Bernaldino Álvarez
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Bernardino Álvarez (La Habana, 1914 - Candelaria, 10 de noviembre de 1961). Mártir cubano víctima de las bandas contrarrevolucionarias del territorio candelariense.
Síntesis biográfica
Bernardino Álvarez nació en el año 1914 en el territorio municipal de Artemisa, hijo de Francisco y Ana. Su vida la desarrollo desde muy temprano edad en las labores del campo. Como obrero agrícola en una granja estaba vinculado a las milicias obreras para proteger los campos de caña de la comarca.
Trayectoria revolucionaria
En la etapa de la politiquería prerrevolucionaria se mantuvo alejado de los partidos político sin embargo se incorporó de inmediato al proceso revolucionario, ya para entonces había participado en actividades en la plaza de la revolución y en su vivienda radicaba un brigadista que le enseñaba las primeras letras, esto provocó que fuera visto con odio por los que estaban en contra del movimiento rebelde.
El 17 de febrero de 1962 hace su aparición en la zona Francisco Robaina Domínguez, mas conocido por Machete. Esa mañana Bernardino había salido muy temprano, como de costumbre, a ordeñar su vaca y es sorprendido por los bandidos y llevado a una finca cercana de allí, lo maltrataron, su firmeza fue un estímulo para el ensañamiento de las bestias que aún defendían la suerte del poder neocolonial. En consecuencia es atado a una palma en finca La Majagua, alrededor de las 7:00 pm, del propio día, los contrarrevolucionarios, forman una escuadra de cinco individuos, dirigidas personalmente por Machete, y le vacían los cargadores de sus armas por todo el cuerpo.
Muerte
El dictamen médico posterior certifica que había fallecido a las 8:00 am del 10 de noviembre de 1961, a consecuencia de una hemorragia interna. A la mañana siguiente la familia había colmado su preocupación al no regresar Bernardino. Un trabajador de la zona, José Gómez Concepción, le comunica a Robustiano Jiménez Maron que había visto a un hombre muerto cerca de su finca. Al trasladarse al lugar pudieron observar que el cadáver estaba sujeto a la palma con una soga y tenia impactos de balas de varios calibres.
Su cadáver fue trasladado al cementerio de Candelaria, constituyendo uno de los entierros más sentidos en la zona.
Fuente
- Archivos del Museo Municipal de Candelaria.
