Alceo de Mitilene

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Alceo
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Poeta griego de la Antigüedad, miembro de la clase aristocrática gobernante de Mitilene.
NombreAlceo de Mitilene
Nacimiento630 a. C.
Lesbos, Bandera de Grecia Grecia
Fallecimiento580 a. C.
ResidenciaGrecia
NacionalidadGriega
CiudadaníaGriega
OcupaciónPoeta

Alceo de Mitilene. Poeta griego de la Antigüedad, natural de Mitilene, ciudad de la isla de Lesbos.

Síntesis biográfica

Nació en la ciudad de Mitilene, en la isla de Lesbos, en el 630 a. C. Fue contemporáneo y presunto amor de la poetisa Safo, con quien intercambiaba poemas.

Miembro de la clase aristocrática gobernante de Mitilene, la principal ciudad de la isla de Lesbos, en la cual se vio inmerso a lo largo de su vida en conflictos políticos y disputas internas. Alceo apoyó a su clase contra los tiranos advenedizos que se autoproclamaron como la voz del pueblo, por lo cual Alceo se vio obligado a pasar mucho tiempo en el exilio. Se dice que logró reconciliarse con Pitaco, el gobernante escogido por el partido populista, por lo cual pudo retornar finalmente a Lesbos. La fecha exacta de su muerte es incierta.

Poesía

La poesía de Alceo es un reflejo directo y sincero de su vida turbulenta. Se vio envuelto en las luchas civiles que sacudieron Lesbos en su época, y su poesía refleja sin moderación alguna de sus posturas políticas. No hay insulto que no dirija al tirano Pítaco por su físico o sus costumbres. En cambio manifiesta una indefectible lealtad hacia sus compañeros de armas. Se jacta de ser tan vehemente en sus odios como en sus amores, lo que da contraste y emoción a cuanto escribe. Sus composiciones tienen el aire de haberse improvisado como reacción a los estímulos del momento. Por tanto ofrecen interés humano y carecen, por la misma razón, de sutileza. Temas que les fascinan son las armas y el vino. Siempre encuentra una razón para beber: el calor, el frío, la depresión, etc.

Su lengua tiene desde luego vigor y sabe tratar admirablemente el tema elegido. Jamás resulta elaborada o pretenciosa. En ocasiones se aproxima demasiado a la oratoria política, pero esto es mas bien culpa de sus temas. Las abundantes reminiscencias homéricas que se ven en su poesía forman parte de su manera de abordar la experiencia: las justifica su apego a los viejos ideales homéricos de hombría y su dependencia de los antecedentes heroicos. A veces prorrumpe en versos de un brío inusitado. Las fluctuaciones de sus versos corresponden a las de su temperamento, son hijas de su espontaneidad. Y su estilo se adapta perfectamente a ellas.

Poema 21 (94D)

Báñate las costillas en vino, que ya vuelve la estrella
y es penosa la época, y todo está sediento y con ardor
y suena el son de la cigarra en el follaje; con sus alas
derrama su fuerte y continua canción en el verano ardiente
Florece el cardo. Ahora son mucho más pesadas las mujeres
y débiles los hombres, porque Sirio abraza su cabeza y seca
sus rodillas

Muerte

Fallece en 580 a. C.

Obra

La poesía de Alceo sólo ha sobrevivido en anotaciones (Los luchadores son la fuerza de la ciudad), por lo cual es difícil juzgar su obra, sin tener en cuenta su gran reputación en la Antigüedad.

Sus poemas, que fueron redactados en el dialecto eólico del griego, tratan acerca de varios temas: himnos a los dioses; comentarios políticos o militares, en ocasiones de índole personal; y por último canciones de amor y canciones báquicas, la clase de poesía que podía ser leída en un simposio.

Todos los eruditos de Alejandría afirmaban que Alceo fue el segundo de los grandes poetas líricos de los nueve canónicos. El considerable número de fragmentos existente, y las traducciones de Alceo al latín hechas por Horacio, quien consideraba a Alceo como su gran modelo, pueden ayudarnos para forjarnos una libre idea del carácter de sus poemas.

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