Asalto a la Audiencia de Camagüey

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Asalto a la Audiencia de Camagüey
Información sobre la plantilla
Fecha:2 de marzo de 1958
Lugar:calle Hermanos Agüeros entre Cisneros y Príncipe
País(es) involucrado(s)
Cuba
Líderes:
Noel Fernández y los hermanos Marrero

Asalto a la Audiencia de Camagüey. El Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 encabezado por Fulgencio Batista resultó agravante de los males de las masas en Cuba y, por supuesto, causa del creciente repudio de parte del pueblo cubano.En este contexto se escribe la gloriosa página del Asalto a los Cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de julio de 1953 y las luchas en la Sierra Maestra y el llano que le continuó al desembarco del yate Granma el 2 de diciembre de 1956.

Hechos

Entre los sucesos de mayor relieve en el marco de la lucha contra la dictadura imperante se encuentra el Asalto al Palacio Presidencial y a Radio Reloj, protagonizados por valerosos jóvenes del Directorio Revolucionario el 13 de marzo de 1957, en correspondencia con el compromiso asumido por esa organización ante el Movimiento 26 de Julio (MR 26-7) en el documento conocido por la Carta de México, firmado por Fidel Castro y el líder del Directorio, José Antonio Echeverría.

Sin lugar a dudas, la heroicidad de los jóvenes del Directorio impactó en la conciencia de las generaciones que combatían en la Isla al régimen imperante. En este panorama, Camagüey no fue la excepción, pues –a modo de ejemplo– el último día de 1957 iban a la Cárcel Pedro Léster Delgado, Jefe de Acción y Sabotaje del MR 26/7 en la provincia, y el militante Alfredo Sarduy, quienes con derroche de valentía se enfrentaban al tirano.

De este modo, la ciudad principal de El Camagüey se convirtió en escenario de significativos hechos contra el régimen sometido al “Norte revuelto y brutal”, como es el caso del suceso que tuvo lugar el 2 de marzo de 1958, 50 años atrás, día en que un comando revolucionario, encabezado por uno de los dirigentes del MR 26-7, Noel Fernández, asaltó la Audiencia de Camagüey sita en la calle Cisneros entre Hermanos Agüero y General Gómez, con el objetivo de quemar 47 causas iniciadas a presos políticos de la Cárcel Provincial.

Testimonio

Según testimonio de Raúl Rodríguez Villafaña, quien presenció el citado asalto a la Audiencia, el histórico episodio tuvo lugar aquel 2 de marzo, alrededor de las 3 de la tarde, entrando por la calle Hermanos Agüeros entre Cisneros y Príncipe, al costado derecho del frente del recinto jurídico, y fue protagonizado por Noel Fernández y los hermanos Marrero. Uno de estos últimos, llevando consigo un tanque de cinco galones de gasolina rotulado con la marca TEXACO, tuvo la intención de darle candela al Colegio de Abogados que se encontraba en el primer descanso de la escalera principal del edificio en cuestión. Acto seguido el comando decidió incendiar el Tribunal de Urgencia, lugar contiguo donde la jurisprudencia batistiana efectuaba los juicios. Así, quedó consumado el objetivo de esa acción contra la dictadura.

Crónica

La historiadora Elsa María Marrero certifica que Orestes Cipriano Cisneros, trabajador jubilado, escribiente en aquel entonces del tribunal provincial y quién llevó treinta y tres años ahí, afirma que el 2 de marzo de 1958, día del suceso, aunque era no laborable acudió al lugar para adelantar su trabajo. Allí estaban trabajando, eventualmente, un oficial de la secretaría de apellido Cardoso y el empleado Jorge Beltrán.

Además, agrega que el comando integrado por tres militantes del MR 26-7, burlando la policía, se introdujeron al local e hicieron prisioneros a los empleados que estaban allí. Fueron estos conducidos a la casa de Pedro Rodríguez, quién era alguacil mayor del tribunal y vivía al fondo de dicho edificio, por el ala derecha con salida por la cochera que da a Hermanos Agüero. Narra también que los revolucionarios cargaron con dos envases que contenían gasolina y derramaron el contenido en las oficinas de la secretaría de la audiencia y del tribunal de urgencia y les prendieron candela, con lo que provocaron un intenso fuego.

Igualmente, Elsa María anota que con el incendio más de 8000 inicios de causas de todos los juzgados fueron destruidos por las llamas, y desapareció el archivo del tribunal mencionado, quedando así marcado el lugar por la justicia revolucionaria para la posteridad, en contrapartida de la incongruente expresión “SVB LEGES LIBERTAS”, inscripción latina de la cúspide de la fachada, que quiso reflejar el destino del predio en la república mediatizada. Más allá del acontecimiento en sí mismo, su legado se inscribe con ribetes de oro por cuanto suceso como el asalto a la Audiencia de Camagüey, hace medio siglo, compromete a las presentes y futuras generaciones de camagüeyanas y camagüeyanos en el sentido de luchar siempre por la libertad e independencia de la Patria agradecida.

Fuente