Celebración del primero de mayo de 1950 y 1951

Celebración del 1ro de Mayo en el Stadium del Cerro
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Fecha:1ro de mayo de 1950-1951
Lugar:Stadium del Cerro
País(es) involucrado(s)
Cuba
Líderes:
Lazaro Peña González
Organizaciones involucradas:
CTC


Celebración del primero de mayo de 1950 y 1951. Los actos masivos por el Día de los Trabajadores, celebrados durante los años 1950 y 1951, fueron el mejor reflejo de la combatividad y las aspiraciones de la clase obrera, dirigida por su aguerrido capitán: Lázaro Peña González.

La CTC Unitaria convoca a celebrar los actos centrales por los 1ro de Mayo en marcha combatiente hasta el stadium del Cerro.

Carlos Prío Socarrás

El Dr. Carlos Prío Socarrás, Presidente de la República, se había empeñado en escenificar un acto festivo frente al Palacio, donde desfilaran obreros de todos los sectores y le tributaran su adhesión, dando la sensación a los inversionistas norteamericanos, de que todo estaba bajo control. Para el logro de estos fines se hicieron fuertes inversiones y se puso en acción todo el aparato represivo y amarillo. La máscara concebía fue todo un derroche plástico, con desfiles de carrozas, encabezados por la aristocracia obrera con representantes tramitados. Además, desfilaron varios cetekarios de la Federación de Trabajadores de la Medicina que presidía Jesús Artigas, incluyendo “Una bella carroza” de la casa de salud Covadonga los delegados mujistas habían coaccionado a los trabajadores en sus centros con unos tickets que debían ser devueltos frente a Palacio, para garantizar la asistencia. Aún así, solo concurrían unas 10 mil personas “Sin entusiasmo, ni convicción”.

El desfile de la CTC unitaria, no tuvo la plástica carnavalesca; fue un acto más sobrio, pero sobre todo genuinamente obrero y revolucionario, pudo proyectarse, “Con todas de la Ley”, al abrigo del articulo 62 del código Electoral. El PSP había solicitado permiso para efectuar cuatro manifestaciones políticas, con marchas por calles, las que fueron debidamente autorizadas por la Junta Municipal Electoral y recibidas por el jefe de la sección de Orden Público de la División Central de la Policía Nacional.

Cuatro manifestaciones

Las cuatro manifestaciones de la ciudad debían unirse en el Cerro. Sin embargo, tres de los contingentes eran reprimidos por la policía a golpes y tiros. “Pero, pese a todo esto -se explicó en la revista Fundamentos- el Gran Stadium de la Habana, con capacidad para 35 mil personas, se llenó completamente y aún los periódicos de la burguesía y el Gobierno tuvieron que reconocer la pujanza, el entusiasmo y la combatividad del acto en que se celebró dignamente la gran jornada del proletariado internacional”.

Lázaro Peña hizo las conclusiones de aquel histórico 1ro de Mayo. Recordó a los mártires de Chicago, a los mártires del proletariado cubano hasta fechas recientes y señaló - entre otros- los problemas concretos que se avizoraban ante los proyectos de alta productividad que querían imponer los inversionistas, con la mecanización, el intensivismo y los despidos masivos. En el Cerro, los obreros de las numerosas fábricas de fósforos se oponían a la introducción de la máquina sueca que le pretendía imponer un Trust que dejaría a muchos trabajadores sin empleo. Se hizo una campaña “contra la máquina–monopolio de la industria fosforera”, y hasta los estibadores portuarios se solidarizaron con los fosforeros, negándose a desembarcar la novedosa técnica.

Igualmente, Lázaro Peña enfatizó en la importancia del pronunciamiento de la clase obrera a favor de la paz mundial. “Porque este es el acto de los trabajadores, fiel al sentido internacionalista del 1ro de Mayo, levantamos aquí, como primera demanda, la misma que están pidiendo en estos momentos los trabajadores de todo el mundo, la demanda por la paz” . Continuaba su discurso sobre este vigente tema:

Los trabajadores odiamos profundamente la guerra, que es destrucción y muerte, o miseria. Significa cargas y sangre para los trabajadores; dominio y ganancias para los imperialistas, para los fabricantes de armas, para los ricos. Hoy, cuando todavía no se han apagado los ecos de la Segunda Guerra Mundial, ya hay hombres y gobiernos, instituciones y compañías, que están tratando de encender un nuevo conflicto mundial. Sueñan con distribuir la mitad de la humanidad mediante la bomba atómica y otras armas de destrucción en masa. Frente a ellos, frente a los fabricantes de la guerra, se alzan los trabajadores. Los trabajadores dicen en todo el mundo: Queremos paz, queremos que se declare criminal de guerra al Gobierno que primero use la bomba atómica; queremos que cese la carera armamentista y los preparativos bélicos; que lo que hoy se gasta en armamentos para matar a los hombres, se emplee en hospitales, escuelas, seguros sociales e investigaciones científicos para salvar a los hombres, para aminorar la miseria y el hambre de las masas; que se emplee en construir viviendas decentes para los pobres...

El 1ro de Mayo de 1951, nuevamente la CTC unitaria logra una manifestación de más de 30 mil obreros en el Stadium del Cerro. Se mantuvo el criterio de atraer a toda la masa obrera, al margen de cualquier posición política o credo ideológico, sumándose en está convocatoria, hasta el Bloque Obrero del Partido Acción Unitaria. (PAU), creado por Fulgencio Batista desde 1949.

Se fortaleció la campaña en pro de la paz mundial y en especial contra la agresión norteamericana a Corea. Se enarbola la consigna: “NI UN SOLO CUBANO A COREA”. Lázaro insiste en que se firmara la paz, y se dejara Corea a los coreanos. En el llamamiento al acto, expresaba:

¡Qué el Stadium del Cerro sea pequeño para la masa de obreras y obreros, para la masa popular y combatiente! ¡A decir con nuestra presencia, que queremos la paz, la unidad, la democracia y el bienestar! ¡A decir, con nuestra presencia en el Cerro, que repudiamos a la comparsa politiquera; gubernamental y proimperialista; que repudiamos la imposición y las directivas por decreto, que queremos la unidad y la democracia sindical, el respeto a la voluntad de las mayorías, libremente expresada!.

Aquél 1ro de Mayo de 1951 el acto en el Stadium del Cerro no se autorizó hasta el mismo 30 de Abril; o sea que, junto a esta dificultad propagandística y movilizativa, hubo que soportar las agresiones y amenazas de elementos reaccionarios, incluyendo a la policía, quien les custodió con armas largas. Previamente al paso de la multitud, los activistas del PSP habían colocado carteles, se tiraban volantes, y en los muros del Stadium se pintaron consignas partidistas y letreros como estos: “CERO CUBANOS A COREA” y “FUERA YANQUIS”.

Fuentes

Carlos Bartolomé Barguez; "Historia del Cerro" en Biblioteca Pública Domingo del Monte del Municipio Cerro.

Otras Bibliografias

  • Bleydis Aldama Castellano./ Bibliotecaria Domingo del Monte./ Integrante de la UNIC