Acción dramática

Acción dramática
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Concepto:Movimientos que se originan en los niveles internos y externos de los personajes.
Acción dramática. Es la esencia del teatro y se expresa a través de antagonistas que hablan, actúan y se transforman. Hasta las pausas breves o extensas son, o prolongaciones de las palabras emitidas, o introducciones a los nuevos temas en que las palabras nos sitúan.

Y los antagonistas son representaciones simbólicas que sumergen al espectador en el flujo de las conflictivas e insondables fuerzas que lo dirimen todo, como tan bien lo entendieron en su momento los grandes dramaturgos griegos de la antigüedad.[1]

Definición por autores

  • Syd Field define la acción dramática como dos clases de acción: acción física y acción emocional, la acción emocional es lo que pasa dentro del personaje durante la historia.
  • Cucca, elabora una distinción que separa las acciones de base de las acciones complementarias (acciones de transición que ilustran el carácter de un personaje o dan información).
  • Lajos Egri, en el estudio del conflicto, discute el origen de las acciones, conformándose con hacer mano de un muestrario de metáforas climáticas y antropológicas.
  • Eugene Vale piensa como Field: un verbo representa acción. Y desarrolla todo un capítulo para estudiar la transición de la acción.
  • Swain analiza tanto la descomposición de las acciones como sus antecedentes sin preocuparse ni un instante por definir el término.
  • Chion se pregunta qué es la acción, sin llegar jamás a respondérselo, adelantando tan sólo algunas previsiones de alcance absolutamente particular.
  • Gutiérrez Espada, quizás el más prolijo de todos con relación al tema, esboza los términos de una discusión histórica que remite a Kulechov y a Gorki y que se reduce a destacar el alcance y la importancia de la acción, sin, en principio, definirla.

Niveles de la acción dramática

  1. Temporalidad: Su función es informar. Organiza y relaciona los acontecimientos en un orden determinado. En qué época ocurren los hechos, cuánto tiempo cubre la historia que se cuenta, cómo se desarrolla el tiempo a lo largo de la narración: en forma continua o discontinua...
  2. Espacialidad: Sitio donde suceden los acontecimientos. Por un lado en un espacio escénico y por otro en un espacio dramático. El primero es el espacio teatral, el escenario donde evolucionan los actores y en el que convencionalmente tiene lugar la representación. El segundo, es un espacio de ficción, donde el texto sitúa la acción de la obra dramática y que el espectador reconstruye con su imaginación. Se concreta y materializa en el espacio escénico.[2] A la hora de escribir una obra teatral hay que concretar qué tipo de espacio se va a elegir. Existen dos tipo básicos: intraescena (el espacio donde se mueven los actores) y extraescena (queda fuera del espacio donde se mueven los actores, pero influye en lo que en ese espacio ocurre; es la realidad que se derarrolla y existe fuera del campo de visión del espectador).
  3. Personajes: Encargados de la concretización de historia. El personaje es probablemente la noción dramática que aparece como más evidente – sin personaje no puede haber drama-; es quien realiza la acción dramática y viene definido por lo que hace y por cómo lo hace (los actos físicos) y caracterizado por una serie de atributos.[2]
  4. Discurso: La manera como se transmite la fábula, en términos de diálogos y acciones.
  5. Figuratividad: Que habla de la verosimilitud y la confrontación con el receptor.

Teatro contemporáneo

Casi todo el teatro contemporáneo parece signado por la lucha entre dos corrientes antagónicas: la que pretende beatificar el discurso dramático en que la palabra es un simple signo secundario, y la que le confiere a ésta su indiscutible preeminencia.

Pero este conflicto que opone de manera superficial el espectáculo a la palabra tiene implicancias más graves y sutiles y, por eso mismo, más difíciles de clarificar, porque el teatro es esencialmente acción dramática que se expresa a través de palabras, y el preciso límite entre teatro y literatura, o simple espectáculo, o happening, o murga, pasa por el eje de esa acción.

La acción dramática es la esencia del teatro y se expresa a través de antagonistas que hablan, actúan y se transforman. Hasta las pausas breves o extensas son, o prolongaciones de las palabras emitidas, o introducciones a los nuevos temas en que las palabras nos sitúan. Y los antagonistas son representaciones simbólicas que nos sumergen en el flujo de las conflictivas e insondables fuerzas que lo dirimen todo, como tan bien lo entendieron en su momento los grandes dramaturgos griegos de la antigüedad.

Citas y referencias

  1. Prieto, Ricardo. Teatro o literatura: una oposición artificial. Disponible en: "letras-uruguay.espaciolatino.com". Consultado: 2 de julio de 2012.
  2. 2,0 2,1 Motos Teruel, Tomás. Elementos para la creación de un texto dramático. Universidad de Valencia. Disponible en: "www.iacat.com". Consultado: 2 de julio de 2012.

Fuentes