Cáncer de la nasofaringe

Cáncer de la nasofaringe
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Localización de la nasofaringe, por detrás de las fosas nasales comunicando con la boca.

Cáncer de la nasofaringe. Los tumores malignos del cavum son considerados como los más malignos dentro de la especialidad; en cuanto a su frecuencia respecto a otros tumores malignos es de alrededor del 1% en el adulto.

Epidemiología

En España es infrecuente, su prevalencia es de 1/100.000. Sin embargo, es muy habitual en el sudeste asiático especialmente en la región de Cantón.Presenta dos picos de máxima incidencia, de los 20-30 años y en mayores de 50 años y afecta por igual a hombres y a mujeres.

Etiología

Su relación con factores oncogénicos como el tabaco o el alcohol no está claramente demostrada. Sin embargo si se definen algunos factores de riesgo:

  • El Virus de Epstein-Barr: gran parte de las células tumorales tienen en su interior restos del virus. Sin embargo, el porcentaje de pacientes que presentan el tumor tras haber padecido una mononucleosis infecciosa es muy bajo.
  • Alimentos ricos en nitrosaminas (salados).
  • Existe también la posibilidad de que haya factores genéticos implicados, aunque no se sabe con certeza.
  • Tomar bebidas muy calientes como el te o el cafe, que facilita la irritación de la Nasofaringe.

Generalidades

Los tumores malignos de la nasofaringe, según su origen, podemos clasificarlos en:

  • Techo faríngeo y pared lateral supratubárica.
  • Velo del paladar.
  • Pared posterior de la faringe.
  • Múltiple simultáneo. El lugar de origen de este cáncer condiciona la expansión que puede ser:
  1. hacia adelante, penetrando por las coanas en la cavidad nasal;
  2. hacia atrás (tejido celular retrofarínfeo, músculos largos del cuello, canal raquídeo y fosa cerebral posterior);
  3. hacia abajo, invadiendo el paladar y las amígdalas palatinas;
  4. hacia afuera, ya sea atravesando la aponeurosis faríngea e invadiendo la fosa pterigomaxilar o a través de la trompa de Eustaquio, penetrando en el oído medio.

Anatomía patológica

La OMS distingue tres tipos distintos según su histología:

  • Tipo 1: Carcinoma de células escamosas.
  • Tipo 2: Carcinoma no queratinizante.
  • Tipo 3: Carcinoma indiferenciado.

Galería

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Cuadro clínico

Las neoplasias de cavum se caracterizan por dar una sintomatología tardía y engañosa. Debido a su localización, en la mayoría de los casos, el paciente consulta cuando el tumor ya es muy grande y ha obstruido la trompa de Eustaquio o las fosas nasales.

Sus síntomas más habituales son tumor palpable en el cuello, cierta disnea, hipoacusia (por obstrucción de las trompas, que puede dar lugar a una otitis serosa), otalgia, disfonía o epistaxis.

Son tumores muy invasivos, llegando incluso a invadir la base del cráneo así como grupos ganglionares cervicales. Además tienen una gran capacidad metastásica, por lo que se encuentran metástasis a distancia. Según los signos o síntomas iniciales o predominantes, o ambas, se dividen en:

  • Forma respiratoria o nasofaríngea. Con obstrucción nasal, rinolalia cerrada y rinorrea o epistaxis.
  • Forma ganglionar. Las metástasis ganglionares cervicales son precoses, pudiendo alcanzar un tamaño considerable antes que se sospeche la lesión primitiva.
  • Forma articular. Con hipoacusia, otalgia, acúfenos y eventualmente, infección.
  • Formas neuroocular y neurológica. Por lesiones de los nervios craneanos debido a la progresión invasora.
  • Forma dental.
  • Formas metastásicas. No es frecuente como inicio del cuadro. Las metástasis tardías, esqueléticas, han sido descritas particularmente en las vértebras y en la bóveda craneana.

Diagnóstico

El diagnóstico de cáncer de la nasofaringe podemos establecerlo mediante el examen físico, los estudios radiológicos y la biopsia.

Examen físico: La rinoscopía anterior será negativa en la mayoría de los casos, encontrando solo fenómenos inflamatorios. `Por su parte, la rinoscopía posterior revela las características macroscópicas del tumor y su sitio de implantación. En ocasiones es necesario realizar un arinoscopía posterior forzada o utilizar el elevador del velo del paladar, el salpingoscopio o el especulo de Yankauer.

Estudios radiológicos. Se realizan con una incidencia de perfil y otra de bases de cráneo.

Biopsia

Proporciona el diagnóstico de certeza en pacientes con un alesión sospechosa de la nasofaringe; cuando su resultado es dudoso y el enfermo presenta adenopatías cervicales, se recurre al estudio histológico de dicho ganglio.

Tratamiento

Debido a su localización la cirugía curativa no es posible. Su tratamiento está basado en la quimioterapia y la radioterapia. Es un tumor muy sensible a ambas. Por ello su tratamiento consiste en:

  • Radioterapia: tanto sobre la lesión primitiva como sobre las áreas ganglionares. Es muy útil en estadios precoces. Si los ganglios están afectados su efectividad es mayor en sinergia con la quimioterapia. En estadios precoces es muy conveniente pedir opiniones de varios expertos antes de aceptar un tratamiento por quimoterapia.
  • Quimioterapia: se utiliza en estados más avanzados junto con la radioterapia. En tumores muy avanzados puede utilizarse sola con fines paliativos. El cisplatino es el más usado en el cáncer de cavum, solo o combinado con otros fármacos. Otros fármacos también utilizados son 5-fluorouracilo y los Taxanos (docetaxel y paclitaxel).
  • Cirugía: se emplea para extirpar las cadenas ganglionares o como cirugía de rescate sobre el tumor primitivo.

Véase también

Fuente