Omar Ranedo Pubillones

Omar Ranedo Pubillones
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NombreOmar Ranedo Pubillones
Nacimiento26 de mayo de 1939
Guantánamo, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento18 de febrero de 1958
Guantánamo, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
PadresDora Pubillones Heredia y Julián Ranedo Pastor.
Omar Ranedo Pubillones: Combatiente revolucionario. Miembro del Movimiento 26 de Julio, cumpliendo una misión fue sorprendido por el ejercito donde es herido y luego asesinado.

Biografía

Nació el 26 de mayo de 1939 en la ciudad de Guantánamo, en la calle Pedro A. Pérez y el 1 Sur. Sus padres fueron Dora Pubillones Heredia y Julián Ranedo Pastor. Sus hermanas, menores que él, Martha y Nuria. La familia pertenecía a la clase media, por lo que en el ambiente hogareño se gozaba de ciertas comodidades y relaciones sociales.

Niñez

Comenzó sus primeros estudios en el colegio La Salle. Desde pequeño fue de carácter fuerte y reservado. Su deporte preferido era la pesca submarina. Leía mucho y tenía correspondencia con distintas escuelas militares. Su aspiración era ingresar en los cuerpos de marina o aviación.

Cuando ya era un adolescente, ingresó en el colegio Sara Ashurst, en el cual se graduó de 8vo grado, en junio de 1953; entonces Omar contaba con 14 años de edad. Posteriormente pasó al Instituto de Segunda Enseñanza de Guantánamo como estudiante libre, a la vez que cumplía con su trabajo de administrador de los Ómnibus Espino; también estudiaba el programa de ingreso a la escuela de cadetes.

Según testimonios de allegados y conocidos, todos coinciden con respecto a su vocación intelectual, la serenidad y honestidad que le caracterizaban a pesar de su extrema juventud.

Trayectoria Revolucionaria

El 29 de enero de 1955, Omar fue iniciado en la Liga Juvenil Independiente Odd Fellows. Pertenecía además a la Colonia Española de Guantánamo, una sociedad de beneficencia, cultura y recreo, en la cual ingresó el 17 de mayo de 1957.

Por su carácter y educación, Omar tenía muchos amigos y era muy querido por los empleados de la empresa que administraba. Era un joven estudiante, valeroso y fuerte, además de inteligente y capaz. Con independencia de la educación y el medio en que había sido criado, ante el llamado de la patria escarnecida, desangrada y tantas veces engañada, sintió profundamente la obligación de in- corporarse a la lucha e ingresó en las filas del Movimiento 26 de Julio, al cual aportó todo cuanto material poseía, incluso vendió un automóvil de su propiedad para incorporar este dinero a los fondos de la organización.

En la noche del 18 de febrero de 1958, se decidió la ejecución de un sabotaje consistente en la quema de un ómnibus de la ruta 13-norte al 13-sur. Omar, que en ese momento ostentaba el grado de sargento, fue responsabilizado con aquella acción en unión de otros dos compañeros; pero fueron sorprendidos por una patrulla militar integrada por el soldado Salvador Macía y los miembros de la policía Pedro Castillo y Pedro Méndez. El joven Omar Ranedo resultó herido, aunque sus compañeros lograron escapar. Omar resistió cuanto pudo y trató de escapar; pero quedó junto a una cerca de alambre de púas en un potrero que existía en las inmediaciones del lugar.

Los militares regresaron a su guarida a dar la noticia al capitán Manuel de Jesús Cosallas, reconocido asesino, que cuando se dirigía al lugar manifestó que no quería heridos ni prisioneros. Luego apareció el cadáver de Omar en el lugar de los hechos.

Muerte

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Al amanecer su cadáver fue hallado en la calle Luz Caballero y el 11 Sur contando solo con l8 años de edad. En este lugar fue elegido un obelisco que honra su memoria. A partir de este momento se nutrió de jóvenes. La lucha redentora en las montañas.

A su sepelio asistieron cientos de personas, fue una verdadera manifestación de duelo. El ejército situó guardias con armas largas en todas las calles hasta el cementerio; el capitán, al ver aquella masa humana que cantaba el Himno Nacional, corrió al cuartel en busca de cajas de granadas que repartió a los soldados a la vista del pueblo, pero los guantanameros, firmes en sus puestos y cumpliendo orientaciones de la dirección del Movimiento 26 de Julio, acompañaron los restos mortales de Omar hasta su última morada y allí, con toda decisión, un joven izó la bandera roja y negra símbolo del movimiento, aprovechando la confusión y la tensión de aquel triste momento en que se efectuaba la despedida de duelo; de esta forma este valeroso pueblo honró a su mártir.

Durante una semana los guantanameros decretaron duelo. Los edificios cerraron sus puertas por unos días y las calles se vieron desiertas, desde entonces se incrementó la resistencia cívica y el número de jóvenes alzados.

Por decisión de la Comandancia Central del Segundo Frente Oriental “Frank País” se honró con el nombre de este heroico joven a la Compañía D de la Columna No. 18 “Antonio López Fernández”.

Fuente