Bronconeumonía

Bronconeumonía
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Inflamación que produce serios trastornos pulmonares y respiratorios.
Agente transmisor:Mycoplasma pneumoniae, Staphylococcus pyogenes o Streptococcus pneumoniae.
Región de origen:Bronquiolos, sacos alveolares
Forma de propagación:Oral-respiratoria.

Bronconeumonía. Inflamación que produce serios trastornos pulmonares y respiratorios. Si no son tratados a tiempo, causan la muerte en forma muy rápida.

Definición

Es la inflamación de la parte baja de las vías respiratorias (bronquiolos finos y sacos alveolares de los pulmones) debido a una infección que, generalmente, es producida por microbios (virus y bacterias).

Surge como una complicación grave de otras enfermedades respiratorias como resfríos mal cuidados, influenza, bronquitis.

Esta inflamación produce serios trastornos pulmonares y respiratorios que, si no son tratados oportunamente, causan la muerte en forma muy rápida.

Paciente con bronconeumonía.

De todas la patologías que afectan a los niños, la bronconeumonía es la primera causa de muerte infantil. Es la enfermedad que mata a más menores en 12 meses. En los últimos años se ha constituido en la primera causa de muerte en el grupo etáreo de hasta un año de edad.

Clasificación

Las infecciones respiratorias agudas, según la estructura anatómica que afecten, están clasificadas en altas y bajas, considerando como punto de límite de una y otra la laringe. Así, enfermedades respiratorias de las vías altas son el resfrío común y aquellas que comprometen oídos, amígdalas, cavidades sinusales, nasales y la laringe.

Estas infecciones de tracto respiratorio, si bien no generan mortalidad directamente, deben ser atendidas con especial cuidado, porque su manejo primario inadecuado conduce fácilmente a una infección respiratoria baja, las que son muy peligrosas. Precisamente de un resfrío mal cuidado podría derivarse una bronquitis aguda, bronconeumonía o neumonía, todas enfermedades graves.

Regiones infectadas.

Propagación

La gripe, por ejemplo, que se produce periódicamente en épocas de frío y compromete a una buena parte de la población al menos en las grandes ciudades, hacen propicia la propagación del virus, la que se efectúa por vecindad, persona a persona, por gotas de saliva, secreción y manos sucias. Los niños de sala cuna, jardín infantil y de colegios, son los más afectados, al igual que los mayores de 65 años.

La gravedad que puede derivarse de un simple resfrío justifica plenamente la campaña que por diarios, radios y televisión están haciendo las autoridades sanitarias con la finalidad de educar a las madres para que puedan darse cuenta cuando están en presencia de una infección respiratoria aguda y lleven a sus hijos a la consulta médica o al servicio correspondiente en las distintas ciudades, comunas, pueblos y localidades del país.

En una temporada invernal muy irregular (en cuanto a condiciones meteorológicas se refiere) las enfermedades respiratorias aumentan en forma considerable, aunque esto también ha ocurrido en regiones. Una sociedad entre virus y contaminantes es mala para los niños.

Síntomas

Pulmones infectados.

Los siguientes síntomas deben ser motivo de preocupación :

  • Fiebre: si se prolonga más de tres días y con mayor razón si es elevada.
  • Toda frecuencia respiratoria agitada, sobre 40 ó 60 respiraciones por minuto, dependiendo de la edad, constituye un signo valioso para evaluar la severidad del trastorno.
  • Se produce un hundimiento o retracción de las costillas con la respiración que se puede observar fácilmente con el pecho descubierto.
  • Las fosas nasales se abren y se cierran como un aleteo rápido con la respiración. * Quejido en el pecho como asmático o al respirar.
  • Escalofríos.
  • Taquicardia.
  • Estertores respiratorios.
  • Respiración bronquial.
  • Tos con esputo purulento y sanguinolento.
  • Dolor torácico intenso.
  • Distensión abdominal.

Se aprecia un decaimiento; hay tos intensa y el paciente se pone morado cuando tose. Rechaza los alimentos, reacciona pobremente a los estímulos, su piel se pone fría y llora débilmente o tiene convulsiones.

En lactantes menores de tres meses, esta enfermedad aparece con muy pocos síntomas, incluso, sin fiebre. Cuando un niño de esta edad tose, hay que llevarlo al pediatra.

A todos los ya enumerados, también hay que prestar atención al hecho de que esta es una enfermedad que tiene un inicio brusco y repentino. La fiebre se presenta con transpiración y escalofríos. Los niños mayores denuncian "puntadas" en la espalda y un malestar generalizado.

Acciones

Ante estos síntomas, se debe llevar al paciente de inmediato al médico, porque todos los síntomas enumerados son indicativos de que ocurre una infección grave, que puede provocar la muerte del paciente si no se trata a tiempo.

Paciente con síntomas.

Ha ocurrido una complicación de una infección de las vías respiratorias altas. En otras palabras, los gérmenes han sobrepasado el sistema defensivo natural (mucosidad, tos, inmunidad) de las vías respiratorias inferiores: tráquea, bronquios, bronquiolos y pulmones.

Medidas preventivas

  • Control periódico de la salud.
  • En el caso de los niños, el fomento de la lactancia materna hasta por lo menos los seis meses de edad.
  • Plan de vacunas al día.
  • Prevenir la desnutrición y disminuir la contaminación ambiental y domiciliaria.
  • Evitar fumar.
  • Evitar el contacto con la polución extradomiciliaria.

Secuelas

Paciente con secuelas.

Tratamiento

  1. Antibióticos: casi siempre ampicilina o penicilina.
  2. Oxigenoterapia.
  3. Medidas de sostén para mantener los bronquios limpios de secreciones y combatir el dolor pleural.

Fuentes