Cavernoma cerebral

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Cavernoma cerebral
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Concepto:es una malformación vascular que puede producir hemorragias, crisis comiciales, cefalea o ser asintomáticos.

Cavernoma cerebral también conocido como angiomas cavernosos, es una malformación vascular que aparece durante el desarrollo cerebral. El cavernoma evoluciona hasta provocar problemas en el cerebro y la medula espinal y su tamaño puede variar desde los 2 milímetros hasta varios centímetros. El nombre científico es Angioma Cavernoso. Se trata de una malformación vascular que se origina durante el desarrollo cerebral. Por consiguiente está desde el nacimiento. Aunque muy excepcionalmente hay cavernomas inducidos por factores externos, como es el caso de la radioterapia. Los cavernomas pueden ser lesiones únicas o existir varias malformaciones alrededor del diferentes regiones del encéfalo. En este caso se le conoce como cavernomatosis múltiple.

Síntomas

Lo más frecuente es que el cavernoma sea un hallazgo casual en estudios que se hacen de resonancia magnética cerebral. Es decir, lo usual es que los cavernomas estén silentes o asintomáticos toda la vida. Aunque lo más habitual es experimentar ciertos síntomas, como los detallados a continuación, también pueden desarrollarse sin presentar síntomas aparentes.

Los más habituales son:

  • Convulsiones.
  • Problemas de visión o de foco.
  • Debilidad y cansancio.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Dificultad para hablar y entender a los demás.

No obstante, los signos y síntomas deben ser evaluados por un especialista y se aconseja acudir al médico si el paciente presenta:

  • Náuseas y vómitos.
  • Entumecimiento en un lado del cuerpo.
  • Dolor de cabeza intenso y repentino.
  • Pérdida de visión o visión doble.
  • Dificultades con el equilibrio.

Causas

Aunque responde a causas hereditarias, las malformaciones cavernosas cerebrales también pueden aparecer por sí solas. Y en menor medida, las malformaciones cavernosas pueden aparecer después de la radioterapia cerebral focal.

Diagnóstico por imágenes

El diagnóstico de los angiomas cavernosos ha ido en aumento principalmente gracias a las nuevas técnicas de imágenes disponibles desde hace algunas décadas, siendo de mayor importancia la resonancia nuclear magnética. La capacidad de la tomografía computada de encéfalo y de la angiografía en el diagnóstico de lesiones no complicadas es escasa comparada con la de la RNM, siendo consideradas muchas veces como lesiones ocultas para los dos primeros exámenes nombrados (baja sensibilidad y especificidad). La RNM permite identificar las características de las lesiones y su ubicación con una certeza difícilmente alcanzada por otro método diagnóstico. Los cavernomas han sido incluidos en un grupo heterogéneo de malformaciones vasculares llamadas lesiones angiográficamente ocultas, cuya característica común es la ausencia de anomalías vasculares a la angiografía determinadas por un flujo sanguíneo lento. La mayoría de los estudios imagenológicos pueden presentar alteraciones que orienten a la presencia de cavernomas en algunas ocasiones. La radiología simple de cráneo puede mostrar calcificaciones finas y granulares y lesiones erosivas en el hueso adyacente secundarias a efecto de masa crónico producido por las lesiones en un 8 a 10% de los casos. La tomografía computada es muy inferior a la RNM en la detección de cavernomas. Pueden evidenciarse como lesiones focales hiperdensas heterogéneas al examen sin medio de contraste endovenoso. Una minoría de las lesiones pueden ser hipodensas. Tras la inyección de medio de contraste suele haber un leve pero constante aumento de densidad. Las lesiones complicadas con hematoma darán imágenes determinadas esencialmente por esta complicación y no por la patología de base, aunque de acuerdo a la localización y las características epidemiológicas resultan en algunos casos orientadoras al diagnóstico. Con menor frecuencia se describe edema y efecto de masa en lesiones no complicadas. La aparición de hemorragia subaracnoídea o hemoventrículo secundario a la rotura de las lesiones es un hecho excepcional.

Tratamiento

El mejor tratamiento es la prevención. Para ello, resulta fundamental acudir con regularidad al médico y realizar las revisiones pertinentes. Si ya se ha diagnosticado la enfermedad, se aconseja realizar una resonancia magnética cada cinco años para controlar la evoluciona del cavernoma. Para aquellos casos en los que la lesión cause déficits neurológicos o hemorragias cerebrales se requerirá una escisión quirúrgica siempre que sea posible.

Especialista que lo atiende

El neurocirujano es el especialista encargado del diagnóstico y evaluación del cavernoma cerebral.

Comportamiento de los cavernomas

El comportamiento o fisiopatología de estas lesiones consiste en el paso lento de sangre (microhemorragias) desde la lesión al parénquima circundante, resultando un anillo periférico de hemosiderina y gliosis. La historia de epilepsia refractaria al tratamiento médico es frecuente, probablemente secundaria a la irritación crónica de los derivados hemáticos y al depósito de fierro. Las lesiones presentan con alta frecuencia trombosis al interior de una o más de sus cavidades, provocando una expansión súbita de la lesión en el parénquima circundante. Estas hemorragias intralesionales resultan generalmente en exacerbación de los síntomas previos más que en un evento ictal catastrófico. La hemorragia masiva al parénquima adyacente es poco frecuente y generalmente auto-contenida dada la baja presión del flujo sanguíneo en la lesión. Los factores predisponentes a una hemorragia masiva hacen más probable una nueva hemorragia de la lesión.

Fuente