Castillo de Lamego

Castillo de Lamego
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Obra Arquitectónica  |  (Castillo)
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Se levanta a 543 metros sobre el nivel del mar, en una posición dominante sobre la ciudad, y en un terreno con afloramientos graníticos y en la que destaca la torre de homenaje. Construido durante el siglo decimosegundo con el objetivo principal de defender toda esta región.
Descripción
Tipo:Castillo
Estilo:Medieval, de arquitectura militar, románica y gótica
Localización:Ubicado en la parte más alta de la ciudad portuguesa del mismo nombre, perteneciente al distrito de Viseu, en la región del norte de Portugal.
Uso inicial:Fortaleza
Uso actual:Turismo
Datos de su construcción
Inicio:siglo XII.
Otros datos
Premios:Monumento Nacional por decreto publicado el 23 de junio de 1910.


Castillo de Lamego . Edificación construida en el siglo XII con el onjetivo de defender la región norte de Portugal. Se encuentra situada en la ciudad de Lamego y se levanta a 543 msnm

Ubicación

Se encuentra en posición dominante sobre la ciudad, en el distrito de Viseu a 543 metros de altitud.

Datos históricos

Sus orígenes se remonten a la época romana y los visigodos, aunque el castillo es árabe y ya existía cuando Fernando I de Castilla tomó la población a los musulmanes el 29 de noviembre de 1057. Los dominios de la población y su castillo fueron donados como dote a D. Teresa de León, en el momento de su matrimonio con D. Enrique de Borgoña, pasando a integrar los dominios del Condado de Portucalense.

Con la independencia de Portugal, que fueron donados a maestros Mendes, Bragança. En la campaña constructiva que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XII, a la que debemos la torre de menaje y la alcazaba, se mantuvieron las murallas, desprovistas de almenas, y la cisterna, erigidas por los musulmanes en el siglo XI. En el reinado de Sancho II de Portugal (1223-1248), Abril Peres Lumiares fue alcalde del castillo hasta 1245. Se cree que a partir de las indagaciones 1258, bajo el rey Alfonso III de Portugal (1248-1279) , ha tenido lugar la erección de la cerca de la villa. En los siglos XIV y XV la villa prosperó gracias a la fabricación de tejidos, con una feria anual de expresión regional.

En ese período fueron alcaides del castillo los Coutinho, entre los que se notabilizó Gonzalo Vasques Coutinho, también alcalde del Castillo de Trancoso, que durante la crisis de sucesión de 1383-1385, tomó partido por el Maestro de Avis. Al final del siglo XV, D. Francisco Coutinho, 4 ° conde de Marialva, hizo rasgar a mitad de la torre, una ventana de asiento. En 1789 tiene lugar la ejecución de una campana por Mateo Gomes, por orden de cámara de la ciudad. En ese mismo año, el 6 de marzo se celebra contrato con los caiadores Bernardo Cardoso y Francisco de Moura para la obra de la torre del castillo. En 1914 se ejecutó una campana por Adriano Loureiro. Posteriormente, en 1920 tuvo lugar la remisión del reloj a la torre de homenaje, sustituyendo el primitivo, situado en la Puerta da Vila. La intervención del poder público en el monumento se inició en una primera etapa de 1940 a 1944 por iniciativa de la Dirección General de Edificios y Monumentos Nacionales (DGEMN).

En 1949, el Ayuntamiento efectuó reparaciones en los accesos. Las nuevas campañas de intervención se sucedieron, a cargo de la DGEMN, entre 1955 y 1991, liberando el monumento de edificaciones adosadas, consolidando, recuperando y reconstruyendo estructuras, en diversas ventajas. El conjunto se encuentra afecto al Ayuntamiento de Lamego, por auto de cesión del 21 de octubre de 1950.En 1976 el castillo fue sede del Grupo Nº 49 Boy Scouts de Portugal. El 26 de mayo, 1977 se firmó un protocolo entre el Municipio de Lamego y la Asociación de Scouts de Portugal, que confirmó que el Castillo fuera la sede del Grupo Nº 49, como conservación y como guardia del castillo.En octubre de 2005 se elaboró la Carta de Riesgo del inmueble por la DGEMN.

En noviembre de 2013, la cisterna de Lamego reabrió después de haber sufrido importantes obras de recalificación que la convirtieron en un Centro de Memoria. Actualmente existen dos puertas de acceso a este castillo, que son llamadas la Porta do Sol y la Porta dos Fogos, así como la torre principal que está justo al lado de la primera, que albergó el Ayuntamiento durante los siglos dieciséis y diecisiete. También se puede ver la enorme cisterna, o tanque de agua, que es el más grande que se ha descubierto en Portugal, y que está cubierta por un techo con bóvedas que hace parecer que fuera una gran catedral subterránea.

Construcción

El castillo, es dominado por la torre de homenaje al oeste, de planta cuadrada, con cerca de 20 metros de altura. Se divide internamente en tres pisos de madera, comunicados entre sí por escaleras del mismo material, con las fachadas rasgadas por pequeñas grietas de iluminación, algunas alteradas en el siglo XVI para ser transformadas en ventanas, por orden del último conde de Marialva, D. Francisco Coutinho, posiblemente con el propósito de dar a la torre una función habitacional.

En el caso de la alcazaba, se adhiere por su cara interna el perímetro amurallado, hexagonal e irregular, con adarve y puerta de acceso de arco roto, orientada sensiblemente al este. Un segundo tramo de muralla, bastante más extenso contorna la ciudadela, extendiéndose hacia el sur a cotas bastante inferiores. Para el este, entre los sectores significativos de la pared, que rasga la porta da Vila (también llamado los higos, la Aguião, Norte o incendios), formado por dos torres laterales y el plano más posterior, el arco de la puerta sobre el cual, en su cara interna y superior, se construyó un oratorio de madera. A la izquierda, se disponen las escaleras de acceso al mostrador donde estaba la campana y, en la cima, la torre de la antigua Cámara.En el extremo sur se encuentra la puerta del Sol en la pared de cortina de grandes proporciones, que consiste en arco roto. Esta posee un nicho epigráfico, y que, al igual que la otra, son los accesos a los dos más importantes ejes viales del tejido urbano del perímetro amurallado. Junto a esta última encontramos una casa brasonada que perteneció a la Orden de Cister y más tarde vino a ser casa de la rueda.

Junto a un tramo de muralla, en la calle con su nombre, se localiza la cisterna de piedra labrada, con dimensiones aproximadas de veinte metros de largo por diez de ancho, abovedada en cantaría de ojiva nervada con cuatro arcos apoyados en pilares laterales, en el eje de los cuales se rasga una pequeña abertura para iluminación. Al lado de la media altura, posee una puerta de acceso, con escalera interior, conectada a un resto de paño de muralla. Cerca, se abre la Plaza de Armas, en forma de hexágono irregular, cuya muralla, con 90 metros de perímetro, está dotada de adarve, accesible por el lado norte por un lance de escaleras.

Leyenda

Existe una leyenda local llamada la leyenda de la mora de Ardín que data del tiempo de los musulmanes y dicen que en el castillo vivía una princesa mora, de nombre Ardín, hija del gobernante, que se enamoró de un caballero cristiano, Tedom Ramires. Ambos acordaron la boda y la fuga para las tierras cristianas, y lo hicieron ocultamente. El padre de la joven, sin embargo, logró alcanzarla en la ermita de San Pedro, junto al río Távora, cuando la joven acababa de convertirse a la fe cristiana, siendo por el propio padre ahogada en las aguas de ese río. El caballero enamorado, al enterarse de estas nuevas, hizo voto de nunca casarse, y luego fue muerto en combate por los musulmanes, junto al río Tedo, que por eso tomó su nombre.

Otra versión refiere que, a la misma época, era señor del castillo un rey moro de nombre Alboacém, padre de una bella princesa de nombre Ardín. La belleza de la joven era tal que sedujo inmediatamente al caballero cristiano Tedon, bisnieto de Ramiro II de León, cuando un día, disfrazado, vino a Lamego. El primer encuentro entre Tedon y Ardinia se produjo en el naranjal del castillo en una noche de luna. Con la sucesión de los encuentros secretos, la pasión prohibida entre los dos jóvenes aumentó hasta el punto de decidir huir al convento de San Pedro de las Águilas, donde el Abad Gelásio los casó. El padre de la princesa, sin embargo, consciente de la fuga, la buscaba por todas partes, viniendo a encontrarla refugiada en aquel convento, donde la mató. Hasta hoy se afirma en la región que, cuando el castillo está envuelto por la niebla en el invierno, el fantasma de la princesa flota sobre él.

Actualidad

Hoy día, está delimitado por paños de murallas y torreones, resistiendo todavía la torre del homenaje, del siglo XII, y la cisterna y para acceder hasta este castillo hay que subir la estrecha y sinuosa Rua da Olaria y ofrece una oportunidad de ver los alrededores el valle del Douro, es de interés público.

Fuente

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