Casa de la Obra Pía

Revisión del 19:21 1 jun 2019 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «<div align="justify">» por «»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Museo Casa de la Obra Pía
Información sobre la plantilla
(Casa de la Obra Pía)
Casa de la obra pia.jpeg
Exhibe una hermosa colección de artes decorativas y mobiliario que representa el modo de vida de la aristocracia habanera del siglo XIX
Información geográfica
PaísBandera de Cuba Cuba
CiudadLa Habana
Información general
Inauguración16 de noviembre de 1983
TipoMuseable
Información visitantes
DirecciónObra Pía No. 158 e/ Mercaderes y San Ignacio. La Habana Vieja

Museo Casa de la Obra Pía. Fundado el 16 de noviembre de 1983. Ubicado en el municipio La Habana Vieja,  está adscrito a la Oficina del Historiador de la Ciudad. Fue esta edificación, una de las de mayor distinción durante la época colonial.

Actualmente exhibe una hermosa colección de artes decorativas y mobiliario que representa el modo de vida de la aristocracia habanera del siglo XIX. Es sede de la Hermandad de Bordadoras y Tejedoras de Belén, promotora de la artesanía textil.

Construcción

Construida hacia 1648, constituye uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura doméstica habanera. Debe su nombre a una obra piadosa que consistía en dotar a cinco huérfanas cada año para que formasen familia. Está influida por la arquitectura del sur de España con elementos barrocos. El pórtico, coronado con el escudo familiar, es único en la ciudad.

Tras años de hacinamiento y deterioro como casa de vecindad, a finales de la década del 60 inician las excavaciones arqueológicas en el inmueble. El proceso de restauración no inicia hasta 1981. En noviembre de 1983, queda totalmente restaurada una de las más bellas casonas coloniales del Centro Histórico de La Habana.

Museo

Refuncionalizada como casa-museo, su objetivo es exponer, conservar, fomentar y promover importantes colecciones museables, que forman parte de la Historia de Cuba, enriquecen el patrimonio del país y a la vez constituyen el sustento de un fuerte proyecto sociocultural que propone elevar el acervo cultural nacional y rescatar tradiciones, fundamentalmente, en lo referente a la artesanía textil. Desde el año 1994 la Hermandad de Bordadoras y Tejedoras de Belén tiene su sede en la institución.

El museo cuenta con 9 salas de exposiciones permanentes y una sala para las muestras transitorias. En ellas se puede apreciar el modo de vida de la aristocracia habanera del siglo XIX, a través de diversas colecciones de objetos de artes decorativas como porcelanas, óleos, piezas de biscuit, cristalería, tapices, esculturas de mármol, alabastro, calamina o bronce. También se exponen objetos utilitarios, mobiliario, objetos personales y piezas arqueológicas.

Capilla

El mobiliario que caracteriza está sala es religioso: reclinatorio, crucifijo, columna salomónica, pila de agua bendita, cómoda de sacristía, candelabro, además de verdaderas obras de arte en marfil y madera, óleos con temas religiosos como: La inmaculada concepción y la más importante, La anunciación, de Alonso del Arco, pintor español del siglo XVIII.

Sala aledaña al comedor

Se muestra una colección de piezas de vajillas de porcelana francesas, que pertenecieron a diferentes familias cubanas del siglo XIX como los Balboa y los Carballo, entre otras. También se expone una muy fina lencería en manteles, portavasos y servilletas.Una pieza de mucha atracción es el árbol genealógico del señor José Ignacio de la Cámara de O’Reilly Morel de Santa Cruz.

Sala ambientada

Una costumbre relacionada con ese gabinete es la confección de labores de tejido y bordado por parte de las mujeres. También se acostumbraba a fumar o leer. Destacan piezas como las escupideras, y se encuentran trabajos manuales como los llamados ramilletes de novias realizados por monjas de clausura, abanicos, muestrarios de bordados, costurero, obras pictóricas, entre otros objetos de valor.

Salón principal

Sobresalen el precioso mármol blanco y gris de los pisos, y el excelente trabajo decorativo de los rosetones a relieve de donde penden grandes lámparas coloniales de cristal de roca y bacará. La sala exhibe una variedad de pinturas al óleo, valiosos objetos tanto cubanos como importados de las más afamadas fábricas europeas de porcelanas. Abundan en la sala junto al biscuit y la cristalería de bacará, magníficos muebles de medallón cubanos, tallados con motivos vegetales en caoba o palisandro, jugueteros, cómodas barrocas, consolas, candeleros de cristal con guardabrisas tallados, grabados o de plata.

Galería planta alta

Compuesta de grandes corredores con cubiertas donde se muestran esculturas de mármol sobre pedestales del siglo XIX. También se pueden apreciar mosaicos de ese mismo siglo. La sucesión de columnas y arcos de medio punto permite apreciar los valores de la más auténtica arquitectura colonial cubana.

Sala de arqueología y pintura mural

El Cuarto de los Misterios se encuentra ubicado en la azotea de la casa. A esta habitación, aislada de los barracones de la servidumbre, se le han atribuido varias leyendas, y hasta hoy es un enigma su uso original. Dividido en dos salas de exposición permanente, en las paredes de ese recinto fueron halladas varias pinturas murales con figuras que representan a la Justicia, el Juicio de Salomón, un sátiro y Ceres. También se muestra una gran gama de tiestos de múltiples tipos dentro de los cuales los más relevantes fueron los de mayólica, española, mexicana, y porcelana oriental, aparecidos gracias a los trabajos arqueológicos efectuados en la casa entre los años 1968 y 1970.

Dormitorio

Presenta la intimidad de las habitaciones privadas de una adinerada familia del siglo XIX. Como es característico en las casonas coloniales cubanas, en la planta alta, que era donde transcurría realmente la vida de la familia, cada miembro poseía su habitación; se destaca la del dueño, por el balcón esquinero.

Salón comedor

Ambientado con mobiliario cubano de la primera mitad del siglo XIX, las paredes están decoradas con gran diversidad de platos que pertenecieron a familias de esa época, y que fueron realizados en porcelana y mayólica. Se aprecian, además, licoreras, vajillas y juegos de cubiertos, grabados con escudos nobiliarios, monogramas, coronas, yelmos y otros motivos que mostraban la categoría del dueño.

Salón chino

En tiempos remotos llegaron al continente americano gran cantidad y variedad de productos asiáticos, a través de la ruta recorrida por los Galeones de Manila, de ahí, que la sacarocracia criolla tuviera la costumbre de adquirir piezas raras y exóticas, ya fueran de porcelana China, cerámica, cuarzo, marfil, entre otras.

En ese salón se exponen muebles japoneses del siglo XIX de madera preciosa con incrustaciones de nácar, un paraván de hojas laqueadas, adornos de cerámica, loza y porcelana, así como pinturas al óleo que decoran las paredes del hermoso salón.

Sala permanente Retorno a la semilla

Rinde homenaje al novelista cubano Alejo Carpentier y Valmont, por su brillante y reconocida obra literaria legada a la cultura universal. El mobiliario que se muestra, de Estilo Imperio Francés, es el que originalmente utilizó el escritor en su oficina de la Embajada de Cuba en Francia. Se exhibe un sobretodo usado por él, el automóvil VW que rodara en París, fotos, afiches, grabados y numerosos títulos de su autoría como Ecue-Yamba-O, El Siglo de las Luces, El arpa y la sombra,ciudad de las columnas, El reino de este mundo, Concierto barroco, entre otras.

Fuente

Habana patrimonial