Diferencia entre revisiones de «Pértinax»

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Revisión del 07:56 22 jun 2012

Pertinax
Información sobre la plantilla
Pertinax4.jpg
NombrePublio Helvio Pertinax
Nacimiento1 de agosto de 126
Apenina
Fallecimiento8 de marzo del año 193
PadresHelvius Sucessus

Pértinax. Consúl de las provincias de Alta y Baja Moesia, Dacia, Siria y Britannia. Su nombre verdadero era Publio Helvio Pertinax.

Síntesis Biográfica

Nació el 1 de agosto de 126 en Ligurian. Hijo del liberto Helvius Sucessus, que trabajaba en las posesiones de L. Loliano Avito cónsul en el año 144. Fue llevado a Roma como estudiante del gramático Sulpicius Apolinaris, dedicándose posteriormente a enseñar gramática y aunque después se hizo oficial en el ejército.

Logros, contribuciones, aportes

Se distinguió en la guerra contra los partos, a la que siguió una carrera plena de ascensos en Britannia (llegó a tribuno militar de la VI Legión, Victrix), en la frontera del Danubio o como procurador en Dacia. Durante el reinado de Marco Aurelio fue víctima de una serie de intrigas palaciegas que interrumpieron su ascenso, pero éste se reinició cuando fue llamado para ayudar a Claudio Pompeyano en las guerras de Germania. En el año 175 alcanzó el consulado, y antes de 185 había sido gobernador de las provincias de Alta y Baja Moesia, Dacia, Siria y Britannia.

Partició activamente en el Senado, hasta que el prefecto de los pretorianos Perennis le obligó a retirarse de la vida pública. Tres años después fue encargado para acabar con el motín que había estallado entre las tropas destacadas en Britannia y una de las legiones amotinadas atacó a su cuerpo de guardia y le dejó moribundo. Cuando se repuso, castigó a los amotinados. Procónsul en África (188-189), prefecto en Roma y cónsul ordinario con el emperador como colega. Fue proclamado emperador al día siguiente del asesinato de Cómodo, el 31 de diciembre de 192.

Su reinado duró 86 días. La guardia pretoriana esperaba un generoso donativo tras su ascenso y al serle denegada se rebelaron hasta forzar que el emperador vendiera propiedades de Cómodo para satisfacerles. Intentó salvaguardar la vida de su mujer y de su hijo renunciando a los honores propios del emperador y de su familia, lo que no evitó que miembros de la guardia pretoriana le asesinasen el el 28 de marzo de 193. Entre los conspiradores se encontraban Didio Juliano y Flavio Sulpiciano. Los dos prometieron dinero a la guardia pretoriana, 250.00 0 sestercios Juliano y 20.000 Sulpiciano, para hacerse con el poder tras el éxito de la conspiración.

El Imperio en Venta

Después de la dinastía de los Antoninos, el imperio es víctima de la anarquía; los soldados disponen del trono; el gobierno y la ley quedan olvidados; y el desorden dominó en todas partes. A la muerte de Cómodo los pretorianos elevaron al trono a Helvio Pertinax, que desde un origen humilde, se elevó por su valor y su talento a los primeros puestos de la milicia. Botado de virtud y de firmeza, se propuso de volver al senado su prestigio y restablecer el orden y el imperio de la ley, pero al intentar someter los pretorianos a una severa disciplina, fue asesinado por los mismos que tres meses antes lo habían elegido.

Muerto Pertinax, y dueños de Roma los pretorianos, pusieron el imperio en venta, adjudicándolo como mejor postor a Didio Juliano, que ofreció 5,000 dracmas (18,000 reales próximamente) a cada soldado. Hecho semejante, aunque aprobado por el senado, atrajo a Juliano el odio del pueblo y hasta de los mismos pretorianos y fue la ocasión de que se sublevaran contra él las legiones de Siria, que nombraron emperador a Pecenio Niger, las de Bretaña a Clodio Albino y las de Iliria a Septimio Severo. Este último se dirige a Roma, y es proclamado emperador por el senado, que había mandado decapitar a Didio Juliano.

Medidas tomadas durante su reinado

Pertinax dispuso de muy poco tiempo para poner en práctica nuevas medidas políticas destinadas a afianzar el Estado tras el reinado de Cómodo y a consolidar su recién adquirida posición. Así, por ejemplo, sabemos que prohibió los procesos judiciales por traición iniciados contra los senadores; permitió el regreso a Roma a los exiliados políticos y restituyó el buen nombre de aquellos injustamente ejecutados durante el gobierno de su predecesor. Para hacer frente a la ruinosa situación de las arcas públicas, el nuevo augusto se vio obligado a subastar las pertenencias de Cómodo que incluían, entre otras, sus “extravagantes” vestiduras, los carruajes imperiales, concubinas e incluso diversos bufones, en un momento en el que Pertinax tenía que hacer frente a grandes dispendios, que incluían los obligados donativos debidos al ejército y a la plebe por su ascensión al trono. Se esforzó, también, en mejorar la ley de la moneda de plata que había sido devaluada durante el reinado anterior; ideó un programa para impulsar la producción agrícola y eliminó diversos impuestos de aduana instituidos por su predecesor. Por último también intentó poner orden en las filas del Senado, aplicando una serie de medidas que provocaron malestar entre muchos de sus miembros.

Fuente