Antonio "Curro" Barrera Labrada
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Antonio Froilán Barrera Labrada. Mártir de Chaparra que entregó su vida en la lucha contra la tiranía del dictador Fulgencio Batista. Patriota insigne del municipio de Jesús Menéndez.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en la casa marcada con el número 20 de la calle 15 del barrio de El Batey en el central Chaparra, el 4 de mayo de 1923. Su padre fue el andaluz Manuel y la madre la bayamesa Paula. Para rememorar la procedencia de su padre fue conocido por El Curro. De niño fue inquieto y vivaz, el más pequeño de sus nueve hermanos.
La enseñanza primaria la estudió en la escuela pública “José de la Luz y Caballero” de su pueblo natal.
Muy joven inició su vida laboral como ayudante en el Departamento Eléctrico del ingenio azucarero, hasta que se hizo electricista experimentado. Muchos lo recuerdan con sus aguzadas espuelas de metal escalando diestramente los postes de madera, para en la cima ejecutar peligrosas labores en el laberinto de cables eléctricos de alta tensión.
Rebeldía, ideales y movimiento 26 de julio
Su rebeldía se muestra por primera vez cuando se opuso a la explotación que eran objeto los trabajadores, por parte de la empresa norteamericana dueña del ingenio, tierras y otros bienes. Organizó el Sindicato, cohesionó a la masa obrera de su departamento y desde entonces fue su guía y orientador. Planteó demandas y ganó reclamos.
Cuando surgen en el seno del movimiento sindical la división y se hacen fuertes y toman las riendas de las organizaciones obreras los vendidos a la patronal, su firma encabeza la lista de trabajadores que condenan a Mujal y su camarilla. Entonces es perseguido y amenazado por las fuerzas represivas.
Ya por los años cincuenta se perfilan sus ideales y conoce de la lucha que desarrolla Fidel Castro, coincidiendo con sus enfoques sobre el camino a seguir. Establece contactos con los enviados del movimiento revolucionario que se gesta, para convertirse en el fundador y jefe de la primera célula del Movimiento 26 de Julio en Chaparra, hecho que se hace realidad el 15 de diciembre de 1955. Es a partir de este momento en que más activa se torna su vida de revolucionario. Ejecuta reuniones secretas, recibe orientaciones de los dirigentes del movimiento en Santiago de Cuba, entrena a sus compañeros en el manejo de fusiles y ejecuta prácticas de tiro en una finca de las afueras de Victoria de las Tunas, conocida como La Blanquita.
Acciones
Una de las primeras acciones fue el apoyo brindado al levantamiento del 30 de noviembre de 1956, que tenía como objetivo desviar la atención de las fuerzas represivas por el inminente desembarco del yate Granma, donde retornaba el líder del Ataque al Cuartel Moncada con la promesa de ser libres o mártires. Más de veinte revolucionarios encabezados por El Curro esperaron las armas prometidas para poner en práctica el plan concebido, secundar las acciones con el ataque al cuartel de Chaparra y el alzamiento posterior en los montes cercanos, pero estas no llegaron.
Después se sucedieron múltiples acciones clandestinas y sabotajes. El Curro fue apresado en varias ocasiones y en una de ellas juzgado por el Tribunal de Urgencias de Holguín, implicado en el hallazgo de un alijo de armas, por lo que su situación se hizo difícil. Fichado por los órganos represivos del régimen fue perseguido constantemente, por lo que asumió la vida clandestina.
El 3 de mayo de 1957 partió de Chaparra hacia la Sierra Maestra. En el territorio libre conoció a Fidel Castro y a las principales figuras de la revolución en marcha. Varias fotos quedaron para la historia, en la primera aparece un grupo de rebeldes que rodean al líder guerrillero, cerca de éste, con escasa barba y sin camisa está el Curro Barrera. En otra aparece a la izquierda de Fidel, ambos de pie, también sin camisa y rodeados por la tropa que porta fusiles y cascos ocupados al enemigo. De escenario tienen el boscoso follaje de las lomas insurrectas.
Entre las acciones más relevantes como soldado rebelde, se cuenta el ataque y toma del cuartel de las Minas de Bueycito. Esta acción se ejecutó el primero de agosto de 1957 y fue dirigida por el comandante Ernesto Che Guevara. La operación guerrillera sorprendió al enemigo que tuvo seis heridos, varios prisioneros y se les ocupó armas y municiones. El cuartel fue quemado.
Asesinato
Fue asesinado tras caer en manos de los agentes de la dictadura, que lo capturaron en Victoria de Las Tunas cuando estaba oculto en una vivienda de esta ciudad, tras ser intervenido quirúrgicamente en Camagüey por una afectación de apendicitis, el día 5 de mayo de 1958. Su cadáver presentaba 36 perforaciones de balas, así como múltiples bayonetazos y fracturas óseas, muestras inequívocas de las salvajes torturas que debió sufrir.
Manos piadosas recogieron el acribillado cuerpo aparecido en la carretera de Mayarí, en el lugar conocido por La Puya y sepultado en el cementerio de Cueto.
Homenaje de su pueblo
Dos semanas después del triunfo, sus restos retornaron a la tierra que lo vio nacer. Chaparra brindó a uno de sus mejores hijos el homenaje merecido. Las honras fúnebres constituyeron, la manifestación de duelo popular más grande que se haya visto jamás en este central. Todo el pueblo lo acompañó al cementerio donde se recitaron poemas en su honor y hablaron el doctor José Domingo Echemendía y el comandante Hedí Suñol Ricardo.
Una honda emoción embargó a todos cuando Paula Labrada, con sentidas palabras -como sólo puede hacer una madre- despidió a su hijo, un héroe de la Patria.
El estadio de pelota de Chaparra lleva su nombre, la Zona No. 76 de los CDR, la escuela primaria del barrio de El Tejar, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana de la calle l0 de El Batey y una librería en Puerto Padre.
Fuentes
- Investigaciones Históricas de Omar Villafruela Infante. Investigador Agregado. Historiador de Chaparra.
- Sitio Web de los Joven Club de Computación y Electrónica en Jesús Menéndez.
