Cáncer de la nasofaringe

Cáncer de la nasofaringe
Información sobre la plantilla

Cáncer de la nasofaringe . Los tumores malignos del cavum son considerados como los más malignos dentro de la especialidad; en cuanto a su frecuencia respecto a otros tumores malignos es de alrededor del 1% en el adulto.

Generalidades

Los tumores malignos de la nasofaringe, según su origen, podemos cosificarlos en:

  • Techo faríngeo y pared lateral supratubárica.
  • Velo del paladar.
  • Pared posterior de la faringe.
  • Múltiple simultáneo. El lugar de origen de este cáncer condiciona la expansión que puedes ser:
  • hacía adelante, penetrando por las coanas en la cavidad nasal;
  • hacía atrás (tejido celular retrofarínfeo, músculos largos del cuello, canal raquídeo y fosa cerebral posterior);
  • hacía abajo, invadiendo el paladar y las amígdalas palatinas;
  • hacía afuera, ya sea atravesando la aponeurosis faríngea e invadiendo la fosa pterigomaxilar o a través de la trompa de Eustaquio, penetrando en el oído medio.

Cuadro clínico

Según los signos o síntomas iniciales o predominantes, o ambas, se dividen en:

  • Forma respiratoria o nasofaríngea. Con obstrucción nasal, rinolalia cerrada y rinorrea o epistaxis.
  • Forma ganglionar. Las metástasis ganglionares cervicales son precoses, pudiendo alcanzar un tamaño considerable antes que se sospeche la lesión primitiva.
  • Forma articular. Con hipoacusia, otalgia, acúfenos y eventualmente, infección.
  • Formas neuroocular y neurológica. Por lesiones de los nervios craneanos debido a la progresión invasora.
  • Forma dental.
  • Formas metastásicas. No es frecuente como inicio del cuadro. Las metástasis tardías, esqueléticas, han sido descritas particularmente en las vértebras y en la bóveda craneana.

Diagnóstico:

El diagnóstico de cáncer de la nasofaringe podemos establecerlo mediante el examen físico, los estu8dios radiológicos y la biopsia. Examen físico: La rinoscopía anterior será negativa en la mayoría de los casos, encontrando sólo fenómenos inflamatorios. `Por su parte, la rinoscopia posterior revela las características macroscópicas del tumor y su sitio de implantación. En ocasiones es necesario realizar un arinoscopia posterior forzada o utilizar el elevador del velo del paladar, el salpingoscopio o el especulo de Yankauer. Estudios radiológicos. Se realizan con una incidencia de perfil y otra de bases de cráneo.

Biopsia.

Proporciona el diagnóstico de certeza en pacientes con un alesión sospechosa de la nasofaringe; cuando su resultado es dudoso y el enfermo presenta adenopatías cervicales, se recurre al estudio histológico de dicho ganglio.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de la nasofaringe, en cualquiera de sus estadios clínicos, será mediante radiaciones. Cobaltoterapia en dosis de 6 000 - 7 000 Rad/t. Si al término del tratamiento persiste la lesión se aplicará radium en un molde. Las metástasis cervicales serán tratadas por dirección radical del cuello.

Fuente

  • Manuel S. Villar Suárez y coautores Otorrinolaringología. Colección el estudiante de Medicina. Consultado el 4 de octubre del 2013