Christian Friedrich Samuel Hahnemann

Christian Friedrich Samuel Hahnemann:
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Fundador de la Homeopatía
NombreChristian Friedrich Samuel Hahnemann:
Nacimiento11 de abril de 1755
Meissen Alemania
Fallecimiento1843
NacionalidadAlemán
CiudadaníaAlemana
OcupaciónMédico
TítuloDoctor en Medicina
PadresCristiano Godofredo Hahnemann y Juana Cristiana Hahnemann

Christian Friedrich Samuel Hahnemann. Nace en el poblado de Meissen en la madrugada del 11 de abril de 1755. Esta fecha, 11 de abril de 1755, se encuentra también grabada en el monumento a Hahnemann en Washington en los Estados Unidos. El mundo Homeopático, sin embargo, celebra el nacimiento del maestro el 10 de abril. Cristiano Federico Samuel Hahnemann, fue el tercero de los cuatro hijos del pintor Cristiano Federico Godofredo Hahnemann y Juana Cristiana Hahnemann.

Infancia

Los hechos relativos a los primeros años de la vida de Samuel Hahnemann permanecen todavía en el dominio de las suposiciones. Ninguno de los miembros de su familia escribió cosa alguna que pudiera esclarecer el primer período de su infancia. Las deducciones, sin embargo, conducen a reconocer que la infancia de Hahnemann fue feliz, rodeado de los cuidados paternos y maternos, en una amplia casa llena de luz y de aire, jugando con sus hermanos lleno de alegría y relativo confort, a pesar de los escasos recursos de sus progenitores. El niño Samuel Hahnemann gustaba de los paseos por los campos, por las márgenes del río Meissen, y de los juegos al aire libre, desarrollándose en él gran placer por la naturaleza. Los padres de Hahnemann, a pesar del trabajo de uno en la fábrica y de las ocupaciones domésticas de la otra en el hogar, fueron los incansables profesores con los cuales Samuel Hahnemann aprendió a leer y escribir. Ellos, escribió el mismo Hahnemann, se esforzaron por elevar el espíritu de su hijo por encima de la vulgaridad.

Estudioso, poseedor de una inteligencia poco vulgar, a muy temprana edad Samuel Hahnemann, fue matriculado en la escuela pública bajo la dirección del profesor Müller. Rápidamente el pequeño Hahnemann se ganó a sus profesores especialmente al Dr. Müller, director de la escuela, quien presintiendo el valor del pequeño, lo acogió con paternal cariño. En el transcurso de los primeros años de estudios, Samuel Hahnemann reveló aptitud sorprendente, atributos extraordinarios; una inconcebible capacidad de trabajo, gran necesidad de independencia y admirable vocación para el estudio de los idiomas. A los doce años de edad Samuel Hahnemann era ya alumno adelantado del curso de humanidades, manifestando además sus excelentes cualidades morales e intelectuales.

Su ardor por el estudio no tuvo límites. Se dedicaba día y noche por completo al estudio, tornándose un espíritu culto a pesar de ser muy niño. A los 14 años de edad ya substituía al profesor de griego en la enseñanza de este idioma. Cristiano Godofredo Hahnemann, entre tanto, pretendía para su hijo una profesión lucrativa de inmediatos resultados y después del algunos años, pasados en la escuela, obligado por sus condiciones económicas, retiró a Samuel Hahnemann del estudio para encausarlo hacia otras ocupaciones mas de acuerdo con los recursos de la familia. El Dr. Müller se opuso ala retirada de su discípulo. Pero el joven, obediente de su padre, aunque su vocación fuera exclusivamente para los libros, dejó la escuela pero no abandonó los libros. Para poder estudiar en la noche sin ser visto por su progenitor, modeló con arcilla una lámpara que le permitiera alumbrar su dormitorio sin que su padre advirtiera la ausencia de alguna de las lámparas que alumbraban la casa. La vocación de Samuel Hahnemann era imperiosa. Muy temprano reveló el genio que más tarde sería, como fue, uno de los mayores genios de la humanidad. Su madre, espíritu clarividente, presentía el futuro que aguardaba a su hijo y supo obtener de su esposo el consentimiento para que Hahnemann prosiguiera sus estudios. Coincidía esto con el nombramiento del Dr. Müller para la ESCUELA PRINCIPESCA SANTA AFRA, con el título de " Collega tertius". Este bondadoso Dr. Müller, muy interesado en Hahnemann, se apresura a prevenir a Cristiano Godofredo Hahnemann aconsejándole dirigir una solicitud al príncipe Elector, con el fin de que su hijo pudiera ser admitido en la escuela como alumno particular del Dr. Müller. La petición fue atendida y Samuel Hahnemann entró a la Escuela Principesca Santa Afra, aunque ésta era dedicada a niños nobles, como ayudante del Prof. Müller, cuyas funciones siempre desempeño a la satisfacción y agrado del referido profesor. Gracias a la capacidad de trabajo de Hahnemann y de sus excepcionales atributos de inteligencia, y de carácter, no sorprende el hecho de que su permanencia en la Escuela Principesca Santa Afra se haya prolongado hasta los 20 años de edad. No encontraba oportunidad para desligarse de la escuela, aunque como externo, residía con su familia, prestándole así alguna ayuda y al mismo tiempo desarrollaba cada vez más sus conocimientos científicos. Fue así como particularmente inició sus estudios de Matemáticas, Botánica, y Física, aunque esta última como mero deporte ya que era ciencia nueva en aquella época.

Inicios en la medicina

Reconoció Samuel Hahnemann que su vocación era para los estudios de medicina, fijando así el objetivo de su profesión. Escogida la profesión, se decidió Hahnemann en la primavera de 1775, a los 20 años de edad a abandonar el pueblo de Meissen, la tierra que lo vio nacer, con el fin de iniciar sus estudios de medicina en la Universidad de Leipzig. Pero antes de dejar la escuela obsequió a sus profesores un recuerdo que al mismo tiempo sirviera como prueba de su inteligencia y cultura superiores. Relató para ofrecerles, en latín, según la usanza de aquella época, una tesis sobre "La maravillosa conformación de la mano del hombre", en la cual por primera vez dio a conocer la orientación que daría a su desarrollo científico. Hasta entonces no había revelado el proyecto de consagrarse a la medicina.

En julio de 1775, sale Hahnemann para Leipzig. Sus recursos estaban limitados a 20 taleros que su padre le entregara con gran sacrificio en el momento de su partida. Lo poco que ganaba el padre de Hahnemann apenas alcanzaba para mantener la familia. El hijo, comprendiendo las dificultades del padre, lo juzga con elevación moral, el mejor de los padres. Hahnemann podía decir como el filósofo de Priene, que llevaba consigo todos sus bienes, porque su equipaje y sus recursos eran saber griego, latín, italiano, francés e inglés, además de su idioma paterno. Fue esta la fuente que le proveyó el pan durante dos años."

No poseía Hahnemann los medios para pagar los cursos de la Universidad y no hubiera podido llevar a efecto su deseo, de no haber sido por la benéfica intervención del Consejero Praener, que obtuviera permiso para que Hahnemann fuera gratuitamente matriculado en los cursos de la Universidad de Leipzig. Esto ya era algo, pero no bastaba. Era necesario asegurar su manutención, ganar algún dinero que le garantizara hospedaje y alimentación. Un joven griego, rico de Jassy, fue al encuentro de la necesidad de Hahnemann, a pedirle clases de inglés y de francés, aumentando así los recursos que venía obteniendo con las traducciones que hacía desde que llegar a Leipzig.

Fue por este medio que su enorme capacidad de trabajo sumada a su vigorosa instrucción, le proporcionó los recursos suficientes para mantenerse modestamente en Leipzig. Vertía al idioma alemán obras publicadas en francés, inglés e italiano, por las cuales los editores pagaban muy poco, exigiendo así que él trabajara mucho para compensar lo poco que le rendía la traducción. Para esto, de cada dos noches dormía apenas una.

Su espíritu culto, rápidamente se dio cuenta de la completa insuficiencia de la enseñanza médica en la Universidad de Leipzig. La enseñanza, hecha sin clínicas, sin hospitales, privada de todo medio de experimentación, reposaba sobre opiniones retrógradas y teorías arcaicas. Grande fue por tanto la decepción de Hahnemann en relación a la enseñanza en la Universidad de Leipzig. Prosiguió por eso, con mayor intensidad su trabajo; procurando obtener por si mismo aquello que la Universidad no le podía proporcionar. No podía, entre tanto, entregarse imprudentemente a los azares de la suerte, promoviendo un nuevo dislocamiento, cuando sus recursos eran extremadamente limitados.

En 1777, decidió abandonar Leipzig y trasladarse a Viena. Pero un incidente retardó un poco su partida. Este incidente Hahnemann no lo quiso explicar ni lo reveló en su autobiografía. Dice apenas: "El remordimiento merece perdón y yo guardo en secreto el nombre y las circunstancias" Hahnemann lo ocultó en su autobiografía, pero la habilidad de los historiadores consiguió descubrirlo. Había conservado para momentos de mayor necesidad los 20 taleros recibidos de su progenitor, al salir de Meissen. Decidido a salir para Viena contaba con ese dinero, peor recibe con sorpresa la confesión del joven griego, su discípulo de francés e inglés, de que había sacado los 20 taleros del cajón y los había perdido en el juego. Implora el perdón de Hahnemann y éste le contesta: "Ya no hablemos más de este asunto".

Hahnemann en Viena

Una vez en Viena, capital de Austria. El más notable médico en esa época, el Dr. Quarin, médico de la Emperatriz María Teresa, dirigía en Leopoldstadt el Hospital de los Hermanos de la Misericordia. Algunos años más tarde el Emperador José II, de quién el Dr. Quarin fue también médico de cabecera, hizo construir a solicitud suya y de acuerdo con proyecto delineado, por el sabio médico, el mas bello hospital general de toda Europa.

La reputación y el nombre que el Dr. Quarin conquistara en el mundo científico, atraían a Viena a numerosos estudiantes de toda Europa y Hahnemann, rápidamente Hahnemann conquistó la amistad y la confianza del Dr. Quarin al punto de obtener permiso para acompañarlo en las visitas a su clientela privada. Esta distinción, dispensada a Hahnemann por su maestro Dr. Quarin, mucho influyó en el futuro del joven estudiante. Y , posteriormente, no se cansó de afirmar y escribir: "Debo mi diploma de médico al Dr. Quarin", queriendo así patentizar su gratitud al notable médico que le enseñó clínica, sin remuneración alguna, puesto de Hahnemann no disponía de recursos para recompensar al profesor que tan desinteresadamente no solamente le suministrara los conocimientos médicos, sino que también lo había rodeado de cariño y cuidados propios de un buen amigo.

El Dr. Quarin reconoció en su discípulo una superior inteligencia. Sabiendo que los 68 "guldens", con los cuales hiciera el viaje, ya se habían agotado, procuró socorrerlo con dignidad para ambos. Samuel de Bruckenthal, nombrado gobernador de Transilvania se encontraba de paso en Viena, a donde fuera a recibir instrucciones relativas a su nuevo cargo.

El Dr. Quarin obtuvo del nuevo gobernador el nombramiento de Samuel Hahnemann para desempeñar las funciones de su médico privado y bibliotecario.

Bruckenthal, que era una de las altas dignidades de la masonería, hizo que Hahnemann fuese recibido como masón en la Logia de San Andrés.

Los 21 meses que Hahnemann pasó en Hermannstadt los empleó en la clasificación de medallas de Bruckenthal, en la formación de un sistema de fichas para la magnífica biblioteca del gobernador y en el ejercicio de la clínica, entre la población. Fueron 21 meses de estudio con los recursos de la excelente biblioteca del gobernador.

Doctorado de Hahnemann

Aunque la vida en Hermannstadt le ofreciera mucho interés, cercado por la consideración que le dispensaba el gobernador, Hahnemann sentía necesidad de abandonar Austria y regresar a Alemania para doctorarse en medicina y regularizar así su situación de médico. Abandonó Hermannstadt dirigiéndose a Erlangen, Alemania, a principios de [[1779, en cuya Universidad pretendía presentar tesis para doctorarse. Entró en relaciones con los profesores, entre los cuales mucho distinguió al Consejero Schreber y lo puso al tanto de sus trabajos sobre las plantas. Entrégose Hahnemann a la preparación de su tesis: "Concepctus adfectuum spasmodicorum oetiologicus et therapeuticus" (Consideraciones sobre las causas y tratamientos de las afecciones espasmódicas). Mientras esperaba la realización de esta prueba, daba clases de griego, latín, inglés, hebreo, italiano, sirio, árabe, español, y alemán, idiomas en los cuales era profundamente versado, y todavía un pequeño conocimiento de caldeo aunque contaba apenas 24 años de edad. Hahnemann, poseía una facilidad y una vocación sorprendente para el estudio de los idiomas. Tal era el hombre que sus contemporáneos llamaron: "Alemán ignorante y fanático". El 10 de agosto de 1781, Hahnemann defendió su tesis de doctorado en la Universidad de Erlangen, recibiendo el grado de doctor.

Otras facetas de su vida

Después de su doctorado se instaló en Hettstedt, en Mansfeldschen, ciudad de tres a cuatro mil habitantes, centro de minas de cobre, a 35 kilómetros de Halle y a nueve de Mansfeld.

Samuel Hahnemann, el joven doctor que acababa de presentar su tesis inaugural en la Universidad de Erlangen, era un apasionado por los estudios de Física, Química, Historia Natural, especialmente por la Mineralogía. Se dedicó con extraordinario amor a las investigaciones químicas y mineralógicas.

Debido a su capacidad y competencia en la Química y Mineralogía, se relacionó con gran número de estudiantes de esas ciencias en todos los países, inclusive el Brasil. José Bonifacio de Andrade e Silva, el patriarca de la Independencia del Brasil, era el mayor de los mineralogistas de su época; esto lo aproximó al genial Hahnemann, buscando, probablemente esclarecimientos y pesquisas químicas de algunos de los minerales brasileños. Redactó Hahnemann en esta época, en Hettstedt, muchos escritos sobre estudios diversos de medicina, posteriormente publicados en revistas médicas. En la primavera de 1781, Hahnemann abandonó Hettstedt para fijar su residencia en Dessau, a 50 kilómetros de aquel pueblo, cuidad atravesada por el Mulda, antes de desembocar en el Elba residencia del Duque D´Anhalt-Dessau. En Hettstedt adquirió profundos conocimientos en la práctica de la mineralización, conocimientos que fueron utilizados en la Química. Escribiendo a este respecto dice Hahnemann: " Encontré la viga maestra de la bóveda de mi espíritu."

Hahnemann con sus 26 años conoce a Enriqueta Kuchler de 17 años, se amaron. Pero el joven médico reconocía que sus recursos eran insuficientes para el establecimiento de un hogar, especialmente donde el número de médicos le impedía que rápidamente hiciera una buena clientela.

Abandonó por esta razón Dessau, fijando residencia en Gommern Hahnemann reconoció que en esta aldea no existía ni había existido médico por lo menos en los últimos 39 años. Cuarenta años atrás existió una farmacia en ese lugar, lo que hace suponer que en esa época en Gommern debe de haber habido un médico.

La población enteramente indiferente a la presencia de un médico, no le dispensó la consideración debida.

Muerte

En 1835 el entonces viudo Hahnemann contrajo segundas nupcias con la francesa Mélanie d' Hervilly, quien era 45 años más joven que él - con su primera esposa Henriette tuvo 11 hijos- y con quien fundó un consultorio que llegó a tener gran prestigio internacional, pues fue visitado por famosos artistas y distinguidas personalidades de la aristocracia europea. En 1843 murió en la misma ciudad a los 88 años de edad, y sus restos reposan en el cementerio de Pre Lachaise.

Sus primeros ensayos

En 1782, publicó Hahnemann "Los primeros ensayos médicos", consignados en "Medicinischi Beobashtungen", de Krebs, Quedlinmburgo. En esos escritos hay un artículo sobre el cáncer que despertó la atención del mundo médico hacia su autor. Los continuados estudios de química llevaron a Hahnemann a conocer obras francesas de Demachy, miembro de las Academias De Medicina De Paris y de Berlin.

Demachy había sido comisionado por la Academia De Medicina de Paris para escribir una obra sobre química industrial. Demachy estudió "El Arte De Fabricar Los Productos Químicos". La necesidad de esta obra era imperiosa. Los fabricantes de entonces, los holandeses sobre todo, guardaban en absoluto secreto las operaciones químicas de sus fabricaciones. El trabajo de Demachy venía a destruir tal monopolio y demostraba, además de eso, la posibilidad de la aplicación de la química en la industria.

Hahnemann, además de traducir del francés al alemán esta obra de Demachy, la adicionó considerablemente con sus propias notas, y observaciones recogidas en el laboratorio, que constituyeron elementos de mayor importancia para la obra: "El Arte De Fabricar Los Productos Químicos2 de Demachy, en 1784, Leipzig-Crusius, dos volúmenes con 302 y 396 páginas respectivamente. Esta obra fue reeditada en 1801.

Fue Gommern donde Hahnemann escribió su primer libro original, bajo el título de "Guía para el tratamiento de las viejas llagas y úlceras" publicado en 1784, en Leipzig-Crusius, 192 páginas. Éste libro fue reeditado por el "British Journal of Homeopathy". En ésta obra Hahnemann y en muchos otros artículos publicados en Leipzig, a pesar de sus opiniones originales y nuevas, todavía admitía algunas ideas de la escuela clásica, especialmente en el caso de enfermedades de las señoras. En la menopausia por ejemplo, no condenaba la sangría, medio auxiliar que más tarde combatió con ardor y violencia. Manifestábase igualmente contrario al uso del alcohol, café, emplastos de plomo y al uso interno del sublimado corrosivo. Recomendaba el aseo, ejercicios al aire libre, baños fríos y calientes y todo lo que legítimamente pudiera contribuir para el bienestar y alegría del enfermo. Sus publicaciones, a pesar de la sinceridad a veces ruda, fueron recibidas con simpatía y consideración.

Fue todavía en Gommern donde Hahnemann vio nacer a su primogénita, en 1783, quien recibió el nombre de Enriqueta.

Surgimiento de la homeopatía

Convencido que sus experiencias prácticas le demostraron lo poco que podía hacer con los conocimientos adquiridos le produjo gran frustración, decidiéndose así abandonar la práctica de la medicina; sin embargo posteriormente adquirió gran prestigio como farmacéutico y como químico, además de una gran reputación por sus numerosas traducciones de obras científicas, que le permitieron la obtención de muchos conocimientos valiosos.

Posteriormente, Hahnemann se dio a la tarea de estudiar y probar documental-mente los efectos de los medicamentos, para lo cual pudo contar con la ayuda de su familia y de sus discípulos. Los resultados de esos estudios constituyeron la base de la publicación en 1810 de Organon der rationalen Heilkunde (Órgano de la medicina racional), sin duda su libro más importante entre sus numerosas publicaciones, el cual se mantiene aún como obra capital de todo médico practicante de la homeopatía.3 En un siguiente paso, Hahnemann observó que con dosis pequeñas de medicamentos se podía atenuar su acción química o fisiológica y, por tanto, era posible lograr un mayor efecto terapéutico que con grandes dosis. A partir de esas observaciones desarrolló su idea acerca del remedio potencialmente más efectivo.

Después de darse a conocer rápidamente sus principios por los discípulos de su fundador, la homeopatía tuvo apasionados partidarios y enérgicos detractores. Según estos últimos, Hahnemann, quien producía sus propios medicamentos para luego suministrarlos a sus pacientes, infringió con ello un derecho de los farmacéuticos vigente desde la Edad Media. En 1820 los farmacéuticos de Leipzig presentaron una querella contra él, por lo que decidió abandonar la ciudad antes de que se le retirara el derecho a dar asistencia dispensarial. Cuando en 1831 invadió a Europa la primera gran epidemia de cólera, los médicos se vieron impotentes ante la catástrofe que ésta ocasionó. Los tratamientos convencionales con sangrías y laxantes ejercían en los pacientes más efectos negativos que positivos, a diferencia del método homeopático, que debilitaba menos a los enfermos y era más eficaz contra el mal. A partir de entonces, este arte curativo ganó nuevos adeptos en la población, que lo ayudó a superar los obstáculos y prohibiciones burocráticas.

Bibliografía