Aneurisma

Aneurisma
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Ensanchamiento o abombamiento anormal de una porción de una arteria debido a una debilidad en la pared del vaso sanguíneo.

Aneurisma. es una dilatación localizada y permanente que se produce en las paredes de las arterias, localizándose en los distintos tramos de la aorta.

Esta dilatación aparece en una zona debilitada de la pared. Puede presentarse en cualquier punto de la aorta, pero en su mayoría surge en el tramo abdominal. Sin embargo, hay aneurismas que aparecen también fuera de la aorta. Muchos de ellos son el efecto de una debilidad hereditaria o de la arteriosclerosis; otros se deben a factores externos, como heridas por arma blanca o por armas de fuego, y también por infecciones bacterianas en la pared arterial. Esta palabra proviene del griego ανευρυσμα.

Causas

Esta enfermedad debilita la pared aórtica hasta que la presión dentro de esta arteria hace que la misma se ensanche y sobresalga hacia fuera. Normalmente, junto con el aneurisma, aparece también el coágulo sanguíneo (llamado trombo).

La formación de aneurismas aumenta cuando se tiene la presión arterial alta y con el hábito de fumar, pero también con los traumatismos o si se padece alguna enfermedad inflamatoria de la aorta. La infección que provoca el traumatismo puede iniciarse en cualquier parte del organismo, aunque por lo general comienza en la válvula cardiaca (endocarditis).

Síntomas

Dependen del tipo, tamaño y la ubicación. Los situados en la base del encéfalo son sintomáticos y sólo provocan síntomas cuando revientan, que puede variar según la ubicación como:

  • Pérdida de la visión.
  • Dolores de cabeza.
  • Dolor en el ojo.
  • Dolor en la cutícula de la uña.
  • Vómitos.
  • Dolor en el cuello.
  • Un dolor de cabeza intenso (a menudo descrito como "el peor dolor de cabeza en la vida") es un síntoma de que un aneurisma se ha roto.

Un aneurisma disecante en la misma zona se manifiesta con un dolor muy fuerte que puede confundirse con un infarto. Si el aneurisma está localizado en la aorta abdominal, puede presentar dolor abdominal y hasta podría llegar a notarse un bulto de naturaleza pulsátil.

Si por su ubicación ejerce presión sobre los huesos de la columna, puede provocar fuertes dolores en la espalda. El mayor riesgo de los aneurismas es que originen una hemorragia que colapse el sistema circulatorio, como ocurriría en el caso del estallido de un aneurisma aórtico, que suele ser mortal.

Complicaciones

Las principales complicaciones de un aneurisma son, entre otras:

  • Compresión de estructuras cercanas, como los nervios, lo cual puede llevar a debilidad y entumecimiento (más común con aneurismas que se presentan en la arteria poplítea).
  • Infección, que puede llevar a enfermedad sistémica y ruptura.
  • Ruptura, que puede causar sangrados profusos que pueden llevar a la muerte.

El sangrado profuso es común con aneurismas aórticos abdominales, aneurismas en la arteria mesentérica y aneurismas en la arteria esplénica.

La ruptura de los aneurismas cerebrales puede causar accidente cerebrovascular, discapacidad y muerte.

Si el ancho es menor de 5 centímetros, las posibilidades de que se rompa son muy bajas, si es mayor de 5 centímetros la rotura será más probable.
Aneurisma cerebral.

Tipos de aneurisma

  • Aneurisma de la aorta abdominal: se presentan en el segmento de la aorta que recorre el abdomen. Suelen medir más de siete centímetros, por lo que tienen mayor posibilidad de romperse.
  • Aneurisma de la aorta torácica: atraviesan el tórax. Los más frecuentes son los que se dilatan a partir del punto donde sale del corazón.
  • Disección aórtica: en este caso, el revestimiento interno de la aorta se rasga, pero el externo queda intacto y, cuando la sangre entra en este conducto, levanta la capa media existente, con lo que se crea un nuevo canal en la pared aórtica.

Diagnóstico

En un aneurisma, el dolor suele ser un síntoma muy útil para diagnosticar la enfermedad; por desgracia, aparece tardíamente y retrasa el diagnóstico. Hay muchos casos en los que los aneurismas no presentan síntoma alguno. Por ello, sólo se apreciarán durante una exploración física por casualidad o cuando se practiquen radiografías por alguna otra razón. Si el aneurisma ha crecido con rapidez y está a punto de romperse, o cuando son presionados durante una exploración médica del abdomen, dolerá de manera espontánea.

Para diagnosticar un aneurisma, se puede realizar una radiografía del abdomen, que mostrará un aneurisma con depósitos de calcio en su pared; una ecografía, que permitirá establecer el tamaño del aneurisma; una tomografía computarizada (llamada TC), especialmente si se ha inyectado un contraste por vía intravenosa, y una resonancia magnética (RM), que es muy precisa también.

Tratamiento

Para localizar y determinar la intensidad de un aneurisma son varios los estudios que pueden llevarse a cabo. Para corroborar la presencia de sangrado aracnoideo, nada mejor que la punción lumbar. Pero también el estudio puede ir enfocado a la tomografía computada de cerebro o a la resonancia magnética, que confirmará tanto la presencia de la hemorragia como presuponer la ubicación del aneurisma roto.

La angiografía cerebral es un estudio enfocado a la visualización, y ubicación, exacta, así como su relación con otros vasos vecinos o sus características morfológicas. El tratamiento habitual, admite dos fases primordiales: la primera, en cuanto el paciente es aceptado en un servicio de internación, preferentemente en un servicio de cuidados intensivos, donde se cuidará el estado general del paciente. Además, se le administrará medicación específica, a fin de controlar la hipertensión arterial, evitar el vasoespasmo o la hipoxia con la intención de mitigar el daño provocado por la hemorragia y prevenir la repetición de un nuevo sangrado, además de preparar al paciente para el tratamiento quirúrgico o endovascular.

Una vez efectuado el diagnóstico y compensado el enfermo, toma partido el neurocirujano, quien decidirá la cirugía convencional a cielo abierto y la colocación de un clip (pequeño brochecito metálico) que cerrará el aneurisma roto para que no vuelva a sangrar, o bien el procedimiento endovascular.

Si bien la solución menos traumática es el cateterismo, hay aneurismas que se pueden solucionar de esta forma y otros que indefectiblemente deberán ser resueltos por cirugía convencional con ayuda del microscopio quirúrgico e instrumental de microneurocirugía.

Prevención

El control de la hipertensión arterial puede ayudar a prevenir algunos aneurismas. El hecho de seguir una dieta sana, hacer ejercicio de manera regular y mantener el colesterol en un nivel saludable también puede ayudar a prevenir aneurismas o sus complicaciones. No fume. Si lo hace, dejar de fumar reducirá su riesgo de sufrir un aneurisma.

Fuentes