Margarita de Anjou

Margarita de Anjou
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Reina Consorte de Inglaterra
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Reina Consorte de Inglaterra
1445 - 1471
Reinado 23 de abril de 1445 - 21 de mayo de 1471
Nacimiento 23 de marzo de 1429
Pont-à-Mousson, Lorena Bandera de Francia Francia
Fallecimiento 25 de agosto de 1482 (53 años)
Dampierre, Saumur, Bandera de Francia Francia
Entierro cripta familiar de los Anjou en Angers
Cónyuge/s Enrique VI de Inglaterra
Descendencia Eduardo de Westminster
Padre Renato I de Nápoles
Madre Isabel de Lorena


Margarita de Anjou. Fue la última reina consorte de Inglaterra de la casa de Lancaster. Figura destacada y activa en la Guerra de las Dos Rosas que enfrentó a dos ramas de una misma familia en una encarnizada lucha civil por el trono inglés.

Síntesis biográfica

Primeros años

Margarita de Anjou. Nació en Pont-à-Mousson, Lorena, el 23 de marzo de 1429. Fue la tercera hija de Renato de Anjou, llamado "el Bueno", y de Isabel de Lorena. Para garantizar la alianza franco-inglesa tras la Guerra de los Cien Años, se la eligió como la futura esposa del rey Enrique VI de Inglaterra con el que contrae matrimonio en abril de 1445 en la ciudad de Nancy, en un matrimonio por poderes, siendo representado el rey por el duque de Suffolk. El mismo día, en Tichfeld Hants, Enrique VI fue quien aceptaba contraer matrimonio de igual manera.

Reinado

Mujer culta, hermosa y empapada del artificioso ceremonial caballeresco de la corte de su padre, desde su llegada a Inglaterra tuvo una influencia determinante en su esposo provocando las iras y celos de los nobles ingleses que la tacharon de intrusa en la corte inglesa. Entre dichos nobles se destacó notoriamente Ricardo de York|Ricardo, duque de York]], primo del soberano. Asimismo, la debilidad de carácter del rey hizo que Margarita se convirtiera en la líder de la Casa de Lancaster convirtiéndose en la clara opositora de la Casa de York.

Su posición en la corte se reforzó considerablemente cuando dio a luz, tras ocho años de matrimonio, a su único hijo, Eduardo de Westminster, Príncipe de Gales, con lo que los partidarios de los York veían frustrarse sus planes de un cambio dinástico; infortunadamente, este hecho coincidió con el primer ataque de locura del rey. La reina Margarita da claras muestras de querer detentar la regencia pero el duque de York ejerce su influencia y se erige como regente del reino con el título de Lord Protector.

El duque de York, ahora en la cima del poder, no iba a ceder el cargo con tanta facilidad: decidió apoyarse en las clases medias y en los llamados lolardos (secta de predicadores ambulantes) para conseguir apoderarse del trono.

La guerra de las Dos Rosas

Artículo principal: Guerra de las Dos Rosas

En la Navidad de 1454, Enrique VI recupera la razón y York pierde su poder siendo derrotado en la batalla de Saint Albans. Este hecho desencadenaría la llamada Guerra de las Dos Rosas al dividirse el país entre ambos bandos: La Rosa Roja (Casa de Lancaster) y La Rosa Blanca (Casa de York).

Al siguiente año, Ricardo de York logra reponer sus fuerzas y derrota al rey tomándolo prisionero, a él y a su hijo, estableciendo un segundo Protectorado. Margarita, que había logrado huir, no depone su actitud y reagrupa las fuerzas de los Lancaster, logrando derrotar a York y liberar al rey en 1459, aprobando ella misma en el Parlamento de Coventry, el destierro del duque de York y la confiscación de sus bienes patrimoniales así como los de sus aliados. Al año siguiente, los yorkistas derrotan a las tropas reales en Northampton, Enrique VI es tomado prisionero nuevamente y Ricardo de York obtiene el poder nuevamente, obligando al rey a nombrarle heredero del trono. La reina Margarita huye a Escocia.

Nuevamente, la reina Margarita saca fuerzas del infortunio y reúne las fuerzas de los Lancaster, derrotando a los York en la batalla de Wakefield, donde el duque Ricardo de York pierde la vida. Sin embargo el hijo y heredero de Ricardo, Eduardo de York, toma la jefatura de la casa de York y gracias al decisivo apoyo de Ricardo Neville, conde de Warwick -el llamado "Hacedor de Reyes"- logra una aplastante victoria en la batalla de Towton en 1461.

Poco después, Margarita de Anjou vuelve al ataque y derrota a los yorkistas en la segunda batalla de Saint Albans, liberando al rey. La victoria es efímera, y en Mortimer's Cross, Eduardo logra derrotar a los Lancaster, ocupa Londres y en marzo se proclama rey con el nombre de Eduardo IV. Los partidarios de los Lancaster son ajusticiados y perseguidos.

La reina Margarita y su hijo Eduardo se refugian en Francia, al amparo de los parientes de la reina, principalmente su primo, el rey Luis XI de Francia (hijo de María de Anjou, hermana de Renato el Bueno). Enrique VI huye a Escocia y se enfrenta de nuevo a los yorkistas en la batalla de Hexham en 1465 pero sufre otra derrota y es capturado por Eduardo IV de Inglaterra, que decide encarcelarlo en la Torre de Londres. Durante diez años, Margarita luchó aguerridamente por reunir fuerzas con las que poder rescatar a su esposo y recuperar el trono.

Warwick se había enemistado con Eduardo IV a causa del escándalo que supuso el matrimonio del rey con Isabel Woodville, echando por tierra los brillantes proyectos de Warwick de casar al rey con una princesa de Francia e incluso con algunas de sus propias hijas y el descontento por los grandes favores que Eduardo IV concedía a los Woodville. El duque de Clarence y Warwick acabaron sublevándose contra el rey y después de una rebelión fallida en 1470, ambos se vieron obligados a huir a Francia.

El monarca francés Luis XI de Francia, se encontraba bajo una gran presión por parte de la exiliada reina Margarita de Anjou para que lo ayudara a invadir Inglaterra, reconquistar y liberar a su cautivo esposo. Fue el rey Luis quién sugirió la posibilidad de una alianza entre Warwick y Margarita, una idea que a ninguno de los antiguos enemigos le gustaba. Pese a sus reticencias, ambos llegaron a darse cuenta del potencial de tal alianza, pese a los fines que perseguían cada uno.

Margarita quería reclamar su reino y asegurar la sucesión de su hijo, mientras que Warwick esperaba poder mantener como un títere al rey, fuera Enrique o su hijo. En cualquier caso se comprometieron por medio de una alianza matrimonial entre el Príncipe de Gales, Eduardo de Westminster, y la hija de Warwick, Ana Neville. Warwick ofreció su espada a la reina Margarita, a la que anteriormente había insultado y vilipendiado de todas las formas posibles. La poderosa alianza que ambos forjaron, y que reunió a la poderosa facción de los Neville con los leales partidarios de la casa de Lancaster, que eran todavía muchos, pronto logró imponerse a las debilitadas fuerzas de Eduardo IV, en 1470.

Warwick libera a Enrique VI y lo repone en el trono. Margarita y su hijo regresan a Inglaterra y empieza la persecución de los partidarios de los York. Eduardo IV, refugiado en los Países Bajos al amparo de Carlos el Temerario, duque de Borgoña, regresa al año siguiente y consigue, gracias al apoyo de los borgoñones y la Hansa, la derrota de Warwick en Barnet, en abril de 1471, donde éste pierde la vida.

Ahora, sin el apoyo de Warwick, Margarita y Enrique VI se juegan el todo por el todo en la decisiva batalla de Tewkesbury el 4 de mayo de 1471. El hijo de ambos, el príncipe Eduardo, decide apoyar a su padre en la batalla. Eduardo IV consigue la victoria y captura a Enrique VI y a su hijo y aunque Margarita vuelve a huir, es atrapada poco después, al tiempo que se enteraba que su hijo había sido ahorcado por los yorkistas en el campo de batalla y que su esposo era encarcelado y asesinado en la Torre de Londres. Margarita, a su vez, es también confinada en la Torre. Más adelante, la encarcelaron en el castillo de Wallingford.

El rey Luis XI de Francia, que de acuerdo a los cronistas era un hombre insensible y cruel, sale en defensa de su prima y exige su liberación, la cual no se produce hasta 1478, pagando por ella un rescate de 50.000 coronas. Margarita regresa a Francia encontrándose en la pobreza tras la muerte de su imprevisor padre. El avaricioso rey Luis se había quedado ya con casi todos los bienes de Margarita para recuperar el dinero del rescate.

Muerte

La última reina Lancaster falleció casi en la indigencia, el 25 de agosto de 1482, en el castillo de Dampierre, en Saumur, a los cincuenta y tres años de edad, siendo sepultada en la cripta familiar de los Anjou en Angers.

Fuentes