Boxeo en Cuba

Boxeo en Cuba
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Otros nombres:Deporte de los puños
Primer partido:1719
Accesorios:Cabezeras, Guantes, protector bucal
Miembros por equipo:púgiles por categorías de pesos en Kg.
Contacto:Si
Categoría:Deporte de Combate
Duración del encuentro:Tres asaltos de tres minutos con un intervalo de 1 minuto en cada uno
Olímpico:Si

Boxeo en Cuba. Conocido como el deporte de los puños, se practicaba en la antigua Grecia, en los Juegos Olímpicos, desde los orígenes fue un deporte popular. En Roma, los contendientes usaban los cestus, protectores metálicos para las manos, tachonado de clavos con el que llegaban hasta a matar a los contendientes.

Historia del Boxeo en Cuba

Un incontable número de páginas se han redactado abordando la historia del Boxeo en Cuba, deporte que ha colmado de gloria a la mayor de las Antillas. Los nombres de Kid Chocolate primer campeón cubano, Black Bill el primer retador por un título mundial y Kid Gavilán uno de los más grandes campeones welter de todos los tiempo, quedaron tatuados para siempre en los anales de la historia.

Otro gran número de púgiles decora el universo fístico cubano. Sin embargo, el suceso más importante en el pugilismo en la isla es prácticamente desconocido, muy poco se ha escrito sobre los inicios.

Inicios del boxeo en Cuba

Chile y Cuba, dos pueblos que a pesar de hablar el mismo idioma y convivir en el mismo continente, los separan grandes barreras geográficas, es por eso que es fascinante que los comienzos del boxeo estuvieran tan entrelazados, quedando unidos para siempre gracias a Juan Budinich, John para los Cubanos, quien introdujera este deporte en ambos países.

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Juan Fernando García Budinich

De Juan se conoce muy poco, la fecha de nacimiento sigue siendo un misterio, tampoco está muy claro el cómo empezó a boxear, según datos recopilados fue en 1896, en un centro social y deportivo de Valparaíso, Chile llamado Círculo Coronel Urriola, se dice que aprendió a boxear de los marinos, principalmente ingleses, ya que Valparaíso es una ciudad porteña, las peleas en aquel entonces eran entre aficionados y de forma clandestina, luego comenzaría a cobrar más seriedad el boxeo chileno con el traslado de Juan Budinich a la capital, Santiago de Chile. Se dice que llega a la capital por 1902 y funda allí, junto a un púgil inglés llamado Joe Daly (un nombre tan genérico levanta sospechas sobre la veracidad de este dato), un local exclusivo para la práctica del box. A este local se le conoce bajo el curioso nombre de La Filarmónica de Huaso Rodríguez.

No les fue difícil encontrar jóvenes entusiasmados por aprender las mañas del deporte de los puños, ese mismo año se celebra el que se cree haya sido el primer match oficial en Chile, entre Frank Jones y Juan Budinich, imponiéndose este último por KO.

El boxeo va cobrando popularidad entre la gente mejor posesionada, quienes gustaron de invertir algún dinero para ver a un par de jóvenes caerse a golpes. Así fue creciendo el deporte en Chile, y en algún momento gozó de alta popularidad a nivel nacional, alcanzando la máxima gloria en 1941 cuando Arturo Godoy retó dos veces a Joe Luis El Bombardero de Detroit por el título mundial de los pesados.

Retomando a Juan Budinich, el verdadero protagonista de esta historia, en algún momento zarpa como marino para Nueva York, que era en aquel entonces la Meca del boxeo profesional. Se dice que tuvo varias peleas por allá, pero de eso no hay datos. En algún momento, guanteó en entrenamientos con James J. Corbett, quien fuera campeón pesado entre los años 1892 y 1897.

Se supone que estando en los Estados Unidos haya guanteado con el púgil estadounidense, pero al parecer Corbett se retira en el año 1903. Es muy difícil que hayan peleado, seguramente fue una fanfarronería del trotamundo chileno, propenso a las aventuras y a las historias. En la gran manzana aprende inglés, se desempeña como camarero y continuó entrenando en gimnasios locales.

En 1910 Juan Budinich navegó en dirección Sur y llega a La Habana, era todavía un hombre joven y tenía algo de capital suficiente para alquilar un local y equiparlo debidamente. Los periódicos de La Habana cubrían el boxeo, incluso José Martí estuvo como corresponsal para la pelea a mano limpia entre John L. Sullivan y Paddy Ryan, pero éste no se practicaba todavía.

En pocos días logra el chileno llenar la academia de jóvenes interesados en aprender a boxear, venía gente de todas partes y profesiones, tal fue el entusiasmo que Juan Budinich, quien al parecer era un tipo vivo, logró conseguir un puesto como instructor de boxeo en el exclusivo Vedado Tennis Club, así gana un buen salario enseñando a la aristocracia a tirar el jab y con una academia de boxeo, el paso lógico era tener peleas y público que asistiera a verlas, así comienza a promover peleas amateur en casas privadas y salones de fiesta, el interés por el boxeo fue creciendo y llega la hora de introducir el boxeo rentado a la isla.

Juan Budinichse declaró como el único boxeador con la experiencia suficiente para enfrentarse a púgiles profesionales y por lo tanto iba a ser el protagonista de su propio show, así en 1912 trajo a Jack Ryan a La Habana, un púgil con vasta experiencia sobre el encordado, pero con un record modesto, para sorpresa de todos Jack Ryanoqueó a Juan Budinich en dos asaltos.

El fallido primer intento de Juanito no logró rendirlo y siguió promoviendo peleas, sube dos veces más al cuadrilátero, ambas en 1915, logrando un empate en seis asaltos ante Jack Sentell y siendo noqueado en cuatro por John Lester Johnson, quien un año después vencería al gran Jack Dempsey a pesar de los fracasos como púgil, Juan Budinich deja un gran legado como entrenador y promotor del deporte de los puños.

Ninguno de los discípulos de Juan llega a ser bueno en el boxeo, pero algunos como Víctor Achán, Mike Febles y Tomás Galiana llegaron a ser reconocidos como entrenadores en la isla. El boxeo dio a Juan una vida holgada, ganaba un buen salario en el Club de Tennis, además de tener la academia y algún dinero que hacía manejando boxeadores y promoviendo carteleras. Sin embargo en 1915, este romántico propenso a las aventuras, se marcha a Francia a pelear en la Primera Guerra Mundial con las legiones de extranjeros.

El Club de Tennis le promete mantenerle el puesto hasta que regresara y Juan dijo que una vez terminada la guerra volvería a la capital promover peleas y entrenar boxeadores. En 1918 envió una carta a La Habana en donde prometía volver pronto. Fue la última vez que se supo de el.

Glorias del Boxeo Cubano

Entre los campeones en la ciudad más importante de la Alemania Federal estuvieron Adolfo Horta, Ángel Herrera y Pablo Romero, gracias a ellos, Cuba retuvo la corona por equipos, cuatro años más tarde, el Mundial por primera vez pisó suelo norteamericano y fue en un sitio donde el boxeo es muy seguido, Reno acogió a los mejores boxeadores del momento y el evento marcó el debut mundialista de una de las mayores Leyendas del pugilismo de todos los tiempos: el fenomenal Félix Savón quien todavía estaba en edad juvenil, pero impresiona a los técnicos y lo incluyeron en la selección nacional.


Félix Savón acabó con todos los rivales en 91 kilogramos; aunque los principales titulares los mereció Teófilo Stevenson, en una de sus últimas presentaciones internacionales. El triplecampeón olímpico se presentó en más de 91 kilos y fue tan impresionante la actuación que los organizadores lo premiaron con la Copa Rusell, un trofeo que se otorga al boxeador más completo del Mundial.

En Reno, por primera vez en la historia, el equipo cubano venció en siete de las 12 divisiones y lógicamente dominó el Mundial sin problemas, además, creo que debemos hacer un alto para resaltar la tercera corona consecutiva de Adolfo Horta. El fogoso peleador estará por siempre en los libros de récords, no solo por sus títulos, sino porque los logró nada menos que en tres divisiones diferentes y eso es impresionante.

Horta venció en los 54 kilogramos en 1978; luego pasó a los 57 en 1982 y finalmente, en 1986 compitió en los 60, esa hazaña será en extremo difícil de igualar y ni hablar de superarla, entonces avanzamos hasta uno de los Mundiales más polémicos de la historia, el de Moscú, en 1989, no me atrevería a calificarlo como el más controvertido porque Houston 1999 ciertamente también tuvo una alta dosis de parcialidad en los jueces.

En 1989 los soviéticos, aunque faltaba poco tiempo para que dejaran de llamarse así, presentaron un fortísimo equipo; pero más allá de la calidad atlética, los árbitros hicieron hasta lo imposible para que Cuba no culminara en la primera posición… y lo lograron, los soviéticos ganaron un título más, 5 por 4, y en esto influyó notablemente el desenlace del combate final de los 51 kilos cuando absolutamente nadie pudo imaginarse que los árbitros fallarían en favor del local Yuri Arbachakov quien perdió ampliamente sobre el ring ante el cubano Pedro Orlando Reyes; sin embargo, los hombres de blanco quisieron ver otra cosa.

Félix Savón

El abierto robo terminó con la cadena de cuatro triunfos consecutivos logrados por las delegaciones cubanas no obstante estos evidentes problemas, Félix Savón regresa con la segunda medalla de oro y debuta en el máximo peso, los más de 91 kilos, un jovencito que prometía muchísimo, Roberto Balado el Gordito quien sorprendió a todos con este título.

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