Diferencia entre revisiones de «Andrés Molina Enríquez»

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Revisión del 09:28 12 dic 2017

Andrés
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Andrés Molina Enríquez :considerado el Profeta de la Revolución Mexicana.
NombreAndrés Molina Enríquez
Nacimiento30 de noviembre de 1868
Toluca , Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Fallecimiento1 de agosto de 1940
Toluca, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Causa de la muerteenfermedad
Nacionalidadmexicana
Otros nombresProfeta de la Revolución Mexicana
Ciudadaníamexicana
Alma materEscuela Nacional de Jurisprudencia
Ocupaciónperiodista, abogado
Partido políticoPartido Liberal de México.
PadresAnastasio Molina y Francisca Enríquez de la Cabrera
Obras destacadasalgunas de ellas fueron publicadas en : El Diario del Hogar

Andrés Molina Enríquez. Ilustre periodista, abogado mexicano, considerado el Profeta de la Revolución Mexicana.

Síntesis biográfica

Hijo de Anastasio Molina, abogado, y de Francisca Enríquez de la Cabrera, nació en Jilotepec, Estado de México, el 30 de noviembre de 1868.

Trayectoria

Siendo todavía muy joven entró al Instituto Científico y Literario de Toluca becado por el Ayuntamiento de Jilotepec. De ahí pasó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en la Ciudad de México, donde fue contemporáneo de Jesús Urueta y Francisco M. Olaguíbel. Desde entonces se dedicó al periodismo como editorialista de El Siglo XIX. Pronto se dedicó a la judicatura, se hizo cargo de un juzgado local. Además una enfermedad de su padre lo obligó a hacerse cargo de la notaría que éste manejaba en Jilotepec, lo que le dio la oportunidad de conocer en detalle el proceso de concentración de la tierra en manos de unos cuantos españoles y criollos, mediante el sistemático despojo de ranchos y ejidos a los indios y mestizos que carecían de titulación escrita; y pudo advertir cómo los jefes políticos amenazaban con la deportación y el “contingente” (leva) a los campesinos que trataban de defenderse.

Llamado en 1896 por el gobernador José Vicente Villada, en Toluca estuvo a cargo de la Dirección de Fomento: Por esos días reinició sus estudios de jurisprudencia, y poco después obtuvo su título de abogado. En 1906 ganó un concurso por el centenario del natalicio de Benito Juárez. Dos años después pasó a trabajar en el Departamento de Etnografía; al mismo tiempo empezó a dar cátedra en el Museo Nacional, y escribía en publicaciones como El Partido Liberal y El Reformador. También fue oficial mayor de la Secretaría de Gobierno del estado, y más tarde juez de Letras en Tlalnepantla, donde conoció al licenciado Luis Cabrera, con quien abrió un despacho.

Molina Enríquez parte de la idea de que es el medio físico el que determina el comportamiento humano y de que la historia sirve para explicar esa conducta. Desde esta perspectiva, trata los temas principales siguientes: la cuestión agraria, el mestizaje y la defensa de un poder político fuerte. Al mismo tiempo, advierte de la inminente revolución que podría venir si no se atienden estos problemas, por eso se le considera el profeta de la Revolución Mexicana.

Respecto a la cuestión agraria, considera que la Ley Lerdo, expedida durante la Reforma, trajo consecuencias desastrosas para los pueblos indígenas al imponerles un régimen de propiedad ajeno y excluyente, que permitió el despojo de sus tierras y la concentración de la propiedad en grandes haciendas, sumamente improductivas e injustas para el peonaje. Era necesario, entonces, dividir los latifundios mediante leyes y medios indirectos como los impuestos; las tierras que resultaran de su división debían ser colonizadas, no por los inmigrantes extranjeros que pretendía el porfirismo, sino por campesinos mexicanos sin tierras, quienes motivados por su nueva condición de propietarios harían la grandeza nacional. Paralelamente, debía crearse la propiedad comunal para que, de modo paulatino y conforme a la evolución de los pueblos, fuera convirtiéndose en pequeña propiedad individual. Asimismo, debía de otorgarse igual oportunidad de créditos a todos los agricultores y emprender un gran plan de obras de irrigación. En este aspecto agrario, el libro ejercería gran influencia sobre Carranza y su ley del 6 de enero de 1915, por la que se creó la Comisión Nacional Agraria y de igual manera, sobre los diputados constituyentes de 1917. Por eso se considera este texto el primer antecedente de la legislación y la política agraria de la Revolución Mexicana.

En otra parte de la obra, sostiene que la construcción social de su tiempo, acapara la riqueza en una minoría, oprime a la mayoría e impide el surgimiento de la industria nacional por falta de mercado interno; piensa que en el mestizo está la clave de la cultura y del desarrollo nacional, no en el criollo, ni mucho menos en el indígena, ambos "ausentes de la noción de Patria", por lo que al indígena hay que integrarlo a la nueva Patria superando su atraso evolutivo. Así fue un precursor de la política indigenista integracionista. En lo político, aboga por un gobierno fuerte, hasta dictatorial provisionalmente, pero único capaz de imponerse sobre todos los grupos en beneficio de la unificación nacional y lograr la estabilidad política, tan necesaria al progreso. Este sería el camino para llegar a una democracia. Por eso también se dice, que los regímenes revolucionarios autoritarios y paternalistas encontraron en esta obra su justificación.

En 1911, fue candidato a la gubernatura del estado de México por el Partido Renovador Evolucionista y en agosto del mismo año, inconforme porque el gobierno provisional de Francisco León de la Barra no daba muestra de interesarse por el problema agrario, se lanzó a la lucha armada proclamando el Plan de Texcoco, considerado antecedente del Plan de Ayala.

Fue aprehendido y pasó dos años en la cárcel, desde donde escribió para El Diario del Hogar. Fue candidato a la vicepresidencia de México por el Gran Partido Liberal Republicano, que postulaba para presidente a David de la Fuente. Asimismo, fue director del Instituto de Industrias Etnográficas (1914), titular de la Dirección Sexta de Legislación y Trabajo (1914), consultor técnico de la Secretaría de Industria y Comercio (1914), jefe interino de la Dirección de Bosques e Industrias de la Secretaría de Fomento (1916), representante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP ante la Comisión Nacional Agraria (1916), abogado consultor tanto de la Dirección Auxiliar de la Comisión Nacional Agraria (1916) como de la Dirección de Aguas de la Secretaría de Agricultura y Fomento (1917).

Sus estudios sobre la legislación de Indias y los derechos de “reversión” de la Corona española, que habría de heredar la nación mexicana en sus modalidades de dominio eminente y soberanía, movieron a los gobiernos de Chihuahua yNuevo León a encargarle la redacción de las leyes de aguas; y a la Secretaría de Fomento, la de aguas federales, además de un estudio sobre la minería.

Asistió al Congreso Constituyente de 1916-1917 como asesor, y participó en la redacción del artículo 27 constitucional; si bien su proyecto inicial no fue aprobado, buena parte de sus ideas fueron recogidas en la versión final.

Después ocupó algunos puestos en el gobierno: abogado consultor de la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura de la SHCP (1919) y de la Secretaría de Gobernación (1922), jefe del Departamento de Legislación y Política Hacendaria de la SHCP (1920), compilador de leyes de la Suprema Corte de Justicia (1920-1929),representante de la Hacienda Pública Federal en los Juicios Sucesorios (1925), consultor supernumerario de la Comisión Técnica de Gobernación de la Cámara de Diputados (1925), profesor de Historia del Instituto de Preparación del Profesorado de las Escuelas Secundarias (1927-1937).ingeniero de la Dirección de Población Rural, Terrenos Nacionales y Colonización de la Secretaría de Agricultura y Fomento (1934) y economista de la misma dependencia (1935). Después y se dedicó a la investigación socio-histórica y a la docencia.

Obras

En la primera década del siglo XX publicó varios ensayos acerca de la situación agraria del país, entre los que se encontraban El evangelio de una reforma y La cuestión del día: la agricultura nacional. Pero sin lugar a dudas, su obra más trascendente y uno de los libros más influyentes sobre la cuestión agraria del país fue su libro Los grandes problemas nacionales (1909). Esta fue su obra principal, que fue publicada primero en varias entregas como "Estudios de sociología mexicana" en el periódico El Tiempo y después modificados para constituir un sólo texto, al parecer, financiado por el general Bernardo Reyes.

Fallece

Falleció el 1º de agosto de 1940, en Toluca, Estado de México.

Fuentes