Apóstol cristiano

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Apóstol cristiano
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Concepto:Propagador de una doctrina o creencia religiosa.

Apóstol cristiano

Título dado a los seguidores de Cristo que fundaron la iglesia primitiva. Los apóstoles cristianos (de la palabra griega apóstolos: 'enviados') eran inicialmente hombres judíos enviados por Jesús para predicar el Evangelio ('buena noticia' en griego) a judíos y a gentiles en todo el mundo. A medida que la Iglesia se expandió, aparecieron apóstoles también procedentes del mundo helenista y eventualmente de todas las partes de la cristiandad. El apostolado es un don de Dios.

El término apóstol ha devenido, por extensión, una expresión utilizada para identificar al propagador una doctrina o creencia religiosa. La palabra “apóstoles” literalmente quiere decir mensajeros, enviados o delegados. No cualquiera podía ser apóstol simplemente por voluntad propia; tenían que ser personalmente elegidos para esa investidura por el Señor Jesucristo.

"Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles" (Lucas 6:13).

Según el libro de (Hechos 1:21-22), un apóstol tenía que ser un testigo ocular de Cristo a lo largo de todo su ministerio público incluyendo la etapa posterior a su resurrección.

La Biblia indica las características necesarias para ser llamado Apóstol.

  • Haber conocido a Jesús.
  • Haber sido escogidos y enviados por Jesús.
  • Haber sido testigos de Jesucristo resucitado.
  • Dar la vida por Dios y por el evangelio.
  • Seguir a Jesucristo.

Jesús fue un apóstol, enviado por Dios

La Biblia nos dice en (Hebreos 3: 1-2)

"Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios".

Su propósito

Según (Efesios 2:20) correspondió a los apóstoles desempeñar un papel fundamental y especial en el desarrollo inicial de la iglesia neo testamentaria: edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Este papel incluía al menos tres funciones:

  • En primer lugar, estos hombres eran testigos indiscutibles de la resurrección de Cristo, ya que todos ellos habían visto personalmente al Señor en su cuerpo resucitado.
  • En segundo lugar, a ellos fue revelado el misterio de la economía del Nuevo Pacto: la iglesia, compuesta a la vez de judíos y de gentiles (Efesios 3:1-10).
  • En tercer lugar, ellos recibieron la inspiración para escribir La Santa Escritura infalible, que pudiera ser leída por todas las generaciones venideras.

Cada libro del Nuevo Testamento fue escrito ya sea por un apóstol o por alguien directamente relacionado con un apóstol. Un poco antes de su muerte, el último apóstol sobreviviente nos dice que este aspecto de su trabajo fue completado de una vez y para siempre (Apocalipsis 22:18-19).

Deberes de los Apóstoles de Cristo

  • Son el fundamento de la iglesia.
  • Dan testimonio de la vida de Cristo.
  • Enseñan doctrinas verdaderas.
  • Proclaman la palabra de Dios.
  • Toman decisiones importantes en la iglesia.

Sus señales son

  • Haber visto a Cristo resucitado.
  • Hacer señales, prodigios y milagros.
  • Ser perseguido por el Señor.

La Última Cena

La última cena pintada por Leonardo da Vinci representa a Jesucristo junto a los apóstoles. Leonardo da Vinci inmortalizó dicha escena en su famoso cuadro La Ultima Cena, en el cual los participantes están acomodados en uno de los lados de la mesa como si estuvieran posando para el artista. Pero el apóstol Juan da pocos detalles físicos; en lugar de ello, él centra nuestra atención en el remolino de corrientes emocionales que hay alrededor de la mesa. Juan ilumina los rostros de los discípulos, y uno casi puede ver en sus ojos cómo ellos van tomando conciencia de todo lo que Jesús les había estado diciendo. En cuanto a Jesús, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. (Juan 13:1)

El Nuevo Testamento, nos dice en (Juan 6:66-70).

"Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?"

Los doce Apóstoles cristianos originales fueron

  • Simón, hijo de Jonás o Juan (Mt 16:18), renombrado por Jesús, Pedro (Mr 3:16).También conocido como Simon bar Jochanan (arameo) y Simón Pedro.
  • Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo.
  • Andrés, hermano de Simón Pedro y ex discípulo de Juan el Bautista
  • Juan, el menor de los doce, también hijo de Zebedeo (por tanto, hermano de Santiago el Mayor). Jesús llamó a ambos Bo-aner'ges, lo que significa 'hijos del trueno'. (Mar 3:17)
  • Felipe era de Betsaida la ciudad de Andrés y Pedro
  • Bartolomé hijo de Talemai, llamado también Natanael de Caná.
  • Tomás (llamado Dídimo o Mellizo).
  • Mateo, el publicano o recaudador de impuestos, llamado también Leví.
  • Santiago el Menor, Santiago, hijo de Alfeo, llamado también Santiago el Justo.
  • Judas Tadeo. En algunos manuscritos de Mateo, el nombre «Lebbaeus» ocupa su lugar o es llamado Judas, hijo de Santiago (Lc 6:16).
  • Simón el Cananeo, el Celador o Zelote (guerrillero).
  • Judas Iscariote. También es referido como «Judas, hijo de Simón» (Jn 6:71), (Jn13:26). Judas, a causa de su traición a Jesús, se ahorco (Mateo 27:5) y (Hechos 1:18) y a raíz de esto se escogió a Matías como su reemplazo.

Todos ellos eran galileos con excepción de Judas Iscariote, que se presume era de Judea (para algunos Iscariote significaría textualmente isqueriot, «de Queriot» al sur del distrito de Judá); mientras algunos más interpretan: de Isacar. Para otros viene de los sicarii, grupo de judíos nacionalistas insurgentes. Después de la resurrección y ascensión de Jesucristo y tras haberse suicidado Judas Iscariote, los once Apóstoles restantes se reunieron y eligieron a Matías para completar nuevamente el número de doce Apóstoles enviados a las doce tribus de Israel.

Otros Apóstoles de la Iglesia

En el Nuevo Testamento son llamados apóstoles otros personajes: Pablo de Tarso y Bernabé. Santiago, el hermano del Señor, Andrónico y Junías, Silvano y Timoteo.

A la iglesia del Nuevo Testamento se le permitía nombrar diáconos (Hechos 6:5) y constituir ancianos (Hechos 14:23), pero no podían nombrar apóstoles. El nombramiento de apóstoles venía directa y únicamente de Cristo. Aun en el primer capítulo de Hechos la decisión final para sustituir a Judas Iscariote fue dejada en manos del Señor. Y orando, dijeron: “Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido” (Hechos 1:24).

Hay dos apóstoles que obtienen este título de manera especial: Matías, quien ocupó el lugar de Judas Iscariote, y Pablo, quien en sus cartas defiende su apostolado al enfatizar sobre su encuentro con Jesús (1 Cor 9:1), como realizador de prodigios, y milagros (2 Cor 12:12), fundador de iglesias y emisor de la palabra de Dios a otros pueblos (1 Cor 9:2).

Se utiliza el título de Apóstol antes del nombre de quienes reciben el servicio de apostolado y están a cargo de la iglesia y de la expansión del Reino de Dios. Como el término Apóstol se refiere a enviado, en ocasiones se agrega la mención de a dónde o a quienes se le envía: Así, el apóstol Pablo es el Apóstol de los Gentiles. Sin embargo, no debemos confundir a estos últimos con los doce personalmente elegidos por Cristo como sus apóstoles.

Pablo gozó de un apostolado único. Aunque no había seguido a Cristo durante su ministerio público, vio efectivamente a Cristo resucitado y fue especialmente nombrado por El, tal como lo afirma en (Gálatas 1:1), Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo...). De nuevo Pablo explica, y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. (1Cor.15:8).

La principal labor del apóstol era “promover” la obediencia a la fe entre los gentiles. Ahora, si pablo sitúa al apostolado como un don, junto a los profetas, maestros, obradores de milagros, dones de sanidad, lenguas e interpretación, es pertinente que el ser apóstol puede entenderse como una función dentro del cuerpo de Cristo.

Los apóstoles que vinieron después de la ascensión son los que trabajan en el cuerpo de Cristo a través de los tiempos; ellos son considerados como los constructores que ubican y refuerzan los fundamentos para el gobierno de la iglesia tal como lo hicieron los antiguos apóstoles y profetas quienes tomaron a Jesucristo como la piedra angular.

Apóstoles en la actualidad

Varias iglesias como la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y de La Iglesia Nueva Apostólica creen por fe estar conducidas por apóstoles de la actualidad, los cuales son escogidos por Dios.

La Iglesia Católica

Las Iglesias cristianas utilizan el título apóstol antes del nombre de quienes pertenecieron a los Doce (como en "epístola del apóstol Pedro") y, en ocasiones, ante los nombres de Pablo y Bernabé. Pero frecuentemente, añaden una matización: Pablo es el Apóstol de los Gentiles.

También ha utilizado posteriormente el sobrenombre de apóstol —en sentido más general— para otros propagadores de su fe (por ejemplo, San Francisco Javier es el Apóstol de las Indias), pero no se antepone el título al nombre (no se dice el apóstol Francisco Javier).

La Iglesia Nueva Apostólica

Cree por fe estar conducida por Apóstoles del tiempo final. Su fe en dicha afirmación radica en que consideran indispensables el activar de los Apóstoles de Cristo para que éste regrese a la tierra a buscar a su pueblo para una eternidad en gloria en los cielos. Si bien los apóstoles del círculo primitivo fallecieron años después que el mismo Jesús, en el siglo XVIII volvió a derramarse el Espíritu Santo por el cual fueron llamados nuevos hombres para continuar con el trabajo en la viña. Para los nuevos apostólicos el ministerio del apóstol ocupa un lugar central en su teología particular ya que por relato bíblico viven que los apóstoles son indispensables para conducir el pueblo en el tiempo final hasta que cumplida la promesa del Hijo de Dios. Actualmente, la cabeza institucional de la iglesia Nueva Apostólica (INA/NAK/NAC en sus siglas en español, inglés y alemán) es el apóstol mayor Wilhelm Leber quien ocupa el rol que tuviera Pedro en el círculo del apostolado del primer tiempo. El apóstol mayor es ayudado por más de 200 apóstoles que llevan la palabra y donan el Espíritu Santo (potestad que Cristo otorgó solamente a este ministerio sacerdotal). No sacrilegian al ministerio de apóstol, sino que reconocen en ellos como los enviados y mensajeros de Cristo.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

"Iglesia SUD"; vea también Mormón cree que la autoridad de los doce apóstoles originales es una característica distintiva de la iglesia verdadera establecida por Jesús en la antigüedad y los tiempos modernos. Los miembros hoy creen que esta autoridad se perdió del mundo después de la muerte de los apóstoles originales de Cristo, y que fue restaurado luego al profeta José Smith, Hijo durante la primavera y verano de 1829. La iglesia cree que esta autoridad ha sido transmitida en la sucesión apostólica hasta hoy, con 12 apóstoles actuales la tienen. Los apóstoles en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días incluye Boyd K. Packer, L. Tom Perry, Russell M. Nelson, Dallin H. Oaks, M. Russell Ballard, Richard G. Scott, Robert D. Hales, Jeffery R. Holland, David A. Bednar, Quentin L. Cook, D. Todd Christofferson, y Neil L. Andersen. En términos del gobierno de la iglesia, están en segundo lugar solamente en la autoridad de la Primera Presidencia, cuyos miembros son normalmente antiguos miembros del Quórum de los Doce. Por esta razón, ordena Apóstoles como miembros del Quórum de los Doce Apóstoles, el segundo en autoridad a la Primera Presidencia de la iglesia.

Un auténtico Apóstol es

  • Oficial de Cristo para edificar la iglesia:

El apóstol es propiamente un apóstol de Jesucristo, quien ha tenido un encuentro genuino con el señor resucitado y una delegación dada por él. Los apóstoles, entonces, no son oficiales de la iglesia sino oficiales de Cristo para edificarla (1 Cor 12:28).

  • Comisionado por Dios y no por la comunidad:

El apostolado implica una comisión con tareas especificas, y hace hincapié en la autorización divina del que lo envió, por ejemplo en el caso del sacerdote o de personajes tales como Moisés, Elías y Pablo que son comisionados por Dios y no por la comunidad. Pero lastimosamente puedo percibir que muchos de los llamados apóstoles no han sido comisionados por Dios sino que se han autoproclamado, esperando respuesta y respaldo de su comunidad.

  • Un discípulo:

Los apóstoles deben ser discípulos, aunque no todos los discípulos deben ser apóstoles. La expresión doce apóstoles se usa primeramente en (Mateo 10:2), pero no da a entender una equiparación exclusiva de los doce con los apóstoles. Jesús se limita a llamar a los doce y enviarlos con autoridad. Tenemos aquí, entonces, un envió autoritativo en el sentido de una delegación plena seguida por un posterior regreso e informe. Esto lo podemos notar palpablemente por el hecho que, cuando los discípulos regresan a Jesús, no continúan con su labor sino que se convierten nuevamente en oyentes y ministros (Lc 9:49-50). Mateo y Marcos apoya lo que acabo de decir. Cuando son comisionado los discípulos de Mateo 10:1 se convierten en los apóstoles de (10:2), pero cuando regresan se convierten nuevamente en discípulos (Mr 6:30).

Resumen

Pablo en (2 Corintios 11:13) habla de aquellos que se disfrazan como apóstoles de Cristo.

Esos falsos apóstoles no están autorizados por Cristo, como lo muestra su falta de compromiso con Dios o con Cristo, y sus intenciones cargadas de ambición por el poder. Su descripción como los “súper-apóstoles” está llena de ironía, puesto que un apóstol se encuentra ya, como tal, en una posición incomparable, y aún así se caracteriza por su arduo trabajo en pro de la edificación de la iglesia, manifestando un sentido de pertenencia con ella; no se jacta de su oficio ni se presenta como el privilegiado; en su ardua tarea busca servir antes que ser servido y siempre manifiesta una genuina humildad.

Hacer milagros en sí mismo no es ninguna garantía de salud espiritual. Nuestro Señor enseñó que a muchos que afirman que son profetas de Cristo, y que son exorcistas, en el día del juicio no les será permitido entrar al cielo debido a que realmente son hacedores de iniquidad (Mateo 7:22-23).

Es digno de notarse que quienes afirman que poseen dones apostólicos hoy en día, raramente hablan de ciertos milagros que pueden presentar riesgos como tomar en las manos serpientes venenosas y beber alguna cosa mortífera (Marcos 16:18). Su silencio acerca de estos temas es ensordecedor.

A aquellos que pudieran argumentar, “yo lo he experimentado, y no me importa lo que la Biblia u otras personas puedan decir,” respondemos con las palabras de (Isaías 8:20). ¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan de acuerdo con esta palabra, es que no les ha amanecido. La Escritura es la norma por la cual debemos medir nuestra experiencia, y no a la inversa.

La Escritura ciertamente ofrece a los creyentes gracias ordinarias – tales como fe, esperanza y amor, que ahora permanecen (1Cor. 12:31; 13:8, 13). Estas gracias son sin embargo sobrenaturales, y Dios puso un valor especial en ellas ya que son frutos del Espíritu Santo. Sin santidad nadie verá a Dios (Hebreos 12:14). Es nuestro deber anhelar y cultivar estas gracias.

Fuentes