Artrología

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Artrología
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Concepto:La palabra artrología proviene de la voz griega:Arthos:Juntura y Logos:Tratado o estudio

Artrología:También conocida como o Sindesmología, es la rama de la anatomía que se dedica al estudio de las diferentes articulaciones del organismo, siendo estas articulaciones el conjunto de partes blandas y duras, por medio de las cuales se unen dos o más huesos próximos; es decir es la conexión funcional entre los huesos del esqueleto, que tienen dentro de sus principales funciones:

  • Permitir el desplazamiento del cuerpo en el espacio.
  • Posibilitar el desplazamiento de los huesos entre sí
  • Permitir la correcta postura corporal.

Desarrollo

La forma primitiva de unión de los huesos (en los vertebrados inferiores, de vida acuática) fue su enlace con ayuda de tejido conjuntivo o (más tarde) cartilaginoso. Sin embargo, este medio de unión total entre los huesos limita el volumen de los movimientos. Con la formación de palancas óseas de movimiento, en el tejido interóseo, y como resultado de la reabsorción de este último, comenzaron a presentarse, hendiduras y cavidades, lo que dio origen a una nueva forma de unión entre los huesos, la discontinua, articulada. Los huesos no sólo dejaron de unirse simplemente, sino que se articularon, formando las articulaciones que permitían a las palancas realizar amplios movimientos, indispensables para la existencia de los animales, especialmente de los terrestres. De esta suerte, durante el proceso de la filogénesis se desarrollaron dos clases de uniones óseas: una primitiva, completa, con una capacidad muy limitada de movimientos, y otra posterior, discontinua, que permite movimientos amplios. Reflejando el proceso filogenético de adaptación al medio ambiente con ayuda del movimiento en las articulaciones, también en la embriogénesis humana el desarrollo de las uniones óseas pasa por dos estadios. Al principio, los rudimentos esqueléticos están unidos ininterrumpidamente por capas de mesénquima. Este último se transforma en tejido conjuntivo, del cual se derivaron los dispositivos que unen los huesos. Si las zonas de tejido conjuntivo situados entre los huesos son continuas, se obtiene la unión continua, de los huesos, su soldadura o sinartrosis. Si dentro de esas zonas, por vía de reabsorción del tejido conjuntivo, se forma una cavidad, se origina otra clase de unión, la cavitaria o discontinua, la diartrosis.
De esta suerte, por su desarrollo, estructura y función todas las uniones óseas pueden clasificarse en 2 grandes grupos (figs. 1 y 2).

  1. .Uniones continuas o sinartrosis (BNA), son más precoces en su desarrollo, inmóviles o semimóviles por sus funciones.
  2. .Uniones discontinuas o diartrosis (BNA), son más tardías en su desarrollo y más movibles por sus funciones.

Entre estas dos formas existe una de tránsito, de las continuas a las discontinuas, o viceversa. Esta se caracteriza por la existencia de una pequeña hendidura desprovista de la cavidad articular verdadera, por lo que se denomina semiarticulación o hemiartrosis.

Tiposarticulaciones.jpeg

Fig.1.Esquema de los diferentes tipos de articulaciones óseas. Articulaciones continuas:
a-Con ayuda de tejido conjuntivo (sindesmosis):
b-Con ayuda de cartílago (sincondrosis). Forma de tránsito entre las articulaciones continuas y las discontinuas;
c-Semiarticulación (hemiartrosis). Articulaciones verdaderas:
d-Con ligamentos y meniscos intraarticulares:
e-Con disco intraarticular que divide la articulación en dos pisos.

Uniones Continuas o Sinartrosis

El esqueleto en su desarrollo pasa por 3 estadios: conjuntivo, cartilaginoso y óseo. Puesto que el paso de un estadio al otro está relacionado con la modificación de los tejidos interóseos, la unión de los huesos pasa también, en su desarrollo, por 3 fases, a causa de lo cual se distinguen 3 clases de sinartrosis:
I. Si después del nacimiento persiste tejido conjuntivo en el espacio interóseo, los huesos estarán unidos por tejido conjuntivo fibroso o sindesmosis (articulationes fibroses s. syndesmosis).
II. Si en el espacio interóseo el tejido conjuntivo se transforma en cartilaginoso, que se mantiene después del nacimiento, los huesos estarán unidos por tejido cartilaginoso o sincondrosis (articulationes cartilaginea s. synchondrosis).
III. Finalmente, si en el espacio interóseo el tejido conjuntivo se transforma en óseo (en la osteogénesis désmica) o primeramente en cartilaginoso y posteriormente en óseo (en la osteogénesis condral), los huesos se encontrarán unidos por tejido óseo, constituyendo una sinostosis (synostosis) (BNA).
El carácter de la unión interósea no es invariable en el transcurso de la vida de cada individuo. En correspondencia con los 3 estadios de osificación, las sindesmosis pueden transformarse en sincondrosis y en sinostosis. Estas últimas forman la fase terminal en el desarrollo del esqueleto.

Clases de Sindesmosis

Sindesmosis (articulatio fibrosa) es la unión continua de los huesos por tejido conjuntivo.
1. Si el tejido conjuntivo ocupa un gran espacio entre los huesos, esa unión adquiere el aspecto de membrana interósea (membrana interossea). por ejemplo, entre los huesos del antebrazo o de la pierna.
2. Si el tejido conjuntivo interóseo adquiere la estructura de fascículos fibrosos, se originan los ligamentos fibrosos (en todas las articulaciones). En algunos lugares (por ejemplo, entre los arcos vertebrales) los ligamentos están compuestos de tejido conjuntivo elástico (synelastosis -BNA) y por eso tienen una coloración amarillenta (ligg. flava).
3. Los huesos de la calvaria están unidos por restos de tejido conjuntivo primario: tales uniones se denominan fontanelas (lonticuli).
4. Cuando el tejido conjuntivo interóseo adquiere el carácter de una capa delgada, entre los huesos del cráneo se originan las suturas. Por la forma de unión de los bordes óseos, se distinguen las siguientes suturas:
a) dentada (sutura serrata), en la que los salientes del borde de un hueso encajan en los espacios interdentados del borde del otro hueso (entre la mayoría de los huesos de la calvaria):
b) sutura escamosa, cuando el borde biselado de un hueso se aplica sobre el borde biselado del otro (entre los bordes de los huesos parietal y temporal);
c) sutura lisa o plana o aplicación entre sí de dos bordes biselados (entre los huesos de la cara).

Clases de Sincondrosis

Sincondrosis (articulatio cartilaginea) es la unión continua de los huesos mediante tejido cartilaginoso, la cual, gracias a las propiedades físicas del cartílago, es una unión elástica. Los movimientos en las sincondrosis son muy limitados y tienen el carácter de muelle. Estos dependen del grosor de la capa cartilaginosa: cuanto más ancha sea, tanto mayor será la movilidad.
Según la estructura del tejido cartilaginoso (hialirio o fibroso), se distinguen:
1) la sincondrosis hialina, por ejemplo, entre las costillas y el esternón, y
2) la sincondrosis fibrosa.
Esta última se presenta en aquellas zonas sometidas a gran resistencia ante los agentes mecánicos, por ejemplo, entre los cuerpos de las vértebras. Aquí las sincondrosis fibrosas, gracias a su elasticidad' desempeñan el papel de amortiguadores, que suavizan los golpes y sacudidas.
Por la duración de su existencia, las sincondrosis pueden ser:
1. Temporales, que existen solamente hasta una edad determinada, después de la cual son sustituidas por sinostosis, por ejemplo, las sincondrosis entre las epífisis y las metáfisis o entre los tres huesos del cinturón del miembro inferior, que se unen constituyendo un hueso pelviano único. Las sincondrosis temporales representan la segunda fase del desarrollo del esqueleto.
2. Permanentes, que existen toda la vida, por ejemplo, las sincondrosis entre la pirámide del hueso temporal y el esfenoides o entre la pirámide y el occipital.

Uniones de Transito, Semiarticulaciones

Hemiartrosis
Si en el centro de la sincondrosis se forma una hendidura estrecha sin el carácter de cavidad articular verdadera, con superificies articulares y cápsula, se crea una unión de tránsito entre las articulaciones continuas y las discontinuas, denominándose semiarticulación o hemiartrosis; por ejemplo, la existente entre los pubis o la sínfisis púbica. La hemiartrosis puede formarse también como resultado del paso inverso de las junturas discontinuas a las continuas, como consecuencia de la reducción de las articulaciones, por ejemplo, en algunos vertebrados, entre los cuerpos de una serie de vértebras de la cavidad articular queda solamente una estrecha hendidura en el disco intervertebral

Uniones Discontinuas, Articulaciones

Diartrosis
La articulación se presenta como una unión discontinua, cavitaria, móvil (articulatio synouialis) (del gr. arthron, articulación, de ahí arthritis, inflamación de la articulación). En cada articulación se distinguen las caras articulares de los huesos, la cápsula articular, que envuelve en forma de manguito los extremos articulares de los huesos, y la cavidad articular, que se encuentra en el interior de la cápsula (fig. 2).

Esquemaarticulacion.jpeg

Fig. 2. Esquema de una articulación. 1 - capa fibrosa de la cápsula articular (membrana fibrosa);
2 - capa sinovial de la cápsula articular (membrana sinovial);
3 - periostio;
4 y 5 - caras articulares de Ios huesos revestidas por el cartílago articular:
6 - cavidad de la articulación.
1. Las caras articulares (facies articulares) están revestidas por cartílago articular hialino o, más raramente, fibroso, que tiene un espesor de 0,2 a 0,5 mm. Como resultado del roce continuo, el cartílago articular se va puliendo, lo que facilita el deslizamiento de las caras articulares, y gracias a su elasticidad aminora los golpes, sirviendo de amortiguador. Las caras articulares, por lo común, se corresponden más o menos una a la otra (con¬gruencia). Así, cuando la cara articular de un hueso es convexa (cabeza articular), la cara del otro será cóncava (fosa articular).
2. La cápsula articular (capsula articularis), cubriendo herméticamente la cavidad articular, se inserta en los bordes de las cara articulares o a poca distancia de las mismas. Se compone de una membrana externa fibrosa (rnembrana fibrosa) y una membrana interna sinovial (membrana synovialis). La membrana sinovial, por su cara dirigida a la cavidad articular, está tapizada por una capa de células endoteliales que le proporciona el aspecto liso y brillante. La membrana sinovial segrega en la cavidad articular un líquido viscoso, traslúcido, la sinovia y siempre termina en los bordes de los cartílagos articulares. Ella forma, frecuentemente, pequeñas exuberancias denominadas vellosidades sinoviales (villi synoviales). Además, en zonas aisladas constituye pliegues sinoviales (plicae synoviales), más o menos grandes, que entran en la cavidad articular. A veces, los pliegues sinoviales contienen una cantidad considerable de substancias adiposas, infiltradas del exterior. convirtiéndose en pliegues adiposos (plicae adiposae), un ejemplo de ellos son los pliegues alares (plicae alares) de la articulación de la rodilla. Algunas veces, en los lugares adelgazados de la cápsula se forman prolongaciones sacciformes de la membrana sinovial, las bolsas sinoviales (bursae synoviales), situadas alrededor de los tendones o debajo de los músculos cercanos a la articulación. Estas bolsas repletas de sinovia suavizan el roce de los tendones y los músculos durante los movimientos.
3. La cavidad articular (cavitas articulare) es un espacio en forma de hendidura, herméticamente cerrado, limitado por las caras articulares y la membrana sinovial. En estado normal no es una cavidad vacía, sino llena de líquido sinovial, que humedece y lubrica las caras articulares, disminuyendo el roce entre las mismas. Además, la sinovia juega su papel en el metabolismo de los líquidos y en el reforzamiento de la articulación, gracias al acoplamiento de las caras. También sirve de amortiguador, atenuando la presión y los golpes de las caras articulares, ya que el movimiento en las articulaciones no es sólo el deslizamiento, sino también la separación de las caras articulares (V. Kasyanenko. 1956). Entre las caras articulares existe una presión negativa (inferior a la atmosférica). Por eso su separación está obstaculizada por la presión atmosférica. (Eso explica las sensibilidad de las articulaciones respecto a las oscilaciones de la presión atmosférica, en algunas enfermedades de las mismas, debido a lo cual dichos enfermos pueden predecir los empeoramientos del clima.)
En los traumatismos de la cápsula articular, el aire penetra en la cavidad articular, a causa de lo cual las caras articulares se separan de inmediato. En las condiciones corrientes, dicha separación está dificultada no sólo por la presión negativa de la cavidad, sino por los ligamentos (intra y extra articulares) y los músculos, junto con los huesos sesamoideos incluidos en el espesor de sus tendones. Los ligamentos y los tendones de los músculos constituyen el aparato complementario que refuerza la articulación.
En una serie de articulaciones se tienen dispositivos adicionales que complementan las caras articulares, los cartílagos intraarticulares; ellos están compuestos de tejido cartilaginoso fibroso y tienen el aspecto de lamini¬llas cartilaginosas compactas, los discos (disci articulares) o de formaciones no compactas, encorvadas en forma semilunar denominadas meniscos (menisci articulares) (del lat. meniscus, media luna), o adoptan la forma de bordes cartilaginosos (labios articulares) (labra glenoidalia).
Todos estos cartílagos intraarticulares se insertan por su contorno en la cápsula articular. Por lo común se consideran como dispositivos para nivelar las caras articulares incongruentes. Sin embargo, V. Kasyanenko (1956) dice que este punto de vista es erróneo, puesto que la incongruencia de las caras articulares existe solamente en los huesos macerados, pues en el organismo vivo todos los elementos de la articulación están en completa correspondencia. Los cartílagos intraarticulares se originan como resultado de nuevas exigencias funcionales, como reacción ante la complicación y el aumento de la carga estática y dinámica. Estos provienen de los cartílagos de las uniones continuas primarias y por sus propiedades conjuntas de solidez y elasticidad favorecen la resistencia a los golpes y facilitan el movimiento en las articulaciones.

Fuente

  • Anatomía Humana. Autores: M. Prives, N. Lisenkov y V. Bushkovic. Tomo I Quinta edición. Editorial Mir, Moscú. 1984.