Blastocystis hominis

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Blastocystis hominis
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Blastocystis hominis

Blastocystis hominis Es un protozoario unicelular ampliamente extendido a nivel mundial, constituye el parásito más frecuentemente identificado en las heces. Es anaerobio estricto y su ciclo vital comprende 3 estadios: forma vacuolar que se encuentra en el examen de heces, una forma quística infecciosa y una forma avacuolar más pequeña que se encuentra en el intestino delgado. Se ha descrito que se reproduce por fisión binaria, esquizogonia y endodiogenia.

ETIOLOGÍA:

Es anaerobio estricto y su ciclo vital comprende 3 estadios: forma vacuolar que se encuentra en el examen de heces, una forma quística infecciosa y una forma avacuolar más pequeña que se encuentra en el intestino delgado. Se ha descrito que se reproduce por fisión binaria, esquizogonia y endodiogenia.

EPIDEMIOLOGÍA

Se recupera Blastocystis hominis del 1% al 20% de las muestras de materia fecal examinadas para detectar huevos y parásitos. En vista de que se considera que la transmisión se produce por vía fecal-oral, la presencia del microorganismo puede ser un marcador de la presencia de otros microorganismos transmitidos por contaminación fecal. Hay transmisión a partir de animales. Se desconoce el período de incubación.

MODOS DE TRANSMISIÓN

El consumo de agua sin hervir y consumo de alimentos en condiciones higiénicas no adecuadas. La infección predomina en adultos y en el sexo femenino por razones poco conocidas.

MANIFESTAClONES CLÍNICAS

Blastocystis hominis se ha asociado con síntomas de distensión, flatulencia, diarrea leve a moderada sin leucocitos ni sangre en materia fecal, dolor abdominal y náuseas. Cuando se identifica B. hominis en materia fecal de pacientes sintomáticos se deben investigar otras causas de este complejo sintomático, en particular Giardia lamblia y Cryptosporidium parvum, antes de suponer que B. hominis es la causa de los signos y los síntomas.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Se deben preservar las muestras de materia fecal en alcohol polivinílico y se las debe teñir con tinción tricrómica o de hematoxilina-hierro antes del examen microscópico. Son posibles diversas cantidades de parásitos y se puede comunicar que las infecciones son ligeras o intensas. La presencia de 5 o más microorganismos por campo de alta resolución (aumento X 400) indica una infección intensa que, para algunos especialistas, representa causalidad en ausencia de otros enteropatógenos.

TRATAMIENTO

nno se han establecido indicaciones terapéuticas. Algunos especialistas recomiendan reservar el tratamiento para pacientes con síntomas persistentes, en quienes no se halla otro patógeno ni proceso que pueda explicar los síntomas gastrointestinales. Otros autores consideran que B. hominis no causa enfermedad sintomática y recomiendan sólo una investigación cuidadosa de otras causas de los síntomas. Se han prescripto metronidazol, trimetoprim-sulfametoxazol, yodoquinol y nitazoxanida (en niños) con limitado éxito. No hay estudios controlados de tratamiento.

PREVENIR LA INFECCIÓN

Lavar las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de manipular alimentos. Evitar agua y alimentos de procedencia dudosa. Cuando viaje a zonas endémicas evitar el consumo de agua y alimentos que no cuenten con control sanitario.

HECHOS CURIOSOS

  • Fue descrito por primera vez en 1849 por Swayne y Brillan quienes los denominaron cuerpos del cólera y células anulares.
  • En 1912 Brumpt lo denomina por primera vez Blastocystis hominis al aislarlo de las heces humanas considerándolo una “levadura”. Se clasifica en 1967 como un protozoario y posteriormente es catalogado como un patógeno potencial.
  • Algunos investigadores sugieren de que la mayoría de blastocystis no son patógenos.
  • Se piensa de que el ser humano sirve como portador de blastocystis no patógeno mientras que los animales (monos, cerdos, pájaros y reptiles) pueden ser portadores de especies de blastocystis patógenas para el ser humano. Se plantea entonces la posibilidad de que esta infección sea una “zoonosis” es decir una infección que se transmite de animales a seres humanos.
  • Las especies que producen síntomas tienen un ciclo de vida diferente caracterizado por la forma ameboidea la que puede ser causa de enfermedad en el ser humano.
  • La asociación frecuente de Blastocystis y otros parásitos intestinales sugiere que existe una vía de transmisión común (fecal-oral) lo cual tiene gran importancia epidemiológica.
  • Algunos investigadores han encontrado antígenos que permiten diferenciar las especies productoras de enfermedad de aquellas que no la producen.
  • Existen pacientes que pueden albergar el parasito por años y manifestar síntomas como gases que no alivian con medidas dietéticas, otros pueden manifestar intolerancia a los azucares sin existir evidencia de porque se produce esta manifestación.
  • Hasta el momento no existen pruebas que nos permitan diferenciar si el paciente presenta estos síntomas por el parasito o por otra bacteria o enfermedad.
  • Habita principalmente en el ciego y el colon.
  • La presencia del parasito en gran cantidad, forma vacuolar, descartar otras causas de diarrea y respuesta al tratamiento médico se asocia a mayor sospecha de que la sintomatología esta relaciona a Blastocystis hominis.
  • La infección no se asocia a estados de inmunosupresión como el SIDA.

Fuentes