Bárbara González Baluja
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Bárbara González Baluja. Considerada figura representativa del período independentista en la historia del actual municipio de Arroyo Naranjo, en la provincia La Habana, porque dedicó toda su vida a este ideal, inculcando en cada uno de sus hijos el amor y la consagración a la patria.
Síntesis biográfica
Bárbara González Baluja nació el 4 de diciembre de 1839 en Santa María del Rosario. Se casó con Manuel Hernández el 16 de diciembre de 1863, administrador del ingenio Santa Amelia en Managua, lugar de nacimiento y residencia.
Este último, veterano de la Guerra del 68 se preparó para pronunciarse en febrero del 95 con sus seis hijos, acción pospuesta al caer Manuel García Ponce el 23 de febrero. Con los grados de capitán del Ejército Libertador, se internó en la manigua habanera en julio de 1895 y formó parte de las fuerzas comandadas por el Comandante Adolfo del Castillo que se incorporaron a las fuerzas invasoras del Coronel Antonio Núñez el 2 de enero del 96 y del Regimiento de 700 hombres que desfilaron en Santa Amalia el 22 de enero ante el General en Jefe Máximo Gómez.
Guerra del 95
Desde principios del año 1895, Bárbara González se había trasladado para El Calvario con sus hijas. En este lugar mantuvo el contacto con el delegado del Partido Revolucionario Cubano, Cándido Lemus. En marzo de 1896 caen en combate sus hijos Juan Francisco y Adrián y es gravemente herido otro, Emilio que pertenecían a la escolta del General en Jefe. Prisionero en el Calvario su hijo Manuel, al momento de ser trasladado para su fusilamiento es visto por su madre quien le estimuló el patriotismo de su sacrificio ante la guardia española. Manuel logró escapar, hecho que Bárbara desconoció hasta que éste le hizo llegar una nota con la noticia.
Declarada la Reconcentración, sufrió persecución y maltratos hasta que logró emigrar para Cayo Hueso. Allí ocupó cargos en la Tesorería del Club San Carlos del Partido Revolucionario Cubano. Carentes de medicinas, abrigos y alimentos, fallecen en ese lugar sus hijas Pilar y Ramona. Al concluir la guerra había perdido cinco hijos, dos estaban mutilados y varias hembras padecían trastornos psíquicos, situación que nunca doblegó su voluntad exponiendo: ¡Todo por Cuba Libre! Regresó al Calvario, donde residió con su esposo y los hijos que sobrevivieron, hasta que decidieron retirarse a la finca Santa Amelia. Su esposo el capitán Manuel Hernández falleció en el año 1918, a la edad de 90 años.
Muerte
Murió el 14 de agosto de 1935, a la edad de 96 años luchando por las mejores causas de justicia y bienestar social. Sus restos se encuentran en una de las cuatro esquinas del cementerio de El Calvario, como así lo pidiera a su hijo José, también veterano del Ejército Libertador, antes de fallecer.
Fuente
- García Pérez- Rolo, Raúl. Historia de Arroyo Naranjo. Versión Digital. 2003.
- _________________________. Un ejemplo ignorado. —En Bastión 2 de DIC. 1989.
- Cultura
