros al sur de la ciudad.
    • Hallazgos: percutores, piezas de sílex laqueado y variado, gubias y restos alimenticios de fauna malacológica terrestre y marina.
  • Guaso II: Cercano al sitio arqueológico Guaso I.
    • Hallazgos: percutores, piezas de sílex laqueado y variado, gubias y restos alimenticios de fauna malacológica terrestre y marina.
  • En la margen oeste de un arroyo seco afluente del Guaso, a 500 metros de la granja avícola.
    • Hallazgos: piezas de sílex laqueado y variado, gubias de concha, y restos alimenticios.
  • En las márgenes del arroyo Los Pocitos, a dos kilómetros del poblado Argeo Martínez
    • Hallazgos: piezas de sílex laqueado y variado, percutores y restos alimenticios de fauna marina, fluvial y terrestre.
  • En la margen derecha de Arroyo Hondo, en el Plan Forestal, a 200 metros al noroeste del poblado de Jamaica: piezas de sílex laqueado y variado, percutores, fragmentos de gubia y abundantes restos alimenticios.
  • Planta del Guaso I: cerca de la Planta Hidroeléctrica, a 100 metros de la margen derecha del río.
    • Hallazgos: abundantes y variadas piezas de sílex laqueado, gubias de concha, percutores simples y de doble hoyuelo, y muchos restos alimenticios.
  • Planta del Guaso II: en la margen derecha del río, más hacia el oeste, a dos kilómetros de la Planta Hidroeléctrica.
    • Hallazgos: abundantes piezas de sílex laqueado y variado, percutores, fragmentos de gubia y muchos restos alimenticios.
  • Campanario I: Ubicado en un abrigo rocoso, en la margen derecha y a 50 metros del nacimiento del río Guaso.
    • Hallazgos: sílex laqueado y variado, numerosas pinzas de cangrejo y gallitos.
  • Campanario II: Localizado a 200 metros, más al norte que el anterior, en lo parece que fue un paradero o estación temporal, transitoria.
    • Hallazgos: piezas de sílex laqueado y variado, y numerosos caracoles marinos y terrestres.
  • Vega de Heliodoro Sánchez: cercana a Jamaica, a 10 kilómetros de Palmar, en una llanura cercana a Arroyo Naranjo, a dos kilómetros al norte de la carretera que conduce a Yateras
    • Hallazgos: piezas de sílex laqueado y variado, percutores líticos, esferolitas, gubias de concha, percutores, percutores y abundante fauna malacológica terrestre y marina.

Sitios agroalfareros

  • Hogar materno: Situado a 50 metros hacia el oeste de este centro de salud
    • Hallazgos: abundantes fragmentos de vasijas de barro cocido, fragmentos de burenes, puntas de hachas petaloides pulidas, fragmentos de sílex laqueado y variado, y restos alimenticios de fauna malacológica fluviátil y marina.
  • La Guásima: Localizado en la calle Cuatro Sur, entre San Gregorio y Santa Rita (La Zanja)
    • Hallazgos: fragmentos de vasijas de barro cocido, de sílex laqueado y de hachas petaloides pulidas; y restos de alimentos de fauna malacológica fluviátil y marina.
  • Patio del Cuartel de Bomberos: Ubicado en Martí entre Prado y Aguilera, a 50 metros del Museo.
    • Hallazgos: fragmentos de vasijas de barro cocido, de burenes y de hachas petaloides pulidas, cuentas líticas, olivas sonoras, percutores y abundantes restos de fauna terrestre; también aparecieron piezas coloniales como monedas y fragmentos de lanzas, lo que permite suponer una superposición cultural o un contacto indohispánico.
Sitios agroalfareros situados en el Valle
  • Cueva de Ponce (Poncio o Ponte): Localizado a 2 kilómetros al norte de la vega de Heliodoro Sánchez.
    • Hallazgos: fragmentos de sílex laqueado y variado, y de vasijas de barro cocido; y abundantes restos de cangrejos, gallitos, Fascinen ungula y Polymita muscarum.
  • Alto del Mango: Situado a 3 kilómetros al suroeste de este caserío, en un enterramiento aparentemente colectivo, dentro de un abrigo rocoso.
    • Hallazgos: numerosos restos de esqueletos humanos (tibias, vértebras, costillas, húmeros, cráneos deformados de niños y adultos, y piezas dentales); encima se hallaron abundantes fragmentos de vasijas de barro cocido, de burenes, de sílex laqueado y variado, restos de cangrejos y de fauna malacológica terrestre.
  • Manatí: es un paradero o sitio transicional en la margen derecha de la desembocadura del Arroyo Hondo, a 11 kilómetros hacia el suroeste.
    • Hallazgos: fragmentos de vasijas de barro cocido y de sílex laqueado y variado, microcuentas de collares y abundantes restos de fauna malacológica marina.

Etapa colonial

El 30 de abril de 1494 el almirante Cristóbal Colón fondeó las naves en la bahía de Guantánamo y la nombró Puerto Grande. En 1510, Diego Velázquez desembarca en una de sus ensenadas interiores, a la que llamó Puerto Palmas, para desde allí iniciar el asalto de lo que fuera un año después la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa y preámbulo de la conquista y colonización de Cuba.

En los siglos subsiguientes este escenario se transformó en refugio ideal para los corsarios y piratas que asolaban las aguas del Caribe.

Durante largo tiempo Guantánamo permaneció apartado del interés de los conquistadores españoles, a pesar de las magníficas condiciones de su bahía y la fertilidad de los suelos circundantes. En 1604 el obispo español Fray Juan de las Cabezas Altamirano, compró el hato de Ocaña, comprendido entre Guantánamo y Sagua de Tánamo, y puso a producir estas tierras, lo que testimonia la presencia de blancos en la zona. Los constantes movimientos de compraventa observados indican que la mayor parte de las tierras fueron adquiridas a través de usufructos en tierras realengas, amparados en el casi total despoblamiento de la región y en el poco interés que por ella mostraban las autoridades coloniales.

En 1657 le fue concedida autorización a Pedro Ramos para que poblara los hatos de San Juan de Guantánamo. Entonces la región estaba dividida en hatos y corrales con escasa población y una economía de subsistencia apoyada en el comercio ilegal con corsarios y piratas. La hacienda Santa Catalina era un inmenso potrero de unas 1 745 caballerías de tierras excelentes, por la fertilidad del suelo, las aguas que la circundaban y sus bosques ricos en madera de buena calidad.

El 18 de julio de 1674 la flota inglesa del almirante Edward Vernon, irrumpió en la bahía para utilizarla como base de operaciones en el ataque a Santiago de Cuba por tierra. Ese momento marcó el inicio del primer proyecto de una potencia extranjera para intentar la conquista de Cuba a costa de España. Francisco Cajigal de la Vega, gobernador del Departamento Oriental, organizó la defensa y las acciones ofensivas contra los ingleses, quienes el 28 de julio habían ocupado el vecindario de Tiguabos que había sido abandonado por sus pobladores después de incendiarlo. Seis meses más tarde, los invasores fueron obligados a reembarcar a causa de la resistencia de los guerrilleros criollos guantanameros que dirigían Pedro Guerra y Pedro Pérez, junto a milicianos de Bayamo, Jiguaní, Holguín, Puerto Príncipe, Sancti Spiritus, Trinidad, Santiago de Cuba y de La Habana. Los ingleses dejaban tras su huida los restos de más de dos mil soldados y oficiales de su fuerza.

En otro orden, aparecieron los geófragos sedientos de nuevos terrenos, que comenzaron a acaparar las feraces y vírgenes tierras de la comarca, entre ellos, la familia de los Pérez, procedentes del Caney, que se apoderaron de casi todas las tierras de Santa Catalina.

La hacienda de Santa Catalina del Guaso o de Guantánamo comprendía los terrenos que conformaron más tarde el territorio de Guantánamo, dedicado a la ganadería y cultivo de frutos menores con el empleo mayoritario de mano de obra libre.

En febrero de 1797, el habanero Joaquín Beltrán de Santa Cruz y Cárdenas, conde de Mompox y Jaruco, arribó a Santiago de Cuba acompañado de notables figuras como el capitán Juan Montalvo, el ingeniero Anastasio Arango y el agrimensor Antonio López, quienes entre el 3 de mayo y el 2 de diciembre de 1797 redactaron un detallado informe con las características de la región, las tierras realengas y recomendaciones sobre su empleo con fines productivos.

En los albores del siglo XIX llegó a Guantánamo la luz del fomento económico y social como resultado de la Revolución de Haití de 1791, la cual provocó la huida de cientos de colonos franceses, muchos de los cuales se asentaron en esta región. El temor a lo que fue denominado miedo al negro, y en previsión de que se repitieran los acontecimientos de Haití en Cuba, las autoridades españolas estimularon el fomento de la entrada de colonos blancos, sobre todo hacia la parte oriental.

En la parte oriental los colonos franceses se establecieron fundamentalmente en Santiago de Cuba y Guantánamo y los ricos propietarios se internaron en las lomas para fomentar la producción agrícola sobre la base de la esclavitud.

A inicios de la década de los años 20 el partido de Santa Catalina producía, en un solo día, una cantidad considerable de azúcar y algodón, a pesar de que el puerto aún no había sido habilitado para el comercio, para lo cual se realizaron diversas gestiones.

Santa Catalina surgió a los ojos de sus pobladores como una necesidad económica en 1827. Resultó el punto intermedio entre la hacienda y el puerto, lo que facilitó las relaciones comerciales entre los hacendados y comerciantes. La parte urbana fue poblada por españoles, principalmente catalanes, dedicados fundamentalmente al comercio, mientras que el campo estuvo ocupado por propietarios franceses cultivadores de café. El pueblo se situó a menos de tres leguas al norte de la bahía, en medio de las estribaciones de la sierra del Saltadero del Guaso, mientras que la aduana se emplazó en el caserío de Cerro Guayabo, a orillas del puerto.

El Saltadero

En 1841 existían siete ingenios en el partido de Santa Catalina y uno en el de Guantánamo. Surgieron La Esperanza, Perseverancia y Confluente. En 1842 se creó la Tenencia de Gobierno con residencia en Santa Catalina del Saltadero, y comprendió al pueblo de Santa Catalina y los partidos de Ojo de Agua, Tiguabos, Santa Rosa, El Guaso, Monte Líbano, Yateras Arriba y Abajo, Caujerí, Macambo y Guantánamo. Desde el punto de vista político la máxima autoridad del gobierno en la localidad estaba representada por un Capitán de Partido.

En la segunda mitad del siglo fue construida una nueva vía de comunicación y transporte, el ferrocarril de Guantánamo a Caimanera. En 1855 Guantánamo pasó a ser una jurisdicción con dos partidos: Tiguabos y Yateras, y después de aprobado por la metrópoli, se inició la construcción del tramo de vía férrea que unió a Guantánamo con Cerro Guayabo, camino de hierro culminado un año después. Constituyó uno de los primeros de toda Cuba y el segundo en el departamento Oriental. Este importante medio de transporte surgió por la necesidad de trasladar de manera rápida las mercancías, fundamentalmente el azúcar, hacía el puerto y abaratar los costos de transportación.

En las postrimerías de la década del 50 se observó un incremento desproporcionado de la mano de obra esclava. El auge del sistema de plantación esclavista continuó a ritmo acelerado y en 1860 la región contaba con 26 unidades productoras de azúcar, algunas de ellas con máquinas de vapor. Un año más tarde, a la jurisdicción se le unió el partido de Sagua de Tánamo y se mantuvo el centro del gobierno y el Ayuntamiento en el poblado de Santa Catalina del Saltadero de Guantánamo. El 18 de junio de 1870, el ayuntamiento local solicitaba a las autoridades españolas el otorgamiento de la categoría de Villa para el pueblo.

El propósito fue aprovechar las circunstancias favorables del integrismo local para dar un golpe político y fortalecer la moral combativa de las fuerzas fieles a la península. En estas circunstancias políticas y militares, el 6 de octubre de 1870, el General Serrano, Regente del Reino Español, otorga el título de villa a Guantánamo y el dictado de Leal, mientras que la Secretaría del Departamento Oriental, con fecha 1 de diciembre de 1870, lo comunicó al gobierno municipal. El escudo diseñado, de forma ovalada, tenía en los bordes la inscripción Ilustre y Leal ayuntamiento de Guantánamo; se grabaron en el fondo plantas de caña, café, tabaco, una colmena de abejas y el delta del río Guantánamo al desembocar en la rada.

Génesis del movimiento obrero

En el censo poblacional de 1889 se reflejó la existencia de 1 644 trabajadores empleados en manufacturas e industrias mecánicas, en su mayoría en la industria azucarera. Otro polo generador fue también en el ferrocarril, que construyó nuevos ramales a Jamaica y al ingenio Soledad en 1883. En la propia villa fueron visibles en la industria tabacalera entre los años 1886 y 1888, cuando fueron reportadas 13 fábricas de tabacos, que empleaban alrededor de 100 trabajadores.

Por otra parte, fueron empleados los obreros en las zapaterías, panaderías, talabarterías y alfarerías, aunque prácticamente el total de esas labores fueron artesanales. Con posterioridad a 1886 hubo presencia de obreros en las salinas de la región, especialmente en el puerto de Caimanera. Aparecieron, como forma primitiva de organización obrera, las Sociedades de Socorro y Ayuda Mutua basadas en la ayuda entre sus miembros en caso de enfermedades, desempleo y atención a familiares de fallecidos. Se tienen referencias de que en noviembre de 1878 existían en Guantánamo sociedades mutualistas y de instrucción con estos fines.

En Guantánamo se destacaron por su activa participación en el Alzamiento del 24 de Febrero de 1895, el gremio de los tabaqueros, el Círculo de Trabajadores y el Centro Mecánico. Los locales de estas organizaciones se convirtieron en centros de propaganda revolucionaria, incluso muchos de sus miembros se incorporaron a la lucha en el Ejército Libertador.

A pesar de la incipiente organización de los obreros, constituyeron una de las fuerzas motrices de la contienda bélica de 18951898.

Vida sociocultural

Educación

Las noticias más antiguas sobre los inicios del sistema educacional en Guantánamo se remontan al año 1783 cuando el sacerdote Manuel de Santa Rosa, de la iglesia de San Anselmo de Tiguabos, impartió conocimientos elementales a grupos de niños y adolescentes residentes en el poblado.

En la ciudad de Guantánamo, la educación estuvo limitada a conocimientos que el presbítero José Inocencio Ávila impartió a hijos de los hacendados. En 1839, mientras se mantuvo paralizado el trabajo de edificación del templo católico Santa Catalina de Ricci, el cura párroco José Andrés Rodríguez Luna, ofreció lecciones gratuitas de gramática y aritmética elemental.

En 1854 arribaron a esta ciudad los esposos Buenaventura Rodríguez y Fe Spar quienes en unión del sacerdote José Trinidad Rodríguez emprendieron una meritoria labor educativa para las personas carentes de solvencia económica. En años posteriores, se abrieron algunas escuelas, entre ellas la de niños, inaugurada en 1873 por Carmen Villa de Arará y una particular fundada en 1877 por José Dolores García.

En la década de los años 80, continuó la apertura de numerosos colegios. Se destacaron El Salvador de Antonio Benítez Correoso donde los asistentes recibían clases de religión, moral, gramática artística, geografía de España, África y Asia e historia de España. El Progreso, de carácter privado, fue inaugurado por Ernestina Cajigal de Ruiz y María Ruiz Guille. El Estudio, escuela de Pablo Morlote Correa y Manuel Ruiz Guille, diseñada solo para varones. Otros educadores notables fueron el historiador Isidoro Castellanos Bonilla, Santiago Saluo, Ignacio Méndez y Federico Valverde.

Periodismo y literatura

La introducción de la imprenta en Guantánamo se produjo en los primeros años de la década del 70, con la edición del primer periódico identificado como El Eco (1871), fundado por José Mendoza Martínez y Francisco Blanch. Tres años después la imprenta fue comprada por el señor Francisco Castellanos Abreu y se le dio a la publicación el nombre de La Voz del Guaso que, junto a El Comercio, fueron aliados de la causa integrista.

En 1889, el periodista villareño Rafael Fernández Gutiérrez, que desarrolló parte de su labor en Guantánamo, sacó a la palestra pública el periódico La Vanguardia, a través del cual se enfrentó a las fuerzas españolas, y es considerado el primer periódico independentista de Oriente.

Arquitectura

El hecho de que la ciudad no fuera fundada, sino que emergiera a partir de la expansión del comercio, fue lo que hizo pobre y sencilla la estructura arquitectónica urbana, con cierta vinculación al estilo neoclásico; las edificaciones contaban con una sola planta en la que prevalecía el portal. En sentido general las construcciones principales no contaron con la participación del estado, sino que fueron frutos de donativos de terreno y del aporte financiero de los propietarios radicados en la zona.

Entre los años 1839 y 1841 se edificó la Plaza de Armas (actual Parque José Martí), y a partir de ese punto el segundo centro urbano y el Cuartel de Colón en terrenos donados por Pedro Manuel Justiz. En 1861 se iniciaron los trabajos constructivos del edificio donde se estableció la Cárcel de Guantánamo en terreno donado por Agustín Soler Spalter y se culminó un año después. Por espacio de tres años (18821885), radicó allí la Casa Consistorial.

Sociedades y fiestas populares

Las sociedades de Tumba Francesa llegaron a Guantánamo como resultado de la inmigración franco–haitiano. Con posterioridad a 1850, fueron creadas otras, también de recreo y ayuda mutua, que contribuyeron al desarrollo cultural, entre ellas: el Centro la Luz, Sociedad de Recreo, Casino Asiático y Salón Enriqueta. Las manifestaciones de la música en Guantánamo fueron notables.

A partir de la década de 1860 surgieron bandas, orquestas y en menor escala coros. Las bandas particularmente en los cuerpos militares españoles, como el caso de la Charanga del Batallón Unión, que ofreció retretas en la plaza Isabel II, y la Charanga Cazadores Unión, (1885), a la que se le atribuyen los orígenes de nuestra banda municipal. Otras charangas aparecieron en estos años como las del Batallón Chiclano, Batallón Cazadores de Guantánamo No. 49 y Batallón del Regimiento San Quintín. En el período de la Guerra de 1895 apareció la banda del Batallón del Regimiento Simancas.

De las filas del Ejército Libertador salieron los integrantes de la banda que contó entre sus promotores con Rafael Inciarte Ruiz. Otras dos agrupaciones que vieron la luz fueron las orquestas La Unión y La reforma, creada esta última por Ángel Aguilera y Miguel Linares. Estas orquestas amenizaban, sobre todo, los bailes de las sociedades de recreo. La actividad coral en Guantánamo se desarrolló en menor escala y aparecieron a finales del siglo XIX, de forma ocasional y esporádica, asociadas a los festejos religiosos y sus actuaciones estaban limitadas a las iglesias.

Guerra de los Diez Años en Guantánamo

Antes de octubre de 1868, se encontraba organizado en la jurisdicción de Guantánamo un grupo conspirativo revolucionario que mantenía contacto, en Santiago de Cuba, con Donato Mármol, al que se subordinaba. El centro de este movimiento radicaba en Guantánamo y contaba con ramificaciones en Sagua de Tánamo, Filipinas, Sabana Abajo, Tiguabos y El Ramón. Las figuras principales de la conspiración eran: José Francisco Rondón, propietario de una hacienda en Mayarí, José Antonio Mengana, el albañil Antonio Abad Garcés, don Juan Grave de Peralta; Mánico González, propietario de Filipinas, Alberto del Villar, responsable de los comprometidos de Sagua de Tánamo y Eduardo de Mármol, dueño de la propiedad ganadera de Sabana Abajo y primo hermano de Donato Mármol.

Las autoridades españolas, en el verano de 1868, contaban con infidencias que revelaban la existencia de elementos agitadores en la región, razón por la cual en el mes de septiembre nombraron jefe militar en Guantánamo al coronel Enrique Bargés y Pombo, experimentado gobernador que adoptó medidas de seguridad en la villa, entre las cuales estuvo el reforzamiento de las Escuadras de Santa Catalina de Guaso, unidad militar que dirigía el comandante Miguel Pérez y Céspedes, y la detención en los primeros días de octubre de varios conspiradores, entre ellos Juan Grave de Peralta y Antonio Abad, detenciones, que unidas a la pérdida de las comunicaciones con Donato Mármol, constituyeron un fuerte golpe a los comprometidos, los que decidieron esperar hasta restablecer los contactos con Mármol.

El 20 de noviembre, después de recibir un comisionado de Mármol, los patriotas comprometidos se concentraron en la propiedad de los hermanos González, en Boca de Maca, zona de Filipinas, y allí protagonizaron el primer levantamiento independentista de la región. Este grupo fue comandando por Mánico González y José Antonio Mengana.

Después de tomar Tiguabos, reorganizadas las fuerza inexpertas, el 27 de noviembre los noveles jefes insurrectos cometen un serio error de apreciación de las fuerzas y medios con que contaban los españoles en la villa de Guantánamo al ordenar el ataque a las defensas peninsulares en la población, acción principal que se desarrolla en la propiedad nombrada La Vivita, al noroeste de la villa, donde las veteranas tropas de Bargés y de Miguel Pérez, con el apoyo de la artillería de campaña, derrotan a los revolucionarios.

La situación militar de la revolución en el valle de Guantánamo se tornó compleja para los patriotas a finales de 1868 y principios de 1869. El impacto de la derrota, la ofensiva represiva peninsular y la decisión del alto mando de Carlos Manuel de Céspedes de priorizar la defensa de Bayamo, fueron razones decisivas para que la mayor parte de los combatientes guantanameros, bajo el mando de Donato Mármol, fueran destinados a operar fuera del territorio, entre ellos José Policarpo Pineda Rustán, quien al frente de una guerrilla había obtenido algunos éxitos parciales en Imías y en Filipinas, incluyendo la incursión que realizó a la población de la villa de Guantánamo el 27 de octubre de 1869.

A partir de entonces y hasta el verano de 1871, la iniciativa bélica en las operaciones estuvo a favor de los españoles, que lograron mantener la producción azucarera y cafetalera, con el apoyo de los plantacionistas franceses, los peninsulares especialmente comerciantes catalanes y los criollos, quienes se mantuvieron fieles al sistema colonial.

En el valle de Guantánamo el ejército español levantó un sistema de fortificaciones que protegía los ingenios de las incursiones de los mambises, entre ellos: Santa Fe, Esperanza, San Carlos, Soledad, San Ildefonso y San Antonio de Redó. Los criollos, que integraban las Escuadras de Santa Catalina de Guaso, se encontraban liderados por la familia Pérez, que tenía una trayectoria guerrera al servicio de las armas españolas y la encabezaba, desde los años cuarenta, el otrora jefe de partida de rancheadores de esclavos mejor pagado de Oriente, Miguel Pérez y Céspedes, devenido ahora en experto coronel jefe de las Escuadras.

La villa de Guantánamo, donde radicaba el puesto de mando del coronel Bargés, contaba para su defensa con las unidades regulares peninsulares, una sección de artillería y caballería, las Escuadras de Santa Catalina del Guaso, un batallón de voluntarios y los bomberos. Con rapidez se organizó en torno a la población un anillo defensivo exterior, constituido por fortines, fosos, alambradas y puntos de observación. Una segunda línea se localizaba en el área cercana a la Plaza de Armas.

Invasión y campaña de Guantánamo

Después que el comandante Guillermón Moncada libra el combate de Los Peladeros, donde muere Miguel Pérez, en julio de 1871, el general Máximo Gómez culminó la organización y concentración de las fuerzas de la División Cuba con el objetivo de invadir la jurisdicción. El 6 de ese mes libró el combate de La Estacada, que conjuntamente con el de La Galleta, inició la invasión a Guantánamo. El 4 de agosto, ya dentro del territorio, con el auxilio de los batallones que dirigían los tenientes coroneles Juan Cintra, Francisco Borrero y Antonio Maceo, atacó el cafetal La Indiana, importante baluarte español de la zona de Monte Rus.

Las operaciones se extendieron al resto de la importante zona de Monte Rus y Potosí, Santa Catalina y Monte Líbano, donde el general Gómez ordena la quema de ricos cafetales, procedimiento de guerra que se empleó también en Yateras y el valle de Guantánamo, donde además se ven afectadas áreas agrícolas azucareras, con el propósito de socavar la base económica que contribuía a apuntalar los gastos de guerra del ejército colonial.

Ante la ofensiva mambisa y la tea redentora que aplicaban los independentistas, el 19 de agosto arriba a Guantánamo el general Arsenio Martínez Campos para asumir el mando de las operaciones, sin embargo, se impone el genio guerrillero de Gómez y el tesón de los soldados de la revolución, en las acciones en Monte Rus donde resulta derrotado el enviado del Capitán General de la colonia.

El general Gómez, forjador de la primera generación de jefes y oficiales guantanameros y luego Antonio Maceo pasaron a la historia oriental cubana como maestros de la guerra de un grupo de hombres del Alto Oriente que se distinguirían en las acciones combativas y las conspiraciones revolucionarias: Arcid Duvergel Lafargue, Pedro Ramos, Silverio del Prado, José Mejias (Cartagena), Prudencio Martínez, Juan de León Serrano, Félix Ruenes, entre otros.

En la noche del 1 de enero de 1872, Antonio Maceo saludó el arribo del nuevo año realizando un ataque sorpresivo a la guarnición que protegía el poblado de Jamaica, al ocupar cuatro comercios, además de varias posiciones militares de los peninsulares. Como resultado de la acción encuentran la muerte varios oficiales y soldados españoles. Los mambises obtienen un rico botín consistente en 80 fusiles, varios cientos de cartuchos, 200 machetes, 20 caballos, así como ropa, calzado y víveres.

La acción de Jamaica fue testigo de un incidente que demuestra el carácter de los sufridos soldados de la revolución. Al conocerse el ataque en Guantánamo fue enviada una unidad de caballería en persecución de los mambises, la que al aproximarse a la zona de Casimba casi choca con la impedimenta insurrecta que estaba escoltada por una pequeña fuerza. Ante la gravedad del momento, Maceo personalmente recorrió la columna integrada por cargadores que portaban pesados sacos con parte de los artículos y medios ocupados en Jamaica, sin embargo, el héroe de La Indiana observó que muchos hombres no podían avanzar con rapidez por el peso que llevaban, entonces ordena arrojarlos.

Ya con los grados de Brigadier, el 26 de julio de 1875, Maceo agregó a su amplio historial combativo la sonada victoria del centro fortificado en Guaso, con fuerzas de la Segunda Brigada, Segunda División, y con la cooperación de Arcid Duvergel.

La última acción que realizó el Titán de Bronce en Guantánamo, en la primera guerra de independencia, ocurrió el 2 de febrero de 1877 cuando atacó sorpresivamente el fortificado ingenio La Esperanza, a solo 6 kilómetros de la villa, donde ocupó dos fortines y parte del poblado, incluyendo un establecimiento comercial.

La posición intransigente del general Antonio Maceo, que tuvo su cenit en la Protesta de Baraguá, puso de manifiesto su madurez política. El Regimiento Guantánamo, dirigido por el coronel Pedro Martínez Freyre, apoyó la rebeldía del ilustre santiaguero.

El 17 de mayo Pedro Martínez Freyre, al frente de la infantería guantanamera, derrotó a las Escuadras de Santa Catalina y a una unidad española en La Criolla, postrera acción combativa de la guerra en Oriente. Antes de que concluyera el mes, el coronel mambí se vio obligado a deponer las armas al coronel Santos Pérez en Guantánamo.

Tregua Fecunda (1878–1895)

Guerra Chiquita

Al culminar la Guerra de los Diez Años las autoridades peninsulares, con el propósito de atraer a jefes mambises, nombraron a un grupo de ellos en funciones administrativas. El coronel Silverio del Prado se estableció en Guantánamo a finales de 1878 y comenzó a trabajar en la Aduana Municipal, desde donde organizó la conspiración e incorporó a Pedro Agustín Pérez, Periquito, entonces Comandante de las Escuadras de Santa Catalina, quien venía colaborando desde 1876 con el oficial mambí Arcid Duvergel, a quien le había entregado parque de guerra e información de inteligencia sobre los movimientos de las unidades españolas. La intentona fue descubierta, a principios del siguiente año y Silverio del Prado fue expulsado del país junto a sus hijos. Pedro A. Pérez fue detenido y conducido a la cárcel de Guantánamo y, posteriormente, al fuerte costero de Cayo Toro.

Allí fue visitado por su primo, el coronel Santos Pérez, para proponerle su reincorporación a la vida militar activa y nombrarlo jefe de una de las compañías de las Escuadras. Pedro A. Pérez simuló arrepentimiento y acepta la propuesta. Ya en el nuevo destino, como jefe militar de la guarnición de Palma de San Juan, punto ubicado al noroeste de la ciudad, Pedro A. Pérez realizó trabajos de captación de oficiales y soldados hasta logar que los subordinados se incorporaran a la conspiración. Al estallar la Guerra Chiquita en septiembre de 1879, José Maceo, Guillermo Moncada y Rafael Maceo, asumen el mando de las fuerzas mambisas en Guantánamo y sostienen varios combates en el valle y las zonas montañosas.

Los dos jefes santiagueros entran en contacto con Pedro A. Pérez, que se subleva al frente de la compañía de las Escuadras en Palma de San Juan. Inmediatamente mueve su unidad y logra sorprender al campamento español de El Vínculo, al que toma, y combate después con éxito en Burenes y Filipinas. Sin embargo, en noviembre sufre un descalabro en la acción de Canabacoa, donde resulta herido y quedan dispersadas sus fuerzas, lo que facilitó su captura días después. Pedro A. Pérez permaneció en la cárcel de Guantánamo y luego fue remitido al Castillo del Morro de Santiago de Cuba, en espera de la sentencia de un tribunal militar. En el mes de diciembre protagoniza una espectacular fuga y, a partir de entonces, comienza a forjar una historia que lo convierte en un hombre leyenda de la revolución en Oriente.

La Guerra Chiquita fracasa por la ausencia de muchos de los jefes principales y por la división que se manifiesta en el campo insurrecto. En la difícil etapa final del conflicto, las montañas guantanameras se convierten en baluarte del independentismo, al desarrollarse en el escabroso territorio de Yateras las últimas acciones armadas, bajo el mando de José Maceo. Después que el resto de las fuerzas insurrectas de Oriente se entregaron, acogiéndose a la paz, José Maceo y Guillermo Moncada sostuvieron una entrevista en Confluentes, al norte de la villa de Guantánamo, el 1 de junio de 1880.

Allí se acordó con el general Luis Pando, del ejército español, que las autoridades peninsulares facilitarían la salida del país de los jefes mambises y parte de sus hombres, no sin antes deponer las armas y entregarlas en los ingenios Montesano y San Ildefonso. Fueron trasladados hasta Guantánamo, donde abordaron los coches del ferrocarril hasta Caimanera. José Maceo y sus compañeros fueron remitidos a las prisiones del sur de España.

Reinicio de las conspiraciones

Al concluir la Guerra Chiquita los veteranos encabezados por Pedro A. Pérez, Pedro Ramos y José Mejías, reinician con los contactos conspirativos en la finca de Boca de Jaibo, propiedad de Pedro A. Pérez.

En 1884, Pérez se entrevista con el agente Marshall, enviado secreto de Antonio Maceo, de quien recibe instrucciones de mantener contactos y subordinarse a Guillermo Moncada.

Entre los principales conspiradores se encontraban los hermanos Jané Trocmé, Chibás Guerra, Pérez Andrés; Giró Odio, Tudela García, Thomas Thomas, Castellanos Abreu.

La causa integrista y las autoridades coloniales sufren un sensible golpe político a partir del 9 de abril de 1889, cuando Luís Megret y Rafael Gutiérrez Fernández fundan el semanario La Vanguardia, considerado el primer periódico de Oriente de franca tendencia separatista.

Conspiración en el Alto Oriente (1890–1895)

Antonio Maceo arribó a Santiago de Cuba en el verano de 1890, con el propósito de hacer estallar la guerra, ocasión en que nombra a Pedro Agustín Pérez jefe de la conspiración en Guantánamo. Los agentes secretos peninsulares conocieron de los planes del Titán de Bronce, por lo que fue expulsado del país, y detenido Guillermón Moncada y un grupo de patriotas santiagueros, sin embargo, la red conspirativa guaseña no fue afectada, ya que Pedro A. Pérez, había estructurado bien la trama revolucionaria.

En esta nueva etapa, Pedro A. Pérez, además de contar con el respaldo de los oficiales del 68, incorporó a jóvenes decididos que aportaron nuevas ideas a la causa, entre los que resaltaron: Nicolás Jané, Enrique Thomas, Silverio Guerra, Enrique Tudela, así como a valientes mujeres: Inocencia Araujo, Cristina Pérez, Caridad Jaca y Juana Pérez. También realizó, junto a sus más cercanos colaboradores, trabajos de captación con los líderes obreros locales, entre ellos, Manuel Planes, Juan Araujo y Rafael Gutiérrez.

A principios de 1893, a solicitud del colombiano Antonio Suárez y de los cubanos Vicente María Dorado y José Mejías, Pedro A. Pérez es nombrado por la dirección del Partido Revolucionario Cubano, Subdelegado del Partido en Guantánamo, lo que suma al liderazgo militar de la región. Pedro A. Pérez, recibió en mayo de 1894, en la finca La Confianza al joven Emilio Giró Odio, enviado de Antonio Maceo desde Costa Rica, con el propósito de actualizarlo sobre las medidas militares que debía adoptar una vez que comenzara el conflicto, entre ellas la de atacar los fortines costeros con el objetivo de dejar despejada la costa para facilitar el arribo de las expediciones que trasladarían a jefes principales y armamentos.

Al mes siguiente el ingeniero Nicolás Jané, representando a Pedro A. Pérez, creó en los bajos del Centro La Luz, el Comité Revolucionario de Guantánamo, que preside Pedro A. Pérez, integrado por 26 figuras de la conspiración local, entre ellos además de Jané se destaca la espía mambisa Inocencia Araujo.

Guerra Necesaria

En la tarde del 24 de febrero de 1895, encabezados por Pedro A. Pérez, se reunieron 28 patriotas en la finca La Confianza, para firmar el acta redactada por Emilio Giró, en la cual dejaban registrada la decisión de reiniciar la lucha armada.

Además de La Confianza, en la región se desarrollaron otros levantamientos armados, entre ellos el de Boca de Jaibo, donde en la mañana del histórico día, Pedro A. Pérez se pronunció con sus familiares, estando entre ellos su esposa Juana Pérez; su hija Ruperta; Jesús Pérez, nieto de 15 años de edad y su yerno Francisco Pérez.

En el ingenio Santa Cecilia se levantó en armas Pedro Ramos, y Pedro Brooks tomó el poblado y se apoderó de algunas armas y de alimentos. Cumplimentado la orden de Pedro A. Pérez, Enrique Tudela, quien salió de la población días antes, al frente de un grupo de valientes atacó y tomó el fortín de Morrillo Chico, primera victoria militar de la nueva guerra.

El 25 fue tiroteado, desde los altos de San Justo, el cuartel de la Guardia Civil, y el 26, Pedro A. Pérez con su tropa sostuvo un encuentro con las fuerzas españolas que operaban bajo las órdenes del teniente Muñiz en la finca La Gloria. El 4 de marzo, en el combate de los Mamoncillos de Ullao, cayó herido Alfonso Toledano, que murió días después y resultó el primer mambí caído en combate en Guantánamo.

En la madrugada del 1 de abril desembarcaron en la playa de Duaba, al norte de Baracoa, los expedicionarios de la goleta Honor.

El arribo el 11 de abril de 1895 de José Martí y Máximo Gómez a la Playita de Cajobabo, constituyó, después del estallido de la guerra, el acontecimiento más significativo de la contienda.

El 15 de abril, coincidiendo con la llegada de los expedicionarios al Rancho de Tavera y el ascenso a General que otorgó Máximo Gómez a Martí, arriba a la bahía de Guantánamo, procedente de España el nuevo Capitán General de la colonia, Arsenio Martínez Campos, quien se trasladó por ferrocarril a la villa del Guaso y celebró un encuentro con el coronel Juan Copello y su estado mayor.

La estratagema que emplea Luis González Pineda engaña a los perseguidores y facilita el arribo de Martí y sus compañeros, en la tarde del día 24, a La Yuraguana, donde improvisan un campamento.

El coronel Copello, obtuvo informaciones de la inteligencia que confirmaban que Martí y el generalísimo atravesarían la zona del este del valle por Arroyo Hondo, donde en la tarde del día 25 tuvo lugar el combate de Arroyo Hondo, y la derrota de los bizarros de Simancas. En el combate muere el coronel Arcid Duvergel, héroe de las tres guerras. Bien entrada la tarde, la fuerte columna, encabezadas por Gómez, Martí y José Maceo, atravesaron el río Guaso, pasando después por Matabajo, por un punto no muy lejano de la finca de Pedro A. Pérez. El 30 de abril, después de pernoctar en 14 campamentos mambises de la región y transitar, escoltado y protegido por los hombres de Félix Ruenes y de Pedro A. Pérez, Martí y Gómez, abandonan el Alto Oriente, retaguardia segura de la revolución del 95.

Acciones combativas de la Primera División del Primer Cuerpo del Ejército Libertador

Para finales de 1897, la Primera División del Primer Cuerpo del Ejército Libertador, había acumulado suficiente experiencia para comprender que la guerra contra el colonialismo español, desde el punto de vista técnico-militar, no podía ganarse como resultado de una gran batalla, para la que no se contaba con medios y recursos. Entonces lo que predominaba en las acciones no era precisamente el desarrollo de grandes combates, sino la aplicación del método de lucha irregular en una guerra de carácter popular y prolongada.

Ocupación militar de Estados Unidos en Guantánamo

Las fuerzas mambisas en Guantánamo contribuyeron decisivamente a la victoria de las fuerzas conjuntas sobre las españolas que defendían Santiago de Cuba, particularmente las operaciones combinadas y conjuntas para el aseguramiento del campamento de los marines en Playa del Este y la operatividad de la base naval establecida en la bahía de Guantánamo; el aseguramiento del desembarco del escalón de asalto cubano al este de Santiago de Cuba, por el Primer y Segundo Batallón provisionales de la División Volante, y su posterior marcha hacia Daiquirí para permitir el desembarco de las tropas yanquis, y el cerco de las fuerzas del general Pedro A. Pérez a las líneas militares españolas de la Segunda Brigada que mandaba el general Félix Pareja Mesa.

Con estas operaciones, las tropas de Pedro A. Pérez ejercieron una influencia estratégica en el curso de la guerra, al contribuir a que fueran alcanzados objetivos superiores a los tácticos, con lo que aceleraron la victoria de las fuerzas conjuntas sobre las españolas.

En estas acciones fue decisiva la participación del teniente coronel Enrique Thomas, al frente de unidades del regimiento Guantánamo, en el combate de El Cuzco, al posibilitar que las fuerzas del Primer Batallón de Infantería de Marina, mandadas por el teniente coronel Robert W. Huntington, y las unidades navales del capitán de fragata Bowman H. McCalla pudieran desarrollar sus operaciones de respaldo al bloqueo naval de Santiago de Cuba.

Rendición española al ejército de los Estados Unidos

Consumada la capitulación española en Santiago de Cuba, el 17 de julio de 1898, como resultado de las acciones victoriosas de las fuerzas conjuntas, se decidió por el Comandante en Jefe interino del Cuarto Cuerpo de Ejército, general de división José Toral y Velázquez, agregar en la capitulación de Santiago de Cuba las fuerzas de la Segunda Brigada Guantánamo y los destacamentos de Baracoa y Sagua de Tánamo. De no haberse incluido, necesariamente hubieran tenido que rendirse en peores condiciones ante el formidable ataque de las fuerzas mambisas que los asediaban.

Para completar el proceso de ocupación de Guantánamo, el mayor general Nelson Miles ordenó al teniente coronel Ezra P. Ewers, jefe del Noveno Regimiento de Infantería que ocupara con un Batallón la ciudad de Guantánamo. En la orden ratificaba que:

«Tropas de los Estados Unidos se enviarán a Guantánamo, tan pronto como arribe el Regimiento de Inmunes. Los insurgentes deben ser advertidos de mantenerse fuera de la ciudad, ya que los españoles son prisioneros americanos, y no deberán interferir.»

En cumplimiento de la orden, Pareja capituló con sus fuerzas. El 27 de julio de 1898 fue arriada la bandera española de la Plaza de Armas de Guantánamo.

Entre las fuerzas mambisas reinaba un profundo malestar, pues conocían que las autoridades contra las que habían luchado durante treinta años aún permanecían en sus puestos. En ese contexto se produjo el 8 de agosto la entrevista de un corresponsal de guerra del New York Herald con el general Pedro A. Pérez. En sus declaraciones, el general cubano ratificó la postura del mambisado respecto de la soberanía del país, al advertir:

«[…] si nuestra independencia no queda asegurada ahora, es mi deseo continuar luchando por ella treinta años más, si fuera necesario. El ejército cubano no ha estado peleando por la anexión, ni por el dominio y control de los Estados Unidos. Nuestra lucha ha sido por la independencia y el ejército cubano no se satisfará con ninguna otra cosa.»

En esta actitud intransigente de un jefe divisionario regional contribuía a preservar la continuidad del legado martiano y evidenciaba el genuino pensamiento mambí en la antesala del siglo XX.

El 9 de octubre de 1898, una vez evacuada las fuerzas españolas, hizo su entrada a la ciudad de Guantánamo el general Pedro A. Pérez. Como en el resto del país, las autoridades estadounidenses designaron jefes mambises para ocupar las alcaldías. En Guantánamo fue nombrando Alcalde provisional de Guantánamo Pedro A. Pérez, en enero de 1899.

La ocupación militar estadounidense se inició el 1 de enero de 1899 hasta el año 1902. Para las elecciones municipales del 16 de junio se constituyeron tres partidos políticos: el Nacional Cubano, Nacional Independiente y Unión Democrático, donde obtuvo el triunfo el primero de ellos. Pedro A. Pérez resultó electo alcalde de Guantánamo.

República neocolonial

Con la aprobación de la Constitución de 1901, el 21 de febrero de ese año, a la que se añadió el apéndice conocido como Enmienda Platt, fueron fijadas las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, mecanismo legal para la dependencia de Cuba. El 20 de mayo de 1902 asumió la presidencia de Cuba Tomas Estrada Palma, dando inicio a la denominada República Neocolonial.

En los inicios de este período las autoridades cubanas, respondiendo a las exigencias norteamericanas, cedieron los terrenos que ocupa hoy la ilegal Base Naval estadounidense¸ oficializada el 10 de diciembre de 1903.

Manifestaciones políticas

El movimiento de los Independientes de Color de 1912. Representantes: Evaristo Estenoz y Pedro Ivonet. El 20 de mayo se inicia la insurrección, armada bajo el lema Abajo la Ley Morúa. El 5 de junio 450 soldados yanquis llegaron a la ciudad y luego fueron destinados para los centrales Soledad, Los Caños, Isabel y Santa María, propiedades de la Guantánamo Sugar Company.

Como resultado de las pugnas por el poder, el 10 de febrero de 1917, se produjo en Guantánamo la denominada Guerrita de 1917, encabezada por Gonzalo Pérez Andrés y José Goli Méndez. El 12 de marzo, tropas estadounidenses convirtieron el parque Martí en campamento militar, con el pretexto de preservar sus intereses, lo cual fue condenado por el pueblo.

La economía guantanamera durante los años de la Neocolonia se caracterizó por la penetración del capital extranjero, particularmente la compañía Guantánamo Sugar Company, surgida en 1902. Otras compañías extranjeras también invirtieron capitales en la producción de azúcar, entre ellas: Confluente Sugar Company, Santa Cecilia Sugar Company, la Sociedad Luis Redor, Brooks y Compañía y la Santa María Sugar Company.

Organizaciones obreras

En mayo de 1902 se hizo un llamado a todos los obreros para constituir la Asociación Cooperativa de Obreros en Guantánamo. Entre 1906 y 1923, se constituyen gremios obreros en varios sectores de la economía en Guantánamo, entre ellos, los de braceros, panaderos, torcedores, dependientes y zapateros.

En 1914 tiene lugar el Congreso Obrero y por Guantánamo participaron Limbano Martínez, Víctor García, Camilo Prieto, Leopoldo Fariñas, Juan Coronaso, Luis Salgado, Manuel Campos y Luis Lafregat.

En 1924, se constituyó la Hermandad Ferroviaria de Cuba, (Delegaciones 10 y 11). En 1925 los obreros y empleados de las oficinas del ferrocarril Guantánamo Western acuerdan ir a la huelga. El 11 de febrero de 1931 se constituye en Guantánamo el Comité Seccional del Partido Comunista con la presencia del militante José Soler Calvo. Al poco tiempo de crearse llegan a la ciudad los primeros contactos del trotskismo, con Sandalio Junco, Eusebio Mujal Barniol y Gustavo Fraga Jacomino.

A fines de 1933, comienzan a constituirse los sindicatos de empleados, chóferes, licoreros, gráficos, pintores y pulimentadores, panaderos y ropa, peletería y anexos.

En mayo de 1934, los médicos, secundados por farmacéuticos, veterinarios, comadrones y alumnos de medicina, paralizaron sus actividades exigiendo mejores condiciones de vida para los profesionales. En 1934, lo hizo la Federación Obrera Regional Guantánamo–Yateras (FORGY); en 1942, la Unión de Empleados de la Guantánamo Sugar Company y el 5 de julio de 1955, el Frente Obrero.

Situación económica

Realmente el escenario económico que presentaba el municipio de Guantánamo no varió sustancialmente durante los transcurridos años de 1902 a 1958. En estos 56 años, se puede apreciar, de forma evidente, lo que significa el subdesarrollo como estructura económico–social deformada e impedida de desarrollarse por la penetración económica de distintas empresas capitalistas, norteamericanas. A pesar de la fertilidad de las tierras del valle de Guantánamo, sólo el 30 % de sus tierras laborables eran cultivadas. Había más de 8 300 hectáreas sembradas de café, renglón económico que junto a la producción azucarera representaban los ramos básicos de la economía de este municipio.

Los centrales azucareros enclavados en su territorio eran: Ermita, Los Caños, Soledad, Santa Cecilia y La Esperanza. La Guantánamo Sugar Company controlaba la mayor cantidad de vías férreas, la Ermita S.A. fomentaba la ganadería con el desarrollo de haciendas dedicadas a la cría, ceba, reproducción, mejora, compra y venta de cualquier clase de animal, como es el caso de la Hacienda San Andrés S.A. También se funda la Compañía Egipto S.A., dedicada a la fabricación de ladrillos, tejas y otros materiales para construir casas, barracones y otras edificaciones. Estas inversiones de capital extranjero eran facilitadas por los gobiernos locales y centrales de turno.

Los cafetales cultivados en el municipio en esta etapa ascendían a 8 299,9 hectáreas controladas por ricos propietarios como: Julián Garrido, Ramón Mola, Isidoro Aladro y José Casals.

En cuanto a las actividades comerciales, los pequeños y medianos centros comerciales o tiendas, eran los prevalecientes. Algunos competían en los vaivenes oferta–demanda con mejores ventajas que otros, tales son los casos, en Guantánamo, de Le Varón, el 20 de Mayo, La Tijera y otros.

El análisis de la dimensión económica en Guantánamo no estaría completo sin considerar el impacto que en la misma causó la presencia de la Base Naval de los Estados Unidos, desde 1903. Esta instalación proporcionaba empleo a unos 6 mil trabajadores y en algunos momentos coyunturales, como cuando la Segunda Guerra Mundial (19391945) o la Guerra de Corea (19501953), llegó a ocupar hasta unos 10 mil trabajadores. Ella representaba un aporte al circulante monetario local de unos 200 mil dólares mensuales.

Valoración independiente merece el costo social de esta instalación con su secuela de vicios, particularmente la estimulación al crecimiento de la prostitución.

Cultura

En cuanto a la dimensión cultural es interesante destacar como en estos años de República Neocolonial se produce en Guantánamo una verdadera fiebre publicitaria con la fundación de diarios, semanarios y revistas de las más disímiles y heterogéneas concepciones ideológicas. Dentro de ellas, se evidencia el intento de una vanguardia intelectual de situar sus conocimientos al alcance de las masas populares y contribuir así al desarrollo cultural de la región. Tal es el caso de las revistas Chic y Lauros, fundadas ambas en 1908 por Regino E. Boti y Raúl Pullés, respectivamente.

Etapa de 1952 a 1958

En la etapa 19521958 el actual territorio del municipio de Guantánamo tenía una extensión territorial de 2 150 kilómetros cuadrados y una población de 124 685 habitantes. Tasa bruta de mortalidad: 6,4 %. Esperanza de vida al nacer: 58,8 años. Tasa de mortalidad infantil: 32,5 %. La población de Guantánamo representaba el 3,4 % del total de habitantes de Cuba, calculado en unos 6 500 000 en 1958. El fenómeno de la prostitución se extendió durante todos estos años.

El 10 de marzo de 1952 se produce el golpe militar que llevó al poder a Fulgencio Batista.

La fundación del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, en 1955 por Fidel Castro, uniría a los revolucionarios dispuestos a combatir la tiranía de Batista. En febrero de 1953 se constituyó en Guantánamo el Bloque Estudiantil Martiano.

En esta etapa surgen otras organizaciones opuestas a la tiranía batistiana como: Acción Libertadora y el Movimiento Nacional Revolucionario, que contó entre sus miembros a Julio Camacho Aguilera.

El 26 de julio de 1953 se produce, bajo la dirección de Fidel Castro Ruz, el asalto a los cuarteles Guillermo Moncada de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo. Simultáneamente, en Guantánamo fue promovido el alzamiento de Sierra Canasta, encabezado por Miguel Bertrán Bertrán.

El 12 de junio de 1955, se constituyó el Movimiento Revolucionario 26 de julio en La Habana. Por indicaciones de Fidel, se constituye el Frente Obrero del MR–26–7 en Guantánamo, el día 5 de julio de 1955. En septiembre de ese propio año Frank País, jefe de acción del movimiento viaja a Guantánamo para estructurar el MR–26–7.

Como parte de los preparativos para el apoyo al desembarco de la expedición del Granma, en Guantánamo se produjo el Levantamiento del 30 de noviembre.

A partir de marzo de 1957 y durante los meses de febrero y marzo se incrementó la labor de organización, crecimiento y consolidación del MR–26–7 en Guantánamo.

Al producirse el asesinato de Frank País, el 30 de julio de 1957, en Guantánamo se organiza una huelga general. El 4 de agosto se produce la explosión de la fábrica clandestina de explosivos.

Con el triunfo de la Revolución en 1959 la fecha se convirtió en un momento de recordación solemne hacia los mártires de la localidad caídos en la última etapa de la Guerra de Liberación Nacional.

Otras organizaciones que estaban comprometidas con la lucha revolucionaria fueron el Partido Socialista Popular, que en febrero de 1958 reconoce en la lucha armada la vía adecuada para derrocar la tiranía batistiana, y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo.

La constitución del Segundo Frente Oriental Frank País, el 11 de marzo de 1958, bajo la dirección del Comandante Raúl Castro Ruz, se desprende de las condiciones creadas en esta etapa por el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra.

De las seis Columnas que llegaron a conformarse, tres combatirían en la región de Guantánamo, la No. 6 Juan M. Ameijeiras, la No. 18 Antonio López Fernández y la No. 20 Gustavo Fraga, las que desarrollaron importantes operaciones combativas que dieron por resultado la derrota de las fuerzas de la tiranía en Guantánamo, el 2 de enero de 1959.

Revolución en el poder

Actual municipio de Guantánamo

Con el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, se iniciaban profundas transformaciones en la estructura económica, social y política de Cuba y Guantánamo. Comenzó la implementación del programa proclamado por Fidel en el histórico alegato de autodefensa La historia me absolverá. El 3 de febrero de 1959 el Jefe de la Revolución Comandante Fidel Castro Ruz visitó a Guantánamo.

Principales medidas revolucionarias

Confiscación de los bienes a los malversadores. Aplicación de la Ley de Reforma Agraria, Ley de nacionalización de la enseñanza del 4 de mayo de 1961, Campaña de alfabetización, Ley de Reforma Urbana. Crearon el Departamento de Cultura, aplicación de las leyes de nacionalización, creación de organizaciones revolucionarias, entre ellas, las Milicias Nacionales Revolucionarias, MININT, CDR, FMC, CTC, AJR, PNR, ANAP.

Las medidas revolucionarias quebraron las bases de la estructura que sostenía el viejo régimen, por lo que la reacción del gobierno estadounidense fue acrecentar su actitud hostil y desencadenar una amplia campaña propagandística y anticubana. En Guantánamo, desde la Base Naval yanqui, se instrumentaron diversas acciones para destruir la Revolución. El bandidismo fue la forma fundamental que adoptó la contrarrevolución interna, en estrecho vínculo con la reacción externa, alcanzando esta actividad gran proporción en el territorio entre 1959 y 1970.

El Partido Comunista de Cuba sintetiza las más heroicas tradiciones de lucha del pueblo cubano. El 26 de julio de 1961, en el Pleno del Partido Socialista Popular, el Comandante en Jefe Fidel Castro dio a conocer oficialmente las aspiraciones de crear el Partido Unido de la Revolución Socialista, que adoptó el nombre inicial de Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), al lograrse la unión del Partido Socialista Popular, el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo.

En 1963 se constituyó el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS), lo que significó un salto cualitativo en el proceso de formación de la organización de la vanguardia política del pueblo cubano. En las conclusiones del activo nacional del PURS, celebrado entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 1965, Fidel informó el cambio del nombre por el de Partido Comunista de Cuba, proceso que tuvo lugar en Guantánamo el 5 de diciembre de 1965.

Ofensiva Revolucionaria

El 9 de noviembre de 1961, fue creado el Batallón Fronterizo, dirigido por David Concepción Pérez, y por decisión estratégica, esta unidad se convierte en la [[Brigada de la Frontera], bajo el mando de Demetrio Montseny Villa.

El 10 de octubre de 1976 surge la provincia Guantánamo, y el municipio homónimo. A partir de entonces alcanza un considerable auge económico en las esferas de las construcciones en general, el transporte, las comunicaciones, así como en los servicios y se eleva considerablemente el número de instituciones para el desarrollo de la cultura, el deporte y la recreación.

El nuevo marco territorial propició la creación de los Órganos del Poder Popular y con ellos, las condiciones para el ejercicio de la democracia socialista, bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba y el acompañamiento de la Unión de Jóvenes Comunistas.

En el Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz manifestó la necesidad de crear las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) como complemento imprescindible del sistema defensivo.

El internacionalismo ocupa un lugar digno en la historia de este municipio, sus hijos se cuentan entre los primeros en cumplir las más diversas tareas en países hermanos, tanto en misiones civiles como militares. Un total de 9 677 guantanameros cumplieron misiones internacionalistas civiles en Angola, Etiopía, Guinea Bissau, El Congo, Vietnam, Argelia, Nicaragua. Un total de 6 946 cumplieron misiones militares y, de ellos, 116 ofrendaron sus valiosas vidas y 45 fueron heridos o mutilados en la lucha contra el imperialismo, el colonialismo, el neocolonialismo y el racismo.

Estrategia Económica

La política que siguió el municipio para el desarrollo económico a partir de 1985 en que se realiza el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba se fundamentó en la orientación hacia la creación de la base técnico material del socialismo para el logro de la industrialización a través de inversiones dirigidas a incrementar los fondos exportables y de apoyo al desarrollo agropecuario.

Se conoce que el municipio Guantánamo es eminentemente agrícola por lo que el sector agropecuario ha recibido una atención priorizada.

Se crearon las empresas de producción agrícola, citrícola y forestal. En el sector industrial se fortaleció la generación de electricidad, y crecieron considerablemente en el periodo tanto en las inversiones de nuevas industrias como en el aumento de la producción en las ya instaladas.

Universidad de Guantánamo

En este caso se pueden citar la sideromecánica, pesquera, alimenticia, ligera, industrias locales sector de la construcción, industrias de materiales, el transporte y las comunicaciones.

Educación

Desde el mismo Triunfo de la Revolución empezó a recibir beneficios continuos su acelerado ritmo. En todos estos años se trabajó por perfeccionar la educación, se elevó su capacidad instalada, se dio prioridad a los círculos infantiles.

Se ha prestado especial atención a las escuelas y aulas de doble sesión. Hasta 1987 que existían 18 escuelas de esta categoría, se han logrado 8 más que en el periodo anterior, de ellas 7 son puras y 11 parciales, con una matrícula general de 6 396 alumnos, 2 357 más que en el periodo anterior.

Salud Pública

En este campo la Revolución realizó grandes transformaciones y ha tenido también éxitos extraordinarios. El programa de salud en el municipio va aparejado a las mejoras económicas y sociales, proceso que amplió la esperanza de vida al nacer a 74 años, de 55 que era en 1959. Para dar base sólida a todo este propósito se logró contar con una Facultad de Ciencias Médicas y el Instituto Politécnico de la Salud, fusionados después en Universidad de Ciencias Médicas.

En el periodo comprendido de 1977 a 1978 el municipio contaba con 322 médicos, 100 estomatólogos, para un índice de 661 habitantes por médicos y 3 500 por estomatólogos, se incrementó el número de enfermeras de 257 que había en 1977 a 2 207 en 1988.

En Estomatología desde 1977 la atención médica a experimentado mejoras considerables, las que se traducen en un mayor y mejor servicio a la población.

La atención médica en el municipio se incrementó con la presencia del médico de la familia, ya en 1987 el municipio contaba con 79 médicos de la familia, de ellos 29 en zonas rurales.

También jugaron un papel importantísimo los centros de higiene y la contribución de los organismos de masas, logrando reducir la mortalidad infantil a 12 por cada 1000 nacidos vivos, si lo comparamos con 1959, que era de 60 por cada 1000 nacidos vivos.

Las construcciones de instalaciones de salud pública mantuvieron un ritmo ascendente. Para orgullo de los guantanameros el 26 de julio de 1985 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguró el Hospital General Docente Agustino Neto.

Viviendas

Después de aplicada en 1960 la Ley de Reforma Urbana, su efecto dejó en la población miles de propietarios y otros que solo pagaban el 10 % del ingreso familiar. La Revolución continuó llevando a cabo importantes programas para la construcción de viviendas en el territorio, aunque hay que tener en cuenta que esta es una de las medidas sociales, que por su volumen y magnitud requiere de muchos recursos para satisfacer las necesidades crecientes del pueblo, no obstante, lo moderado de los planes de vivienda a ejecutar a fines de los años 60 y en la década del 70 vieron surgir repartos residenciales como: Caribe, que solo tenía algunos edificios privados y empezó a llenarse vertiginosamente de edificios, se construyeron además el Rubén López Savariego (Reparto Obrero), Reparto Pastorita entre otros.

En el periodo de 1977 a 1987 se terminaron 16 753 viviendas correspondientes al sector estatal, a las cooperativas y a la población. En 1987 se incluye en el sector estatal 1 145 viviendas a las cooperativas, 387 a la población 1 4025 y 3 veces lo ejecutado en 1977.

Cultura

La Revolución convirtió la cultura en patrimonio de las masas, a partir de entonces se inició un periodo de transformación cultural del pueblo.

Con la división político–administrativa se crean las direcciones municipales y provinciales, surgen las entidades de subordinación local y proliferan por doquier, las instalaciones culturales, alcanzando este sector en el territorio, avance satisfactorio en su desarrollo. Esa realidad hoy día es más objetiva, al acometerse en el quinquenio 81–85 el completamiento de 10 instalaciones básicas que le permitieron declararse modelo cultural. Ha sido notorio el trabajo del movimiento de aficionados con más de 490 grupos en diferentes manifestaciones del arte. Se ha dado atención a aquellas instalaciones culturales de capital importancia, tales como: el Parque La Confianza, el Museo histórico, la Biblioteca Policarpo Pineda, la Galería de Arte, Casa de la Cultura y la Escuela Vocacional de Arte.

Completan las instalaciones culturales del municipio hasta 1987: el Museo Histórico, dos salas de exposiciones, una Galería de Arte, 3 Casas de Cultura (una en Guantánamo), una Sala Teatro, dos Bibliotecas, 6 Talleres Literarios, El Coro Masculino, 16 Librerías entre otros.

Conjuntamente con estas instalaciones se han creado asociaciones cuyo trabajo cultural con distintos fines, llevan un mismo objetivo, promover los más altos valores humanos, enriquecer la vida del pueblo y participar activamente en la formación de las nuevas generaciones. Se cuentan entre ellas la Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Escritores y Artistas, la Sociedad Cultural José Martí, la Unión de Historiadores.

El municipio es rico en tradiciones folclóricas, un ejemplo de ellas lo constituye la Tumba Francesa y el Changüí, de mucho arraigo popular. La Escuela de Arte Regino Eladio Boti es el máximo centro de arte del municipio, pues de ahí salen los jóvenes para profundizar los conocimientos artísticos, el centro mantuvo destacados resultados y ha sido ganador de altos reconocimientos, como la bandera que otorga la UJC, Orden Lázaro Peña y Vanguardia Nacional por 11 años consecutivos, se le otorgó además la condición de Centro Modelo en 1988.

Durante 25 años ha funcionado la Escuela Popular de Músicos, la que ha superado una buena cantidad de compañeros que con talento desconocían la parte teórica de la misma.

Deporte

En el municipio Guantánamo, el 19 de marzo de 1962 con la creación del INDER se promulgó una resolución que puso fin al profesionalismo y le dio un carácter masivo a la práctica del deporte y desde entonces fue significativo el resultado alcanzado en el mismo.

En el periodo de 19621975 se incrementaron las actividades deportivas y se crearon las infraestructuras que permitieron el desarrollo posterior. En ese año en 1975 es que se tienen 52 áreas e instalaciones deportivas, donde la población puede practicar todo tipo de deporte. En esas instalaciones se practicaban deportes tales como béisbol, baloncesto, boxeo, judo, gimnástica, natación, entre otros, que serían incrementadas según las necesidades de la población e intereses del estado.

A partir de este periodo, hubo un avance en las actividades deportivas y hasta 1987, se incrementaron a 71 las instalaciones, y 121 los trabajadores que prestan servicio en el sector, se practicaban 27 deportes de 32 que se compiten en el país.

Cuenta el municipio con 584 atletas de alto rendimiento que, unido a la matrícula de la EIDE, representa en los calendarios competitivos nacionales desde los pioneriles hasta la primera categoría y nos aportaron 752 medallas de oro, 508 de plata y 607 de bronce.

La participación de Guantánamo en Olimpiadas, Campeonatos Mundiales, copas del Mundo, Panamericanos y otras competencias de carácter internacional es destacada, reflejado en el aporte de medallas que han hecho a la Patria.

Fuentes

  • Colectivo de autores. Síntesis histórica del municipio Guantánamo, La Habana, Ed. Historia y El Mar y la Montaña, 2011.
  • José Álvarez Conde. Arqueología indocubana. Junta nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, 1956.
  • Regino Boti. Guantánamo. Breves apuntes acerca de los orígenes de esta ciudad. Ed. Oriente Santiago de Cuba, 1978.
  • Cristóbal Colón. Diario de navegación. La Habana. Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, 1961.
  • M. Dacal y M. Rivero de la Calle: Arqueología aborigen de Cuba. Editorial Gente nueva. La Habana, 1984
  • J. Guarch. El taíno de Cuba. Academia de Ciencias. La Habana 1978.
  • Harrington, M.: Cuba antes de Colón. Con prefacio y comentarios de Fernando Ortiz “Historia de la Arqueología indocubana” Tomo II. Cultural S.A., 1935.
  • Hortensia Pichardo. “Esbozo histórico de Guantánamo”, en Facetas de nuestra historia. Ed. l Oriente. Santiago de Cuba, 1989.
  • A Soler Zunzarren, Guantánamo. Guía general. 1947.
  • Ismael Alonso Coma. Historia de Guantánamo. Editorial El Mar y la Montaña,2018.[
  • José Barreiro. Panchito. Cacique de Montaña, Casa de las Américas, 2016.
  • Colectivo de autores: Diccionario Enciclopédico Militar de Cuba. Ediciones Verde Olivo2001.
  • Colectivo de autores: Frank en la Memoria. Editora Historia, La Habana, 2012.
  • Ladislao Guerra bueno. El ferrocarril de Guantánamo. Editorial El Mar y la Montaña, 2010.
  • José Sánchez Guerra. Conflictos en Guantánamo 1959-1970. P 35. Inédit
  • Manuel García González y Vivian Díaz Bardají. Veteranos. Esperanzas y olvido. Editorial El Mar y la Montaña. Guantánamo,2012.
  • Vivian Díaz Bardají. Ideología y Movimiento Obrero en Guantánamo. 1888-1955. (Inédito)
  • Alfredo Mateo Domingo. Historia de la División Político-Administrativa. (1607-1976).
  • Concurso 26 de Julio. MINFAR, 1977.
  • Centro de Documentación del CC del PCC. Cronología. 25 años de Revolución. Editora Política, La Habana, 1987.
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  • Centro de Documentación del CC del PCC. Cronología. 25 años de Revolución. Editora Política, La Habana, 1987.