Agustina Morriconi

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Agustina Morriconi Corvini
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NombreAgustina Morriconi de Martínez Estrada
Nacimiento29 de mayo de 1895
Téramo, Firenze, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento1 de mayo de 1973
Bahía Blanca, Bandera de Argentina Argentina
OcupaciónEscultora y pintora
CónyugeEzequiel Martínez Estrada
PadresAristodemo Morriconi, Zama Corvini
Obras destacadasAlter ego
Herminia

Agustina Morriconi de Martínez Estrada. Escultora y pintora italiana, residió en Argentina la mayor parte de su vida, fue la esposa del escritor Ezequiel Martínez Estrada.

Síntesis biográfica

Nació en Téramo, Firenze, Italia, el 29 de mayo de 1895. Viajó con sus padres a la Argentina siendo muy pequeña, tenía alrededor de tres años. Sus padre, Aristodemo Morriconi, profesor de música, su madre, Zama Corvini, se radicaron en Rosario. Allí Agustina tomó clases de pintura con Mateo Casella.
Tuvo un hermano y una hermana, Lily, que permaneció soltera.

Trayectoria

El 9 de junio de 1910 Agustina regresó a Italia, en el buque de vapor Indiana, para perfeccionarse en pintura como alumna de la Academia de Bellas Artes de Firenze. En 1916 regresó a la Argentina. Tenía 21 años y ya era pintora.
En 1920 Agustina conoció al joven poeta Ezequiel Martínez Estrada. Se enamoraron y el 10 de enero de 1921 se casaron, a partir de ese momento deja de usar su nombre de soltera Agustina Morriconi Corvini para llevar los apellidos de su amado esposo, y firmar como Agustina Morriconi de Martínez Estrada . Ahí es donde la vida de Agustina cobra relevancia pública porque el modesto empleado de correos se destaca como promisorio poeta del “gay saber”, como lo saludó Lugones.

Ella es la secreta musa que inspira al poeta enamorado que le escribirá cartas de honda pasión durante el breve noviazgo y a través de los años, cada vez que tuvieron, por viajes y trabajo, que estar separados. Compartieron el mismo amor por la Naturaleza y sus criaturas. Continuaron los premios literarios, los reconocimientos, los viajes, pero también la atormentada soledad sin hijos, la extraña enfermedad de Don Ezequiel, -neurodermitis melánica-, que lo postró durante cinco largos y penosos años.

La pintura había quedado “olvidada” mucho tiempo atrás. Ella regresó al arte en 1959, ahora a la escultura, y trató de inmortalizar el rostro amado. En el Museo hoy se atesoran dos cabezas y una máscara de Don Ezequiel hechas por ella.

Ella fue su paciente compañera, que se ocupó de la pequeña chacra de Goyena cuando él debía permanecer en Buenos Aires, o la que lo acompañó a lejanos destinos, Rusia en 1957, México en 1960, luego a Cuba, donde permanecieron tres fructíferos años que él dedicó a sus estudios sobre Martí en Casa de las Américas, donde fue premiado por su Análisis funcional de la cultura. Allí tuvieron grandes amigos, Adelaida y Roberto Fernández Retamar, Fina y Cintio Vitier, Haydée Santamaría y el generosos pueblo cubano en general.

En febrero de 1963 se reinstalaron en Bahía Blanca, en la casa de Avda. Alem 908 que habían habitado desde 1949, convertida en Museo en 1991, donde se conservan algunas de sus obras. Entre ellas, el retrato Alter ego, que fue expuesto en el VII Salón Nacional y Herminia, mostrado en el IX Salón Nacional y dos de sus autorretratos.

Don Ezequiel fallece el 4 de noviembre de 1964. Ella lo sobrevive unos diez años en los que se ocupa de crear la Fundación que inaugura el 11 de agosto de 1968. Fue su presidenta ad vitam.

Muerte

Murió en Bahía Blanca el 1 de mayo de 1973, pero el recuerdo vivo de su esposo, su vastísima obra, quedó preservada del doloroso olvido.

Obras

  • Alter ego
  • Herminia

Fuente