Marcos Antonio Lafá Cuesta

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Marcos Antonio
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Mártir revolucionario de la Masacre de Cabañas
NombreMarcos Antonio Lafá Cuesta
Nacimiento13 de junio de 1917
Cabañas, Mariel, Pinar del Río, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento19 de noviembre de 1958
Cuartel de la Guardia Rural en Cabañas, Bahía Honda, Pinar del Río.
Causa de la muerteAsesinato
EducaciónBachillerato

Marcos Antonio Lafá Cuesta. Mártir de la Masacre de Cabañas. Miembro del M-26-7.

Síntesis biográfica

Nació el 13 de junio de 1917, Cabañas, municipio del mismo nombre en la provincia de Pinar del Río. De procedencia obrera. Le gustaba tocar piano y lo hacía muy bien. Tenía un trato cortes, amable y muy respetuoso y mantenía excelentes relaciones humanas para con todas las personas con quien se relacionaba. Vestía elegantemente y se desenvolvía hábilmente en los negocios.

Estudios

Recibió una esmerada educación que le permitió alcanzar el bachillerato. Para ello asistió a diferentes escuelas , tanto en Cabañas como en La Habana. Los estudios realizados le proveyeron de una buena cultura y una esmerada educación .

Trayectoria laboral

Estuvo en el ejército pero, después de un tiempo en éste se convenció de que esa no era su aspiración y se sentía incómodo ejerciendo una profesión por la que no sentía verdadera atracción. Posteriormente realiza otras funciones para él más excitantes y de mejor remuneración pesador del Central Orozco, dueño de una fonda y finalmente chofer de alquiler.

Trayectoria revolucionaria

Pertenecía al Partido Ortodoxo. Era un hombre inteligente y muy confiable, que tenía muchos amigos; muchos de ellos, de importantes relaciones públicas y buena posición social. Es precisamente como chofer de alquiler de su propio automóvil cuando se vincula al Movimiento 26 de Julio.

A partir de su incorporación al M-26-7 realiza importantes misiones que le encomienda la Dirección del M-26- 7 en Cabañas: venta de los bonos de mayor valor monetario ,traslado de propaganda subversiva y dirigentes del Movimiento para asistir a reuniones o en otras situaciones complejas.

Mantenía excelentes relaciones con Vicente Cubillas Borges “Chente”, el jefe del M-26-7 en el municipio Cabañas a quien le había servido como chofer en varias ocasiones. Esto sirvió para que sobre él se tuvieran sospechas de ser un revolucionario más que servía a los intereses fidelistas en Cabañas.

Muerte

El día 19 de noviembre fueron en su búsqueda los sicarios del régimen batistiano que se encontraban en Cabañas enviados desde el Regimiento 6, “Rius Rivera” de Pinar del Río y de la finca “El Cangre” , propiedad de Rolando Mansferrer con la intención de reprimir a los revolucionarios de la zona por las acciones que estaban llevando a cabo los miembros del Ejército Rebelde. Ese día le sacaron de la casa cuando aún almorzaba y le llevaron al cuartel de Cabañas.

En el cuartel, Marcos fue despojado de todos los objetos de valor que poseía, incluso hasta los zapatos. Junto a otros ocho cabañenses, fue salvajemente golpeado hasta hacerle desmayar por la violenta golpiza .En horas de la madrugada del siguiente día, los torturados la noche anterior fueron conducidos en una furgoneta cerrada hasta la finca San Claudio donde los soldados recién llegados habían instalado otro campamento. Al connotado esbirro Armando Cazola y su pelotón de verdugos le fueron entregados los prisioneros.

Su familia no volvió a saber jamás de él ni de los que con él habían conducido aquella tarde del 19 de noviembre al cuartel. Con inmensa angustia veían pasar los días sin que nada más supieran del destino que habían corrido ¿Los tendrán presos en algún lugar?. ¿ Los habrán matado? Pocas esperanzas tenían sus familiares y amigos.

Los horribles gritos de dolor y espanto que se habían escuchado a partir de las 5:00 de la tarde y aquella noche del 19 de noviembre procedentes del cuartel no auguraban otra cosa: habían acabado con ellos. Su cuerpo no se encontró hasta el día 14 de enero de 1959 cuando un campesino de la zona de Guasimal , en San Claudio encontró dos tumbas que hedían desagradablemente .

Al morir, dejó una mujer viuda y dos hijos sin padre, tenía 41 años de edad. En el desarrollo del juicio a los criminales de aquella monstruosa masacre se pudo conocer que lo habían asesinado antes que los demás y apartado del resto de sus compañeros porque lo habían llevado sin zapatos, caminando sobre las piedras y espinas y que, hubo un momento en que se detuvo y le dijo a sus asesinos.”…Yo no camino más. Si me van a matar, háganlo aquí mismo “.

Fuentes