Carnaval de Oruro

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El Carnaval de Oruro
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Celebración religiosa y un proceso cultural de interculturalidad e intangibilidad que rebasa los 2000 años de antigüedad que por medio de la creatividad, la continuidad y la ritualidad que llegó a constituirse en un modelo de “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” (UNESCO) capaz de generar manifestaciones culturales parecidas en otros espacios geográficos.
Lugar:Bolivia


Carnaval de Oruro.Único en el mundo por su sentido religioso. Comienza 40 días antes de la Pascua, con el primer convite en devoción a la Virgen del Socavón, en el que todos los conjuntos visitan el templo donde tiene lugar la ceremonia del permiso y la promesa. A partir de ese acto se intensifican otros como el Calvario, las Veladas de la Virgen y los ensayos de los danzarines. Una semana antes del Carnaval se realiza el segundo convite, con la concentración de todos los conjuntos. El viernes es dedicado en forma tradicional al Convite del "Tío" y se realiza la "Challa" de los parajes mineros.

A lo largo de la festividad participan más de 48 conjuntos folklóricos distribuidos en 18 especialidades de danzas que realizan su peregrinación hacia el Santuario del Socavón cada sábado de carnaval en la tradicional “Entrada”.

Historia

El Carnaval de Oruro, tiene su origen en el misticismo ancestral que el hombre de estas latitudes Uru - andinas practicaba. Los antecedentes previos al término “carnaval” son, los ritos primitivos que dan origen a la religiosidad Uru, los de domesticación a la llama, los de la caza a la taruka (ciervo andino), los ritos al Tiw y las que básicamente son conocidas como anatas o fiestas de la siembra y cosecha que obedecen a la cosmovisión y calendario agrícola andino respectivamente, dentro los distintos procesos culturales que alteraron los tiempos y espacios sacralizados, hasta llegar en profundidad al tiempo mítico y místico del desarrollo Uru-kolla, antes del Aymaro-tihuanacota, las conquistas del Imperio Quechua, que el expansionismo Inca, jamás pudo mimetizar ni extirpar, al igual que lo intentare luego la conquista espanola, asumiendo ésta, diferente conducta dogmatizante y aculturadora, sangrienta y humillante, que ha “patronimizado” las manifestaciones de la cosmovisión andina, enajenando las deidades propias con la imposición de otras del santoral católico, frente a la otra, la nuestra, acostumbrada al rito silencioso, alejado, escondido, discreto, enérgico y suficientemente telúrico y politeísta. Invocaciones a la Pachamama (madre tierra), al Tiw o Tío Uru, al supay de los parajes mineros, son el sustento intangible de esta grandiosa manifestación que viene a nuestro tiempo, como tiempo permanente y numinoso, a decir de Rudolf Otto -“como una cosa ganz andere-, como algo radical y totalmente diferente”.

Marca 1789, el calendario ibérico católico. La entronización de la imagen de la Virgen de la Candelaria, conocida por los locales como la Virgen del Socavón; nace en esa época la intención de hiperdulizar los ritos indios y empatronarlos con la Virgen morena, proceso extirpador que no pudo conseguir su objetivo, al contrario, tuvo el catolicismo que integrarse a la ritualidad indígena y compartir tiempo y espacio hierofánico y teofánico. Sin fundirse ni confundirse, es el mismo caos que se vuelve sagrado, es el mismo hombre que no adultera su creencia, no entrega su fe, no reverencia a Dios si no tiene al lado su propia Waca. Leyendas como Huari y los urus, de la mitología altiplánica, que fundamenta la aparición de una “bella Ñusta” que defiende de las plagas monstruosas que envía Huari, (la víbora por el sud, el sapo por el norte y las hormigas por el este), a este pueblo pacífico de los Uru Uru; convirtiendo a cada una de estas, en pétreos testimonios de su innatural grandeza, vinculada en la colonia precisamente con la Virgen. Debieron pasar muchos años para que xpiamismo (cristianismo) ibérico mestice esta leyenda e ingenie otras como las del Chiru Chiru o la del Nina Nina, para que en 1789 los mineros a la imprecación y descubrimiento de la imagen, resuelvan reverenciarla durante tres días al año, desde el sábado de peregrinación, domingo de carnaval y lunes declarado del diablo y del moreno y despedida de la Virgen, con sendas fiestas. En este festejo debía usarse disfraces a semejanza de los diablos y al ritmo de su propia música, que por cierto es otro elemento indescifrado en su composición, al igual que el anonimato del autor de tan hermoso y singular fresco de la Candelaria.

Coexisten Maria y pachamama, el diablo extranjero se impregnan de localismo Uru, el Tiw, es luego tío; es, desde ese tiempo la Diablada, que junto al catolicismo, el rito indio es convertido en carnaval andino y un auto sacramental es convertido en el “relato de la Diablada

Sincretismo del advento en Oruro

Durante el Siglo XVI, los Autos Sacramentales, definen ciertas estructuras en el proceso de dominación, son parte de esta estrategia pedagógica de la conquista antisemita en la causa extirpadora la suplantación de los actos rituales originales con las Danzas misionales, entre las que contamos: Danza de los diablos o “la Diablada”, Danza de los morenos o “la Morenada”, Danza de los Incas o “los Incas” y se conservan vulnerables pero si mayor ingerencia de los misioneros las demás vertientes de expresión que hacen al hecho.

Acudimos a la semiología del vestido, para realizar una lectura cabal de los símbolos y los íconos aprendidos y que se sujetan a sus albores, manifestadas en actitudes propias e imaginarios propios, para luego ser confundidos o pretenciosamente mimetizados por otros elementos de valores externos que aculturizan los originarios. Por ello es importante a partir del vestido descifrar los elementos culturizantes, los deculturizadores y contraculturizadores, del Individuo como sujeto cultural.

En este orden de pretensiones analizar los relatos, que caracterizan a cada una de estas “danzas”, que tratan de explicar el origen y las motivaciones con contenidos transversales en diferentes temáticas. Esta actitud pedagógica que genera actos penitenciales y confunde las ofrendas materiales con las “espirituales”. Cada oficio tiene características propias que están definidas por aspectos más gremiales, por ejemplo los elementos denotativos resultan ahora ser características que las diferencian de una a otra institución de la misma especialidad o corriente de expresión cultural.

Del mismo modo podemos evidenciar o constatar, las trastocaciones e inventivas de la clase política, cuando discierne sobre las motivaciones y orígenes de estas manifestaciones de la religión dentro la cultura andina.

Por ello resulta altamente peligroso que se considere como fuente referencialmente básica esa imaginería política e ideológica que quieren darle al Carnaval de Oruro y sus expresiones que la componen, otros valores sociales cuya intencionalidad se basan en principios del materialismo histórico. “será su interpretación”, lo que no implica el obedecimiento sumiso a tal temperamento interesado.

Fundados en las aproximaciones que pretenden definir y conceptualizar, Cultura y Folklore, imprimimos en este interloquio, que: “Es el Carnaval de oruro, una expresión bi-cultural, urbana, posee raigambre étnica y su tradicionalidad es de carácter popular y mestizo y su modo de transmisión es predominantemente oral” Diferenciándose nítidamente de las culturas étnicas, mono-culturales.

Asumiendo este intento de definir débilmente la fundamentación “folk”, de nuestro Carnaval, podríamos entonces colegir con cierta exactitud , que somos producto de imbricaciones transculturales, que el proceso de aculturación ha sido el mecanismo de sobre vivencia de las raíces étnico-culturales y la aparente sobre posición de nuevos valores exógenos, consumándose una coexistencia de dos culturas diferentes, paralelas, una oficial, la otra “clandestina,” pero también oficial, con categoría cultural religiosa de ambas, sin lograr hegemonía ni suplantación definitiva pese a ser inquisidora junto a la cruz de la conquista.

De qué parte, hasta qué parte, es católico, de qué parte, hasta qué parte es étnico, cuales son los rasgos que predominan en cada una de las expresiones y manifestaciones simbólicas, en cada uno de los actores del hecho, institucionales o individuales, hay motivaciones que llevan a la inventiva, ya sea por asimilación involuntaria, originada por la imposición de nuevos valores por la psicología de mercado que emiten los medios masivos o simplemente por la acción imitativa propia de la cualidad humana, que vive de arquetipos foráneos, sobredimensionando sus ilusiones y aspiraciones individuales, sin medir sus cualidades y potencialidades del ego, perdiéndose en el éxtasis de la suplantación de su propia personalidad, que contagia pandemicamente, mucho más a grupos humanos con marcada debilidad de identidad cultural como son la mestiza y la chola, generando con acopiados supuestos y ajenos una nueva clase, la media, que hace para sí la vigencia indígena y asume la criolla para generar con absoluto sincretismo la dualidad que hoy se pretende tomar en inventario y catálogo.

Mayor y riesgosa empresa solo se podrá contando con los instrumentos precisos y con la soltura predispuesta de los “actores”, que en definitiva son la fuente portadora de la riqueza oral y hacedores del imaginario material que nos permite percibir la majestuosidad de este hecho, el excepcional Carnaval de Oruro.

El Carnaval en los Tiempos Modernos

Carnaval

En Oruro existe el santuario en honor a la Virgen del Socavon (nombre dado a la Virgen de la Candelaria en Oruro) quien era venerada originalmente el 2 de febrero al igual que en otras partes de la región, pero esta fecha se desplazó a las fechas del carnaval en esta ciudad; esta transición fue producto de la guerra de la independencia boliviana.

Virgen del Socavón

En 1559, solicitados por el encomendero de Paria, Lorenzo de Aldana, los padres Agustinos vinieron desde España y se dedicaron a la evangelización del Altiplano boliviano. Sus primeras llegadas son en Challacollo, Paria, Toledo y Capinota en este año. El encomendero de Paria, Lorenzo de Aldana, había creado un Mayorazgo o fundación benéfica a favor de la religión y de los indígenas encomendados a él, Aldana muere en el 1573, diez años antes que Francisco Tito Yupanqui tallara, en 1583, la Imagen de la Candelaria para el santuario de Copacabana, igualmente confiado a los Agustinos en 1588. Aldana había nacido en 1508 en Extremadura, en la ciudad de Cáceres, donde era grande la devoción a la Virgen de la Candelaria.

Los Agustinos traían una fuerte devoción mariana desde España, donde la fiesta de la Candelaria se había establecido ya en el siglo XI como una de las cuatro principales fiestas marianas. Saliendo de España, habían tocado como último puerto, antes de cruzar el océano, Tenerife, en las Islas Canarias, donde existía un Santuario dedicado a la Virgen de la Candelaria. De ahí la devoción a la Candelaria “se había popularizado especialmente entre los marineros que la tomaron como abogada y la izaron al lado de los timones en las procelosas travesías hacia América.

Santuario del socavon en Oruro, Bolivia

Existe una leyenda que cuenta que durante el sábado de carnaval del año 1789 un bandido llamado Anselmo Bellarmino conocido como el Nina-Nina o Chiru-Chiru fue mortalmente herido en una pelea callejera y antes de morir él fue confrontado por la Virgen de la Candelaria.Algunas versiones dicen que él solía adorar a una imagen de tamaño natural de la Virgen pintada en una pared de una casa abandonada, otros dicen que esta pintura apareció milagrosamente en la casa del bandido tras su muerte, también se dice que el cura Carlos Borromeo Mantilla escuchó la confesión de Anselmo Belardino quien confesó haber raptado a Lorenza Chuquiamo, en la confesión declaró haber sido socorrido por una joven que prendía dos cirios en la cima de cerro Pie de Gallo. Esta leyenda concluye con el relato de una tropa de diablos danzando en honor a la Virgen durante el carnaval del año siguiente. El santuario presente en Oruro fue completado para el año 1891.

Sin embargo, de acuerdo al doctor en estudios religiosos y director ejecutivo del Consejo de Humanidades de Wisconsin en la Universidad de Wisconsin-Madison, Max Harris, esta leyenda estaría relacionada a una realidad histórica. Durante la rebelión de Túpac Amaru II, que comenzó en Cuzco y se expandió a lo largo de los Andes, Oruro experimentó una breve pero sangrienta revolución. Durante la noche del sábado 10 de febrero de 1781, la mayoría criolla atacó a la minoría gobernante conformada por chapetones o descendientes directos de españoles nacidos en el cono sur. Con la llegada del ejército indígena, los criollos formaron una alianza.

El 15 de febrero, un mensajero llegó a Oruro con órdenes de Túpac Amaru II. Él había instruido a su ejército respetar a las iglesias y al clérigo, no hacer daño a los criollos, y sólo procesar a los chapetones. Aseguró también la victoria al entrar a La Paz "por carnestolendas", la ocupación indígena de Oruro se había comenzado a retirar dejando miles de muertos. Pero durante marzo y abril ellos lanzaron más ataques a la ciudad pero esta vez en contra de los criollos y los españoles restantes quienes unificaron fuerzas para repelerlos. Harris observa que el carnaval del año 1781, cayó el 24 de febrero, colocando la ocupación de Oruro exactamente entre la fiesta de la Candelaria y carnaval, tornando esta situación en palabras de Harris "carnavalesca". Procesiones religiosas compartieron su espacio con desfiles seculares, europeos y criollos se disfrazaban como indígenas, casos como la de un español disfrazado de mujer en un vano intento de salvar su vida y miles de hombres armados en las calles de la ciudad colonial. Para el 19 de febrero la gente en la ciudad a pesar del conflicto continuó celebrando y durante carnaval, los mercados de la ciudad estaban llenos de ladrones vendiendo el oro y la plata saqueados nuevamente a sus dueños o a los cholos y mestizos. Para el año 1784 era ya costumbre regocijar, bailar, jugar y formar comparsas para el carnaval de Oruro.

Harris considera que es con este trasfondo que la leyenda de la Virgen del Socavón de 1789 apareció favoreciendo a la rebelión ya que los indígenas veneraban a la Virgen de la Candelaria, mientras que los chapetones solían venerar a la Virgen del Rosario. Según las creencias de los revolucionarios, la Virgen del Socavón habría tolerado a las deidades indígenas o "demonios" y, según Harris, si la leyenda es correcta, para 1790 los mineros de Oruro habrían movido la celebración de la Candelaria para carnaval y habrían añadido a los dioses indígenas, enmascarados como diablos cristianos, a las festividades.

Una generación después, en 1825, Bolivia alcanzó su independencia, la diablada y el carnaval adoptaron un nuevo significado para los residentes de Oruro. Dos de las comparsas de diablada y la calle desde la cual el desfile comienza recibieron sus nombres en honor a Sebastián Pagador, uno de los héroes criollos de la revuelta. La plaza principal que está en la ruta del carnaval hacia el Santuario del Socavón se denomina Plaza 10 de febrero recordando la fecha de la rebelión.

Actualidad del carnaval

La celebración se realiza en la ciudad de Oruro, la cual es considerada la capital folclórica de Bolivia. En el carnaval de Oruro aun conviven la religión pagana y católica, mostrando ante el mundo su sincretismo religioso único, tres días antes al sábado de peregrinación hacia el santuario del socavón por parte de los 48 conjuntos, la gente visita al cóndor y una semana después la a la víbora al sur de la ciudad, el sapo al norte y al este los arenales (hormigas). El carnaval de Oruro parte de la estructura temporal lluviosa del altiplano (jallupacha) que se inicia con los rituales de NOVIEMBRE relacionado al culto de los muertos en “todo santos” (Siguiente semana el primer convite del carnaval), periodo que se extiende hasta febrero (Entrada de peregrinación hacia la Virgen del Socavón).

De acuerdo a la Ley 602 de la República de Bolivia, son organizadores del Carnaval de Oruro: La Alcaldía Municipal de Oruro, la Asociación de Conjuntos del Folklore (A.C.F.O.) y el Comité Departamental de Etnografía y Folklore de Oruro. En la actualidad, las más importantes celebraciones se centran en el Santuario del Socavón. Son 18 las especialidades de danzas, siendo 48 los conjuntos folklóricos inscriptos en la A.C.F.O. Todo finaliza con dos representaciones teatrales de obras católicas que se centran una en la conquista española y otra sobre el triunfo del arcángel Miguel sobre el Demonio

Distinciones

  • 1970 Se declara mediante decreto a Oruro, Capital del Folklore de Bolivia. Llevado a rango de ley en 1984.
  • 1994 Un decreto del Gobierno Boliviano declara Patrona del folklore Boliviano a la Virgen del Socavón.
  • 1995 El Estado de Bolivia reconoce la Entrada del Carnaval de Oruro como Patrimonio Cultural, Tradicional, Artístico y Folklórico, que muestra el significado de cultura popular y tradicional.
  • 2001 La Organización de las naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) Proclama al Carnaval de Oruro “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”.

Especialidades de Danzas

  • La importancia histórica en la que gravito Oruro y su gran influencia cultural y religiosa hacen de su carnaval un escenario natural que refleja la interculturalidad de las distintas zonas de Bolivia dentro de sus 416 millas cuadras.
  • La zona andino –Altiplánico de Bolivia en cuyo pie se encuentran los valles llamados Yungas de donde provienen las danzas de los Negritos, la Saya y los Caporales. La población densa de esta zona donde se encuentran los departamentos de Potosí, Oruro y parte de La Paz es rica en folklore y muchas de estas danzas participan del Carnaval de Oruro, entre estas danzas están el Tinku, llamerada, kullawada, kallawayas, los doctorcitos, Incas y kantus que conviven en tiempo y espacio haciendo todos, el rutilante Carnaval de Oruro.
  • La zona de los Valles ocupada por Cochabamba, Tarija y Chuquisaca, fueron inspiradores de el Pujllay y los Potolos.
  • Los llanos y las selvas con los Departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y parte de Tarija y Chuquisaca provienen los chunchos y Tobas (twas), danzas guerreras que involucran otras etnias en su interior.
  • Todas estas danzas mencionadas comparten con danzas de origen Orureño como la Danza de los diablos o Diablada, la Morenada, Antahuara, Awatiris, Suri Sicuri, Wititis, Intillajta, Sampoñaris y Tarqueadas.

Danzante de tobas.

La siguiente es una lista de los conjuntos de danzas que fueron documentados en el formulario de candidatura del Carnaval de Oruro a Obra maestra del patrimonio oral e intangible de la Humanidad en el año 2001, ante la UNESCO.

  • Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, 1904
  • Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, 1944
  • Conjunto Tradicional Folclórico Diablada Oruro, 1944
  • Diablada Ferroviaria, 1956
  • Diablada Artística Urus, 1960
  • Conjunto Folclórico Morenada Zona Norte, 1913
  • Fraternidad Morenada Central Oruro 1927
  • Conjunto Tradicional Tobas de la Zona Central, 1911
  • Conjunto Tradicional Llamerada Zona Norte
  • Fraternidad Reyes Morenos COMIBOL
  • Conjunto Morenada Mejillones
  • Morenada Metalúrgica ENAF
  • Conjunto Universitario Suri UTO
  • Zampoñeros Kory Majthas
  • Centro Tradicional Folclórico Cultural Negritos del Pagador
  • Caporales Infantil Ignacio León
  • Fraternidad Caporales Centralistas
  • Zampoñeros Hijos del Pagador
  • Fraternidad Hijos del Sol
  • Conjunto Khantus Sartañani
  • Tarqueada Jatun Jallp'a
  • Conjunto Artístico Tobas Uru Uru
  • Gran Conjunto Tradicional Tobas Zona Sud
  • Conjunto Folclórico y Cultural Phujllay Oruro
  • Conjunto Tinkus Huajchas Oruro
  • Fraternidad Folclórica Cullaguada Oruro
  • Centro Cultural Rikjchary Llajta
  • Conjunto Folclórico Incas Collasuyo
  • Grupo de Danza Estilizada Suri Sicuri

Fuentes

Enlaces externos