Cine teatro Parra
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Cine teatro Parra de San Luis. Primer cine- teatro de San Luis abierto al público en 1910. Fue su primer propietario el ciudadano, de origen español, Don Blas Parra. En 1947 sufre un gran incendio siendo reconstruido muy rápidamente, abriendo al público con el nombre de El Encanto. Al triunfar la revolución fue remodelado y adopta el nombre de Tolima.
Sumario
Inauguración
No es hasta 1909 en que se instala una planta de generadora de electricidad con destino al alumbrado público en la localidad de San Luis. Esta es promovida y financiada por el señor, de origen canario, Federico Almeida.
En 1910 el adinerado Don Blas Parra y el empresario Monserrat fundan un cine-teatro. En su interior contaba con un escenario, donde se representaban obras teatrales por compañías foráneas procedentes fundamentalmente de la Habana. El surgimiento de este cine-teatro se convirtió en todo un acontecimiento para el pueblo de San Luis, que hasta el momento no había tenido la oportunidad de contemplar el nuevo arte.
El cine-teatro Parra fue alternando las funciones teatrales por la proyección de películas, que con los años fueron adquiriendo mayor importancia, desplazando al teatro bufo. La producción cinematográfica norteamericana absorbió los cines del país al carecer de los recursos técnicos necesarios para la realización de películas con la calidad requerida.
Contribución al bien social
El teatro Parra también sirvió de medio para recaudar fondos, a través de la realización de veladas literarias y artísticas organizadas al efecto en beneficio de la iglesia y obras sociales, ejemplo de ello fue la velada organizada en 1917 con el fin de comprar una estatua de San José para la recién bendecida iglesia parroquial.
Esta institución cultural, con sus funciones cinematográficas y teatrales, contribuyó a la recolección de fondos para la fundación de la Universidad Popular José Martí. También apoyó en la creación de la Biblioteca Circulante Enrique José Varona, contribuyendo, en este sentido, con el quehacer educacional del pueblo.
En su interior se realizaron actividades con un profundo sentido patriótico, siendo una de ellas la celebración del acto cultural en conmemoración al centenario de la muerte del poeta santiaguero José María Heredia.
Para 1946 el cine teatro Parra continuó ofreciendo actividades que permitieron conservar la memoria histórica y mantener vivos los sentimientos patrios, siendo una de ellas la velada ofrecida a la memoria de los mártires caídos el 29 de abril de 1933, durante el asalto y toma del cuartel por los revolucionarios dispuestos a derrocar la dictadura machadista.
Películas silentes
Entre los años 20 al 30 muchas películas silentes fueron acompañadas por músicos locales, dándole la sonoridad requerida. Esto permitió una mayor acogida del público, tan necesaria en esos momentos en que esta empresa pasaba por una gran crisis, a tal punto que solo lograba exhibir una película a la semana.
La señorita Digna Castro Castillo, hija de la profesora de piano Engracia Castillo Griñán, acompañó, en muchas oportunidades, con su piano las películas silentes. Es por ello que el cine Parra se convirtió en una vía para el desarrollo de los talentos locales, que con los años se convirtieron en un orgullo del municipio.
Incendio
En 1947 el cine- teatro Parra sufre un incendio que lo devora casi por completo. Sus antiguos dueños no están en condiciones de asumir la restauración y lo venden a la familia Jaile, de origen sirio, que lo reconstruye muy rápidamente abriendo al público, ese mismo año, con el nombre de El Encanto.
Después del triunfo revolucionario
Después del 1ro de enero de 1959 el cine Encanto es remodelado adoptando el nombre de Tolima. En la década del 90 y dada la gran crisis desatada, con el período especial, este cine deja de prestar sus servicios cinematográficos para radicar en su vestíbulo la galería de arte del municipio.
