Calabazar (Boyeros)

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Consejo Popular Calabazar
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Consejo Popular de Cuba
Consejo Popular Calabazar
Consejo Popular Calabazar
EntidadConsejo Popular
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaLa Habana
 • MunicipioBoyeros
Población 
 • Total20,069 hab.
Calabazar11.jpg
Antigua entrada principal

Calabazar. Consejo popular del municipio Boyeros en la provincia de La Habana, en Cuba.

Saliendo de la Habana por la Calzada de Bejucal, añeja y accidentada y a la altura del Km. 12 se pasa a través de un pequeño poblado, situado junto al río Almendares y unido a dos populosos barrios: Las Cañas y Berenguer. Este poblado de más de 173 años es Calabazar de La Habana.

La hospitalaria población, que fuera muy pintoresca y lugar de atracción turística es hoy uno de los tantos pueblos que forman la periferia de la Ciudad de la Habana y que no difieren mucho entre si, aunque mantiene en su memoria el recuerdo del esplendor pasado. Desde el 3 de julio de 1976 en la Ley 1230 que establece la nueva distribución política administrativa del país, se crea el Municipio Boyeros. Calabazar y sus barrios colindantes quedan incluidos en los límites del naciente Municipio Rancho Boyeros de la provincia Ciudad de La Habana. Pero es centro de un importante micro distrito en desarrollo, que por su extensión y densidad de población podría desempeñar un papel más relevante en la geografía capitalina.

Ubicación

Limita al Norte y Este con el Municipio Arroyo Naranjo al Oeste con Wajay y Capdevila y al Sur con Rancho Boyeros, Calabazar Dicho distrito incluye los repartos El Globo, Berenguer, Jíbaro, Reparto América, Las Cañas, García, Trébol, Parajón, Cuervo y El Trigal. En este territorio se inauguró el 22 de abril de 1972 el Parque Lenin y el 17 de julio de 1985 se abre al público el Parque Zoológico Nacional de Cuba, abarca 26 caballerías y el 4 de enero de 1988 se inaugura el Centro Nacional de Exposiciones Expo Cuba.

Historia

Al mencionar su nombre, siempre surge la lógica curiosidad histórica sobre el origen del mismo. Para poder aclarar toda duda posible, es necesario una retrospectiva a la primera mitad del Siglo XVI, período que se hicieron las primeras concesiones de tierra en calidad de mercedes en la jurisdicción habanera.

La aparición de un verdadero mosaico de hatos y corrales en la profundidad de territorio y la explotación progresiva de la tierra destinada a la cría de ganado así como una incipiente producción de vegetales y otros frutos menores para el autoconsumo y posteriormente para abastecimiento de la capital, proporcionó, a partir de 1550, un naciente movimiento comercial desde el interior hacia San Cristóbal de La Habana, utilizando para ello los caminos abiertos durante la fase de conquista y ocupación de la isla. Durante estos años aparecieron los nombres y denominaciones que identificaron los puntos principales en el trayecto de los viajes, en su mayor parte dado por determinados accidentes geográficos, nombres aborígenes y otros.

Existe una versión que la tradición oral ha transmitido, que le atribuye el nombre “Calabazar” al hecho de que, durante una de las frecuentes crecida del río hubieran de detenerse en sus proximidades algunas carretas que conducían frutos menores al mercado de La Habana. Como la crecida duró días y aún no se había construido el puente, los carreteros tuvieron que permanecer en el lugar hasta que bajara el río por lo que se vieron obligados a preparar alimentos cuyo residuos y semillas fueron arrojados en sus orillas, que al encontrar tierras fértiles crecieron rápidamente; fue precisamente la calabaza la que más se extendió debido a su adaptación a la humedad, así el lugar se convirtió en un espeso calabazar.

A partir de entonces a este sitio se le identificó como "Río del Calabazar" o "Paso del Calabazar" a causa de la abundancia de este fruto en el tramo atravesado por el camino a Batabanó, actual calzada de Bejucal. Los Boyeros en sus viajes comerciales desde el interior hasta la capital se encargaron de divulgar la expresión que la fuerza de la costumbre convirtió en denominación para esta parte del río y para el primitivo Ingenio Azucarero erigido en sus cercanías. Años más tarde el nombre se extendió al pequeño caserío surgido en su ribera, que desde un principio comenzó a llamarse "Aldea del calabazar", o simplemente Calabazar, como se conoce actualmente.

El lugar adquiere importancia histórica a partir del 20 de febrero de 1723, durante la tercera sublevación de Los Vegueros, protesta organizada en justa rebeldía contra la metrópolis colonial por el establecimiento del estanco del Tabaco. Éste sitio fue escenario de la heroica manifestación de rebeldía, al constituir el punto de reunión de los campesinos Vegueros, procedente de diferentes lugares de La Habana. Durante los Siglos XVI y XVII la población de la comarca fue ínfima y poco estable, resultado de los cambios propios de una etapa de expansión colonial. No fue hasta el Siglo XVIII que aparecen los primeros colonos firmemente establecidos-aunque dispersos en diferentes estancias y sitios de labor, pero el caserío de calabazar no apareció como tal hasta principios del Siglo XIX como resultado de una espontánea agrupación de viviendas junto al río. De este modo comenzó a crecer una comunidad.

Formación del pueblo

La célula embrionaria del Calabazar la constituyó un pequeño caserío surgido mucho antes de su fundación oficial por el Cabildo de Santiago de las Vegas. El pequeño poblado surgió como una consecuencia del río, porque a principios de Siglo XIX se estableció junto al puente, una casa de baños públicos a la que acudían muchos visitantes en los meses de calor, a disfrutar de sus frescas y saludables aguas que tenían fama de medicinales por su alta composición de nitro y magnesio, que las hacían muy apropiadas para curar ciertos males.

La pureza de sus manantiales, su deliciosa temperatura, la belleza de sus campos, el murmullo del Almendares y su cercanía a la capital lo convertían en el lugar propicio para pasar el verano cuando aún no constituía una costumbre tomar baños de mar. Bastaba simplemente un viaje a caballo o en volante sin que la lejanía resultara excesiva. Este factor fue de considerable peso en el resurgimiento de la nueva localidad. Próximo a ese primer establecimiento para bañistas, se erigieron comercios que ofertaban víveres, comestibles y hospedaje que, además de garantizar la permanencia de los temporadistas, servía para el descanso de los viajeros y de sus cabalgaduras, así como para abrevar los animales de carga y de quienes transitaban por el polvoriento camino.

Otro factor no menos importante lo constituyó el fomento de numerosas Estancias y Fincas en sus contornos, incentivo económico que favoreció el asentamiento de familias procedentes de La Habana y Santiago de las Vegas, con el propósito de trabajar la tierra y tomar los baños del río durante el verano. Entre sus primeros pobladores se pueden citar a Carlos Cervantes, Félix Suárez e Ignacio Zangronis. Las primeras edificaciones fueron casas rústicas edificadas sin integrar una población, pero su ventajosa situación geográfica y las perspectivas de progreso del lugar proporcionaron el natural agrupamiento y posterior aumento del número de vecinos, proceso semejante a lo ocurrido en la formación de la mayoría de las poblaciones de Cuba.

En Septiembre de 1776 se realiza el primer padrón municipal y de acuerdo a las estadísticas de este existía en Calabazar 60 potreros y sitios de labor, un ingenio azucarero (Ingenio Calabazar) 7 estancias de labor, 707 habitantes y 93 casas dispersas en los campos sin integrar aún poblado alguno. La fundación del pueblo no se formalizó hasta la década del 30 del Siglo XIX, al aumentar el número de nuevas construcciones y manifestarse su característica común para pasar temporadas.

Mártires de Calabazar

René Bedía Morales: también conocido como "Larita" era pintor de brocha gorda. Estuvo preso con la generación de centenario en el Presidio Modelo de la Isla de Pinos. Posteriormente, vino como expedicionario del yate "Granma" y murió durante el combate de "Alegría de Pío" el día 7 de diciembre de 1956, en Pozo Empalado. Armando Gamboa Mauriz: fue miembro de la cédula de acción y sabotaje. Participó en el robo de armas de la finca "San Antonio" propiedad de los ferreteros Feito y Cabezón.

Este joven pereció en combate contra la policía batistiana el 5 de septiembre de 1957, en la calle Ayestaran. Julio Trigo López: este joven era miembro del 26 de julio y pertenecía a la juventud del centenario. Pereció en el hospital "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, después de combatir hasta la última bala. Fue asesinado el 26 de julio de 1953 al ser delatado en dicho hospital. Junto a él muere también asesinado el doctor Mario Muñoz. Raúl González Diego: muerto a balazos, cuando se disponía a incendiar los ómnibus de la estación de Santiago Las Vegas.

Juan Ochoa: este joven de Calabazar, murió en un combate en la Sierra Maestra. Lourdes Eizmendy, que era guía de pioneros y pereció en funciones de trabajo de un accidente de aviación. Idael Ravelo, joven este que falleció producto del esfuerzo en la caminata de los 62 Km. De la milicia nacional revolucionaria. Fernando Álvarez, que era piloto de un IL-18 de cubana de aviación, fue asesinado por Betancourt cuando trataba de desviar esa nave. Álvarez era vecinos del reparto Berenguer. Lázaro Orgaz Reyes constructor que murió cuando las tropas Norteamericanas asaltaron el aeropuerto de Granada. Enrique Figueredo del Valle de sólo 15 años de edad. Era deportista y pereció en el DC-10 de cubana de aviación al ser volado en las costas de Barbados en un sabotaje.

Puentes con historia


Puente Ferrocarril1.jpg

Las fuertes crecida del río Almendares mantenían interrumpidas las comunicaciones con el sur de la provincia lo que se convirtió durante muchos años, en un importante obstáculo natural que afectaba el transporte de mercancías para el abastecimiento de la capital y perjudicaba también la estabilidad y desarrollo de las nuevas comunidades surgidas en la fértil planicie. Es por ello que el 4 de septiembre de 1774 la administración colonial ordenó la construcción de un puente en el tramo conocido por Paso del Calabazar, atravesado por el Camino Real del Sur. El primer puente sobre el río, fue edificado con gruesos pilares de madera dura, sobre los que se levantaba el armazón de su vestidura de madera, cubiertos a su vez por el terraplén del piso protegido por altas barandas a fin de evitar posibles accidentes de bestias y carretas. Del 21 al 22 de junio de 1791 por espacio de dos días el territorio sufre las consecuencias del "Temporal de los Puentes".

La fuerte crecida del río destruyó el primitivo puente de madera, arrancó las casas cercanas a sus orillas y ahogó a algunas personas y animales. Este fenómeno se considera el primer desastre natural de la historia local. ..."siendo más penoso el estrago que hizo desde el paso que llaman de Soto, hasta el tumbadero de Armendáriz, pues arrancó de raíz los montes de árboles que poblaban dichas orillas dejando el terreno árido, lleno de profundos socavones y descubriendo enormes peñascos que nadie había visto antes..." Reunido el cabildo de Santiago de las Vegas, el 6 de julio del propio año de 1791, para analizar las consecuencias del desastre, hubo de informarse lo siguiente:(5) "... el río de Calabazar, con formidables crecidas, subió como unas 12 varas sobre el puente recién construido, recibiendo éste el daño de sus contornos y suelo de su tránsito quedando arrasado..." (5a)

Valorando la importancia de esta vía que constituía una de las arterias principales de comunicación con el centro y sur de La Habana y la necesidad de hacer una construcción resistente a las grandes crecidas las autoridades coloniales aprobaron la construcción de un nuevo puente en esta ocasión de piedra que garantizará el tránsito y el comercio entre las ciudades de La Habana y Santiago de las Vegas. De manera simultánea se iniciaron los trabajos para levantar otro sobre el arroyo Jíbaro, en el camino a Rancho Boyeros, en sustitución de unos troncos de madera que descansaban sobre bases de canto que hacían peligroso el camino en este sitio.

Para construir esta obra hubo necesidad de seleccionar el lugar más cómodo hacia el Oeste, por lo que fue necesario hacer la calzada que había de empatar el puente al camino, por el norte y sur. Está es la razón del desvío que aún se conserva en las rutas de dicha Calzada al llegar a Calabazar No es casual que en su inauguración el 23 de enero de 1793, asistieran el propio Gobernador General Don Luis de las Casas, acompañado de una corte de altos funcionarios, entre ellos; Alejandro Ramírez, el presbítero José Agustín Caballero, el tesorero José María de Soto, y el administrador de correos de La Habana, Francisco Salas.

Con la creación de estas obras fueron solucionados los mayores obstáculos que impedían la comunicación regular de la capital con Las villas y ciudades importantes del sur del territorio, lo que constituyó también, un significativo medio de recaudación de impuestos de tránsito que se cobró durante años a todo el que por allí cruzaba. Poco tiempo después, como resultado de su deficiente construcción, el cruce de las carretas cargadas de azúcar, café, etc. ... y las fuertes crecidas, el puente sobre el arroyo Jíbaro se vino abajo. La Junta Económica del Real Consulado y el propio Luis de las Casas, encomendaron el proyecto de su reconstrucción al ingeniero Antonio Trevejo, que a su vez se asesoró de Juan Villarin, Maestro Mayor de la Ciudad de la Habana.

Se convocó a subasta pública por medio de cédulas divulgadas por un pregonero, (el negro libre José Criollo), presentándose un solo postor, Juan Antonio Pozos, quien prometió fabricarlo con solidez, puntualidad y duración, compromiso que cumplió adecuadamente.

Puente sobre el arroyo Jíbaro.jpg

Desde su construcción, el puente sobre río Almendares y él arroyo Jíbaro han sufrido varias reconstrucciones y reparaciones que modificaron su estilo original. Durante el huracán de 1846 que azotó gran parte del occidente de la isla y causó enormes destrozos en el territorio quedaron en mal estado.

Fueron reparados al año siguiente por la Real Junta de Fomento de la Isla de Cuba. Las fuertes crecidas del 23 de agosto de 1852 provocaron también serías afectaciones al puente sobre río, que tuvo que ser reconstruido nuevamente. En 1856 se realizaron excavaciones para el ensanche del curso y desagüe con un movimiento de 1.856,448 metros de tierra. ... El día 12 de mayo de 1890 las aguas del río Almendares y del arrollo Jíbaro se salieron de sus cauces y quedó gran parte del pueblo bajo sus aguas, quedaron familias sin sus casas, los vecinos que lo necesitaron fueron evacuados a través del puente del ferrocarril, única forma esta de salir del pueblo, evitándose así males mayores. Dos años después se reparó y pintó nuevamente, para quedar hacia 1910 con una estructura similar a la que posee actualmente.

Características

Hidrografía

Entre sus manifestaciones hidrográficas se destacan dos corrientes fluviales; El Río Almendares y el Arroyo Jíbaro, además de algunos riachuelos, todos de poco caudal en la actualidad.

Clima

Su clima es cálido y muy agradable. La temperatura promedio máximo este 29°C y promedio mínimo de 19°C que se catalogan de medios y altos. Los meses de lluvia están comprendidos entre mayo y octubre y los de seca de Noviembre hasta Abril.

Demografía

Población ascendente a 20,069 habitantes distribuidas en diferentes repartos, zonas suburbanas y rurales. La densidad de población ha alcanzado 775 habitantes por kilómetro cuadrado.

Recursos naturales y vegetación

Entre sus recursos naturales cuenta con ricos manantiales y algunas canteras de barro y piedras que resultan muy importantes para la industria de la construcción. La vegetación está formada por Guásimas (Casi en extinción), Palma Real, Ceibas y otros arbustos. Crecen también árboles frutales como el mango, el mamoncillo, aguacate y guayaba. Gran parte de la tierra estuvo dedicada al cultivo del café y áreas de pastos.

Vista cementerio

Vista cementerio.jpg

En los inicios del pueblo y mucho tiempo después se carecía de cementerio, pero se supone que hubo algunos enterramientos de soldados de España en el patio del primer cuartel que estaba situado al final de la Calle Espada junto al Río, donde después hubo un tejar y actualmente existe un vivero de plantas ornamentales, pero lo cierto es que el cementerio de Arroyo Naranjo fue usado hasta el año 1882 por los pobladores de Calabazar. Desde 1875, se hicieron las gestiones para construir el cementerio local pero no fue hasta el 11 de septiembre de 1876, que se constituyó una junta parroquial presidida por el sacerdote Sebastián Herrera que en unión de las autoridades municipales comenzó a gestionar algún terreno cercano con ese fin. Se realizaron colectas públicas y fiestas que permitieron recaudar $ 14 500 oro para adquirir un tramo del potrero Sotolongo, propiedad del Regidor Baltasar Sotolongo en el camino a Santiago de las Vegas.

La ubicación exacta de los terrenos dedicados al cementerio es la siguiente: Carretera Habana a Bejucal entre el Km. 12 y 13, algo más de medio Km. Del primero, en la cerca de piedra del potrero conocido como de Sotolongo, orilla Oeste de esta carretera, por las inmediaciones de un jagüey que en ella existe. la caballería 33543 m2 Extención del cementerio incluyendo los muros 10,027 m2 declinación 50 20' NE. (9). En Agosto de 1882, fue inaugurado oficialmente el cementerio de Calabazar.

El trazado de la población

Las primeras callejuelas que tuvo Calabazar eran estrechas y polvorientas, pero bien trazadas. Pequeños puentes de maderas servían para qué carruajes y transeúntes pudieran cruzar las zanjas de los desagües que existían en el interior de la población. Uno de estos pequeños puentes se encontraba en la calle Meireles y San Antonio (hoy dolores García), otro en Vínculo y el camino a las Güásimas.

La primera calle fue Fundación, nombre que recibió porque a lo largo de ellas se situaron las primeras viviendas y bodegas junto al río; Vínculo, así denominada por vincular los caminos de Santiago de las Vegas y las Guásimas; Meireles por ser ese el apellido de la propietaria de la estancia donde se asentó el primer grupo de colonos; Término, lugar donde terminaba ese primitivo núcleo de la población; y de forma transversal estaban en los inicios la calle Arango, por ser el apellido de la administradora de estos terrenos; Espada, calle que conducía al cuartel; San Antonio, que cruza por el frente de la Iglesia Principal, (actual José Martí) por ser la calle principal del pueblo; Santa Rosa.

Cuando se llevó a cabo el trazado de la población se dio el nombre siguiente; de norte a sur: fundación del Vínculo de Meireles del territorio de La Habana, ya que las viviendas se erigieron sobre la estancia del Vínculo de Meireles. Estas calles han cambiado muchas veces su denominación pero los pobladores continúan identificándolas con los nombres de origen. Pronto aparecieron nuevas calles Estrella, Quezada, Habana, Morales, Figueroa, Fiscal, Cristina, Horno, San Juan y Última, así aparecen nombradas en un plano.

Tradiciones, cultura, costumbres y entretenimiento

Lo que constituía el encanto de los temporadistas y de los bañistas de la ciudad eran los paseos a caballos por la pintoresca campiña, los juegos, bailes de sociedad, de las representaciones teatrales, lidias de gallos finos y otras diversiones propias de la época. Para ellos el verano se convertía en un episodio de fiestas y alegrías y el pequeño poblado adquiría una extraordinaria actividad en la que apenas alcanzaban las tabernas, las fondas y hospedajes para albergar tantos forasteros. La diversión favorita de los vecinos eran las peleas de gallos que cada temporada se realizaba en una valla de la calle principal, próxima a los baños del río.

Una de las primeras lidias de gallos de que se tiene noticia se efectuó entre Junio y Octubre de 1859 con el objetivo de recaudar fondos para construir unos baños públicos. Pero la fiesta principal igual que en otros pueblos de Cuba, era de tipo religioso. Se celebraba todos los 24 de junio, en honor de "San Juan Bautista" santo patrón del pueblo, tradición nacida de la devoción religiosa. Las fiestas patronales incluían verbenas y diferentes actividades recreativas. Después de los rituales en la parroquia se hacía una procesión con el patrón por las calles acompañada de una multitud de curiosos y fieles que portaban a San Juan Bautista en hombros.

Estas fiestas tenían gran brillantez por sus competencias de caballería realizadas en la plaza de la iglesia o en un improvisado hipódromo existente en la finca "Los Mangos", lo que constituía un atractivo para los veraneantes y campesinos de la cercanía. El pueblo se llenaba de jóvenes de pueblos vecinos que venían en romería buscando alguna distracción. Un valioso testimonio de estas fiestas lo ofrece el Dr. Tomás Roig en Junio de 1894 cuando abandona su casa de Santiago de las Vegas camino a la emigración: “… casi me ahogaba la emoción al pasar por Calabazar, donde se celebraban bulliciosamente, entre farolitos de colores y viva música, los festejos tradicionales del San Juan.” (Simón, Valdés, Francisco. Semblanza de Juan T. Roig, Poblaciones del Municipio. Santiago de las Vegas, 1953, pag 18) Los bailes daban fin al espectáculo.

Los había para la gente del campo y para los visitantes de la ciudad. Eran noches de tómbolas, cohetes explosivos y de algarabía aldeana. Entre plegarias y bailes, durante tres o cuatro días, se realizaban estos festejos. También hubo fiestas en otras ocasiones porque los aficionados al baile constituían la mayoría. Los que no podían entrar en las sociedades existentes por carecer de recursos o por el color de su piel, se dirigían a la calle Fundación y Calzada Real del Sur, lugar donde existía desde 1854 una glorieta con un piso de tablas y techo de güano que se utilizaba para ofrecer los famosos güateques de Calabazar con güiro, guitarra y tambor, así como bailes públicos para asegurar la distracción de los visitantes se crearon varias instituciones de recreo que ofrecían bailes, juegos y representaciones teatrales.

La Sociedad “Santa Teresa” fue fundada el 24 de julio de 1871, era propiedad de Narciso Mestre, y por muchos años constituyo el principal centro de instrucción y recreo de la comunidad. Fue uno de los primeros de su tipo en la jurisdicción y estaba situado en la esquina de Meireles y Arango, era un edificio de madera y primero fue una sociedad de bailes de blancos y cuando se constituyo La Asociación de Propietarios y Vecinos en el año 1922, pasó a ser la sociedad de bailes para la gente de color, más tarde pasó a ser un edificio de vivienda distribuido en varios apartamentos. En 1873, se abrió la sociedad popular de Calabazar y el 30 de mayo de 1891 quedó constituida la sociedad "Hipódromo de Calabazar".

Esta última estaba formada por individuos de ciertos recursos económicos, comerciantes, propietarios, profesionales, etc.; con el objetivo de dedicarse a la cría de caballos de raza, y la construcción de un Hipódromo para carreras de caballos y otros espectáculos. En la década de 1890 funcionó también la "Sociedad de Socorros Mutuos" Señora del Buen Suceso. Esta sociedad estaba situada en la Calle Vínculo esquina a San Antonio y agrupaba a los jornaleros y artesanos del ramo del tabaco. Funcionaron también el "Circulo de Calabazar" y el "Circulo Popular de Calabazar" que fue creado en 1893. Ellos eran de instrucción y recreo. En esos años surgieron otras sociedades de recreo, pero de corta existencia.

Las más famosas desaparecieron durante La guerra de 1895. 16 de octubre de 1901 se crea la Sociedad Socorros Mutuos "La Fraternidad" con sede en Calle Meireles n.º 15. Su primer presidente se nombró Manuel Gutiérrez. Era una asociación eminentemente obrera y se ocupa de la ayuda mutua de los trabajadores tabacaleros. En el Año 1902, Calabazar contaba con las Sociedades "La Independencia" y "Santa Teresa" ambas eran de instrucción y recreo. Años más tarde se creó la Delegación del Centro Asturiano y el club "Pro Zayas".

Industrias

En 1854, debido a la naturaleza del suelo de Calabazar, aparece el primer tejar iniciándose así el desarrollo de la Industria del Barro, que a partir de entonces se hace famosa por la elaboración de tejas, porrones, cazuelas, tinajones y otros artículos, todos de gran calidad. En 1871 la sociedad Stafani y Cía, construyó un alambique de mieles en la finca "El Molino". Nemesio Gante pidió autorización para poner a funcionar una fábrica de almidón junto al Río y construir una represa con el objetivo de mover la referida industria.

En la Calle Vínculo # 1 se instaló la fábrica de fósforos "La Defensa" propiedad de Julio Guichard. También se abrieron dos nuevos tejares. En el cuadro censal del Año de 1911 Calabazar contaba con 3 fábricas de tabaco, 3 tejares, 1 fábrica de calzado, 1 cantera de piedra, 1 fábrica de fósforos, 1 despalillo de tabaco, 1 fábrica de almidón, 2 panaderías, 7 comercios. En las estadísticas se aprecia, en primer lugar, un ligero predominio de la industria sobre el comercio. En segundo lugar, resaltan como industrias principales la Tabacalera y la Alfarera que constituyen los dos renglones económicos fundamentales en la localidad hasta la crisis económica de los Años 1930.

Acueducto

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Varios fueron los proyectos que se hicieron desde finales del Siglo XIX para abastecer de agua Calabazar y a Santiago de las Vegas. Uno de los primeros proyectos fue el elaborado por el ingeniero José Primelles, que nunca se pudo llevar a vías de hecho. Es por ello que los antepasados estaban obligados a utilizar las magníficas aguas de los pozos construidos en algunas de las viejas casona de los temporadistas o esperar al aguador, que con su pipa recorría las calles de la población vendiendo el cristalino líquido.

En Enero de 1903, algunos vecinos de la localidad solicitaron al ingeniero jefe de obras públicas se les suministra agua del acueducto propiedad del estado, construido en el barrio de Arroyo Naranjo. Ésta solicitud fue denegada por la secretaría de obras públicas, manifestando la imposibilidad de conectar las cañerías del referido acueducto para surtir de agua calabazar, pues sería preciso instalar nuevas bombas y realizar otros trabajos cuyo costo total sería de 3500 pesos.

A mediados del Año 1907 y después de múltiples gestiones del concejal José Alberro, y con el apoyo del Coronel Dionisio Arencibia que era a la sazón el Alcalde de Santiago de las Vegas, el ayuntamientos Santiaguero apoyó del proyecto de Inocencio Ayala y este proyecto era conocido por "Ojito de agua" para que se abastecieran todos los pueblos de la jurisdicción de agua potable. Dichos trabajos se iniciaron el 4 de mayo de 1911 por la compañía "La Constancia Cubana" y su inauguración se produjo en la fecha 6 de enero de 1913 y por acuerdo municipal se denominó acueducto "José Alberro" en honor al Concejal de igual nombre).

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Estaba situado al fondo del actual parque de Las Madres. A raíz de la construcción del primer acueducto, el pueblo sufrió una Epidemia de Tifus, provocada por la contaminación de las aguas subterráneas cuando los vecinos comenzaron a utilizar los antiguos pozos como fosas y esta enfermedad causó varios fallecimientos, por tal razón con el tiempo fue necesario trasladar el acueducto río abajo, alejándolo de la población.

Alumbrado

El primer sistema de alumbrado fue establecido en épocas de La colonia con objetivos militares, y estaba formado por algunos faroles ubicados en puntos estratégicos de la población. El 7 de enero de 1900, el ayuntamiento Santiaguero ordenó comenzar los trabajos para restablecer el alumbrado público. Se instalaron 50 faroles de gasolina en diferente esquinas, a cuyo cuidado se encontraba un personaje muy popular, el farolero.

Un interesante testimonio lo ofrece Carmelina de la Lastra, descendiente de una de las antiguas familias de Calabazar. "Yo recuerdo que uno de los últimos faroleros de este pueblo se llamó Juan Mojena - todos los días a la caída de la noche recorría las calles provisto de un largo mechón que introducía por la parte inferior del farol. Era un tiempo en que se pasaba mucho trabajo con el alumbrado y todas las casas se iluminaban con lámparas de Petróleo".

A finales de 1912, se inauguró oficialmente el alumbrado eléctrico y este servicio era suministrado por la sociedad anónima "Planta Eléctrica de Batabanó"; que daba también electricidad a Rancho Boyeros y a Santiago de las Vegas. De hecho la localidad recibió este servicio mucho antes que los poblados de Arroyo Apolo y Arroyo Naranjo ambos pertenecientes al Municipio de La Habana. El alumbrado que ofrecía está planta era deficiente y limitado por lo que sucedía que a veces el poblado se quedaba sin luz durante varios días. La construcción del acueducto y la instalación del servicio eléctrico contribuyó al crecimiento demográfico así, el restablecimiento económico de la localidad, estimulando la apertura de nuevas industrias y talleres procedentes de pueblos cercanos.

Comunicaciones

Desde los primeros años de la ocupación de la isla se abrió el camino, que desde Batabanó, conducía a la costa norte cruzando por esta zona. Con el andar del tiempo esa primitiva vía se convirtió en el camino real del sur, intransitable en épocas de lluvia, frecuentado solamente por bueyes y arrías de mulos empleados para transportar a la capital los productos agrícolas, los tercios del Tabaco y las cajas de Azúcar. En tales condiciones el costo del transporte desde el interior hasta el mercado habanero resultaba muy elevado, lo que en más de una ocasión hizo pensar en la construcción de un canal que partiendo de Güines, pudiera utilizarse para transportar los productos agrícolas hasta La Habana. Pero ese proyecto nunca se ejecutó.

También se pensó utilizar La Madre de la Chorrera o río Almendares, desde Calabazar hasta el Husillo y después de la Zanjas Real; no solamente para que llevaran los barcos hasta el centro de los arrabales de la Ciudad de la Habana, sino también para suministrar agua a las fuentes de la que carecen durante tres meses al año. Pero estas ideas fueron abandonadas con la aparición del Ferrocarril que resultaba más económico y ventajoso.

El Camino Real del Sur atravesaba una rica zona campesina, pasando por pueblos tan importantes como Santiago de las Vegas, Bejucal, Quivicán y otros, lo cual le daba gran significación económica por su clasificación de primer orden. Hasta 1844, la historia de las comunicaciones en esta zona, se limita a inseguros caminos y veredas infectados de malhechores en espera de la mejor presa para desvalijarlo de sus prendas personales. Precisamente en ese año se inició la construcción de la Calzada Real del Sur (Calzada de Bejucal), que partía desde Jesús del monte con un ancho de ocho a 12 varas, 32 puentes y portazgos y una extensión de 26 kilómetros, (Durante el trazado de esta calzada se plantaron los árboles: Algarrobos, Framboyanes, Jagüeyes, etc), llegando a Calabazar entre 1844 y 1847 constituyendo su primer gran tramo, extendiéndose hasta Santiago de Las Vegas el 29 de agosto de 1852.

Al concluirse los trabajos, el itinerario de esa vía era el siguiente: Jesús del Monte-Portazgo de la Víbora-caserío de Arroyo Apolo-taberna La Portuguesa-Arroyo Naranjo-aldea de Calabazar-Ciudad de Santiago de las Vegas-Rincón-Ciudad de Bejucal. A partir de entonces estuvo servida por dos empresas de berlinas, que salían diariamente de la calle Amistad en La Habana. Dos de esos carruajes permanecían en la población para casos de necesidad. Con el establecimiento de la línea de diligencias, la población se convirtió en sitio de parada de ese transporte lo que estimuló la construcción de nuevas viviendas y comercios así como el acceso de numerosos bañistas.

Paradero

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En el año 1858 la Empresa Ferrocarriles del Oeste construyó el puente sobre el río Almendares y se trazaron los primeros 13 Kilómetros de paralelas hasta la población facilitando las comunicaciones y el acceso de un número mayor de visitantes a tomar los baños del Río.
Este tramo fue inaugurado el 30 de junio de 1860, día histórico y festivo en que arribó la primera locomotora cubriendo el itinerario desde Cristina hasta Calabazar. Junto con el ferrocarril apareció la Administración de Correos de 4ta clase y la estación telegráfica que comunicaba con La Capital.

Evolución económica - social

Al comienzo del Siglo XX coincidiendo con el surgimiento de la República, Calabazar quedó sumido en una profunda miseria heredada de La colonia, y de la que sólo lentamente y con mucho esfuerzo se va saliendo con la entrada del siglo. En el aspecto político administrativo continuó formando parte del municipio de Santiago Las Vegas, como un extenso barrio rural que comprendía por el este, desde los límites término municipal de San José de las Lajas hasta mañana por el oeste. Sus tierras fértiles, propias para el cultivo de diversos productos, estaban ocupadas por 33 fincas de diferentes extensiones.

Las anotaciones que aparecen en el registro de fincas correspondiente a 1903, permiten realizar algunas comparaciones que ayudan a valorar la situación económica rural. En ese año existían 24 fincas con una extensión que oscila entre, un cuarto hasta 5 y media caballerías, siete fincas entre 6 y 10 caballerías y sólo dos con más de 15 caballerías. De acuerdo con esas estadísticas, predominó la pequeña y mediana propiedad agraria que originó en lo social la existencia de un campesinado pobre y medio. Entre las propiedades rurales de mayor extensión se recuerdan, entre otras, Paso Seco, Artillería, Grande, Potrero Marín, América, La Esperanza, Rancho Simón, Potrero Menocal, Catalina, Jíbaro, La Divina Pastora y Los Mangos.

El campesinado de calabazar se dedicó principalmente, a la siembra de frutos menores y al desarrollo de la ganadería, ese tipo de economía incluyó en lo relativo aislamiento en que permaneció por muchos años. Las mejores tierras serán explotadas por los propietarios más poderosos que aplicaban ellas las técnicas más avanzadas. Este es el caso, por ejemplo, de la Finca América y Los Mangos. La primera propiedad de José Miguel Gómez, presidente de la república en el periodo de 1909 a 1903, la segunda pertenecía al catalán Pablo Bregolat, dueño también del Tejar de su propio nombre. Estas fincas eran las únicas que poseía en regadío propio; para ello utilizaban Dunkey que extraía el agua del Río Almendares y la repartía a través de cañerías.

En 1911, ambos propietarios, de mutuo acuerdo, construyeron una represa sobre él río para aprovechar mejor esas aguas. Especial interés en dicha empresa demostró Bregolat, que tenía interés en producir de esa manera energía eléctrica para mover su industria de cerámica. Las estadísticas correspondientes a 1911 ofrecen datos útiles y confiables para valorar el cuadro agrario de la comarca. Según estas cifras calabazar contaba en esa fecha con: 22 fincas dedicadas al cultivo de tabaco para un aproximado de siete caballerías y media; 15 fincas dedicadas a cultivos menores para un promedio de 37 caballerías y media y 10 fincas dedicadas a potreros de pastos para un promedio de 65 caballerías. Por ésta fecha existían 759 cabezas de ganado vacuno, 105 caballos y 59 asnos.

El análisis de estos datos demuestra el peso que por ese tiempo tenía la ganadería comercial y la agricultura minifundaria, muestra también una reducción en el número de fincas debido al proceso de absorción de la primera década del Siglo XX. Algunas fincas desaparecen, como resultado de la ampliación del poblado y su parcelación para levantar nuevos repartos. Así ocurrió con la Finca América que sede parte de sus tierras a lo que después fue el Reparto Ampliación de Calabazar, Lagunas de Castro y Campanario, parcelada por la compañía El Globo; la finca Jíbaro parcelada para levantar el reparto Berenguer; La Esperanza que dio origen al reparto Porta (hoy La Esperanza) y Potrero Sotolongo lugar donde se crearon el Cementerio y el Repato Nazareno. El proceso de surgimiento de nuevos repartos se extendió hasta la década de 1940.

En este periodo aparecieron junto a las márgenes del río, próximo al poblado de Calabazar, amplias siembras de hortalizas y otros vegetales cultivados por labriegos chinos y algunos cubanos. Otros cultivos fundamentales de importancia económica eran el maíz, malanga, frijoles, plátanos, piñas, etc.... todos de amplias demandas en el mercado habanero. A partir del año1911 se nota un lento restablecimiento del florecimiento económico de la localidad, aunque propiamente se puede hablar con exactitud de evolución económica a partir de 1920.

Desarrrollo social

Deportes

En Enero de 1886 se registra en la historia del deporte en el actual Municipio Boyeros, el dato de algunos vecinos de Calabazar que integran el equipo de Baseball del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas. El 30 de mayo de 1891 se crea la sociedad “Hipódromo de Calabazar”, en la finca “Los Mangos”, presidida por José G. Del Castillo. El propósito de esta sociedad es la cria de caballos y la construcción de un hipódromo para carreras deportivas de caballos y otros espectáculos públicos para la distracción de los temporadistas.

El Baseball era uno de los entretenimientos favoritos de los vecinos de Calabazar. Por esta razón de los Años 1910 se constituyó la primera novena con el nombre de La Estrella, por Mario Romero, jefe de la estación de ferrocarril, que agrupaba a numerosos jóvenes que se destacaban en este deporte en la categoría de mayores. En Mayo de 1920 se forma el equipo de BaseBall juvenil “Casiguaguas”, constituido por el maestro Manuel de la Lastra. Su mentor fue Julio Serra. En el participaron destacados jugadores de la localidad. En Abril de 1935 se funda el “Conjunto Deportivo de Calabazar”, constituido por Ramón Crespo (Mongo) y Heriberto González. Esta agrupación permitió a los aficionados disfrutar de tardes emocionantes.

Fue considerada coimo la mejor de su categoría por las victorias que alcanzó en los enfrentamientos amistosos con equipos semiprofesionales. Este equipo estuvo activo hasta 1939 aproximadamente. En 1940 se crea el equipo de BaseBall de la A.P.I.V. Dirigido por Manuel de la Cerda. Paralelamente se constituyó el equipo de Bregolat, que tuvo como mentor a Jorge Marrero.. De las novenas creadas en Calabazar salieron equipos de peloteros que jugaron en muchos equipos de aficionados, otros integraron las filas de la pelota profesional. Entre los jugadores más destacados se pueden mencionar a Jorge Luis López, Orestes López, Manuel Temes, Roberto Salcido, Gaspar Romero, Lindbergh Chappoten, Francisco Páez, Apeles Peñalver, Rolando Pastor, Rolando Viñas, Ramón Crespo, Eloy Pedroso y otros muchos.

El 14 de abril de 1954 se inauguró el campo deportivo “Mario Romero”. Los amantes del BaseBall, ese día tuvieron el privilegio de disfrutar del enfrentamiento fraternal entre el equipo “La Aviación”, de las fuerzas armadas dirigido por Enrique Cruz, conjuntamente con otros como Santiago Ulrich, Menocal, Dunas y Salcido. La novena de calabazar luciendo sus vistosos trajes salió a batirse con un contrario tan fuerte como la novena de la aviación. El partido fue amenizado por la banda de Música de la marina y la banda juvenil de Calabazar. Este campo deportivo se inscribe en el registro de Asociaciones de la República de Cuba el 25 de octubre de 1955 y estaba situado en calle Vínculo No. 63, es decir en la finca Carrillo, junto a las paralelas del ferrocarril era el lugar donde grandes y chicos, aficionados todos a la pelota, podían disfrutar de los encuentros semanales. Al edificarse en el terreno de Mario Romero la Fundición, el campo de pelota pasa a los terrenos delanteros de la Finca América, hasta que ocurre la parcelación que da lugar a la creación del Reparto Ampliación de Calabazar, actualmente se juega en lo que se ha dado en llamar el terreno del río, lugar de promesas no cumplidas.

El 8 de mayo de 1986 se crea el primer círculo de abuelos de la localidad. Inicialmente se inscriben 35 ancianos dispuestos a mejorar su salud por los ejercicio físicos. En el periódico Tribuna de La Habana del 18 de marzo de 2007 aparece este artículo que reproduzco a continuación. Joya en Calabazar Los vecinos de Calabazar en Boyeros -territorio de gran tradición beisbolera, al sureste de la capital-, acaban de inaugurar su estadio, ubicado en las inme¬diaciones del Río Almendares, al fondo del busto a las madres. Para convertir un viejo ensueño en esta joya, pesó la labor voluntaria de cederistas, federadas, campesinos, miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, niños, jóvenes y veteranos que ya disfrutan de un parque con medidas oficiales destinado al pasatiempo nacional: 320 pies por ambos laterales y 400 por el jardín central, una cabina de transmisión, dos dogouts, y graderías por el ala izquierda y la derecha, montadas en vigas de acero. Construcción segu¬ra, confortable y hermosa.

Glorias del deporte como Pedro Chávez y Armando Capiró ofrecieron gran apoyo; Elio González, director de Deportes de Boyeros, fue constante en su seguimiento. Se contó con la solidaridad de trabajadores y estudiantes de Lander, en la ciudad canadiense de Vancouver, que donaron más de 40 mil dólares para dicha construcción. Raúl Ruiz, presidente del Consejo Popular de Calabazar, y Oasis Bandera, dele¬gado de una de sus circunscripciones, quien estuvo al frente de la obra, destaca¬ron que la instalación es un modesto homenaje a calabazareños como Julio Trigo y René Bedia quienes lucharon por la felicidad del pueblo cubano y dieron su vida por ella. Peloteros destacados del municipio y más allá: Jorge Joe López, Bolo López, Ramón Pulín, Víctor Domínguez, Fidel Herrera... andan más que dichosos con esta edificación de categoría. Jorge Andrade, presidente de la Peña de la Calabaza, dijo a Tribuna de La Habana: "Es un premio que hemos alcanzado. Niños, jóvenes, adolescentes y adultos ya juegan pelota aquí y cuentan con un profesor que los atiende. Es un sueño que hemos convertido en realidad con los esfuerzos del pueblo de Calabazar". Lo tan ansiado ya está en las manos y demuestra una vez más que sí se puede. Julio Gómez Lluciá

La educación

Uno de los primeros barrios de la Jurisdicción que tuvo escuela para varones fue Calabazar. En 20 de enero de 1858, contaba con una matrícula de 11 alumnos y este centro estaba situado en los primeros tiempos en la casa propiedad del moreno libre Alfredo Baltasar; trasladándose más tarde para la Calle Principal esquina a Término. La escuela de niñas fue abierta el 22 de enero de 1863, a solicitud de los vecinos del pueblo, siendo nombrada como preceptora la Sra. Matilde Álvarez, titular presidenta y residente en la localidad. Se encontraban también entre los primeros maestros de Calabazar: Domingo Lopotegui, Ramón de Soto y Castro, Ramón Morales, Juan Crespo Gupera, Casanso de Luna, José María Riquelmes, Gabriel Pedrero, Agustín Ayala, Agustín Labó. Estos maestros eran pertenecientes a la escuela de niñas encontrándose entre uno de sus directores Ricardo Zañig. También eran maestros por esa época Matilde Álvarez, Francisco Herrera y Dolores Frezinol. Se creó una Junta Local de Instrucción Pública y estaba formada por el alcalde de barrio, el cura párroco, cuatro vocales y un secretario y ellos eran los encargados de supervisar el desarrollo de La educación y el cumplimiento de los objetivos.

En 1880 se abre la escuela municipal para varones con una matrícula reducida por la necesidad que tenían los niños de trabajar para ayudar al sustento de su familia. En la etapa comprendida entre esta fecha y finales del siglo no se reflejan cambios significativos en La educación en Calabazar; se mantiene la Escuela Municipal creada y surge en 1894 por el entusiasmo e iniciativa de Zenaida Álvarez una escuelita privada de niños con sesiones para cada sexo, en la calle Meireles n.º 40, la que varios años funcionó. En esta escuelita estudiaron hijas de vecinos y pobladores que al paso del tiempo se formaron como maestros y educadores de nivel destacado. Durante los primeros años del Siglo XX, calabazar contó con dos escuelas y éstas estaban situadas en la calle Arango y en la calle Habana. Poco después se fundó la escuela pública situada en la calle principal y que impartía enseñanza primaria.

El 5 de septiembre de 1900 inicia el primer curso la Casa Escuela de Calabazar construida en el terreno que el Ayuntamiento tenía reservada para plaza de mercado (Escuela Pública de Calabazar) y estaba situada en Habana y Arango. Allí se construyó una casa de madera y tejas del tipo "bungalow" con sótano y piso de madera, la cual contaba con dos aulas grandes para grados múltiples; estando éstas atendidas por dos maestros: Eduardo Paulino Dihins (para varones) y María Ana Huertas Bruzón (para las niñas). Esta escuela fue trasladada más tarde para una casona en la calle Vínculo esquina a Cerrada del Oeste por deterioro de la misma. Al ser construido el Centro Escolar, esta Escuela Pública pasa para allá funcionando en la sesión de la mañana para varones con el nombre de “Rafael María de Mendive” y en la sesión de la tarde para hembras con el nombre de “Ignacio Agramonte”. Al triunfo de la Revolución se fusionan estas escuelas como escuela mixta y toma el nombre de “Rafael María de Mendive” Existió también la escuela de Dolores García, sita en calle San Antonio esquina a Término, más conocida por la escuela de “Dolorita”, años después pasa a la calle Principal y Término.

En un homenaje que se le hace a dicha educadora se le cambia el nombre a la calle San Antonio y se le pone el de Dolores García, hoy 108. En Septiembre de 1902, un corresponsal local del periódico de la Marina, señala que fueron aprobadas maestras de primaria tres hijas de este pueblo: Carmen Zenaida Álvarez, América Amable y Ernestina de Cárdenas. En 1908 las maestras de primaria de la Escuela Pública #12 situada en calle Principal entre Meireles y Término, organizaron por el fin de curso, una velada cultural en la Sociedad Independencia, con entrega de premios a los alumnos destacados, recitación de poemas y puesta en escena de varias obras de teatro que fueron bien acogidas por los asistentes.

En 1909, en notas del reportero de Calabazar, se señala que merecieron premios María Josefa Barajagua y Amada Acevedo Vismara, que obtuvieron certificados de segundo grado en los exámenes de aspirantes al magisterio. Ese mismo año y con la participación del Inspector del Distrito Escolar, el Sr. Pedro P. Navarro, se ponen en escena por fin de curso, varias obras de teatro escenificadas por los niños de la Escuela Pública # 12 y bajo la dirección de Zenaida Álvarez, entre las obras representadas se pueden mencionar “El juguete Cómico” de Eduardo Pulgarón y “E Sitio de Liborio” de Adolfo Cortada, siendo muy elogiadas por la crítica local. Al entrar la segunda década del siglo se crean nuevos asentamientos poblacionales: Rpto América, Las Cañas y El Globo que influenciarían grandemente en el desarrollo de la Educación en Calabazar con la creación de nuevas aulas y escuelas.

Por estas fechas Calabazar contaba con un buen número de maestros vecinos de la localidad que ejercen o están en disposición de ejercer tanto en el pueblo como en todo el Distrito Escolar. Además de los ya mencionados se pueden añadir: José Manuel Sánchez (Que en el año 1944 llevaba 32 años de labor en la localidad) Emelina Acevedo Vismara, Carmen Alonso, Manuel de la Lastra, María Cadalso, Ana María Delgado, María Teresa Blanco y Ezequiel Rodríguez. E la década del 20, se traslada la escuela pública #12 de niñas ubicada en la calle Principal, para la calle Vínculo 21-A entre Principal y San Antonio. Nuevos traslados se producirán en este periodo; de aquí para la calle Fundación, esquina a Espada, donde vivió María Luisa Supervielle, hermana del Alcalde de La Habana, y posteriormente para la calle Vínculo esquina a Estrella, donde residió el destacado abogado y notario Dr. Mario Recio Foros, nativo de este pueblo y connotado dignatario de la masonería. También y procedente de Quivicán vino a residir a Calabazar con sus familiares, en los años 20, el Dr. Jorge García Galló, realizando con su habitual modestia su oficio de tabaquero mientras estudiaba Pedagogía y Filosofía en la Universidad de la Habana.

Antes de graduarse a finales de esta década y comenzando la crisis política y económica del país, abrió una escuela nocturna a la que concurrían estudiantes de nivel medio y trabajadores, la cual tuvo muy buena acogida, funcionando breves años en la calle Santa Rosa entre Fundación y Vínculo. Al inaugurarse en el Año 1924 el Reparto Berenguer favoreció años más tarde la creación de una nueva escuela que benefició a los vecinos del lugar, la escuela pública # 14, que estuvo situada primero en calle Santa Isabel entre Cruz Muñoz y Albacete. Más tarde se trasladó para la calle Albacete entre Coronel Sardiñas y Fernando Berenguer, estos dos sitios fueron humildes escuela de madera pero que impartían clases de kindergarten hasta sexto grado y era atendida por prestigiosos maestros como Ofelia Piat, Elsa Castaño y Florentina, hasta que en Septiembre de 1962 se inaugura la actual escuela “Armando Gamboa” situada en calle Coronel Sardiñas entre Cruz Muñoz y Albacete. Residió también en el Reparto Berenguer, por temporadas, con su familia, el General Enrique Loynás del Castillo, en la Calle Dolores Rubio, entre Coronel Sardiñas y Fernando Berenguer En 1927 se creó la Escuela Pública # 41(antes había sido # 13) que estaba situada en calle Santa Rosa e/ Cienfuegos y San Rafael. A esta escuela asistió el mártir de la Revolución Julio Trigo López.

El kindergarten de dicha escuela funcionaba en una vivienda frente al Tejar América, hoy Fulton. Iniciada la crisis política al llegar los años 30 se producen acontecimientos relevantes que influyen en la situación general del país, la escuela No. 12 se traslada para la calle Meireles esquina a Arango, llamada entonces La Casa Blanca, donde residiera María Josefa Izaguirre, esposa de un hijo del generalísimo Máximo Gómez. Los frecuentes traslados de la citada escuela de niñas se debe a la falta del cumplimiento de pagos del alquiler de los inmuebles que ocupaba, en tanto que la escuela de varones se mantiene estable por estar construida en terrenos de propiedad del Estado.

En 1945, se autorizó la apertura de la primera escuela nocturna que comenzó a funcionar el 26 de septiembre de 1946, se impartirán clases de idioma inglés así también la apertura del escuela número 14 del Reparto Berenguer y la número 20 del Reparto el globo. Corrían los años 40, y había también escuela pública de hembras y varones y durante el gobierno de Grau San Martín se edificó el centro escolar de calabazar, así como el kindergarten ubicado anexo a los terrenos del antes mencionado centro escolar. Posteriormente en los años cincuenta fueron creadas escuelas o academias privadas por ejemplo: la escuela Amador propiedad del maestro Pedro Amador y Lily Laurencio, también hubo de fundarse la academia "Richard's propiedad de Ricardo Álvarez Alonso. En 1954 José Herrera puso una escuela particular.

En ella enseñaba todos los grados primarios. En vacaciones preparaba estudiantes para el examen de ingreso al Instituto de La Víbora y en la Escuela de Artes y Oficios. También enseñaba mecanografía. La escuela estaba situada en calle Vínculo # 61, hasta que en 1961 cerro sus puertas para dedicarse a tiempo completo al teatro en el que ya venía incursionando en sus ratos libres. Por esta época y en la misma calle Vínculo hacia calle Quesada existió también la escuela “La Rosa Blanca” que tenía como maestra a la Sra. Gloria Chappoten. Y en la misma calle cerca del Ferrocarril funcionaba una escuela de mecanografía. Después del año 1959, se abrieron numerosas escuelas para la población infantil en aquellos lugares donde no existía y en la casa que habitaba el Generalísimo Máximo Gómez, comenzó a funcionar la primera escuela secundaria básica urbana, llamada "Raúl González Diego". El 28 de enero de 1961, comenzó oficialmente la Campaña de alfabetización en Calabazar. Esta campaña término en Diciembre de 1961 cuando fue declarado del pueblo de Calabazar como territorio libre de analfabetismo.

Monumentos, tarjas y parques

El Parque Máximo Gómez o parque central de Calabazar fue inaugurado el 9 de julio de 1937. Está situado en torno a la Iglesia Parroquial y cuenta con un pequeño parque infantil en el extremo que da a la esquina de San Antonio y Término.. No es atractivo ni bello, pero si es el lugar más concurrido del pueblo. Frente a la calle Meireles se yergue el obelisco en memoria de Máximo Gómez, de tal sencillez que hay que esforzarse para reconocerlo como tal y que tiene una tarja que dice textualmente: «Del pueblo revolucionario del municipio Boyeros al generalísimo Máximo Gómez Baez en el sesquicentenario de su natalicio en el parque que lleva su nombre».

También frente a esta calle y entre la iglesia y la glorieta está situado un pequeño busto blanco del apóstol nacional José Martí, que tiene una pequeña tarja con un pensamiento que ya no es legible por su mal estado. Por el sur, al fondo del parque infantil el pequeño monumento con el busto a Martín Morua Delgado fue erigido por la Logia Masónica y tiene una tarja que dice:

«Martín Morua Delgado a. l. v. h. la masonería cubana por iniciativa de la respectiva logia que se honra llevando su nombre del insigne patriota y la comisión del centenario consagra este busto a la memoria del tenaz vocero del integralismo en Cuba, 16 de febrero de 1958.

Este es el mejor tributo al recuerdo de este insigne patriota, escritor y político que supo enfrentarse a una época y a hombres sin escrúpulos con sólo su inteligencia como arma. Nace el 11 de noviembre de 1857 en la calle San Fco. # 92 Pueblo Nuevo, Matanzas. De padre vizcaíno de nombre Francisco Morua (y por ende, blanco) y su madre, Inés, de origen africano (negra). De varios hermanos es el único que estudia. Aprende el oficio de tonelero. Pronto se convierte en líder donde trabaja.

Activo propagandista y luchador por la libertad de Cuba es mal visto por las autoridades y tiene que emigrar a Estados Unidos. En el exilio aprende Inglés y Francés y se gana la vida como lector de tabaquería. Es nombrado vocal del comité revolucionario en Nueva York y comienza a hacer periodismo político. En Cuba colaboró en periódicos y revistas: "Habana Elegante", "El Pais", "Las Avispas", etc.Director del semanario la "Nueva Era". Afiliado al Partido Republicano cuyo jefe era el General José Miguel Gómez y dento del cual es nombrado delegado a la Asamblea Constituyente el 5 de noviembre de 1900 por la provincia de Las Villas. En 1902 al ser electo presidente de la República Tomás Estrada Palma, Morua es elegido Senador por la provincia de Las Villas y más tarde presidente del senado.

Al terminar el tiempo establecido por la ley para ejercer como senador entonces es designado Secretario de Agricultura, Tabajo y Comercio, pero ya una grave enfermedad lo minaba y entonces es trasladado a La Estación Esperimental Agronómica en Santiago de las Vegas donde fallece el 28 de abril de 1910 Su bibliografía comprende: "Colección de artículos", Key West, 1881; "Dos apuntes"(Biografia de dos langostas que parecen hombres), N.Y. 1882; "Recordación", novela de H. Conway (traducción), Key West,1888; "Cosas de mi tierra: Sofía", novela, 1891; "Impresiones literarias: las novelas del Señor Villaverde", 1892; "Cosas de mi tierra: La Familia Unzúazu", novela 1901; "La Ley electoral en el senado", La Habana 1910; "El Hombre del Día" , Periódico "El Mundo", La Habana, Junio 28 de 1909."Ideario" en el año de su centenario. La Habana 1957 (12) El Parque—Monumento a las madres, se inaugura el 10 de mayo de 1942 y se le puso por nombre Antonia González y es un homenaje de los habitantes del pueblo a las madres.

Resultó ser el primero de su tipo en Cuba. Está situado en la entrada del pueblo en la esquina de Fundación y Principal, junto al Rio Almendares. La Casa Vismara, está situada esta en la calle Vínculo, al cruzar la línea del ferrocarril, a la izquieda cuando uno sale hacia el Parque Lenin, era propiedad de Andrés Vismara Ré, natural de Suisa, ebanista, casado en La Habana en 1858, en la Iglesia de la Guadalupe hoy Santuario de la Señora de la Caridad con Mariana Calvat Messine natural de Francia, maestra de francés. Vismara llegó a Cuba en 1850 y en 1852 compraron la casa que ya existía, allí tuvieron 4 hijos; Guillermo, Enrique, Luisa y Cristina, estas últimas siempre fueron solteras hasta su muerte.

La casa es heredada y habitada de padres a hijos siendo así que un hijo de Guillermo, llamado también Guillermo Vismara Clavar es el padre de Enrique Vismara Cisnero y de Ana Luisa Vismara Cisnero actual propietaria de la casa. Durante La Guerra del 1895 la casa fue usada por los mambises para dormir y descansar en la enorme sala donde también la familia les ofertaba algo de comer. Actualmente esta casa está en un deplorable estado y parte de ella ha sido dividida en otras pequeñas casas y el portal de enormes columnas de piedra es hoy sólo un recuerdo de lo que fuera una hermosa manción colonial.

La Casa Quinta que habitó Máximo Gómez marcada con el # 12 en la calle Meireles esquina a Espada fue construida en los años de 1800 y era propiedad de unos españoles que emigraron al comenzar la república, fue adquirida por El Generalísimo en el Año 1900

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y llega a ella el 1 de agosto de 1900. Durante el tiempo que la habitó la acomodó a su gusto y comodidad, siendo así que al fondo del espléndido patio colonial construye una cuadra cochera para lo que tiene que adquirir el terreno que esta ocuparía y que compró. El 31 de octubre de 1902 el anciano guerrero se muda para Galiano # 45 en Centro Habana y queda la vieja casona en manos de un apopderado. Por algunos años se utilizó la cochera y el patio como depósito de hielo y el 24 de junio de 1937 se comienza a utilizar la cochera como la primera casa de socorro (actualmente banco de ahorro) que existió en el pueblo.

En los Años de 1930 adquiere la propiedad de la casa la familia Salazar que la habitan 20 años, tiempo durante el cual su sala señorial sirvió como local para que los feligreses de la vesina Iglesia parroquial, que a la sazonm estaba en reparación, pudieran celebrar en ella la Santa Misa, siendo párroco el Pbro. Ceferino García. En los Años 50 fue comprada esta casa por Pedro Amador quien la convierte en una escuela conocida de todos como Colegio "Amador" y en la que se impartía enseñanza primaria. Después de 1961 y una vez nacionalizada la casa escuela es convertida en la Secundaria Básica Urbana "Raúl González Diego". Fue colocada una tarja conmemorativa que dice:
El mayor general. Máximo Gomez vivió en esta casa desde el 1 de agosto de 1900 hasta el 31 de octubre del Año 1902 el pueblo de calabazar le consagra este recuerdo. Durante toda su historia esta casa ha recibido innumerables reparaciones y transformaciones pero aún hoy conserva algo del antiguo esplendor revelador de una época en que aún se pensaba en construir para ganarle la batalla al tiempo.

La casa en que murió el Coronel Arencibia, está situada en la esquina de Espada y Meireles, aunque construida en tiempos de la colonia de tejas y taredes de cal y cantos se conserva en bastante buen estado en su exterior, mientras que en su interior desde tiempos de la República, la habitan varias familias como casa de apartamentos múltiples. Por la parte del frente, la que da a la calle Meireles fue colocada una placa conmememorativa que dice: En esta casa falleció el 19 de mayo de 1947, el coronel del Ejercito libertador Dionisio Arencibia Pérez. Fiero en la guerra, noble en la paz por iniciativa de la resp logia dr. Carlos j. Finlay no 48 de la o. caballero de la luz, inc. se coloca esta placa el 7 de diciembre de 1947.

El Castillito de Calabazar en sus inicios fue una pequeña casa ubicada en la esquina de Término y San Antonio, comprada por la familia del ministro de gobierno Angel de la Campa con todos los terrenos que ocupan hoy la manzana comprendida entre las calles San Antonio, Habana, Espada y Término. Fueron transformando la casa la que hoy se ve como un castillito. En sus terrenos aledaños rodeados por muros y cercas de piedra guardaban un buen numero de caballos de pura sangre. El 1 de enero de 1959 es ocupada por por el pueblo y el 12 de ese mismo mes y año pasa a ser custodiada por la Policia Nacional Revolucionaria. Actualmente es el circulo infantil "Sonrisa de la victoria".que mantiene su forma de castillo dejando entrever, a pesar del paso de los años, la belleza que lo hizo insignia de este pueblo.

Fuentes

  • Bernal Alonso, Eduardo. Sintesis historica de Calabazar de la Habana. Editorial Imagenes, 2007.
  • Bernal Alonso, Eduardo. Historia de Calabazar de la Habana (1492 - 2000) en editorial Extramueros.
  • Bernal Alonso, Eduardo. El 183 Aniversario de la fundacion de Calabazar de la Habana. Tribuna de la Habana (articulo de prensa)
  • Colectivo de acutores. Historia de Boyeros.La Identidad de la provincia y sus municipios. 2003
  • lirondo.com Calabazar
  • La tierra tú tiempo
  • Pueblos fotos de Calabazar