Antonio de Guevara

Revisión del 14:59 3 abr 2019 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «<div align="justify">» por «»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Para otros usos de este término, véase Antonio de Guevara (desambiguación).
Fray Antonio de Guevarra
Información sobre la plantilla
Fray Antonio de Guevarra.jpg
Religión o MitologíaCatólica

Fray Antonio de Guevarra. Fue un escritor y eclesiástico español, uno de los más populares del Renacimiento. Se ha calculado que sus obras se publicaron durante los siglos XVI y XVII más de 600 veces por toda Europa.

Síntesis biográfica

Nació en Treceño, España en 1480, Hijo de Beltrán de Guevara y Elvira de Noreña y Calderón, procedía de una casa noble de las Asturias de Santillana. Fue segundón y como tal se le destinó a la carrera eclesiástica, aunque gracias a los buenos oficios de un tío suyo pudo educarse en la Corte,

" donde me crié, crecí y viví algunos tiempos, más acompañado de vicios que no de cuidados."
Fray Antonio de Guevarra

Allí fue paje del príncipe don Juan y, muerto éste, de la reina Isabel la Católica. Pero como ésta falleciera a su vez, profesó en la Orden de San Francisco, en la que ascendió con celeridad: fue guardián de Arévalo y de Soria en 1518, y definidor de su provincia el 11 de noviembre de 1520. El 30 del mismo mes y año se encontraba en Villabrágima, como portador de unas provisiones imperiales para terminar la Insurrección de los comuneros con el denominado "razonamiento de Villabrágima"; sin embargo, salió de este encuentro «mal tratado y peor servido». Estuvo, pues, en la Corte del emperador Carlos I durante la Guerra de las Comunidades de Castilla, y éste le premió su fidelidad nombrándole predicador real en 1521. Acompañó a su señor en su viaje a Inglaterra en junio de 1522, donde tanto habrían de influir sus obras, y en mayo de 1523 asistió al capítulo general de su orden en Burgos. Durante los años siguientes recorrió varias ciudades de Castilla junto al Emperador.

Obispo de Guadix

El 7 de enero de 1528 es nombrado obispo de Guadix, pero sólo en 1529 obtuvo permiso real para marchar a esa diócesis, si bien acompañó al Emperador en la empresa de Túnez entre 1535 y 1536 y durante este último año se halló en Roma, en la ya citada coronación del Emperador, y en Nápoles. Asimismo, actuó como predicador en el funeral de la Emperatriz (Toledo, 1538). En 1537 había sido proclamado Obispo de Mondoñedo, pero la Corte le sustraía continuamente de sus cargos eclesiásticos con diversos cometidos, entre ellos vigilar la edición de sus libros.

En ella escribió su Menosprecio de Corte y Alabanza de Aldea (1539), libro que influyó no sólo a autores españoles (Pedro de Navarra, Diferencia de la vida rústica a la noble, 1567) o gallegos, (Coplas en vituperio de la vida de palacio y alabanza de aldea), sino que fue traducido al momento al francés (Lyon, 1542), al inglés (Londres, 1548), al italiano (Florencia, 1601) y al alemán (1604). El 3 de mayo de 1541 promulgó unas Constituciones Sinodales que fueron muy importantes para la historia de la Iglesia mindoniense; falleció en su diócesis, y fue enterrado en la catedral.

Muerte

Falleció el 3 de abril, de 1545 en Mondoñedo, España. Se le admiró por su vasta cultura. Como buen cortesano y alto dignatario eclesiástico fue hombre de muchas lecturas, profanas y ascéticas, y dentro de ellas, políticas, retóricas, literarias, históricas, científicas, piadosas y clásicas.

Evaluación histórica

Su vida religiosa franciscana y su activa y ajetreada vida cortesana disuenan altamente: persiguió constantemente la notoriedad y acusó un gran desorden intelectual que le hizo usar las citas de autores grecolatinos sin preocuparse de asegurar sus fuentes, en su mayoría erróneas, ni de someterlas a crítica; es más, llegó a falsearlas o inventarlas conscientemente. De esta equívoca o falsa erudición fue acusado por doctos humanistas como Pedro de Rúa, en unas Cartas censorias, Antonio Agustín, Melchor Cano y Pierre Bayle.

Su deseo de gloria y fama y su contagioso entusiasmo por las novedades, sin embargo, hacen de él un espíritu plenamente renacentista y actualmente se le estima como un importante precursor del ensayo por sus Epístolas familiares, colección de cartas en prosa, algunas quizá ficticias, de tema variopinto y dirigidas a varios cortesanos y religiosos con el principal propósito de disertar con amenidad sobre cualquier asunto susceptible de ello. Caracteriza a Guevara una inagotable curiosidad, el talante humorístico, un absoluto desprecio por la precisión erudita y la intención de educar y moralizar deleitando lo más posible.

Su influencia en la política imperial de Carlos V se refleja en su opinión de que no debían extenderse sus dominios más allá de los territorios que había recibido por herencia.

Uno de los libros más influyentes de Guevara ha sido el Relox de príncipes o Libro áureo del emperador Marco Aurelio, donde aparecen intercaladas una serie de epístolas escritas por el emperador romano según los supuestos de la retórica de su tiempo; en esta obra aparece el citadísimo pasaje con la leyenda del villano del Danubio, de gran trascendencia literaria. Del amanerado estilo de este libro han intentado hacer derivar el conceptismo inglés o Eufuismo. En efecto, se echa de ver en el estilo de Guevara el abuso del homoteleuton hasta acercarse en algún momento a la prosa rimada; no usa este recurso con la moderación que otros autores de entonces, como Hernando del Pulgar en sus Letras.

Escritos

Pero lo que le dio más gloria fueron sus obras, tan variadas en temática y tan ricas en recursos expresivos. Los trabajos literarios de Guevara corrían manuscritos entre los cortesanos y eran admirados por su estilo pulido y retórico, por la variedad y ciencia que encerraban; hasta tal punto se aficionaron a ellos que el escritor no tuvo más remedio que imprimirlos, con objeto de fijar el texto, bastante alterado en las copias.

La primera obra impresa fue el Libro llamado Relox de príncipes o Libro áureo del Emperador Marco Aurelio (1529). Es una novela miscelánea, fruto de su tiempo. Hay en ella abundante erudición, reflejada en incontables citas sacadas de autores clásicos, sabrosas disquisiciones, artificios de todas clases, anécdotas picantes, sentencias al estilo tradicional y renacentista, una novela pseudohistórica y una teoría educacional y del estado.

En principio Guevara sólo quiso hacer una obra pedagógica donde se expondrían todas las enseñanzas necesarias a un príncipe para ser buen cristiano, mejor gobernante y excelente padre de familia. Más tarde quiso demostrar la viabilidad de su teoría e insertó una historia sacada de los antiguos, aderezada con las excelencias de su estilo y en la que proponía a Marco Aurelio como modelo doctrinario. El episodio más logrado es el de El villano del Danubio, canto exaltado a las excelencias de la vida natural, en contraste violento con el decadentismo vital y ético de la sociedad romana. La dinámica descripción de la actitud del salvaje es digna de figurar en las páginas de cualquier escritor barroco de valía. Tanto interés despertó la fuerza plástica de este tipo que inspiró a La Fontaine una de sus más conseguidas composiciones, y a Hoz y Mota (1622-1714) una comedia barroca (El villano del Danubio).

De 1539 datan tres obras y el comienzo de una cuarta. Menosprecio de corte y alabanza de aldea es un libro lleno de tópicos y lugares comunes, y de contrastes intelectuales entre la vida cortesana, tan amada por Guevara, y la vida natural que hubiera, si es posible creerle, deseado llevar.

La obra se desarrolla en un tono discreto, monótono a ratos, pero reflejo fiel de su estilo y arte. Aviso de privados y doctrina de cortesanos es una obrita pedante sobre esa etiqueta cortesana tan bien conocida por el autor, llena de observaciones minuciosas, empedrada de citas y que encaja a la perfección con su vida. De los inventores del marear y de muchos trabajos que se pasan en las galeras es uno más de los innumerables tratados de navegación escritos en aquel tiempo y que revela la afición de los españoles por el arte de marear. No aporta novedad de ninguna clase como no sea la plasticidad con que describe la terminología marinera. Comienza por aquel entonces otra obra de gran éxito, las Epístolas familiares, que durante siete años deleitó a los cortesanos, y que apreció el público culto de toda Europa.

Son un documento inapreciable para conocer a su autor y, mas aún, para adentrarnos en los secretos de la vida cortesana de su tiempo. Están llenas de anécdotas interesantes, de cuentos tradicionales como la historia de las tres enamoradas, y como el de Androcles y el león, extraído de un relato de Aulio Gelio y adaptado y comentado con el titulo de Andrónico; de rasgos autobiográficos interesantes, de la chismografía cortesana, y todo ello con un estilo bastante lineal dentro de la exuberancia que le caracterizaba. Para hacer honor a su condición de religioso ha dejado dos muestras de prosa ascética, el Monte Calvario y el Oratorio de religiosos y exercicio de virtuosos.

Pensamientos de San Agustín

"El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos."
"Lo que al caballero le hace ser caballero es ser medido en el hablar, largo en el dar, sobrio en el comer, en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el pelear."
"A los cordiales amigos no basta alumbrarles por do vayan sino que les hemos de quitar los tropiezos a do tropiecen."
"Las guerras, para ser buenas, las han de encomendar a los dioses, aceptarlas los príncipes, justificarlas los filósofos y ejecutarlas los capitanes"

Fuentes