Álvaro Yáñez Bianchi

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Álvaro Yáñez Bianchi
Información sobre la plantilla
Juan Emar.jpg
NombreÁlvaro Yáñez Bianchi
Nacimiento13 de noviembre de 1893
Santiago de Chile, Chile
Fallecimiento8 de abril de 1964
Santiago de Chile, Chile
NacionalidadChilena
Otros nombresJuan Emar, Jean Emar, Jean
OcupaciónEscritor, pintor, crítico de arte
HijosMarcela, Pilar y Clara Yáñez Rivadeneira
PadresEliodoro Yáñez

Álvaro Yáñez Bianchi, más conocido por el seudónimo Juan o Jean Emar (Santiago de Chile, 13 de noviembre de 1893 - Santiago, 8 de abril de 1964) fue un escritor, crítico de arte y pintor chileno, máximo exponente local de la vanguardia literaria de las décadas de 1920 y 1930 en el género narrativo, e integrante del colectivo de artistas plásticos Grupo Montparnasse.

Sus obras más destacadas son la colección de cuentos Diez (1937), las novelas breves Ayer, Un año, y Miltín 1934 (todas publicadas en 1935). Tras la indiferencia de público y crítica frente a sus libros, el autor desapareció de la escena artística y se dedicó casi exclusivamente a escribir la extensísima novela Umbral.

El autor emprendió la escritura de esta última obra en 1942, tarea que continuó, durante sus últimos años, enclaustrado en Vilcún, una localidad de la Araucanía, sin abandonar la redacción de la novela hasta su muerte. Umbral consta de cinco tomos, cuatro "pilares" y un "dintel", que en el original del autor completaban 5.000 páginas mecanografiadas.

Biografía

Hijo del senador y empresario Eliodoro Yáñez, quien deseó convertirlo en un político de grandes ambiciones. Conocido por sus íntimos como Pilo, pasó sus primeros años entre Chile y viajes a Europa. Su existencia transcurría en el contraste de la despreocupada vida elegante de la aristocracia santiaguina con las fuertes presiones de su padre para que estudiara Derecho.

En 1918 se casó con su prima Herminia Yáñez, más conocida como Mina. Con ella emprendió al año siguiente, un nuevo viaje a Europa, que parece haber sido crucial para él. La pareja se instaló en París, en la calle Hegesippe Moreau. Él se inscribió en clases de pintura y dibujo dictadas en la Academia de la Grande Chaumiére, en Montparnasse. Paralelamente, trabajó en la Legación Chilena (embajada), con el cargo de Primer Secretario. Era un empleo conseguido a través de las influencias familiares, pero ajeno al carácter del joven Álvaro Yáñez.

El padre parece haberse resignado a que su hijo fuera un artista a principios de la década de 1920, cuando Álvaro regresa de Europa completamente imbuido en las nuevas tendencias artísticas parisinas.

En junio de 1930 contrae matrimonio con Gabriela Rivadeneira Rodríguez, matrimonio del que nacen Marcela, Pilar y Clara Yáñez Rivadeneira.

Crítico de arte

El último trabajo formal que tuvo, fue el de columnista y crítico de arte del diario La Nación, fundado por su padre. Asumió en dichas columnas, en 1924, el seudónimo Jean Emar, después Juan Emar, tomado de la expresión francesa “j’ en ai marre” (estoy harto). En sus columna defendió las nuevas tendencias artísticas de la vanguardia europea, abogando por una superación del criollismo y academicismo, de moda en el Chile de aquellos años. Convirtió la página de arte de La Nación en un reducto de la vanguardia, incluyendo colaboraciones de Vicente Huidobro y Julio Ortiz de Zárate, e ilustraciones originales de autores como Henriette Petit y Luis Vargas Rosas, además de reproducciones de artistas europeos del fauvismo, cubismo y otras . En 1925 publicó un anticipo del poemario Altazor, de Vicente Huidobro, que con el tiempo sería considerado una de las obras maestras de la poesía chilena.

Por otro lado, en la sección Crítica y Críticos polemizó con los entendidos que publicaban en otros periódicos, encarando el convencionalismo autosuficiente de sus opiniones.

Realizó esta labor hasta 1927, año en que el periódico fue expropiado por el gobierno dictatorial de Carlos Ibáñez del Campo. Un duro golpe para su familia, pues además su padre fue deportado.

El mismo año se separa de su primera mujer. Viaja entre Chile y Europa, donde inicia una nueva relación con la francesa Álice la Martiniere, Pépéche.

De 1953 a 1957 retoma su relación romántica con Pépéche en la ciudad francesa de Cannes, hasta que regresó a Chile. Desde entonces hasta 1964 no se conoce mucho sobre lo que ocurrió con Juan Emar, salvo que el ocho de abril decidió acabar con su vida dejando una inmensa producción literaria inédita y sin editar.

Obras

  • Torcuato (1917, inédito)
  • Ayer (1935)
  • Un año (1935)
  • Miltín 1934 (1935)
  • Diez (1937)
  • Umbral (publicación póstuma: edición parcial 1977, completa en 1996)
  • Don Urbano (dibujos) 2011.
  • Cavilaciones (2014)(ensayo, póstumo)
  • Amor (2014)(novela, póstuma)
  • Crítica de arte
  • Notas de arte: Jean Emar en La Nación : 1923-1927 (2003, recopilación póstuma)
  • Jean Emar: escritos de arte, 1923-1925 (1992, recopilación póstuma)

Epistolario

  • Cartas a Carmen (recopilación póstuma)

Opiniones de contemporáneos

Pablo Neruda: "A mi compañero Juan Emar se le dará lo que aquí no se mezquina: lo póstumo". Pablo Neruda: "Ahora que los corrillos se gargarizan con Kafka aquí tenéis nuestro Kafka". Alejandro Jodorowsky: "¡Qué iban a comprender su narrativa! Ahí estaba el loco Juan Emar creando la verdadera prosa chilena. Hay que partir de él ahora, aunque nadie lo haya leído".

Incomprendido por la crítica de ese entonces, no fue sino hasta las décadas de los setenta y ochenta cuando tímidamente comenzó su rescate. Su obra reapareció bajo el rótulo de surrealista, kafkiana o incluso proustiana. Sin embargo, la vaguedad que exhibieron estos adjetivos recién fue resuelta a partir de los años noventa, cuando la abundancia de estudios críticos y referencias a su obra hicieron que su figura ocupara un puesto destacado dentro del canon alternativo que se ha ido estableciendo en la historia de la literatura chilena. Finalmente, la publicación de Umbral por parte de la Dibam en 1996, abrió amplias posibilidades a las futuras generaciones para hacerse cargo de su extenso legado.

En noviembre de 2004 la Biblioteca Nacional recibió alrededor de cuatrocientos manuscritos de Juan Emar. Entre ellos destacan los diarios que escribió el autor entre los años 1911 y 1964. Tres años después de recibir tan valioso legado la Biblioteca Nacional homenajeo a Juan Emar montando en la sala cristal una muestra de sus dibujos.

Fuente