Anexo:Isla de Pinos y las luchas independentistas de Cuba

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Isla de Pinos y las luchas independentistas
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Prisioneros 1.JPG
Lugar:Isla de Pinos
Descripción:
Principales sucesos ocurridos en Isla de Pinos durante la gesta independentista

Isla de Pinos y las luchas independentistas.  Si bien la Isla de Pinos no fue escenario importante de las luchas independentistas, sí se produjeron aquí algunos hechos conspirativos y sangrientos, tanto en la etapa precursora, como en las Guerra de los 10 añosy la Guerra del 95.

Los comienzos

El primero de estos sucesos armados tuvo lugar el 23 de octubre de 1824 cuando el rebelde Alférez de Dragones Gaspar Antonio Rodríguez y sus seguidores desembarcaron en la Isla para hacer prisionero a Juan N. Duarte, capitán de ese partido insular. Y ante su vista, el jefe insurgente proclamó revolucionariamente, la anteriormente abolida, constitución liberal hispana de 1812.
El Alférez de Dragones, después de capturar todos los fusiles y sables que obraban en poder de la autoridad pinera, amenaza a Duarte exponiéndole que si le perseguía tomaría represalias con un bergantín armado con potente corzo de la República de Colombia que se encargaría de arrasar con todos los realistas de Isla de Pinos, y así se hace a la mar seguido por sus hombres en una goleta capturada días antes por el jefe insurgente.

Conspiración del 19 de julio de 1877

A parte del acto protagonizado por el Alférez de Dragones, Gaspar A. Rodríguez, el primer documento oficial que habla de un conato de conspiración en Isla de Pinos tiene lugar el 19 de julio de 1977, un año antes del Pacto del Zanjón. Es el propio Capitán general de la Isla de Cuba Francisco Dionisio Vives el que mediante orden dice: “… haber dispuesto fije su residencia en esta Capital (La Habana) el Comandante Militar de Isla de Pinos, hasta el esclarecimiento de la causa que se instruye por conatos de conspiración en aquella Isla; y especifica que se encargue al mando civil de aquella Tenencia de Gobierno el Señor Comandante del Presidio, Don Miguel López del Rincón, que desempeña ya la Comandancia Militar.
Es pena que el expediente citado no brinda más detalles de este acontecimiento.

La Isla de los Deportados

La historia de Isla de Pinos como lugar de deportación de patriotas y la manera como vivían allí ha permanecido casi en blanco, salvo lo escrito por Raimundo Cabrera en su libro Mis buenos tiempos.
Los patriotas o los sencillos campesinos deportados a esta Isla eran vejados hasta en la documentación colonialista, donde se les denominaba vagos. Así aparece en uno de los documentos de la época fechado el 26 de agosto de 1874 por la Comandancia del Correccional de Vagos de Nueva Gerona donde se plantea que los deportados estaban divididos en grandes grupos:
1er grupo: Formado por 16 deportados enfermos, a los que faltaban por cumplir entre 2 y 9 años sus condenas.
2do grupo: integrado por 91 individuos, algunos sentenciados por Consejo de Guerra y otros por providencia a permanecer en dicha Isla, unos por tiempo indefinido y otros hasta que terminen las circunstancias que propiciaba la Guerra de los 10 años.
3er grupo: comprendía 12 hombres que según informes observaban una mala conducta y tenían la prohibición absoluta de salir de Isla de Pinos mientras dure la guerra (realmente estos fueron condenados como peligrosos para la estabilidad del dominio colonial hispano en Cuba)
4to grupo: Integrado por 97 hombres que sufrieron varias condenas judiciales y gubernativas y que como incorregibles fueron deportados por tiempo indeterminado.

Es lógico pensar que habiendo sido Isla de Pinos lugar donde se concentraran tantos patriotas, sobre todo durante la gesta del 95, hubiera actitudes levantiscas y conspirativas, como los sucesos del 26 de julio de 1896 protagonizados por la patriota Evangelina Cossio y otros.
Entre los que estuvieron allí deportados figuran: José Martí, Ildefonso Vivancos, José María García Montes, Raimundo Cabrera, Evangelina Cossío, su padre y cientos más que fueron con sus familiares donde se les humillaba inmisericordemente.

Sucesos del 11 de enero de 1896

El esta fecha el grito de ¡Viva Cuba Libre! resonó a orillas del Río Júcaro, en la costa oriental de Isla de Pinos.
La patriótica consigna fue lanzada por un grupo de 10 cubanos confinados que cumplían condena en aquella Siberia de Cuba, al encontrarse con un grupo de españoles que en ese momento cargaban mercancías al Balandro Margarita que se disponía a zarpar hacia Batabanó. Estos dejaron sus labores para huir ante el improvisado destacamento mambí que por todo armamento llevaba una tijera dividida en dos partes que portaban Máximo Camero y Ángel Abascal, Victoriano Guerrero llevaba una navaja y Plácido Hernández un cortaplumas.
Desde los primeros días de su estancia en la Isla como deportados, 150 en total, fraguan su evasión de la Isla para poder incorporarse al Ejército Libertador que ya combatía en Cuba Libre.

26 de enero de 1896

En fecha como esta tuvo lugar en Nueva Gerona, en pleno desarrollo de la guerra de independencia, el más sonado de los actos insurreccionales en los anales de Isla de Pinos cuando un grupo de patriotas, unos nacidos en Isla de Pinos y otros en la hermana Isla de Cuba, eligieron como jefe de un levantamiento revolucionario a Félix Arias Segrera, deportado que fungía como secretario del Comandante Militar de Isla de Pinos, coronel José Bérriz. Muchos de los complotados eran deportados entre los que se encontraban la bellísima joven Evangelina Cossio y su padre don José Agustín Cossío y Serrano quien fue condenado por sus afanes revolucionarios al presidio africano de Chafarinas, pero su hija logró que el general Valeriano Weyler le cambiase esta pena por la deportación a Isla de Pinos.
La belleza de la cubanita Cossío atrajo la mirada asqueante del coronel Bérriz y al no ser aceptado, utilizó el incalificable proceder de poner en prisión a su padre para así obligar a Evangelina a pedir su clemencia, ocasión que aprovecharía para abusar de la deportada.
Todo esto lo hizo conocer Evangelina a los patriotas que estaban organizándose para rebelarse contra el poder español en Isla de Pinos y así escapar hacia los campos insurrectos de la Isla de Cuba. Los abusos de Bérriz dieron a los cubanos la oportunidad de tomarlo prisionero aprovechando su interés por Evangelina. Los gritos de Bérriz ponen al tanto a los soldados de su escolta y consiguen rescatar al jefe. No tardó la joven patriota en caer prisionera para ser conducida a La habana a la prisión de las recogidas donde estuvo encerrada durante 15 meses.

Proyecto Mambí de Evasión

En 1987 algunos independentistas planearon ocupar revolucionariamente Isla de Pinos, pero la idea fue desaprobada por Don Tomás Estrada Palma, en aquel momento en Estados Unidos, y al parecer, por el General Calixto García, lugarteniente general de Ejército Libertador.
El plan fue ideado en Nueva York por el emigrado José Miguel Tarafa, cuya idea central era dar al enemigo un golpe de efecto desconcertante, y con la ocupación de Isla de Pinos obligar al Ejército Español a movilizar a miles de soldados en esa isla y aliviar así la presión que soportaba el Ejército Libertador durante la campaña en el occidente del país. Además la Isla de Pinos, único territorio importante hasta ahora libre de la guerra, forma parte integrante de la patria y la guerra no puede llamarse completa hasta tanto no se halle declarada en todas las partes que componen la Isla de Cuba.

Fuente

  • Antonio Núñez Jiménez. Isla de Pinos Pág. 451-527. 1977