César Dávila Andrade

César Dávila Andrade
Información sobre la plantilla
Cesar Davila Andrade.jpg
Poeta, narrador y ensayista ecuatoriano
NombreCésar Dávila Andrade
Nacimiento5 de octubre de 1918
Cuenca, Bandera de Ecuador Ecuador
Fallecimiento2 de mayo de 1967
Caracas, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
NacionalidadEcuatoriano
OcupaciónEscritor
PadresRafael Dávila Córdova y Elisa Andrade Mora

César Dávila Andrade. Poeta, narrador y ensayista ecuatoriano, fue uno de los escritores más representativos del país, y señalado como el mayor representante del relato breve ecuatoriano. Su obra se cataloga en las corrientes literarias neorromántica y surrealista

Síntesis Biográfica

César nació en la ciudad de Cuenca, Ecuador el 5 de octubre de 1918, hijo de don Rafael Dávila Córdova y de doña Elisa Andrade Mora, quienes le dieron educación en centros de enseñanza de su propia ciudad. Su hogar, que sólo disponía de modestos recursos económicos, se resquebrajó al poco tiempo de haber nacido, y el distanciamiento se acentuó sobre todo debido a que su padre se identificó con el partido Conservador mientras sus otros miembros respaldaron al Liberal. Esta separación afectó duramente su carácter y sus secuelas aparecieron años más tarde, reflejadas en su obra. Su vida la dedicó íntegramente a la poesía. Siempre huidizo, taciturno, reservaba a la escritura la mayor parte de sus confidencias, sin embargo su poesía siempre giró en torno del mundo, de los pequeños seres que lo habitan.

Obra

Poemas

  • Oda al Arquitecto (1946).
  • Espacio me has vencido (1947).
  • Catedral salvaje (1951).
  • Boletín y elegía de las mitas (1956).
  • Arco de instantes (1959).
  • En un lugar no identificado (1963).
  • Conexiones de tierra (1964).
  • La corteza embrujada 1966.
  • Canción a la cadena del blanco amor

Cuentos

  • Abandonados en la tierra (1952),
  • Trece relatos ( El hombre que limpió su arma) (1955)
  • Cabeza de gallo (1966).

Muerte

Degollado por propia mano frente a un espejo, en Caracas, César Dávila Andrade parecería cerrar el drama de un poeta maldito. Junto a su cadáver se encontró su pensamiento postrero: «Nunca estaremos verdaderamente solos si vivimos dentro de un mismo corazón».

Fuentes