Canal del parto

Canal del parto
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Concepto:Tunel cilíndrico acodado constituido por: Estructura ósea : la pelvis ósea. Conjunto músculo aponeurótico : canal blando o suelo de la pelvis

Canal de parto, conducto por el que circula el niño durante el parto; se extiende desde el estrecho superior de la pelvis hasta el orificio vaginal y está integrado por la pelvis, el útero, el cuello uterino y la vagina.

Características

Durante el paso a través del canal del parto, el bebé se encaja dentro del estrecho espacio anatómico realizando un giro de torniquete. La anchura de la entrada pélvica determinará si es posible el parto vaginal. La distancia entre el borde trasero del pubis y el extremo superior del sacro deberá ser al menos de once centímetros; sin embargo no hay que olvidar que existe una cierta flexibilidad tanto en la pelvis de la madre como en los huesos craneales del bebé que aún no están soldados entre sí.

En el parto, la articulación sacroilíaca y ambas ramas del pubis son flexibles, dentro de sus limitaciones anatómicas, gracias a la influencia de las hormonas. Esta flexibilidad del anillo pelviano puede aumentar la distancia nombrada en un centímetro más. Durante el parto, el coxis también de dilata adicionalmente hacia atrás otros dos centímetros.

Anatomía del canal del parto

El canal del parto o excavación pélvica, es un túnel óseo curvado y orientado de forma oblicua, que va a conformar el espacio por dónde el bebé deberá ir girando y rotando durante el parto, hasta salir al exterior.

Dentro de esta excavación pélvica se sitúan los tres estrechos (estrecho superior, medio e inferior), muy mencionados durante las clases de preparación al parto, que son tres barreras o estrechamientos óseos dentro de la excavación pélvica que el bebé deberá atravesar hasta salir al exterior, constituyendo las zonas clave para el paso del feto:

  • El estrecho superior, es la entrada al canal del parto y por tanto es la primera barrera que el feto debe franquear durante el mismo. Abarca desde la parte anterior del sacro hasta el borde superior del pubis, pasando por las líneas innominadas de la pelvis situadas a ambos lados de a misma. Es en esta zona donde se produce el encajamiento (momento en el que el feto atraviesa el estrecho superior). Para franquear este estrecho, es necesario que el feto gire la cabeza y se quede mirando, normalmente, hacia la derecha. Una vez superada esta primera barrera, el feto se dispondrá a atravesar el estrecho medio, un camino más estrecho y complicado.
  • El estrecho medio, situado por debajo del estrecho superior, delimita un espacio compuesto, a nivel lateral, por las espinas ciáticas (dos salientes óseos que disminuyen el diámetro lateral de este estrecho y que, en caso de sobresalir de forma exagerada, pueden dificultar el parto natural), a nivel anterior por la zona media de la sínfisis del pubis y a nivel posterior por el sacro (un poco por encima del coxis). Es en este nivel donde el feto gira alrededor del pubis para orientar el diámetro más grande de su cabecita con el diámetro más grande del estrecho medio (diámetro anteroposterior), por lo que se quedará mirando hacia la curvatura cóncava del sacro. Este plano es de gran importancia ya que también es en el lugar donde se inserta el plano profundo del suelo pélvico, por lo que el bebé deberá también flexionar su cabecita y disminuir así al máximo su diámetro, para dañar lo menos posible las estructuras de este suelo pélvico.
  • El estrecho inferior, es el más bajo de los tres estrechos y va a conformar la salida del canal del parto, siendo la última barrera ósea que atraviesa el feto antes de nacer. Este estrecho se extiende lateralmente desde el borde inferior de los isquiones, pasando por la parte inferior de la rama púbica en su cara anterior y por el coxis posteriormente. Cuando el bebé franquea este estrecho, se produce la coronación.

Distocia por anomalía en el canal del parto

La integridad anatómica y funcional de las estructuras que componen el canal del parto es indispensable para el progreso normal del nacimiento. Las distocias por anomalías del canal del parto se dividen en: distocia por anomalías de la parte ósea y por anomalías de la parte blanda.

Distocia por anomalías de la parte ósea

Distocia en pelvis con morfología normal

  • Reducción de los diámetros del estrecho superior.
  • Reducción de los diámetros del estrecho medio.
  • Reducción de los diámetros del estrecho inferior.

Distocia en pelvis con morfología anormal

  • Anomalías de la columna.
  • Anomalías de las extremidades inferiores.
  • Anomalías propias de la pelvis.

Distocia por anomaías en la parte blanda

Útero

  • Malformaciones congénitas.
  • Malposiciones uterinas.
  • Prolapso.
  • Tumores.
  • Distocia cervical primaria.
  • Distocia cervical secundaria.

Vagina

  • Malformaciones congénitas.

Cuello

  • Cirugía vaginal previa.
  • Tumores.

Vulva

  • Edema.
  • Tumores.

Para que ocurra el parto es necesaria la integridad del canal del parto. Las alteraciones de la pelvis ósea son las que con más frecuencia ocasionan distocia. La distocia puede ocurrir en pelvis con morfología normal donde puede haber problemas cuando los diámetros menores de la pelvis son reducidos. Esto se conoce con el nombre de estrechez pélvica que es diferente a la desproporción céfalo-pélvica, en el que los diámetros son normales pero el feto es voluminoso. Las distocias en pelvis con morfología anormal menos frecuentes y pueden ocurrir como consecuencia de anomalías de columna, extremidades inferiores y propias de la pelvis. La distocia por anomalías de la parte blanda puede ocurrir por problemas de útero, cuello, vagina y vulva. Las primeras pueden ser por malformaciones congénitas, malposiciones uterinas, prolapso y tumores, de los cuales el más frecuente es el mioma. La mayoría de estos casos produce distocia porque favorecen las presentaciones viciosas. La distocia cervical puede ser primaria o secundaria. La secundaria ocurre por enfermedades o lesiones del cuello, mientras que en la primera no existe el antecedente anterior. Las lesiones vaginales pueden ser por problemas congénitos, cirugía vaginal previa y tumores. Las lesiones vulvares capaces de producir distocia son el edema por tactos repetidos o expulsión prolongada, las lesiones infecciosas y los tumores.

Fuentes