Armando de Pedro Capetillo
| ||||||||||
Armando de Pedro Capetillo (Candelaria, 10 de mayo de 1900 - ibídem,[1] 7 de diciembre de 1959). Maestro martiano y marxista cubano.
Sumario
Síntesis biográfica
Era el tercer hijo de un matrimonio humilde: su padre, Alejandro de Pedro, era zapatero y su mamá, Andrea Capetillo, despalilladora.
Su infancia transcurrió en Candelaria y Guanajay, pues por motivos de trabajo sus padres se trasladaron a Guanajay donde Armando se destacaba en la escuela por sus estudios y demás actividades, perteneció a una banda municipal y en ese mismo pueblo aprendió solfeo y tocaba algo de flauta y violín, se hizo sastre con un señor de La Habana de apellido Fasenda, oficio que aprendió a la perfección.
Cuando se creó la Escuela Normal para Maestros hizo su ingreso en Pinar del Río, pero las dificultades económicas le impidieron continuar.
Matrimonio y vida laboral
Así transcurrieron los años hasta que al unirse con Dolores Lugo se establece en La Habana, donde desempeña varios trabajos y estudios a la vez; así se gradúa y empieza la edad difícil de buscar una plaza. Toda su vida fue una lucha tenaz por vencer los obstáculos del medio social.
Después comienza a estudiar para unas opciones y le ofrecen una plaza en Los Hoyos y vuelve de nuevo para Candelaria con su esposa e hijos. De la unión con Dolores Lugo nacieron cinco hijos: Pedro, Armando, Marta, Nancy y Antonio de Pedro Lugo.
Regreso a Candelaria
Posteriormente pasa por una escuela en Artemisa y de aquí pasa a la dirección de la Escuela n.º 1 para varones «José Martí», en Candelaria, cargo que ocupó hasta su muerte. En Candelaria fundó la escuela privada que le llamó "Fiat Lux" (‘que se haga la luz’) en esta escuela estudiaban y se preparan los jóvenes para continuar estudios secundarios en ella. Estudiaban tanto los niños de familias pudientes como las humildes, sin tener que pagar un centavo.
La primera banda escolar que se creó en este pueblo fue organizada por «el Maestro», como lo nombraban cariñosamente sus alumnos.
_a_los_19_a%C3%B1os_de_edad.png)
El niño Fulgencio Oróz (Candelaria, 1939 - La Habana, 1958) estudió en la escuela José Martí (gratuita) hasta sexto grado, y en el instituto Fiat Lux (becado por el propio De Pedro) en séptimo y octavo grados, para prepararse para la Escuela Normal de Maestros de La Habana.[2]
En 1953, con 14 años de edad, Oróz ingresó en la Escuela Normal y se fue a vivir a La Habana, donde desarrolló una carrera como líder estudiantil comunista.[2] En octubre de 1957, cuando la dictadura batistana empezó a asesinar alumnos de las escuelas secundarias, la Juventud Socialista le indicó a Oróz que se fuera a su pueblo natal para evitar ser asesinado.[2] Fulgencio conocía muchos datos que la dictadura ansiaba poseer: las cifras de los Comités de Base de la Juventud Socialista, el nombre de los contactos en los planteles estudiantiles, el nombre y la dirección de más de 90 casas clandestinas de la Juventud Socialista y del Partido Socialista Popular, el nombre y la dirección de muchos «cuadros» del Movimiento Veintiséis de Julio y de otras organizaciones. Oroz estaba consciente de que si era atrapado, la policía trataría de extraerle esa valiosa información utilizando los más crueles métodos de tortura.[2] En Candelaria, Oróz se alojó en la casa de El Maestro ―quien había desarrollado un gran afecto y admiración por su discípulo― y durante varios meses compartió la vida con su familia.[2]
En marzo de 1959, el joven Fulgencio Oróz regresó a La Habana, donde continuó luchando desde la clandestinidad.[2] Pocos meses después, el 2 de diciembre de 1959, Oroz (de 19 años) fue finalmente capturado, torturado y asesinado. Esto representó un durísimo golpe para el Maestro de Candelaria.[2]
De Pedro falleció en Candelaria el 7 de diciembre de 1959, a los 59 años.
Vigencia y valores
Era todo martiano y marxista y era todo para sus alumnos, era una de las personas que encabezaba la llamada lista del Primero de Enero.
Hoy queda su nombre, especialmente, en la escuela seminternado de primaria "Armando de Pedro Capetillo", por acuerdo del Buró Municipal del Partido.
Todos sus hijos sintieron la enseñanza del maestro logrando que tres de ellos siguieran su misma vocación y se incorporaran al magistrado.
Su vinculación con el pueblo lo hizo acreedor de un respeto incalculable, sobre todo ante los padres y sus alumnos.
Profundizó mucho en la vida y obra de los héroes de la lucha emancipadora sobresaliendo ante todo, José Martí y Antonio Maceo. Estudió la obra y siempre enalteció sus valores.
Se cuenta que en las tertulias que hacía en su casa con sus alumnos al terminar anécdotas de Antonio Maceo decía era bravo como un toro.
Su autodidactismo le permitió elevar su nivel científico, pedagógico y trabajó en dos escuelas. Era exigente con los estudios y los días de prueba repasaba por las noches en su casa.
Los alumnos que él preparaba estaban con dominio pleno de los conocimientos adquiridos y eran reconocidos en el instituto de Artemisa.
Les inculcó ideas revolucionarias, humanistas, de amor, y de respeto por la patria; y muchos de ellos se incorporaron a la lucha clandestina.
Su nombre quedó en la historia de la educación en Candelaria como un gran pedagogo.
Fuentes
- Datos y entrevistas a compañeros de trabajo y familiares.
- Ponencia bibliográfica de Armando de Pedro Capetillo, realizada por trabajadores del centro que lleva su nombre.
- Escuela Municipio de Candelaria "Armando de Pedro Capetillo".
- Museo de Candelaria.
- Biblioteca Pública de Candelaria "Pablo Lafargue"
