Elena Pávlovna

Elena Pávlovna
Información sobre la plantilla
Elena Pavlovna of Russia.jpg
Duquesa Rusa
NombreElena Pávlovna Romanova
Nacimiento24 de diciembre de 1784
San Petersburgo, Bandera de Rusia Rusia
Fallecimiento24 de septiembre de 1803
Ludwigslust, Alemania Bandera de Alemania Alemania
TítuloGran Duquesa de Rusia

Elena Pávlovna. La Gran Duquesa de Rusia, princesa heredera, consorte de Mecklemburgo-Schwerin, era la cuarta hija de los entonces herederos al trono ruso, Pablo y María Feodorovna.

Síntesis biográfica

Nació el 24 de diciembre de 1784 en San Petersburgo, Rusia. Hija del Emperador Pablo I de Rusia y de la Princesa Sofía Dorotea de Württemberg. Se dice que era tan bella que su abuela, la Emperatriz Catalina II de Rusia, la llamaba Helena de Troya. Desde niña y como cualquier Gran Princesa, Elena recibió una educación basada en el arte, la literatura y la pintura, todo supervisado por su abuela. Su verdadero propósito en la vida, sería casarse bien y ofrecer a su marido hijos.

Si los hombres de la realeza han pasado a la historia por sus decisiones políticas y militares, las mujeres han desempeñado un papel decisivo en las uniones a través de la sangre y el matrimonio a todas las familias reales europeas. La madre de Elena, Sofía de Württemberg, resultó ser una excelente casamentera. Salvo una hija que murió siendo un bebé, casó el resto de sus hijos con miembros de las casas reales más importantes de Europa.

Vida personal

A finales de 1790, Elena fue prometida al Príncipe Heredero Federico Luis de Mecklemburgo-Schwerin, hijo mayor de Federico Francisco I, Gran Duque de Mecklemburgo-Schwerin y de la Princesa Luisa de Sajonia-Gotha-Altenburg. Era costumbre que las princesas europeas viajaran al país de origen de su marido para casarse, sin embargo, la grandes princesas de Rusia siempre fueron la excepción, ya que todas contraían matrimonio en Rusia por tradición.

El 23 de octubre de 1799, Elena Pavlovna y Federico Luis se casaron en el palacio de Gatchina, Rusia. De dicho matrimonio nacieron dos hijos: Pablo Federico, Gran Duque de Mecklemburgo-Schwerin y María Luisa de Mecklemburgo-Schwerin. La Gran Duquesa se trasladó a Schwerin, Alemania, con su marido. Allí fue presentada ante una nueva Corte, muy diferente a la opulente Corte de San Petersburgo. Estaba muy contenta con su nueva vida y poco después de la boda estaba encinta. El año 1801 fue especialmente duro para Elena, ya que perdió en tan sólo unos días a su hermana Alejandra dando a luz en Buda , Hungría, y a su padre, el Emperador Pablo I de Rusia, asesinado tras un golpe de Estado.

Muerte

En septiembre de 1803, la Gran Princesa Elena Pavlovna de Rusia, Princesa de Mecklemburgo-Schwerin, cayó gravemente enferma y murió repentinamente el 24 de septiembre. Fue sepultada con gran dolor en el Mausoleo Elena Pavlovna en Ludwigslust, Alemania. Varios miembros de la Dinastía de Mecklemburgo-Schwerin, incluyendo la segunda esposa de su marido, están sepultados allí. Su marido nunca se convirtió en Gran Duque de Mecklemburgo-Schwerin porque falleció antes que su padre, sin embargo el hijo que tuvo con Elena, Pablo Federico, subió al trono en 1837.

Cualidades personales

Numerosos hechos citados en las memorias de los contemporáneos indican inusuales cualidades personales de la gran duquesa Elena Pavlovna.

De forma autodidacta, con ayuda de los libros aprendió el idioma ruso, resultado del cual podría no sólo, en el día de su visita a Rusia (1823) saludar a cada una de las 200 personas presentadas ante ella, sino también leer en el original "Historia del Estado Ruso" Karamzin.

La Condesa Bludov, describe en sus notas a Elena Pavlovna:

"Hace 45 años la vi por primera vez y que su modo de andar rápido, que caracterizó a la singularidad de un atractivo externo, como un acto de bondad de vida. Este ímpetu fue sólo la verdadera expresión de la rapidez de su carácter e inteligencia, rapidez, que le llevó a ayudar todas las mentes más o menos animadas a veces dejadas llevar por la decepción, en ella resultaba encantador. Ni el verano ni la enfermedad, ni el dolor, cambiaron esta característica. "

Dotada de un conocimiento enciclopédico fué excelentemente educada, le encantaba relacionarse con los científicos y artistas. A lo largo de su vida, mostró un gran interés en las artes y el patrón de los artistas rusos, músicos, escritores. Ella, de acuerdo con el senador AF Koni, " poseía un instinto innato que le permitía mantener y desarrollar su talento. Emperador Nicolás I le llamó "le sabio de famille" (la mente de nuestra familia).

"Esta es una mujer con una mente amplia y corazón excelente. Es muy posible encontrar la amistad verdadera. Educada bajo la supervisión de Cuvier, un amigo de su padre, el Príncipe de Württemberg, ella conservaba el recuerdo de todo lo que había visto y oído en su juventud. Entregada en matrimonio siendo aún muy jóven ella nunca dejó de estudiar las ciencias y de ser fehaciente en el trato con las celebridades que llegaban a San Petersburgo, o que había conocido durante sus viajes al exterior hablaba con ellos incansablemente sus temas nunca eran vacío o sin sentido: apelaba a ellos con preguntas, inteligentes que demostraban su educación.

Fuente