Bordado de Lagartera

Bordado de Lagartera
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Concepto:Bordado de Lagartera, tipo de bordado español perfecto, pero de complicada elaboración. Se distinguen dos variantes: Lagartera Cerrada y Abierta (calada).

Bordado de Lagartera El bordado de Lagartera, es un tipo de bordado español perfecto, pero de complicada elaboración. Se distinguen dos variantes: Lagartera Cerrada y Abierta (calada). Originario, como su nombre indica, del pueblo de Lagartera en Toledo, pequeña localidad situada al oeste de la provincia y perteneciente a la comarca de la Campana de Oropesa. Los motivos son de tipo geométrico o floral muy sencillos. La gran riqueza de este bordado se consigue por la repetición de los motivos formando grecas que alternan con franjas de deshilados. La hebra por lo general era de lana o estambre en color natural y después teñido, pero también se utilizaba mucho la seda, sobre todo para bordar las cintas de los galones que componen la indumentaria femenina.

Historia

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Cuenta la historia que ya en el siglo XVII, cuando los lagarteranos empezaron a ejercer de arrieros, vendían por toda España pequeños paños confeccionados en sus propios telares y traían, a su vez, platos de cerámica para adornar los portales de sus casas, convirtiéndolas así en verdaderos museos que han llegado hasta nuestros días con sus llamativas colecciones de cerámica y cobre.

La actividad comercial de sus bordados artesanales también ha llegado a nuestros días, siendo en la actualidad la base de la mayor parte de la economía del pueblo. Y es que Lagartera es un pueblo tan apegado a sus costumbres que gracias a este tesón nos han llegado sus bordados, sus costumbres y sus trajes, los cuales, aunque forman parte de una cultura extinguida, siguen teniendo sus usos en contadas ocasiones. Maravilloso resulta pasear por sus calles un día de Corpus Christi, fiesta declarada de Interés Turístico Regional en 2007, y ver como instalan altares con la talla del Niño Jesús decorados con colchas centenarias hechas de deshilado, y ornamentan y decoran sus calles destacando especialmente los bordados característicos de esta localidad, que unido a sus ricos trajes dan a la localidad una tonalidad alegre y plagada de colorido a la vez que trasportan al visitante a épocas pasadas, mostrando la gran riqueza cultural de este pequeño pueblo toledano. La confección de telas bordadas es una técnica muy antigua y con unos acabados muy cuidados y trabajados, los inicios de los bordados de Lagartera se sitúan alrededor de principios del siglo XVI, y es de este siglo el dato que tenemos de la existencia de un taller de labranderas en uno de los barrios de la localidad. Las telas que tradicionalmente se usaban para la realización de los bordados eran linos de confección casera ya que todas las casas poseían telares de uso cotidiano.De ahí que la anchura de la tela se correspondiera con la medida del telar, por eso frecuentemente se encuentran con añadidos que de manera magistral unen las lagarteranas con «randas», «espiguilla» o «punto de escapulario”, disimulando el resto de costuras con bordados sobrepuestos.

Antiguamente el lino se usaba para la indumentaria y ropa de hogar, hoy en día se ha sustituido por tela de hilo de fábrica y en algunos casos acrílicos, pero no por eso las mujeres lagarteranas que mantienen su tradición dejan de hacer con sus manos verdaderas obras de arte con gran habilidad y destreza. La hebra por lo general era de lana o estambre en color natural y después teñido, pero también se utilizaba mucho la seda, sobre todo para bordar las cintas de los galones que componen la indumentaria femenina. Hoy los hilos también proceden de la industria con una gama de colores mucho más amplia y variada y hoy en día muchas de estas labores han pasado de ser bordadas a mano a ser bordadas a máquina.

Características

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Los motivos son de tipo geométrico o floral muy sencillos. La gran riqueza de este bordado se consigue por la repetición de los motivos formando grecas que alternan con franjas de deshilados. Una es muy parecida a la que se usa actualmente, sacando hilos en dos direcciones y sujetando todos los pilares con tres pasadas de hilo. Sobre estas pasadas se hace el dibujo, geométrico o vegetal, con punto de espíritu. Actualmente se hacen dos pasadas sobre los pilares, dejando libres los que llevan el dibujo a punto de espíritu; así se consiguen dos texturas, lo que se acentúa con el uso de un hilo de color para las pasadas, mientras que el punto de espíritu suele hacerse con el mismo color de la tela. Esto da un dibujo en negativo muy efectista.

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La otra técnica de deshilado, también en franjas rectangulares, consiste en sacar hilos en una sola dirección y hacer el dibujo tendiendo una hebra sobre la que se vuelve sujetando con puntaditas a los pilares. Los dibujos son geométricos. Aún no he conseguido realizarlos. Esta técnica está muy extendida por toda la zona del antiguo reino de León (las provincias de León, Zamora y Salamanca) donde se utiliza fundamentalmente para hacer los deshilados de las camisas masculinas, bordando con hilo blanco sobre el lienzo blanco. En León llaman a esta técnica punto de vaina. En Ucrania esta especie de vainica es la que se usa para hacer los calados Myreschka y Prutik, aunque los motivos son muy distintos a los españoles. Los ejemplares conservados de bordados lagarteranos, algunos fechados en el siglo XV, están formados por grecas bordadas y franjas de deshilado. Solamente con motivos bordados, sin usar deshilados, se puede realzar cualquier pieza y mucho más ahora utilizando distintas telas como el semihilo, para no tener que planchar, y con la mayor variedad de colores existentes en el mercado. Utilizando un único color, simplemente con la dirección de las puntadas se crea un efecto de bicromía muy delicado, parecido al que se consigue en las piezas de bordado noruego.

Los motivos de estos dechados no se utilizan ya en los bordados que se hacen en las piezas actuales.


Véase También

Fuentes