Celestino Carmona Rubier

Celestino Carmona Rubier
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Destacado músico, acompañante e integrante de reconocidos músicos y agrupaciones musicales cubanas
Nacimiento6 de abril de 1932
Taguasco, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
Otros nombresSixto


Celestino Carmona Rubier, (Sixto). Músico y poeta taguasquense, poseedor de una vasta herencia musical campesina, creador del más popular grupo musical de Taguasco: el Combo Los Astros e integrante además durante varios años de la Banda Provincial de Concierto de Sancti Spíritus. Como programador y promotor cultural del municipio laboró y labora actualmente por enriquecer su quehacer cultural trasmitiendo sus experiencias y vivencias.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

El 6 de abril de 1932, nacía en Taguasco Celestino Carmona, poeta y músico desde pequeño.

“Cuando llegué al mundo estaba rodeado de una familia que adoraba esta manifestación, cultivaban el son, el punto guajiro y tocaban el Tres (Instrumento musical) y la guitarra, eran miembros del Septeto Unión Club (1930). Con 6 años tocaba la percusión menor como claves, maracas y bongoes y a los 8 ya tocaba el tres que me ayudó a formar mi oído”. (Celestino Carmona Rubier)

La vida artística social se inició para Celestino en 1948 cuando funda el Septeto Hermanos Carmona, actuaban en la zona de Los Limpios del municipio de Taguasco y es cuando recibe, aún una formación autodidacta, su primer salario como músico profesional.

Estudios

Surge así la idea de superarse para salir del estancamiento y el poco progreso que tenían como agricultores. En 1952 comenzó a estudiar teoría y solfeo con su primer profesor Arcenio Valdez.

“…lo recuerdo con mucho afecto, era como un padre. Ante mi interés llegó a regalarme las clases si viajaba a la Academia Musical de la Banda de Sancti Spíritus. Fue entonces que tres veces en semana iba en mi caballito de Los Limpios a Taguasco y viceversa para poder ir a la academia Así estuve un año. Llegaba a mi casa a las 2 de la madrugada, se hacía muy peligrosa entonces la situación política y tuve que desistir”. (Celestino Carmona Rubier)

Durante el tiempo que asiste a la academia encuentra un saxofón que obtiene en carácter de préstamo. Un amigo del municipio Jatibonico se lo reparó y le explicó como usarlo, desde La Habana recibe el método de Saxo y con una entrega total se convirtió en un virtuoso del mismo.

En 1955 realiza su debut con este instrumento en el otrora Gremio de Escogedores de Tabaco con el tema Espíritu Burlón. En ese año se muda para Taguasco, continúa sus estudios y trasmite sus conocimientos a su hermano Alípio que se incorpora al nuevo octeto homónimo.

A finales de esta década surge el encuentro de Celestino con Antonio Dorta Villo, nacía una eterna amistad que se fundiría en dos pilares imprescindibles para el mantenimiento y desarrollo de la identidad musical taguasquense.

Trayectoria profesional

Combo Los Astros, dirigido por Celestino Carmona

En la década de 1960 incursionaba en géneros como al danzón, son, bolero y cha cha chá. En el propio año1960, con el auspicio de Gilberto Sánchez Pizarro crea la Orquesta Ritmo Tropical, que acompañó a importantes figuras de la época como Domingo Lugo, Ñico Membiela, Wilfredo Méndez, Orestes Macias, Néstor del Castillo, Frank Hernández entre muchos otros. En 1968, desintegrada esta agrupación, funda la Orquesta Antillana que al final de ese propio año alternó con la Orquesta Aragón en una gira por la provincia espirituana y que se mantuvo de forma exitosa hasta junio de 1970 cuando da lugar a la agrupación que, bajo su dirección magistral, marcó el gusto de los bailadores, el Combo Los Astros. “Este grupo fue algo muy bonito, experiencia grande. Tuvo una excelente sonoridad, compañeros inolvidables y me facilitó el intercambio en diferentes escenarios” (Celestino Carmona Rubier).

En ese 1970, se activó por segunda vez la Banda Provincial de Conciertos de Sancti Spíritus en la que permaneció durante 24 años como saxofonista y donde alternaba sus presentaciones con el Combo los Astros, desintegrado en 1978.

Fuera de la música

En 1977 comienza a trabajar en la Dirección de Cultura de Taguasco como Programador, su labor permitió que agrupaciones como el Ballet Nacional de Cuba, Adalberto Álvarez, Farah María y Los Karachis visitaran el referido territorio. La Comisión Nacional de Implantación de la Evaluación Artística le otorgó en 1980 la calificación de Músico Primera Parte de Bandas. En ese año Celestino junto a Villo funda la primera y única Escuela de Teoría y Solfeo que tuvo Taguasco.

“Nuestra escuelita llegó a tener 125 estudiantes y solo dos profesores Villo y yo. La experiencia intentaron generalizarla en la provincia pero no funcionó. Llegamos a formar jóvenes muy talentosos, de ellos 10 permanecieron durante un año en la Banda Provincial, que carecía de músicos de atril y formaron, además, la única Banda de Conciertos que ha tenido Taguasco hasta la actualidad”. (Celestino Carmona Rubier).

En estos momentos Sixto ostenta como reconocimiento oficial a su labor en defensa de la más genuina formas de preservar nuestras raíces la Medalla Raúl Gómez García que otorga el Ministerio de Cultura de Cuba, por más de 25 años en este sector y el Título Honorífico de Símbolo de la Cultura en el municipio de Taguasco, por los importantes aportes realizados al patrimonio intangible referido al territorio. A Celestino es fácil encontrarlo en la red de instituciones culturales siempre con una charla amena y educativa, repleta de enseñanzas y moralejas. Como promotor natural mantiene una labor muy activa en la Casa Municipal de Cultura en la manifestación de música; formando dúos y tríos, así como solistas y en el Museo de Taguasco con la Peña mensual que lleva su nombre, donde el Conjunto Ritmo Criollo, que el anfitrión dirige, tiene un lugar especial muy bien reservado para la música campesina. La Danza Isleña, El Coro municipal, el Velorio Parrandeado y los eventos culturales siempre han contado con su presencia imprescindible. En las vetustas comparsas de Taguasco ha impregnado su experiencia como director musical. La labor ingeniosa de este artista natural que ha dedicado casi toda su vida a esta difícil tarea de crear valores auténticos en e imperecederos, si bien no recibió la retribución monetaria que merecía en su momento, supo coronarle con el trofeo que solo llevan y muestran con el brillo natural de una estrella de los auténticos triunfadores: el reconocimiento espontáneo, la gratitud infinita y la deuda insuperable de no poder vivir eternamente para continuar haciendo arte, la única forma al decir Martí que se posee para salvar la inmortalidad de los pueblos.

“Espero que la vida me siga llenando de satisfacción, no me siento realizado, para ello hay que pasar por encima del fatalismo geográfico. Si volviera a nacer sería nuevamente músico. Amo mi familia, los amigos, la vida, el paisaje cubano, amo más lo que hace la naturaleza, que lo que el hombre construye con sus propias manos”.

Fuente

  • Entrevista a Celestino Carmona Rubier
  • Archivos de Cultura Municipal