Choque y lesión por corriente eléctrica

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Choque y lesión por corriente eléctrica
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Accidente por electricidad .jpg
Reacción que se perciben en todo el cuerpo, cuando éste es objeto de una lesión por corriente eléctrica.
Agente transmisor:Corriente eléctrica.
Forma de propagación:Por accidente, descuido o negligencia.

Choque y lesión por corriente eléctrica. También llamado accidente por electrización, o accidente del trabajo, a una lesión producida por el efecto de la corriente eléctrica en el ser humano o en un animal, siendo varios los factores que determinan la envergadura del daño.

Pueden presentarse lesiones nerviosas, alteraciones químicas, daños térmicos y otras consecuencias de accidentes secundarios (como por ejemplo fracturas óseas). En español se reservan los términos electrocutar y electrocución para los casos de accidente eléctrico con resultado de muerte. El choque y las lesiones por corriente eléctrica, aparecen cuando esta pasa por todo el cuerpo.

Características generales

Kouwenhoven señaló seis factores que deciden o gobiernan los efectos de los accidentes eléctricos en el cuerpo:

  1. Tipo de circuito.
  2. Voltaje.
  3. Resistencia que ofrece el cuerpo.
  4. Intensidad de Corriente.
  5. Vía de la corriente.
  6. Duración del contacto.

La corriente directa no produce la misma contracción de músculos que se observa con la alterna.

La resistencia de la corriente eléctrica en los tejidos varía desde un máximo hasta un mínimo, de este modo: hueso, grasa, tendón, piel, músculos, sangre, nervios. Después que una corriente eléctrica ha penetrado por la piel, se difunde con rapidez por el cuerpo, siguiendo las vías de mayor resistencia, esto es, por los líquidos y por los vasos sanguíneos, en los que puede originar degeneración de las paredes vasculares y formación de trombos.

Suele aceptarse que cuanto mayor sea la resistencia de la piel, más intensa será la quemadura local; de manera similar, cuanto menor sea la resistencia, mayor serán los efectos sistémicos o generales de la corriente.

La vía que sigue la corriente por el cuerpo es importante. Si atraviesa órganos vitales como el corazón y el cerebro, la lesión resultante es mayor, sin embargo, siempre es difícil predecir con base en la región cutánea, la vía exacta que ha seguido la corriente.

La diferencia en la susceptibilidad del corazón a la lesión por corriente eléctrica en diversos momentos de su sitio contráctil, también es importante, al parecer. Cuanto mayor dure el contacto, mayor será el daño.

Símbolo de advertencia de tensión eléctrica peligrosa.

Patogenia

Las lesiones por corriente eléctrica son muy variables ya que existen grandes diferencias en tipo e intensidad de la corriente, en los tejidos por los cuales pasa y por el grado de contacto. Las lesiones por electricidad pueden dividirse en tres tipos: lesiones verdaderas, quemadura por arco y quemadura por llamarada.

  • Lesiones verdaderas.

Es causada por el paso de la corriente eléctrica por la piel. El sitio de entrada está chamuscado y deprimido, en tanto que el de salida está seco y tiene el aspecto de que la corriente eléctrica explotó al salir del cuerpo.

La corriente sigue los vasos sanguíneos y es frecuente la trombosis, incluso a cierta distancia del sitio de lesión. El miembro que al parecer es viable poco después del accidente por electricidad, en algunos días puede mostrar isquemia y al final gangrenarse.

Parte de la capa media de los vasos puede debilitarse por desintegración celular, y si no surge trombosis, puede aparecer hemorragia grave. La necrosis del músculo es muy desigual, en ocasiones hay pulso palpable en las grandes arterias de la extremidad, pero la arteria nutricia de un haz muscular está ocluida.

  • Quemadura por arco.

Son producidas por la corriente que cursa en sentido exterior al cuerpo, desde el punto de contacto hasta el suelo. Las quemaduras que siguen al brinco de un arco eléctrico desde el conductor a la piel, se relacionan sobre todo, con corriente de alta tensión, son muy graves porque el arco eléctrico tiene una temperatura de unos 2 500º C.

  • Quemadura por llamarada.

Las quemaduras por llamas son resultado del incendio de ropas por chispas o arcos eléctricos.

Manifestaciones clínicas

Es común la contracción tetánica de los músculos y a veces origina fracturas y luxaciones. El efecto tardío de una lesión por electricidad incluye la aparición de cataratas, sin embargo, los efectos graves de la lesión eléctrica son lesión de la piel, tejidos subcutáneos y músculos. Es más frecuente la lesión verdadera que se acompaña de quemaduras por llamas.

En vasos

La hemorragia tardía de grandes vasos, es una amenaza cuando hay una gran zona de necrosis en ellos. Pueden también romperse los grandes vasos en puntos distantes a las zonas de necrosis tisular. La pérdida progresiva de la corriente sanguínea a los músculos, puede explicar la fibrosis que muchas veces se observa.

Médula espinal

Las lesiones de la médula espinal aparecen con mayor frecuencia de lo que se reconoce a menudo, porque muchas de ellas son incompletas y no se acompañan de fracturas vertebrales o se relacionan con la vía aparente de la corriente.

Los signos clínicos son los de la paresia espástica y las personas tienen poco o nulo déficit sensorial que acompaña a los cambios motores. La lesión de este tipo es difícil de diagnosticar y no se sospecha hasta que con la ambulación, se tienen signos de desequilibrio neuromuscular.

Cardiopulmonar

Las causas principales de muerte inmediata son la anoxia y la fibrilación ventricular. Las complicaciones pulmonares agudas se limitan a la lesión pleural, que origina derrame y neumonitis lobular junto al punto de contacto.

Taylor señaló cambios electrocardiográficos en personas que tuvieron bloqueo de la rama derecha del haz de His, arritmias en focos ectópicos o taquicardia supraventicular. Pueden surgir algunos efectos cardiovasculares por largo tiempo, incluidas distritmias, que consisten en perturbaciones de la conducción aurículo-ventricular e intraventricular, manifestaciones clínicas y electrocardiográficas de insuficiencia coronaria aguda y trastornos subjetivos, como dolores precordiales y palpitaciones cardíacas. Bater señaló que la taquicardia y pequeñas alteraciones del segmento S-T persistían durante varias semanas después de una lesión por electricidad.

Efectos en riñón

No es rara la lesión en los riñones. Con mayor frecuencia, depende de una combinación del choque inicial grave, la lesión directa por la corriente en el riñón y los productos anormales de la degradación proteínica proveniente de los músculos lesionados. Una complicación reconocida es la necrosis tubular aguda.

Lesión abdominal

En la autopsia, después de una lesión por electricidad, no son raras las hemorragias submucosas diseminadas en todo el aparato gastrointestinal, lo cual tal vez se deba a un efecto directo de la corriente. En las lesiones por corriente eléctrica en el abdomen, surge un problema diagnóstico de mayor magnitud y es que se vuelve difícil dilucidarse existe o no lesión intraabdominal, con gran frecuencia los síntomas en el abdomen son atribuidos al íleo paralítico inespecífico.

Se tendrá gran cuidado de no hacer el diagnóstico del íleo paralítico por la corriente eléctrica y olvidar que ha surgido lesión intestinal como resultado de la misma.

Tratamiento

Debe alejarse de la víctima del choque por electricidad de la corriente, con la mayor rapidez posible. El aislador hará todos los esfuerzos por estar bien aislado. Si la víctima no respira, comenzará de inmediato la respiración artificial y si el corazón no late, tal vez está en fibrilación ventricular y se dará masaje cardíaco hasta que la persona pueda ser llevada a un sitio que cuente con aparatos de desfibrilación.

Un aspecto de gran importancia en las maniobras iniciales de reanimación, es la reposición del líquido isotónico que se ha perdido en la zona de lesión. Cuando hay verdadera lesión por electricidad al músculo y tejidos cutáneo y subcutáneo, se necesitan grandes volúmenes de líquidos. Puesto que la lesión es similar a la causada por aplastamiento, se aplican los mismos principios de fluidoterapia, lo cual significa administrar grandes volúmenes de solución lactada de Ringer, manitol y bicarbonato de sodio.

En lesiones extensas, cuando con la fluidoterapia no se logra producir orina clara, se administrarán por la vena 25 gramos de manitol, a lo que seguirá una dosis de 12,5 g de la misma sustancia por hora, hasta que deja de expulsar la orina parduzca o rojiza o se han aplicado ya seis dosis. Se administrará bicarbonato de sodio para asegurar la alcalinización de la orina.

Cuidado de la lesión

El tratamiento de la lesión local es difícil porque engloba en sí diversos tipos de daños. Si la lesión es pequeña, como cabe observar por corriente de bajo voltaje, se tratará la zona con pomadas antibacterianas locales y se permitirá que en ella ocurra el esfacelo y la cicatrización.

Las lesiones por corrientes de alto voltaje se tratarán por métodos más intensivos. Un cirujano podrá dictaminar que no hay ya lesión del músculo subyacente, cosa que puede lograrse al hacer una incisión en una o dos zonas y examinar el músculo. Si se aprecia necrosis muscular, el individuo será llevado al quirófano tan pronto lo permita su estado físico y se eliminará toda la piel, tejido subcutáneo y músculos esfacelados.

En lesiones extensas de las extremidades, en la primera operación el cirujano por lo regular practica sección de la aponeurosis y desbridamiento muscular. Por el tipo progresivo de la lesión, pueden ser necesarios extirpación y desbridamiento adicionales. Cuando ha habido lesión extensa de la superficie, sin destrucción de planos profundos, el principal problema terapéutico es la curación de la lesión de entrada y salida de la corriente. Por lo regular, esta se trata de la misma forma que una quemadura térmica. Las quemaduras térmicas coexistentes, se tratan por aplicación de un antibacteriano local y se cubren con injerto de piel, después que se ha eliminado el tejido necrosado.

Fuentes

  • Dr. Paúl B. Beeson, Dr. Walsh McDermott y Dr. James B. Wyngaarden. Tratado de Medicina Interna. Tomo I. Volumen 1. Pág. 112. La Habana. Editorial Pueblo y Educación. 1983.
  • Información sobre Choque y lesión por corriente eléctrica (en línea). Consultado: 2 de octubre de 2012. Disponible en: www.es.wikipedia.org