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Influidos por las corrientes realistas europeas (principalmente por [[La nueva ola francesa]] y el [[Neorrealismo italiano]]) que le dieron las bases para proyectar su arte, realidad y denuncias a través de la pantalla grande, surgió en Brasil, a principios de la década del 60 del siglo XX,  una generación de jóvenes realizadores que intentó combatir la situación de pobreza intelectual en que se veía inmerso el cine nacional.
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Influidos por las corrientes realistas europeas (principalmente por [[la Nueva ola francesa]] o [[Nouvelle vague]] y el [[Neorrealismo italiano]]) que le dieron las bases para proyectar su arte, realidad y denuncias a través de la pantalla grande, surgió en Brasil, a principios de la década del 60 del siglo XX,  una generación de jóvenes realizadores que intentó combatir la situación de pobreza intelectual en que se veía inmerso el cine nacional por aquel entonces dominado, en su gran mayoría, por [[la chanchada]], filme musical brasileño típicamente carioca, narrado en clave de humor.  
Éste estaba por aquel entonces dominado, en su gran mayoría, por [[la chanchada]] film musical brasileño típicamente carioca narrado en clave de humor.  
 
  
 
Paralelamente a este subgénero folclórico, la “Companhia Cinematográfica Vera Cruz”, desarrolló una producción fílmica sustentada en los medios técnicos más avanzados, pero que olvidaba o evitaba deliberadamente cualquier aspecto relacionado con la condición socio-política del país. Sus intereses se centraban especialmente en la creación de una industria similar a la norteamericana y en la producción de un cine exclusivamente comercial. Esta maquinaria financiera redujo la libertad de los autores que no estaban adscritos a este sistema. El cine comercial contituyó un enemigo mayor y complejo del cine en el Brasil.
 
Paralelamente a este subgénero folclórico, la “Companhia Cinematográfica Vera Cruz”, desarrolló una producción fílmica sustentada en los medios técnicos más avanzados, pero que olvidaba o evitaba deliberadamente cualquier aspecto relacionado con la condición socio-política del país. Sus intereses se centraban especialmente en la creación de una industria similar a la norteamericana y en la producción de un cine exclusivamente comercial. Esta maquinaria financiera redujo la libertad de los autores que no estaban adscritos a este sistema. El cine comercial contituyó un enemigo mayor y complejo del cine en el Brasil.

Revisión del 09:40 12 jul 2018

Cinema novo brasileño
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Cinema Novo01.jpg
Concepto:Corriente artística de vanguardia en el plano estético y político social que se verificó en el cine brasileño. Surgió a fines de los años 50 del Siglo XX y se consolidó en la década del 60, liderada por un grupo de cineastas que querían ofrecer una imágen auténtica de la pobreza y la necesidad de la realidad en Brasil y el Tercer Mundo.

Cinema novo brasileño. Surge como respuesta de un grupo de cineastas brasileños frente a un cine que no expresaba la realidad del país y que tenía como propósito fundamental combatir la situación de pobreza intelectual en que se veía inmerso el cine nacional.

Antecedentes

Influidos por las corrientes realistas europeas (principalmente por la Nueva ola francesa o Nouvelle vague y el Neorrealismo italiano) que le dieron las bases para proyectar su arte, realidad y denuncias a través de la pantalla grande, surgió en Brasil, a principios de la década del 60 del siglo XX, una generación de jóvenes realizadores que intentó combatir la situación de pobreza intelectual en que se veía inmerso el cine nacional por aquel entonces dominado, en su gran mayoría, por la chanchada, filme musical brasileño típicamente carioca, narrado en clave de humor.

Paralelamente a este subgénero folclórico, la “Companhia Cinematográfica Vera Cruz”, desarrolló una producción fílmica sustentada en los medios técnicos más avanzados, pero que olvidaba o evitaba deliberadamente cualquier aspecto relacionado con la condición socio-política del país. Sus intereses se centraban especialmente en la creación de una industria similar a la norteamericana y en la producción de un cine exclusivamente comercial. Esta maquinaria financiera redujo la libertad de los autores que no estaban adscritos a este sistema. El cine comercial contituyó un enemigo mayor y complejo del cine en el Brasil.

Nacimiento del Cinema novo brasileño

La reacción de la nueva hornada de cineastas que florecía en aquel momento fue una propuesta revolucionaria para acabar con este cine anodino y dominado por los intereses económicos. Su intención era poner punto y final a una serie de films que no expresaban la auténtica realidad de Brasil.

Las fronteras reales del Cinema novo siempre han estado algo difusas. Se suele tomar como cinta precursora de este movimiento al film Río, 40 grados rodado en 1955 por Nelson Pereira Dos Santos. Fue entonces cuando estalló un nuevo movimiento cinematográfico que pretendía convertir las obras de sus principales representantes en “la expresión trágica y plástica del subdesarrollo y del hambre en América Latina

La fecha oficial del nacimiento del Cinema novo fue establecida en 1962 con el estreno de Barravento, de Glauber Rocha, y [[Os cafajestes]], de Ruy Guerra, dos realizadores pilares en el nacimiento de nuevo cine brasileño. Así se produjo el nacimiento del Cinema Nôvo brasileño, como una de las expresiones más honestas de la pobreza y la necesidad en el Tercer Mundo.

Principales exponentes

Glauber Rocha.Figura cimera del Cinema novo brasileño

Entre los exponentes emblemáticos de esta corriente destacan los siguientes cineastas:

Glauber Rocha y la estética de la violencia

Sin lugar a dudas, Glauber Rocha fue la figura más importante del Cinema novo. Sin ser pionero en su formulación, fue, no obstante, su principal y más destacado teórico. Sus textos fueron profundamente polémicos. La revista Civilizaçao Brasileira publicó, en el número 3º de julio de 1965, un artículo de Glauber Rocha que llevaba por título “Uma estética da fome”. El aspecto más relevante de esta publicación fue su proclama personal sobre la “estética de la violencia”, en base a la cual se sustentaban los cimientos de la revolución cinematográfica en Brasil. Una interpretación sobre dicha proclama la resume de la siguiente manera:

“La más auténtica manifestación cultural del hambre es la violencia. La mendicidad, tradición venida de la piedad redentora y colonialista, ha sido la causa del estancamiento social, de la mistificación política y de la mentira cultural. El comportamiento normal de un hombre hambriento es la violencia, pero la violencia de un hambriento no esprimitivismo.

La ‘estética de la violencia’ antes de ser primitiva es revolucionaria, es el momento donde el colonizador se da cuenta de la existencia del colonizado.

A pesar de todo, esta violencia no está impregnada de odio sino de amor, aunque se trata de un amor brutal como la misma violencia, porque no es amor de complacencia o contemplación sino amor de acción, de transformación”..

Esta postura conduciría a Glauber a adoptar una poética personal rebelde caracterizada por la aspereza excesiva en la filmación de los planos (generalmente, de cámara en mano) que el realizador definiría como rasgo estilístico fundamental de sus cintas.

Características estéticas

La estética del Cinema Novo estaba relacionada al compromiso con la realidad y la concienzación del pueblo de sus propias condiciones de vida, la marginación y la pobreza, en oposición a la estética de Hollywood, caracterizada por la belleza y la perfección, con personajes casi siempre sin defectos, personificados por estrellas atractivas, escenarios e iluminación artificiales y efectos grandilocuentes. .

  • Lo característico del Cinema Novo era el uso de elementos de la cultura popular como materia prima de un cine popular, dirigido al pueblo.
  • La presencia de escenarios naturales y actores no profesionales y el protagonismo de la cámara en mano son tres elementos que desde el punto de vista formal definen la estética de cinema novo, y son imprescindibles en la voluntad de sus artífifes de conferirle a la obra cinematográfica toda la carga de autenticidad y realismo que requería.
  • Para el Cinema Novo la realidad debía ser abordada desde un punto de vista nacional y popular. Encarar la realidad, inicialmente a través de temáticas sobre los sectores marginados, pobres y explotados del pueblo brasileño: el Nordeste y la Favela.


Primera etapa

La primera es la más grande y significativa, de 1960 a 1964, con filmes en blanco y negro filmados esencialmente en el noreste de Brasil, siendo la zona más azotada por la pobreza, la violencia y marginación, ocupada por campesinos que continuamente luchaban contra las sequías y la indiferencia de la sociedad, así como del gobierno en turno. Todo esto quedaba plasmado con total transparencia en las producciones, dando amplio lugar a la improvisación, al elenco conformado por la misma gente de las localidades viviendo tales dificultades en medio de la opresión religiosa y del hambre. Este periodo termina abruptamente con el Golpe de Estado de 1964.

Segunda etapa

Los cineastas que integraban este círculo (entre ellos Joaquim Pedro de Andrade, Ruy Guerra, David Neves y Carlos Diegues) comenzaron a replantear el sentido idealista y de denuncia de su producciones, llevándolas a analizar más el contexto político que en ese momento el país vivía con la dictadura militar. A pesar del desmantelamiento de la democracia, el arte y la cultura (con orientación más popular y nacionalista) obtuvieron un apoyo holgado del gobierno de facto. Gracias a esto, el cinema novo en su segunda etapa continuó su marcha hasta el nuevo golpe de 1968, con cintas como O bravo guerreiro de Gustavo Dahl (1968) y O desafio de Cesar Saraceni (1965).

Tercera etapa

Tras el segundo golpe, la represión se endureció hasta el punto en que prácticamente cualquier clase de oposición, resistencia o crítica hacia el gobierno era brutalmente reprimido, anulado y perseguido con sangrientas consecuencias. Es entonces cuando la tercera etapa comienza, de manera más sutil y camuflada con metáforas y alegorías que permitieran esquivar la censura de la dictadura. El humor y la acidez suavizaron el discurso de los cineastas en sus películas, además de que ahora el cine dependía mayormente del capital extranjero.

Esta serie de factores llevó a la caída del movimiento, dejando este tercer periodo prácticamente cerrado entre 1972 y 1974. Desde la entrada del nuevo gobierno militar, producciones como Macunaima, de Joaquim Pedro de Andrade en 1969, dejaron de lado el realismo y la vanguardia, enfocándose más en el lado simbólico, artístico, humorístico y folklórico de Brasil.

Con todo y la corta duración del cinema novo, su vigencia sigue intacta. Su influencia se ha hecho notar en el cine brasileño actual desde los años noventa. No sólo se trataba de evidenciar la indignación por las terribles condiciones de vida del país, sino llevarla de la mano con la identidad de sus pueblos, desplazar la invasión extranjera, a Hollywood y aquello que no reflejara la realidad social.

Trascendencia artística

Las películas surgidas de este movimiento contribuyeron a crear una cierta imagen de Brasil en todo el mundo. Es un movimiento que tienen mucho en común con los movimientos más vanguardistas. Fue un movimiento muy poderoso, tanto desde un punto de vista visual como intelectual, y contribuyó a propagar un enfoque revolucionario de la realidad de aquella época. Inventaron una nueva forma de hacer películas: un nuevo enfoque en el que el cine debía recorrer las calles y dar la cara a la población, planteando un nuevo impulso político combinando arte y revolución.

El hambre, la alienación religiosa –cristianismo impregnado de paganismo–, la sequedad de la tierra castigada por un sol implacable, la dominación colonial de los monopolios norteamericanos y el caciquismo latifundista son la savia que nutre a este cine de la indignación y de la cólera, en la más cabal expresión en clave poética del drama del Tercer Mundo que ha asomado hasta hoy en las pantallas”. Román Gubern.


Fuentes