Aborígenes en Guanajay

Aborígenes en Guanajay
Información sobre la plantilla

Resumen.

El territorio que ocupó originalmente la jurisdicción de Guanajay, así como su propio nombre indudablemente aborigen, dieron lugar durante mucho tiempo al surgimiento de hipótesis acerca de la existencia de comunidades indocubanas en esta zona.

Primeros Indicios.

En el libro inédito "Guanajay: apuntes para su historia" el Dr. Luis Manuel Núñez plantea:
"Los escasos datos que hasta nosotros han llegado respecto a los primitivos habitantes de esta región, nos aseguran que pertenecían a la llamada raza roja y se les conocía con el nombre de siboneyes o cibuneyes".
Esta afirmación hecha por Núñez no permite determinar el tipo de cultura de los primeros pobladores de la zona, pues él cayó en la tendencia de llamar siboney a todo indio de que se tenía noticia o referencia, sin discernir su estadío económico - cultural.
Consultadas obras como "Cuba antes de Colón" de M.R. Harrington y "Civilización taína en Pinar del Río" del Dr. Pedro García Valdés, encontramos que en sus exploraciones por Vuelta Abajo, Harrington trabajó en la parte más occidental de Pinar del Río y no hizo referencia a Guanajay.
El Dr. García Valdés por su parte, intentó demostrar que el taíno vivió en sus territorios mediante la acumulación de restos y facturas taínas encontradas en diversos lugares por campesinos, directores, maestros y alumnos de diferentes escuelas. De las 74 piezas acumuladas algunas correspondieron al territorio que comprendía la antigua jurisdicción de Guanajay.

Primeros Descubrimientos.

Un percutidor encontrado por el Dr. José Arias cerca de la Sierra de Anafe, un hacha petalide hallado por el Dr. Antonio Saavedra director del colegio "San José de Calazán" en la propia Sierra de Anafe, y otra hacha petaloide que un estudiante encontró en la finca San Ramón y regaló al Dr. Pedro Flexas, director del Colegio "Luz y Caballero".
A esos hallazgos siguió un largo y árido período donde no hubo investigaciones arqueológicas que permitieron demostrar o negar la existencia de comunidades aborígenes en Guanajay. Por otra parte esos antiguos reportes de piezas corresponden a lugares que dejaron de pertenecer a territorio guanajayense en virtud de nuevas divisiones político - administrativas.
El reto de determinar si habían vivido o no aborígenes en el actual territorio estuvo en pie hasta el año L99l en que visitó el municipio el Dr. Gabino La Rosa Corso, Jefe del Censo Arqueológico Nacional en la provincia La Habana.
En ese año existía ya el grupo arqueológico Guamuhaya que acompañó a Gabino en su recorrido, sin que se encontraran evidencias materiales consistentes en los sitios explorados. Partiendo de esa realidad objetiva, se descartaron todos los antiguos reportes de posibles sitios y se inició un estudio arqueológico minucioso de Guanajay.
Desde el mapa topográfico de la localidad se siguieron los posibles patrones de asentamiento, teniendo en cuenta las características del terreno y buscando lugares con una fuente de agua cercana en áreas poco afectadas por crecidas de ríos o arroyos.
Tras varios meses de intensa búsqueda comenzaron a mediados de 1992 los primeros descubrimientos que intensificaron el trabajo y permitieron finalmente arribar a conclusiones.

Sitios Arqueológicos.

Hasta el año 2001 han sido hallados y reportados por el grupo Espeleológico Guamuhaya tres sitios arqueológicos aborígenes cuyas evidencias fueron analizadas en el Centro de Antropología del CITMA.
Sitio Guanajay 1: Aunque fue el segundo en descubrirse, se reportó primero, de ahí su denominación como Guanajay 1. Fue localizado el 30 de octubre de 1994 en la Cueva La Palma en Chacón.
Ha sido clasificado como un campamento de caza. Se hallaron en él 18 piezas de sílex, 4 pequeñas piedras tintoreas, 2 fragmentos dentales y pequeños huesos calcinados por el fuego que presumiblemente formaron parte de la dieta de los aborígenes. Se descubrió también un fogón aborigen y fragmentos de cerámica burda.
Sitio Guanajay 2: Este sitio fue el primero que se localizó, aunque inicialmente sus descubridores no contaron con suficientes evidencias materiales, lo que determinó que fuera el segundo en reportarse.
Fue hallado el 17 de junio de 1992 en las inmediaciones del nacimiento del río Capellanías. A diferencia del sitio Guanajay 1, está a cielo abierto. Se obtuvieron de él 12 piezas de sílex y la mitad de un mortero elaborado en basalto rojo y bauxita litificada.
El 11 de abril de 1995 fue descubierto un gran taller de sílex en un sembrado de caña, en lo que constituyó sin dudas el centro del asentamiento aborigen. Se han extraído de aquí más de 119 piezas de sílex, algunos percutores, una vasija de caracol y la mitad de un mortero.
Los sitios Guanajay 1 y 2 se incluyen dentro de las comunidades preagroalfareras, que corresponden a un estadío histórico-cultural perteneciente al mesolítico medio.
Sitio Jobo 1: Al igual que el Guanajay 2, este sitio se encuentra a cielo abierto. Fue descubierto en junio de 1996 en la finca Canto, del barrio Mendive.
Este asentamiento aportó como evidencias varios tipos de gubias, vasijas, colgantes y microcuentas de conchas, abundantes piezas de sílex donde aparecen puntas de proyectiles, material de piedra en volumen como dagas líticas, esferolitas, vasijas de piedra, percutores, majadores etc. Se hallaron además restos de abundante dieta producto de la caza y la pesca, esta última con una significativa representatividad de productos marinos, lo que evidencia un intercambio desarrollado con otros grupos humanos asentados en el litoral norte, próximo a la desembocadura del río Bongo (posible vía de comunicación entre ellos) en la Bahía de Mariel.

La presencia de fragmentos de vasijas de barro, anuncia una cerámica bastante desarrollada.
Este sitio es el más importante de los encontrados hasta hoy. Está enmarcado en un estadío superior de desarrollo histórico-cultural, el mesolítico tardío o protoagroalfarero con tradición mesolítica. En sus predios existió un asentamiento poblacional estable durante un período de tiempo significativo.
La última década del siglo XX resultó la de los descubrimientos arqueológicos en Guanajay, la presencia de aborígenes dejó de ser hipotética para convertirse en una realidad científicamente demostrada.
Ellos y no los conquistadores españoles poblaron primero estas tierras y les dieron el nombre que hoy ostenta con orgullo.
Al producirse las primeras mercedaciones de tierras hechas por el Cabildo de La Habana en 1559, 1568 y 1576 acaso estuvieron aún aquí los últimos indocubanos.
Todas esas circunstancias nos permiten afirmar hoy en día que el poblamiento de esta zona fue iniciado por los indios y continuado por los españoles de forma consecutiva, sin que mediara fundación oficial de la villa, ni trazado original de ella. El tiempo y las necesidades humanas se encargarían de dotarla de las instituciones necesarias.
Queda en pie, sin embargo, una hipótesis final que absorbe el interés y el tiempo de los jóvenes arqueólogos guanajayenses: ¿estuvo el mayor asentamiento aborigen en el sitio que hoy ocupa el casco histórico de Guanajay? ¿Pudo ser éste lugar más propicio para la creación de una comunidad, por su posición geográfica, la fertilidad de la tierra y la presencia del río?


Fuente.

Revista Simiente.
Rebeca Figueredo Valdés, José Lucas, Carlos Alberto Borrego.