Cerámica vidriada
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Ceramica vidriada. Es una cerámica que se obtiene cuando la terracota (base de toda cerámica) se vitrifica, es decir, se cubre de un esmalte producido a partir de un barniz a base de plomo u otras sustancias, también llamado frita o marzacotto. Se emplea el termino vidriado para designar de modo general la película vítrea que recubre a los productos cerámicos.
Aunque algunas fuentes atribuyen su invención a la China del siglo III a. C., y su llegada a Occidente a la antigua Roma, hay testimonios anteriores en el Antiguo Oriente Próximo, como la fayenza egipcia (Cultura Naqada 3500-3200 a. C.), o la cerámica de Babilonia (Puerta de Ishtar, del siglo VI a. C.). El uso de cerámica vidriada para embellecer los muros se empleó en el arte islámico desde la Edad Media, dando origen a los azulejos.
Sumario
Técnicas de fabricación
Con la presencia de la cultura islámica en la península Ibérica se generalizó el uso del vidriado por sus efectos profilácticos (la impermeabiliza y prolonga su vida al impedir que se pudra al absorber su contenido). Como sucede en las restantes técnicas decorativas, el vidriado se venía utilizando dese al menos el segundo milenio a.C, pero será durante la Edad Media cuando las cerámicas vidriadas alcancen un gran desarrollo, sobre todo las relacionadas con la cocina y el servicio de mesa.
El vidriado se obtenía aplicando un barniz vítreo monocromo justo antes de la cocción. Las piezas eran sumergidas en una mezcla compuesta por dos productos; una materia fundente y otra colorante, cuya composición variaba en función de color que se quisiera obtener (verde, oxido de manganeso, melado, oxido de cobre).
Tipos de cerámica
El vidriado aparece en numerosos tipos de cerámica en la Edad Media. Se encuentra en cerámicas de cocina (cazuela, marmita), principalmente en su cara interior y en el borde, cubriéndose las zonas que van a estar en contacto directo con los alimentos. Se documenta también en contenedores de fuego (candiles), y en vajilla de mesa, las cuales aparecen vidriadas en toda su superficie si son formas abiertas (cuencos, ataifores) o sólo al exterior si son formas cerradas (botella, redoma).
Como sucede en otras técnicas decorativas, es frecuente documentar la combinación de dos de ellas; manganeso y esgrafiado, vidriado y estampillado o, vidriado (de color melado) sobre líneas pintadas al manganeso. Este se lograba trazando sobre la superficie de la pieza unas líneas de color oscuro, sobre las que se aplicaba el barniz vítreo melado. Otra técnica era la llamada azul sobre blanco que se lograba aplicando un oxido de estaño sobre la superficie cerámica que conseguía una cubierta de color blanco sobre la que se aplicaba los colores en azul.
Cerámica vidriada en Lorca
Las cerámicas vidriadas andalusíes más antiguas halladas en Lorca son del siglo IX y proceden de silos de la Glorieta de San Vicente y de una casa excavada en la calle Eugenio Úbeda. Se tiene constancia que los alfareros de Lorca elaboraban cerámicas vidriadas, como se ha documentado en un horno del siglo XIII excavado en la calle Empedrada, cuya última producción fue de jofainas y ataifores vidriados en verde.
Proceso de realización
Se cubre el objeto de terracota con polvo de óxido de plomo y se mete en el horno a una temperatura de 750 centígrados. Como la arcilla de la terracota contiene sílice, al entrar en contacto con el óxido de plomo se fusiona y aparece en toda la superficie una película vidriosa transparente. Si además esta fusión se amalgama con otros óxidos, el resultado puede ser de colores:
- Amarillo o marrón con óxido de hierro
- Verde, con óxido de cobre
- Azul, con óxido de cobalto
- Púrpura, con óxido de manganeso
En la Edad Media utilizaban también otro sistema: mezclaban un tipo de arcilla de base silícica con los desechos del vino; después molían finamente la mezcla y añadían óxido de plomo. La masa resultante servía para cubrir la terracota y darle el acabado.
