Batalla de Las Guásimas

Batalla de las Guásimas
Información sobre la plantilla
Parte de Guerra de los Diez Años
Batalla las guasimas.jpg
Fecha Desde el 15 de marzo hasta el 19 de marzo de 1874
Lugar Camagüey, Bandera de Cuba Cuba
Beligerantes
Bandera de Cuba Ejército Libertador Bandera de España España
Comandantes
Máximo Gómez, Antonio Maceo, Julio Sanguily, Manuel Sanguily, Modesto Díaz, Vicente García Brigadier Armiñan
Fuerzas en combate
Desconocido 3 000 hombres

Batalla de las Guásimas. Importante combate de la Guerra del 68 entre tropas cubanas al mando del Mayor General Máximo Gómez, que pretendían invadir el occidente de Cuba y fuerzas españolas al mando del Brigadier Armiñán, destacadas para impedírselo. Las Guásimas fue uno de los combates más sangrientos de las guerras de independencia de Cuba, y aunque los mambises obtuvieron la victoria, tuvieron que detener el avance hacia Occidente para recuperar las pérdidas.

Involucrados

La batalla ocurrió desde del 15 al 19 de marzo de 1874, en Camagüey, región centro - oriental de Cuba. Se enfrentaron las fuerzas del Brigadier Armiñan que tenía 3 000 hombres contra las fuerzas cubanas, comandadas por el Mayor General Máximo Gómez. Además participaron otros destacados jefes militares cubanos como: Antonio Maceo, Julio Sanguily, Manuel Sanguily, Modesto Díaz y revisó las líneas cubanas el General Vicente García.

Cinco días combatiendo al enemigo

Cuadro conmemorativo de la Batalla de Las Guásimas.

A unos 36 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, hoy Camagüey, en una finca conocida como Las Guásimas de Machado, tuvo lugar durante cinco días una de las más importantes acciones de las guerras independentistas de Cuba.

La batalla de Las Guásimas, no estaba prevista en los planes de Gómez, quien había tomado medidas para desorientar al enemigo con el fin de evitar cualquier enfrentamiento que pudiera comprometer La Invasión.

Sin embargo, los españoles conocían el propósito del Ejército Libertador, por lo que habían aumentado sus efectivos para operar sobre las principales vías de acceso: desde Puerto Príncipe hacia la Trocha de Júcaro a Morón.

El jefe mambí, informado de los movimientos del enemigo, tuvo la certeza de que el encuentro sería inevitable y ocupó con sus fuerzas una posición ventajosa en Las Guásimas.

En una primera fase de la batalla Máximo Gómez atrajo las fuerzas españolas hacia una emboscada para aniquilarlas con el fuego de la infantería y un golpe sorpresivo de los de a caballo.

La caballería españolas esperaba una fácil victoria cuando se escuchó el grito de ¡Viva Cuba Libre! y fueron acometidos por la caballería mambisa sufriendo numerosas bajas. En un intento por decidir el combate a su favor, Gómez continúa con su propósito de inducir nuevamente a las fuerzas de la colonia a otra emboscada.

Estos esfuerzos no tuvieron los resultados esperados y los españoles siguieron fortaleciendo su defensa.

En una segunda etapa de las acciones, el continuo hostigamiento de los cubanos aumentó las bajas y desmoralizó a los españoles que, no obstante, lograron salir del cerco y buscar refuerzos.

General Gómez retornó al escenario de la acción principal y organizó el rechazo de un probable ataque. En la mañana del 19 de marzo, bajo el castigo de los cubanos, las columnas españolas iniciaron la retirada hacia Puerto Príncipe.

Durante la tercera fase de la batalla Gómez tuvo que limitarse al hostigamiento del enemigo en su recorrido, pues la correlación de fuerzas era desfavorable. Pese a ello los españoles sufrieron nuevas pérdidas en su precipitada marcha a la ciudad.

Finalizaba así la batalla de Las Guásimas. En ella el jefe mambí aplicó de forma creadora los principios más importantes del arte militar: la iniciativa en la selección del lugar para enfrentar al enemigo y la sorpresa. En las acciones logró una efectiva cooperación entre las armas del Ejército Libertador: la Infantería y la Caballería. Puso en práctica emboscadas de aniquilamiento y de contención, cargas al machete, cerco y persecución.

Resultados

Según testimonios de un oficial español, fueron días horribles, de combate con sed abrumadora, calores húmedos y de sofoco por mosquitos, todo unido a la imposibilidad de dar sepultura a tantos caídos.

En los cinco días de enfrentamiento, las fuerzas cubanas sufrieron numerosas bajas entre muertos y heridos, así como la pérdida de otros medios y recursos que habían sido dispuestos para la campaña invasora.

El empeño del General Gómez por rendir al enemigo, si bien le proporcionó la victoria, le requirió de algún tiempo para restablecer la capacidad combativa de las tropas antes del ulterior avance hacia el territorio de Las Villas.

Fuentes